sábado, 27 de junio de 2015

La puerta al Tártaro

- Te digo que es por aquí, sombra pesada.
- ¡Eso dijiste hace un buen rato y no hemos encontrado ninguna puerta, perro sarnoso!
- ¡Ni se te ocurra llamarme así una sola vez más, que yo no hablo de esos  pelos de emo que llevas!
- ¡Eh! ¡Dejad de pelearos ya! ¡Así no vamos a llegar a ninguna parte!
- ¡No te entrometas, Señor del Pandemonio!
Me volví a llevar la mano a la cabeza. Era la decimoctava vez que Rei y Cerberus discutían.
Cuando Némesis consiguió despertar a Cerberus, pensé que sería un error liberarle de las cadenas; sin embargo, para mi sorpresa, no se presentó hostil hacia nosotros a diferencia de los otros encuentros anteriores en los que no hubiera dudado en acabar con nuestras vidas.
Al parecer, Cerberus estuvo trabajando y colaborando con los vampiros para conseguir el poder del Fénix, pero en cuanto supieron que había fracasado, le apresaron. Entonces, como Némesis parecía llevarse bien con él, le liberó y le pidió que nos llevara al Tártaro con él, aunque a Rei no le gustase la idea.
- ¿De qué os conocéis? Por curiosidad~ - les pregunté para intentar cambiar el ambiente.
- Desde hace varios cientos de años, Phonix Slayer - respondió Cerberus.
- En el Inframundo Dante-kun, Némesis-chan, él y yo somos un grupo que lucha contra los demonios que se escapan del Infierno y se iban a otras dimensiones. Bueno... LUCHÁBAMOS.
Cerberus miró para otro lado.
- Estoy harto de vivir encerrado en este mundo ¡Némesis-chan y yo no podemos cambiar de aires a diferencia de Dante-kun y yo! Es injusto...
- ¡Némesis-chan es guardiana, ya vivió lo suficiente! ¡Y tú eres el demonio del cerbero, del perro infernal, no puedes ir por ahí viajando entre dimensiones!
- Bleeeeeeeéj
- Además... eres un traidor. Te uniste a los vampiros para matar a mi nakama y así poder viajar con ellos para sembrar el caos.
- Qué caos ni qué caos... ¡Yo lo único que quería era ser libre! ¡Y no sabía que ahora te gustasen los humanos de la Tierra! Toda la vida dijiste que era seres inferiores y repugnantes.
- ... Recuerda que, durante mucho tiempo, era un completo idiota por... bueno, ya sabes que en mi hogar de origen no hay flores ni cosas bonitas. - Hizo una pausa y murmuró - desde que conocí a Blue-chan es todo tan diferente...♥
Me alarmó pensar en cómo podría haber sido Rei en su época de odio hacia los humanos. Supuse que en el Tártaro no había mucho amor hacia los mortales... "Pero bueno, todos tenemos un pasado" me dije.
En cuanto a Cerberus, comprendía que ver cielo oscuro con nubes rojas todos los días no era lo más agradable. Solo esperaba que algún día pudiésemos llevarnos bien.
- Mirad - intervino Nura, - lo bueno de esto es que hemos salido del castillo de Drácula de una pieza, incluso Akame-chan y yo hemos podido recuperar nuestras katanas.
- Y gracias que estaban en la sala de al lado - comentó Cerberus, - si no, me hubiera ido igualmente sin esperaros.
- ... Jjjjjjgracias~
Se hizo otro silencio, pero en cuestión de minutos Rei y Cerberus siguieron discutiendo mientras Nura y yo hablábamos.
- ¿Qué habrá sido de la juez de la muerte? - le pregunté.
- Ungh... no estoy seguro, pero dudo que nos siga. Yo... me preocuparía más bien por otras cosas...
- ¿Por ejemplo?
Nura miró a Rei.
- No creo que el pueblo de nuestro amigo vaya a ir en son de paz en cuanto nos los encontremos.
- ¿Te refieres a los otros demonios sombra?
Nura asintió. Coincidía con él en que iba a hacer falta luchar... como siempre... luchar...
- Tengo ganas de volver... - reconocí.
- Puff... no sabes cuánto echo de menos a mi Clan.
- Y yo a mi templo... ¡y a las otras sacerdotisas! Kikyo-chan deber de seguir protegiendo la Esfera de los Cuatro Espíritus con su vida... Y no sé cómo debe de sentirse Akane-chan después de que descubriese sus poderes cuando nos enfrentamos a los dioses del Olimpo en Caetoneko... dùh~
Se me escapó una lágrima. Cuando me di cuenta de ello, Nura se paró, me cogió me de la mano y me abrazó. Me sorprendí un poco... bastante x///x
- Volveremos a la Tierra y les veremos a todos, ¿vale? - dijo mientras me acariciaba la espalda. A pesar de esa cara tan demoníaca que tenía desde que pasamos los 7 Pecados Capitales (igual que mi aspecto de "Phoenix Slayer"), al menos me sentí un poco mejor.
- Nakamas - nos llamó Rei. Se acercó a nosotros, Cerberus se giró, echó a andar y le seguimos mientras Rei hablaba. - Después de que apareciese el agujero que os absorbió, Abbadon-kun y yo os hemos estado intentando localizar mientras Dante-kun acompañaba a Kikyo-chan, a Akane-chan y a la pendeja definitiva. Según me contó, todas ellas están bien, aunque Kikyo-chan, Akane-chan y el Maestro del Templo del Gato Negro están preocupados por ti desde lo que pasó, al igual que Blue-chan, Will-kun y Esme-chan en Caetoneko ¡Ah! ¡Se me olvidaba! Dante-kun también hizo una visita al Clan Nura. Tu Desfile Nocturno de los Cien Demonios casi se lo comía vivo, pero un tal Gyuki habló con él. Al entender la situación (más o menos), Gyuki-sama le dijo que estaba al mando provisionalmente hasta que volvieses, Nura-kun.
- xDx'' b-bien...
- Es aquí - anunció Cerberus.
Delante nuestra había una gigantesca puerta oscura hecha con hierro estigio. Estaba repleta de relieves relacionados con demonios de todo tipo como diablillos, youkais o vampiros, y la muerte en distintas religiones: el juicio de Anubis, la barca de Caronte, la "Divina Comedia", el proceso de reencarnación hindú, la muerte de Buda, entre muchos.
- Escuchad - advirtió Rei. - El plan que tenemos Abbadon-kun y yo era este, llegar al Tártaro, pero concretamente tenemos que llegar al templo que custodia el portal que no nos llevará a la Tierra, sino al mismísimo Cielo. El portal solo rescata a  aquellas personas o seres que se lo merecen de verdad, siempre y cuando el portal esté abierto y los demonios como nosotros seamos admitidos allí arriba.
- Y... ¿del Cielo podremos viajar a la Tierra? - pregunté.
- En efecto.
- No hay alternativa ¿no? ¡Pues vamos allá! - dijo Nura.
Cerberus abrió la puerta y se adentró entre las sombras más oscuras. Le seguimos y la puerta se cerró a nuestras espaldas. Luego, por enésima vez, caímos al vacío.




sábado, 20 de junio de 2015

El Reino de la Noche

- Hello and good-bye.
El gatillo fue apretado y una bala dio de lleno a uno de los guardias. Némesis Sudou estaba recargando su revolver cuando una sombra se concentró en los pies del guardia que quedaba en pie. La sombra se transformó en una figura humana que pegó sus manos a los tobillos del guardia y de ahí comenzaron a salir llamar negras. El guardia exclamó y corrió en círculos mientras le devoraba el fuego oscuro así como el pánico. En menos de un minuto se hizo cenizas.
El dueño de aquel fuego, Rei Minamoto, se puso en pie advirtiéndole a Némesis mientras el otro guardia se reincorporaba a pesar del disparo:
- ¡USA LAS BALAS QUE TE DI! ¡Sin fuego no podemos matar vampiros!
- Ksooooó - maldijo ella.
Némesis apartó un mechón de su cara y sacó una caja con montones de cargas. Las introdujo en su arma, pero el vampiro ya estaba delante de ella dispuesto a despedazarla.
- !!!!! Vampiros pendejos - maldijo Rei.
Invocó una bola de Amateratsu del tamaño de la cabeza de Nura y se la tiró al guardia. Este no tardó en chamuscarse y en acabar hecho polvo literalmente. Rei se dirigió a Némesis:
- ¡¿Pero por qué no me hiciste caso y usaste las balas que te di desde el principio?!
- Tsk~
- Ay... violentos... no se puede hablar con ellos...
- ¡¡¡REI-KUN!!! - le llamé a punto de echarme a llorar de la alegría mientras Nura le miraba aún sin poder creérselo.
- ¡Nakamas! ¡Aquí estabais! - se acercó - ¡Os he estado buscando por todas partes!
- ¡Wow! ¿Pero cómo lo has hecho? - preguntó Nura.
- Basta de cháchara - dijo Némesis mientras tenía la mirada fija en la puerta principal y su revolver preparado para disparar - Debemos irnos cuanto antes si no queremos que vengan más vampiros.
- ¿Irnos? - pregunté - ¿PERO CÓMO? ¡Estas cadenas no nos dejan movernos de aquí y ahí fuera debe de haber montones de guardias!
- Ahora lo soluciono - respondió Rei.
El demonio sombra invocó otra bola de Amateratsu y la tiró contra mis cadenas. Enseguida estas se derritieron y Rei hizo lo mismo con las cadenas de Nura.
- Hierro derritiéndose ante el fuego en unos segundos - comentó Nura tocándose las muñecas para comprobar que no era una ilusión.
- ¡No es fuego! ¡Es Amateratsu, el elemento base de este mundo! - Rei alzó su puño con orgullo - ¡Puedo con todo!
- Podemos salir de aquí... - me murmuré a mí misma para poder creérmelo.
- Insisto. No creo que tengamos mucho más tiempo - subrayó Némesis.
- Oh~ Rei-kun, ¿Némesis-san qué hace aquí? ¿No era guardiana? - dije.
- Nos conocemos de hace tiempo - aclaró Rei - Nos ayudará a salir. Es la mejor ayuda, en serio, y... !!!! ¡EEEEEEH!
En cuanto apareció un vampiro en la puerta, Némesis disparó (¡desde muchos metros de distancia que ocupaba la sala!). Esta vez, la bala era de fuego, por lo que quemó al vampiro y lo desintegró.
- ... ¿v-veis? ¡Es una gran guerrera! -añadió Rei.
- Yo diría que es OTRA~ violenta - opinó Nura.
- Eeeeeh~ ¿cómo que OTRA? e3ê - intervine.
- A3Á ...
- ¡VOSOTROS!
Habían venido una docena de vampiros a ver qué pasaba y, al vernos, corrieron hacia nosotros sacando sus colmillos. Némesis se puso a disparar como una loca y mató a la mitad mientras que Rei quemaba a tres de una sola vez.
- ¿Vamos? - pregunté a Nura.
Nura miró a uno que iba hacia nosotros y dijo "MIEDO". En seguida este puso los ojos en blanco y comenzó a tiritar. Invoqué fuego de Fénix en cada mano y se la lancé. Se hizo cenizas.
Un vez conseguimos deshacernos de todos los guardias, nos dirigimos corriendo hacia la puerta, pero entraron ellos: la juez de la muerte y Hilbert (o más bien, Drácula).
La juez llevaba aún su máscara mientras nos sonreía.
- Vaya, vaya~ tenemos visita~ - comentó.
- A ti te puede gustar esto, pero esto solo hace que nuestros planes queden entorpecidos - dijo Drácula.
Soltó otra risita y oí a Nura murmurar:
- Si será puta...
- ESTO SOLO LO HACE MÁS DIVERTIDO.
Alzó los brazos y comenzaron a revolotear siete luces de colores. Némesis palideció y dijo entrecortadamente:
- Tú... Tú eres... No... No puede ser...
- ;)))) ?
- .... Tú eres el Ama de la Yarda Infernal... Tú... posees los 7 Pecados Capitales...
- JAJAJAJAJA!! Bien lo sabes tú, guardiana de la Ira~
No entendía qué problema había en eso. Si era la juez que condenaba a todos los pecadores, obviamente iba a ser muy poderosa. Pero en cuanto se quitó la máscara y no quitaba el ojo a Némesis, sabía que había algo que pintaba realmente mal. Némesis no tardó en hacer lo mismo: se quitó la máscara y vi por primera vez su cara. Claramente Némesis y la juez eran como dos gotas de agua, solo que Némesis, a pesar de ser una muerta de actitud fría capaz de matarte en cualquier momento, era mucho más humana que la juez. Los ojos granate, el pelo desordenado, la cicatriz, la maliciosa sonrisa de dientes largos y finos y el aura de la juez eran profundamente demoníacos.
- No comprendo - dijo Nura.
Sacudí la cabeza para recalcarlo.
- Veréis~ Históricamente hablando, Némesis Sudou y yo somos la misma persona~ Fuimos quienes al final conseguimos acabar de recolectar los 7 Pecados Capitales de los Estados de Evillious, un poder mucho mayor del que vosotros pensáis... - explicó la juez.
- A pesar de que una parte de Némesis se quedase satisfecha tras matar al Juez de la Corrupción que ya tenía 6 de los pecados y al final consiguiese recolectar todos, otra parte seguía destrozada por... matar a su novio - continuó Némesis.
- Una parte realmente débil... - comentó la juez, - por lo que, al morir y llegar aquí al Infierno, la parte completa, osea yo, consiguió convertirse en Señora de los Pecados Capitales o "Ama de la Yarda Infernal". Mientras que la otra, apenada y débil, se fue a su propio pecado: Ira.
- ...
- Por eso os parecéis tanto... -comenté.
Némesis gruñó y apuntó a la juez. Al principio pensé que la juez se había asustado, pero en poco tiempo volvió a soltar otra risita de las suyas.
- JAJAJAJAJA~!!! ¿Pero qué pretendes hacerme tú~? Tengo los 7 Pecados Capitales en mi poder y tú solo tienes una simple pistolita  xD
- La Ira no sirve a nadie. Solo a ella misma. Arrepiéntete, pecadora.
- JAJAJA ¿ARREPENTIRME YO? JAJAJA
- ¡¡¡BASTA YA!!! - gritó Drácula.
Dio un par de pasos al frente dispuesto a mordernos el cuello a todos. Estaba preparando su garra cuando Rei declaró:
- ¡¡¡Nakamas!!! ¡¡¡Es hora de irnos de este Infierno!!!
Rei acumuló fuego negro de su cuerpo y lanzó llamas al vampiro; sin embrago, este se movía con una agilidad impresionante y esquivaba fácilmente los ataques. Al mismo tiempo, Némesis disparó a la juez a pesar de que esta estuviese bajo la protección de las luces de los 7 Pecados Capitales. A partir de aquellos primeros movimientos, estalló el caos.
Mientras Nura creaba ilusiones terroríficas a todos los guardias que estaban viniendo, Rei y yo tratábamos de quemar a Drácula con nuestros fuegos, pero ninguno servía debido a la rapidez con la que se movía el rey de los vampiros. Eché de menos a Guesshoku (o Nisshoku en ese caso), pero conseguí crearme un arco de fuego con sus flechas y todo. Rei perseguía a Drácula con una velocidad casi tan grande como la del vampiro pues casi ni veía a los dos moverse por el espacio, algo que hizo imposible que pudiese usar mi arco.
Por otro lado, Némesis Sudou se estaba encarando con la juez de la muerte, la Señora de los Pecados, es decir... con ella misma. Las bolas de luz de aquella juez-demonio comenzaron a echar chorros de luz contra Némesis, pero esta conseguía esquivarlos. Una luz añil la dio en la pierna y ahogó un grito.
- ¡¡Qué divertido!! - dijo la juez. ¡El pecado de Avaricia te tiene muchas ganas!
- Maldito Marlon... - murmuró Némesis mientras jadeaba.
Rei consiguió pegarle un puñetazo en la cara a Drácula y este cayó al suelo. Rei invocó a su guadaña Kamui y alrededor de esta aparecieron grandes cantidades de Amateratsu. El Shadow Of Silver puso la punta de su arma en el cuello del vampiro y dijo:
- No trates de hacerle frente al poder de las sombras.
- U....gh... h.... ¡Soy el Señor de la Noche! ¡Las sombras serán mías cuando consiga el poder del Fénix!
- Oh~ Asique era por eso que queríais matar a Akame-chan... ¿Y lo de Blue-chan? ¿Por qué la secuestrasteis en el Purgatorio?
- ¿"Blue"? ¿Qué? ¡Yo no hice eso! No me interesa en absoluto esa gata congelada.
Rei gruñó y rozó el cuello de Drácula con la punta de su guadaña, haciendo que parte de la piel del vampiro se hiciese cenizas
- No me lo creo - negó Rei.
- Peor para ti, Shadow Of Silver... pero me parece que hay más gente que quiere destruiros~ jeje
- ¡Malditos seas...!
Rei intentó cortar la cabeza de Drácula cuando me adelanté y le disparé a su corazón con una flecha de fuego. Drácula puso los ojos como platos cuando Rei se apartó de él al ver que mi fuego de Fénix le consumía. Tras tardar más de un minuto en consumirse, pregunté a Rei:
- ¿A dónde van los demonios infernales después de morir en su propio mundo?
Rei se puso en pie y respondió:
- Despende del tipo de demonio y de cómo haya sido su vida (si es que a eso se le puede llamar vida) se reencarnan o van al Purgatorio. Los vampiros del reino entre los 7 Pecados Capitales y el Tártaro, es  decir, los vampiros del Reino de la Noche, suelen ir al Purgatorio para cumplir la misión de alimentarse a base de sangre y regresar aquí. Suelen cambiar de forma cuando van al Purgatorio para que no les reconozcan, por eso no reconocí a Drácula cuando se hacía llamar Hilbert. Inlcuso para mí, los poderes de los vampiros son difíciles de superar.
Asentí en señal de haber entendido todo.
El Miedo de Nura pareció ser más eficaz tras la muerte del líder de los vampiros debido a los gritos de horror que envolvieron el ambiente.
- Akame-chan - me llamó Rei, - ayudaré a Némesis con el Ama de la Yarda Infernal. Mientras, ayuda a tu novio.
Miramos a Nura y me ardieron las mejillas.
- ¡Él no es mi...! ¡DUUUUÙH! - me puse a disparar flechas de fuego como una loca.
Rei se situó junto a Némesis y esta dijo:
- ¿Qué haces aquí?
- Dispara a esas bolas de luz mientras mato a la juez de un tajo con mi guadaña.
- Esta no es tu batalla, viejo amigo.
- Pero tampoco puedes ganarla tú sola.
- ...
- A mi señal... ¡YA!
Némesis disparó como pudo a las luces de colores que se movían alrededor de la juez mientras Rei corría hacia el oponente con su gigantesca y oscura guadaña en sus manos dispuesto a cortar a la juez en dos.
Cuando Némesis venció a las luces de Lujuria, Gula y Soberbia, la juez se tambaleó pero consiguió esquivar a Rei. Tras disparar a Envidia, Pereza y Avaricia, la juez estuvo a un milímetro de ser atravesada por el pecho con la punta de Kamui. Por último, Némesis apuntó hacia su propio pecado, la Ira, que, para su sorpresa, se acercó a ella como una vieja amiga. La guardiana se quedó mirando a aquella luz sin intención de deshacerse de ella. Fue entonces cuando la luz se pegó al cuerpo de Némesis haciendo que esta despidiese un aura de color verde de un poder muy fuerte.
- Tsumibukaki otoko yo, sa zangenasai (Hombre pecador, vamos, arrepiéntete).
Apuntó y disparó una bala envuelta en ira que dio de lleno a la juez de la muerte. Rei la quemó con el Amateratsu de su guadaña y la juez-demonio del Pecado desapareció sin dejar rastro.
Némesis absorbió la luz verde y descansó el brazo con el que sostenía su revolver. Se acercó a Rei.
- Gracias, Rei. Gracias a esto se avecina una nueva era en el Infierno.
- Creo que puedes ser una buena subordinada del Reino de Hades... Alguien que puede hacer que mis nakamas no tengan que volver a ser perseguidos.
Némesis asintió.
- Sí, con este poder siento que puedo regresar al Reino de Hades y hablarles de lo ocurrido - Nura y yo, cuando acabamos de hacer cenizas a los vampiros, nos acercamos. Némesis al vernos añadió - Creo que este reino será un reino fantasma durante mucho tiempo.
- Hasta que vuelvan del Purgatorio - deduje.
- Y los pocos vampiros que quedan en las villas de este reino no se interesarán en nosotros asique... vía libre - informó Rei. - Un placer haber contado contigo, Némesis-chan.
Cuando nos disponíamos a salir de allí, Némesis añadió:
- ¿De verdad vais a ir al Infierno?
Rei se volvió hacia ella.
- Ellos no pueden viajar de la misma forma que Dante-kun y yo.
- Debéis ser conscientes de que os espera allí abajo.
- Bien lo sé yo... al fin y al cabo, allí vive mi maldita familia.
- ¿Tu... familia? - pregunté.
- Los otros demonios sombra.
- De todas formas... necesitaréis a un demonio más - dijo Némesis alzando su pistola.
Disparó a una esquina oscura la cual no me había fijado antes. Su aura parecía sellada por aquellas cadenas que le ataban de brazos a pies. Estaba totalmente diferente a cómo le había visto en las veces anteriores, pues siempre parecía poderoso y en ese momento estaba totalmente derrotado y hecho polvo. A pesar de eso, su colgante de calavera relucía igual que siempre.
- Ah, no... ¡Ni de coña! - dijo Rei - No pienso llevarme conmigo a Cerberus.







jueves, 18 de junio de 2015

Hello and good-bye

El castillo era una mezcla de arte románico y gótico, pues a pesar de que los muros fuesen muy gruesos, eran altos y en ellos había vidrieras de colores azules, rojos y morados, acentuando aún más su ambiente tenebroso.
Nos habían llevado a una gran sala y nos dejaron encadenados a la pared del fondo de la sala. Además de eso, se llevaron nuestras espadas lejos de nosotros. Nura intentó forcejear pero no sirvió para nada.
- Ni lo vuelvas a intentar - dijo la juez de la muerte - Están hechas con hierro del Tártaro, son imposibles de romper.
- Vaya~ conque ahí hay también metales - se interesó Nura.
- Sí~ y los hay peores.
Sacó de su manga una máscara blanca con motivos decorativos rojos que parecían ramas de árbol. Enseguida me recordó otra vez a Némesis. Clavé tan fijamente mi mirada en ella que se dirigió a mí diciendo:
- ¿Qué pasa? ¿Nunca has visto una máscara?
- N-Nada... solo... me recuerdas a alguien...
Sonrió.
- Me lo suelen decir... jiji... tranquila~ esta máscara es para que me reconozcan, no para lo contrario ¿sabes?
No me importaba el porqué llevaba esa cosa tan hortera, pero pregunté:
- ¿Tienen que reconocerte?
- El mundo de los vampiros y los señores de la noche no es un lugar al que se deba ir sin identificación.
Hilbert se acercó. Daba aún más miedo que en el Purgatorio, pues ahora tenía los ojos rojos y luminosos, su piel era pálida e incluso sobre ella se le notaban marcas totalmente negras, estas parecían ser... sus venas.
- Por fin... tendremos el poder... - dijo mirándome.
- Oye~ espero que no te olvides de mi recompensa~ - recordó la juez.
- Descuida~ Serás la nueva Señora del Pandemonio~
- ¿Nani? - intervino Nura.
La juez sonrió con malicia, pero ni siquiera se giró para mirarle y hablarle. Se limitó a seguir su extraña conversación con Hilbert.
- Nadie dijo para qué le quiero, Lord Drácula. Y a nadie le importa ¿A caso yo te pregunto por tu Fénix?
- !!!!!
"¿Lord Drácula... ka?"
Me alarmé viendo cómo, ante mis ojos, el rechonchito vampiro-vaquero se iba transformando en un un señor alto de los mismos rasgos que Hilbert pero mucho más fuerte, como si hubiese ido a entrenarse con los samurais de Japón durante nueve meses. Por si eso fuera poco, su ropa me recordó a la de Sateriasis Venomania, pero combinando los colores negro, rojo y blanco.
- Es obvio para qué quiero a la Phoenix Slayer, pero yo no soy el villano ese de las pelis que hay en el cine del Purgatorio. No os voy a contar todo lo que quiero hacer. Eso sí... jeje... lo necesario sí que os lo diré... - se acercó a nosotros - No seguiréis vivos por mucho más tiempo.
La juez hizo otra risita y se dirigió a Drácula.
- ¿Podemos dejarles aquí y hablar de los últimos preparativos?
El vampiro se acercó a mí y me acaricio la mejilla. Por un segundo pensé que me iba a hacer un "ara ara", pero en cuanto noté su piel sentí un escalofrío. Su piel era como un cubito de hielo, helado, como si estuviese muerto.
Acto seguido, le escupí fuego. Le quemé un poco el pañuelo de su cuello, por lo que Drácula se echó hacia atrás asustado (bastante, además). Una vez consumido el fuego se relajó, pero no tardó en dirigirme una mirada de odio y darme una bofetada.
- MALDITO - soltó Nura.
Me limité a llamear más los ojos.
Drácula se dio la vuelta y le siguió la juez. El vampiro llamó a dos guardias de su misma especie, que se pusieron delante nuestra para, efectivamente, vigilarnos.
Se me hizo eterno el rato ahí colgada. Nura y yo nos manteníamos callados... pero me preocupaba que no alzase la vista en ningún momento.
- ¡Nura-kun! - acabé diciendo.
- ¡Eh! ¡Silencio! - dijo un guardia.
Le hice caso. Nura permaneció cabizbajo. Y esperamos... esperamos hasta la hora de nuestra muerte...
Pasaron minutos, horas o días, no sé, pero ya cansada cerré los ojos para echarme una pequeña siesta ¿Y qué clase de persona se echaría a dormir en un momento así? Después de pasar por los 7 Pecados Capitales, mi cuerpo ya se encontraba cansado... supongo que era de esperar...
Y, cómo no, tuve una pesadilla. Estaban los 7 guardianes: Némesis Sudou, Margarita Blankenheim, Gallerian Marlon, Sateriasis Venomania, Kayo Sudou, Banika Conchita y la antigua Rilianne Lucifen D'Autriche; que repetían una y otra vez: "Únete a nosotros. Únete a nosotros. Únete a nosotros". Nada funcionaba, ni el Yin Yang, ni las llamas; por lo que me giré y corrí sentido contrario. Sin embargo, me topé con Lucifer, el nuevo guardián de Soberbia. Me dijo: "No saldrás nunca de aquí... NUNCA" Me empujó y me caí por un oscuro y profundo agujero.
Cuando desperté, apenas veía mi alrededor. Todo estaba lleno de sombras, pero vi una pistola que se reflejaba con sutileza con las luces de las macabras vidrieras. Escuché una frase en inglés.
- Hello and good-bye.






miércoles, 10 de junio de 2015

La Hija del Mal

Sonaba una musiquita que me estaba poniendo nerviosa, pero lo más perturbador fue cuando aquella zona comenzó a llenarse de espejos. Al verme en ellos casi ni me reconocía. Estaba sucia, había adelgazado y mi chihaya tenía montones de agujeros y tajos de diferentes tamaños. Me toqueteé mi pelo totalmente descolocado y sucio y giré la cabeza hacia el reflejo de Nura. Tampoco él tenía un aspecto muy agradable, aunque a pesar de estar cubierto de hollín seguía pareciéndome guapo.
- Tenemos que seguir - me dijo tirándome de la manga.
Asentí.
- Una persona que ponga tantos espejos para ver lo horribles que estamos no creo que esté muy arrepentida de sus pecados.
- Era de esperar de la guardiana de Soberbia. Se supone que es el pecado más peligroso y grave de los siete. Asique... tenemos que tener mucho cuidado.
Toqué el espejo con la palma de mano. Por un momento pensé que iba a poder entrar dentro de mi reflejo, pero fue un simple susto. Por Buda... qué diría Tsubaki si me viese de esa forma. Seguramente se asustaría y luego se reiría de mí. Puta Tsubaki...
Quité la mano del espejo y miré a Nura. Teníamos que irnos lo más rápido posible de allí ¿A dónde? No lo sabíamos. Solo esperaba que tuviésemos suerte de encontrar la puerta al Tártaro pronto.
Andamos y me puse a pensar en lo que tuvimos que aguantar en los 7 Pecados Capitales. La pelea en Ira no fue nada comparada con el sueño que me entró cuando fuimos a Pereza. Lo que hicimos en Avaricia dio realmente miedo, pero no tanto como el guardián de Lujuria y esa gente haciendo... cosas. En Envidia dije cosas horribles a Nura... aún no sé cómo disculparme de eso. En Gula al menos pudimos "acabar con el hambre" pero conocer a Conchita fue peor que ver mi reflejo en aquellos espejos de Soberbia.
- ¡¿Pero qué le pasa a estos espejos?!
Nura se había parado frente a su reflejo... espera ¿su relfejo? El reflejo de Nura no era real. Estaba completamente limpio y reluciente, sus ojos brillaban más que nunca, vestía con un yukata blanco con bordes amarillos y tenía en sus manos un recipiente de sake.
Luego me vi a mí con el pelo recogido, vistiendo un hanfu chino (que al principio confundí con un kimono, pero NO es lo mismo) y... y... MAQUILLADA.
- PERO QUÉ ES ESTOOOO X_____________________X - grité.
- PERO QUÍTATE ESA PINTURA DE LA CARA X_X.
Nura me restregó su mano por toda mi cara y empecé a gritarle maldiciones. En seguida comprendió que en realidad no llevaba nada en la cara. Se disculpó y apartó su mano.
- MUY BIEN a_â HAS PILLADO TARDE QUE ES COSA DE LOS ESPEJOS.
- Gomene, Akame-chan </D/<''... Bueno... pues eso da miedo.
- Solo es un reflejo... sigamos caminando.
Así lo hicimos, pero a partir de ahí le di vueltas en la cabeza lo que podría decirnos aquellos reflejos. Nunca había llevado un hanfu y, si lo llevase, más de un patriota japonés se habría enfadado mucho. Los japoneses no se llevan bien con los chinos, por algo estábamos en guerra.
Sin embargo, vengo de China, por lo que creí que quizás aquellos espejos nos estaban reflejado... futuros alternativos... tal vez, si nunca hubiera salido de la región de Catay... quién sabe.
Pensé en Nura y me pregunté ¿Qué ambiciones o deseos tenía él? ¿A qué había renunciado en el pasado?
- ¿Sabes, Akame-chan? Creo que esos espejos intentan hacernos creer que somos los superiores y somos... bueno~ tan "geniales" como estamos en nuestros reflejos. Onegai, no los hagas caso... quiero decir...
- Estás mucho mejor aquí conmigo que en el espejo.
- ...! ... g-gracias~ t-tú también n/_/n
- n/3/n ~
"Kawaii da~".
Dejé de echar miradas de reojo a mi reflejo en los espejos y me sentí mucho mejor... hasta que vimos a un otro montón de gente haciendo un círculo gigante.
- ¿Qué pasa allí? - pregunté.
Nura corrió hacia ellos y le seguí. Vimos que era gente vestida de todo tipo de estilos, pero todos parecían elegantes y disfrutaban de una gran belleza. Se estaban riendo cruelmente de una niña.
De la capucha de su capa marrón y desgastada asomaban mechones de pelo rubio que caían hasta poco más de la altura de sus hombros, pero lo que de verdad caían de aquel rostro... eran lágrimas.
Corrimos para ayudarla. La gente que estaba allí farfullaba insultos, pero nadie se movía de su sitio. Me agaché y la pregunté:
- Eeeeh~ eeeeh~ no llores :S
La niña levantó la cabeza. Al principio, por su expresión, deduje que estaba asustada, pero no tardó en sollozar.
- G-Gomenassai.... Gomenassai...
- Pero... ¿"Gomenassai por qué? ¿Qué te pasa?
- Yo... pequé en Soberbia y... estoy aquí... y... no puedo... no puedo seguir aquí sola...
- ...!?! Tranquila... todo eso ya pasó. Es el Inframundo pero... llorar eternamente no es buen plan...
- :'(
La sequé las lágrimas y me miró mientras sus ojos azules brillaban.
- Ya esta~ - la dije con tono amable. - Anda, dime~ ¿cómo te llamas? n_n
- ... Riliane... Riliane Lucifen D'Autriche.
- !!!!!!!!!!!!!!!!!
- Ese es el nombre de la "Hija del Mal" según Banika Conchita-gitsune - recordó Nura.
- Entonces... eres la guardiana de Soberbia - comenté. - No me pareces mala persona.
- ¡SÍ QUE LO SOY! - me gritó - Yo... antes era la princesa del País Amarillo... era muy MUY EGOÍSTA... y... al enamorarme del príncipe Azul y enterarme de que se iba a casar con la princesa Verde... hice una guerra y... mi onii-chan... - sollozó - COMO ÉRAMOS GEMELOS SE PUSO MI ROPA E HIZO DE MÍ CUANDO IBAN A MANDARME A LA GUILLOTINA Y... Y... ME VESTÍ DE ÉL Y ESCAPÉ Y... LE VI... CÓMO MURIÓ... WUAAAAAAAH
Se puso a llorar y la gente subió el volumen de sus gritos, insultos y risas. Nura soltó una maldición y desenvainó a Nenekirimaru.
- QUIÉN HAGA UN SOLO RUIDO MÁS PROBARÁ EL FILO DE MI KATANA a_Â
Arqueé una ceja pensando en el sake que podría haberse bebido antes, pero iba en serio. La gente se limitó a ponernos caras y a irse con una actitud snob que me llamó la atención. Se creían los mejores pero, se acojonaban al ver un sable.
Nura envainó a Nenekirimaru y se agachó junto a mí. Riliane añadió:
- Sé lo que soy ahora. Una pecadora... un desastre de persona... una... snob...
- ¡BAKA! ¡No puedes considerarte así hasta el final! - dijo Nura - ¡Tienes que perdonarte! ¡Aunque estés en el Infierno, si te perdonas, todo será mucho mejor!
- No...
- Riliane-sama... - intervine - Tu hermano no querrá que estés así...
Puso los ojos como platos y de estos salieron más lágrimas. La di un abrazo para que se tranquilizase y lloró encima de mi hombro.
- Nunca pensé que precisamente la guardiana de Soberbia, sea la que de verdad está arrepentida - reconoció Nura.
Riliane ahogó un grito y paró de llorar. Parecía que había pasado algo.
- ¿Qué pasa? - pregunté.
- He... He... oído... a Allen...
- ¿Allen es tu hermano? - preguntó Nura arqueando una ceja.
- ¡SÍÍÍ! ¡LO HE OÍDO! ¡OS LO JURO!
- Riliane-sama...
Estaba observando el techo, por lo que hice lo mismo. Vi otro espejo, Nura y yo estábamos con nuestro extraños reflejos, y ella vestía un precioso vestido amarillo con montones de joyas. Riliane extendió su mano y... su reflejo cambió a la de un chico igual que ella vestido de sirviente. Nura y yo nos alarmamos, sobretodo al ver que Riliane se tiró al suelo.
- ¡RILIANE-SAMA!
Sostuve su cuerpo, que estaba frío como el hielo. Parecía inerte, pero me miraba con una dulce sonrisa. Su piel se estaba iluminando y despedía pequeñas lucecitas que iban a parar al techo.
- No entiendo nada... - sentenció Nura.
- Me... arrepiento... de mis pecados... - dijo Riliane - Ahora podré reencarnarme... y volver a estar con mi hermanito...
- NANIANOIDSÑOF´PDHÑ !!! - despedía mi boca en ese momento.
- Gracias por todo... etto... eee...
- Akame Scarlet Targaryen o_o
- Nurarihyon <_<''
- Nura... Akame...
Y entonces se deshizo en luces que subieron hacia el espejo del techo... y lo rompieron. Nura me cogió en brazos y me llevó corriendo hacia el frente. Al principio no entendí porqué, pero al ver los cristales del espejo caer al suelo, se lo agradecí.
- La puerta al piso de abajo está todo recto pero, cuando os encontréis con tres caminos, coged el de la izquierda.
Nos giramos alarmados y vimos a un ángel. Lo primero que pensé fue: "En serio ¿AQUÍ NADIE NOS DEJA EN PAZ?", pero aquel tipo sí que daba miedo. Sus alas eran de color negro como su pelo largo y liso, pero sus ojos eran de un amarillo intenso que combinaba con su ropa.
- Oh~ Os asusté, jóvenes viajeros~ No os asustéis ¡Yo nunca me asusto y, aquí estoy, soy el nuevo guardián de Soberbia!
- Oh... etto... ¿enhorabuena? - dijo Nura.
- Sí... Me llamo Lucifer~
- N-Nadie te preguntó eso...
- !!!! ¡EH! - grité - ¡Tú eres el ángel que traicionó al Dios cristiano!
Nura me miró de reojo:
- ¿Cómo es que sabes tantas cosas? e.e
- ¡En el Templo nos mandaban leer mucho! ¿Vale? e_Ê
- Jejejeje - rió Lucifer - Sí~ pero ahora estoy en una nueva etapa...
- ¿Y no nos harás nada? - pregunté arqueando una ceja.
- ¿Dudas de mí? Yo que vosotros me daría prisa... La puerta al Tártaro deja de funcionar para aquellos visitantes que llevan mucho tiempo paseando por los 7 Pecados Capitales.
- ¿Cómo? ._. - dijo Nura - Eso no lo sabíamos...
- Vámonos, Nura.
Le cogí de la mano y nos pusimos en marcha. Lucifer se reía con malicia.
- No sé qué le pasa... pero no podemos ir por donde nos ha dicho... - comenté. - Es un pecador peligroso.
Seguimos andando y seguimos andando... no había ninguna división de tres caminos, cosa que nos extrañó. Por fin, estuvimos delante de la última puerta de los Pecados Capitales.
- Queda poco, Akame-chan.
- Sigue sin gustarme un pelo lo que acaba de pasar con Lucifer... ¿por qué "tres caminos"?
- Estaría gastándonos una broma... - Nura abrió la puerta. - Vamos.
- Sí... al fin y al cabo no tenemos otra opción...
La traspasamos y volvimos a la oscuridad...


AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
- ¿QUÉ ES ESO? ¿QUÉ ES ESO? ¡ME DUELE TODO! AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
- AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
Mi cuerpo estaba sufriendo el mayor dolor que jamás había experimentado, sentía un miedo peor que el de Nura... Mi cuerpo entero ardía como si estuviese en mil hogueras y la sangre de mis venas fluía con una rapidez anormal. Mi corazón parecía que se me iba a salir del pecho, mi colgante pesaba como nunca y mi cabeza me daba vueltas. Abrí los ojos y solo vi llamas, mis llamas. Mi pelo se recogió de una coleta, mi kimono ahora era ese kimono anaranjado de llamas con falda corta, a mis sandalias les salió una gran plataforma y mi colgante ahora eran dos dragones blanco y negro. Sí, ahora era la Akame-Fénix; pero al menos no tenía ganas de matar a nadie, quiero decir... por primera vez creo que estaba controlando bien ese poder.
Por otro lado, a Nura le crecieron las ojeras, sus ojos se volvieron rojo sangre y más luminosos que de costumbre y abajo de su ojo izquierdo llevaba una marca negra que parecía una pincelada de tinta china. Además, su capa que antes era azul, se volvió roja.
- ... q.... qué es esto... - dijo con tono casi inhumano.
- N-No lo sé... - logré decir -... p-pero duele...
Miré al fondo de la oscuridad... y creí ver la figura de una chica...
- ¿N-Némesis-san? - pregunté.
La figura se giró... justo cuando vi sus diabólicos ojos, unas criaturas de piel fría nos cogieron y nos inmovilizaron. Eran mucho más fuertes que nosotros.
- Jejeejejejejeej - reía la jueza de la Muerte - Por fin venís aquí~
La vimos algo más desvalida y despeinada. Parecía que le costó llegar hasta allí.
- L-Los que..... bajan ......luego no ...no pueden subir... - recordó Nura.
- Sé un par de truquitos, Señor del Pandemonio - Además soy un demonio de los grandes. Podemos ir por donde nos plazca.
- ¡Podéis iros al cuerno! - soltó Nura - ¡Deja que nos vayamos a nuestro mundo de una vez! ¡No podéis con nosotros!
- OOOOOH~ jojojojojo~ puede que yo sola no... eso es cierto... pero un "pequeño" ejército de vampiros del Reino de la Noche creo que puede hacer con vosotros lo que quiera~
- ¿? ¿NANI? - dije sorprendida.
Se oyó un disparo. Un disparo de un arma de fuego. Un señor gordo vestido de vaquero nos enseñó sus afilados colmillos y clavó sus ojos diabólicos en nosotros. Sonreía maliciosamente.
- Hola, chicos~ ¿Me echabais de menos? - saludó Hilbert, el antiguo casero de nuestra casa del Purgatorio



lunes, 8 de junio de 2015

El árbol de la comida

- Ksoooó~! Me harta esto ¡No hacen más que manipularnos! maldecía Nura mientras andábamos con paso ligero.
- Ni me había dado cuenta en Envidia de que mi colgante me sigue pesando... Yo ya no sé porqué pasa eso... - comenté.
- Ungh... a lo mejor es que tu colgante no es apto para estar aquí... No sé... ¿Quieres que lo lleve yo un rato?
- ¡No! No... Gomen... No quiero dejar de llevarlo nunca...
- Entiendo...
Sin embargo le sonreí agradecida.
- Por cierto ¿tú sabes dónde estamos ahora?
Nura puso cara pensativa.
- Llevamos cinco pecados... Si Némesis-san estaba en lo cierto de que en el último nivel está Soberbia, debemos estar en Gula.
- ... Entonces debemos evitar el sushi, el arroz, el pescado frito, los okonomiyakis... los t-takoyakis...
- ...y el sake 3':
Suspiramos a la vez. Nura añadió:
- Lo cierto es que llevamos sin comer nada desde hace... no sé... mucho.
- Puff... es que... ¿cuánto tiempo llevamos aquí? ¿Semanas? ¿Meses? ¿... Años?
Confié en que eso era imposible. Incluso Nura no podría haber sido capaz de sobrevivir tanto tiempo sin comer, ni probar una sola gota de agua, ni dormir. Pensé que allí el tiempo debía transcurrir de forma diferente, lo que no sabía es cómo de diferente. Tal vez en el Infierno hayamos estado dos semanas pero en la Tierra hayan pasado dos meses o al revés.
En cualquier caso estábamos más animados que de costumbre por encontrar la puerta de salida y eso se notaba por lo rápido que íbamos al andar. Nos sentíamos seguros por saber el pecado al que nos enfrentábamos. Fue entonces cuando, en un segundo (o en 24 horas terrestres) divisamos un gran árbol. De sus hojas estaban colgados distintos tipos de comida, platos conocidos y no tan conocidos (¿Qué son las "Lays campesinas?), algo totalmente contrario a la naturaleza de nuestro mundo.
Mis ojos estaban ardiendo desde el problemilla que tuvimos en Avaricia, pero al ver una gigantesca onza de chocolate del tamaño de mi brazo, mis ojos se llenaron aún más de llamas.
- Choco... late... - dije embobada.
Salí corriendo hacia el árbol. Nura se alarmó y me siguió.
- ¡Oye, espera! ¡Dijiste que nada de comer!
- ¡CHOCO DESUNE! *^*
Llegamos al tronco del árbol del cual estaba amontonada una muchedumbre cuya gente tenía bastantes kilos de más. Todas y cada una de esas personas estaban intentando alcanzar la comida de la copa del árbol pero ninguno llegaba. Estiré mis brazos hacia arriba para coger la tableta de chocolate, pero estaba demasiado arriba. Nura posó sus manos en mis hombros y prometió:
- Eh~ cuando quieras chocolate avisamos a Dante-kun para que nos lleve al Tommy Mel's o a algún lado donde haya chocolate, pero ahora no es el momento.
- ;3; - sollocé.
Nura me acarició los hombros mientras contemplaba la copa del árbol. Alcé la vista hacia lo alto de la copa  y vimos algo aún más extraño: había una mujer vestida de rojo sentada con un tenedor y un cuchillo en las manos que estaba comiendo una montaña de alimentos de todo tipo.
- Sake... - murmuró Nura. Se había quedado hipnotizado al ver una botella de sake en una rama del árbol. Se mordió los labios y le sacudí del brazo.
- No comer e.ê
- ¡Ay! Cierto~
Volvimos a mirar a la mujer. Esta dejó de comer, se limpió sus labios pintados de rojo (no sé si era pintura o manchas de tanto comer). Se colocó un poco su pelo castaño y corto y nos miró. Habló:
- Qué raro que no estéis intentando coger algo~
- Me gustaría... -
reconocí, - pero nos gustaría más salir de aquí.
- Mmmm... asique estáis vivos....
- Sí - afirmó Nura. - Buscamos la puerta de Soberbia.
- Oh~ Mi amiga Riliane está por allí... Ella también tiene el título de Hija del Mal ¬.¬''
- ¿Título de "Hija del Mal"...ka? Un bonito título... sin duda (ironía) - dije.
- El nombre es lo de menos... lo importante es cuánta comida te dan por ello -//D//- - Dio un trago a un calpis de kumquat - Ay~ Parecéis chinos ¡Estoy comiendo comida asiática, ¿sabéis?!
- Somos japoneses... - murmuró Nura a regañadientes, - y ese calpis también...
- Bueno - susurré - yo más o menos...
- ¡Qué más da! - exclamó la mujer - ¿Desde cuando a la epicúrea Hija del Mal, Banika Conchita le interesan los nombres absurdos? ¡Solo le interesa el menú de hoy!
- ¿Y... usted es Banika Conchita-san? - me atreví a preguntar.
- Así me llamaba en la dimensión... ¡cómo se llame!
Se puso a comer con las manos unos takoyakis. Casi se me caía la baba al ver la buena pinta que tenían.
- ¿Por casualidad no será usted la guardiana de Gula? - preguntó Nura.
- ¿Guardiana de Gula? ¡Es la Gula mi guardiana! - corrigió mientras tenía la boca llena de pulpo - La tengo toda para mí♥ para mí solita~♥
Observamos la gente que babeaba por la comida del árbol.
- No debería ser tan egoísta a_a - dijo Nura - Esta gente también quiere...
- Ellos estás castigados por coger MI comida sin mi permiso.
- ...
- ... B-Bueno... ¿nos puede decir dónde está la puerta de salida? n_n'' - pregunté.
Banika Conchita se comió otro takoyaki y, después de un rato, dijo señalando al oeste:
- Por ahí~ No me molestéis más.
Siguió comiendo.
Nos dirigimos al oeste... pero Nura miró hacia atrás y vio a toda esa pobre gente intentando coger alimentos. El youkai achinó los ojos y miró a Banika Conchita.
- Miedo.
Sus ojos pasaron de ser amarillos a rojos... mientras Banika Conchita chillaba y se retorcía de espanto. Me pregunté en qué estaría pensando aquella mujer, pero me limité a preguntar a Nura.
- ¿Por qué haces...?
- Quema ese árbol. Esa gente quiere chocolate.
No tardé mucho en entender lo que quería hacer. "Hagamos justicia" pensé. Invoqué llamas en mis manos y las lancé contra el árbol. Este empezó a quemarse y los alimentos empezaron a caerse de él mientras Banika Conchita se retorcía sin salir del fuego. En poco tiempo se alzaron otros siete árboles alrededor de nosotros. Comenzaron a dar frutos como salchichas, chucherías, magdalenas, "Lays a punto de sal"...
La gente gritó contenta, se abalanzó a esos árboles y, por fin, llegaron a coger los productos que querían. Una señora con muchas galletas de chocolate se nos acercó. Me sonaba mucho su cara.
- Etto... a usted... la vimos en el Juicio... - dijo Nura.
- Sí... Soy Margarita Belarús. Gracias por... bueno... por ayudarnos...
- Te condenaron de muchas cosas - dije - ¿Cómo es que solo la hemos visto aquí?
- Voy cambiando... es todo muy raro... no tiene sentido - de sus ojos le salieron lágrimas, supuse que no era agradable estar allí para siempre.
La dijimos adiós y nos dirigimos hacia el oeste, pero ella nos paró.
- Etto... tenéis que ir al norte. La guardiana se confundió...
- Ksó~ - maldijo Nura - Arigatou gozaimasu~
Y en efecto, tras andar como 5 minutos (o una semana o 5 segundos terrestres) nos encontramos con la puerta.
- Será prostifruta la Conchita-gitsune esa... En fin, hay que prepararse para lo peor, Akame-chan. Ya falta poco.
Asentí y traspasamos la puerta.