- Vaya, vaya... aquí tenemos a nuestro demonio sombra.
- Mi Señora... con este individuo es muy probable que fracasemos. Sé lo hábil que es y...
- Nosotros somos más fuertes de lo que crees, Conde. Entiendo tu nerviosismo, pero te aseguro que la era de los demonios sombra ha acabado... En nuestro Imperio, no serán más que sirvientes, como máximo.
- Rei Minamoto no se dejará doblegar tan fácilmente... Venció a Zero, el considerado más fuerte de su raza.
- Minucias para nosotros. Aunque tal vez sea interesante ponerlo de nuestro lado...
Nombre: Rei
Apellidos: Minamoto (Shadow Of Silver)
Raza: Demonio Sombra
Dimensión: Tártaro
Poderes/armas: Amateratsu, elementos oscuros (fuego, hielo y tierra sobre todo), Kamui (Guadaña del Dragón Oscuro de las Sombras), pistola Dark Rose.
Crush: Blue
Cogí a Lucifer del pelo y le tiré contra la pared. Me acerqué a él a velocidad de las sombras y le volví a coger.
- ¿Cómo dices? ¿Quién es el candidato número UNO del Infierno?
- Y... Y...
Le estampé contra el suelo.
- ¿QUIÉN?
- Tú... R-Rei Minamoto....
- Muy bien. Así me gusta, que leas bien las cartas. YO soy el número uno ¿Y TÚ ERES...?
- El... e...
Tiré de su pelo otra vez.
- AAAAh! E-EL número dos - dijo Lucifer gimiendo de dolor.
Le solté y le dejé caer al suelo.
- Así me gusta.
Hades nos miraba.
- Siempre dices que nada de actuar con ira.
Le miré tétricamente.
- Mi ira es diferente a la de cualquier ser. De hecho no es exactamente ira.
- ... Interesante, parecido a la ira de los dioses, supongo.
- No. Es otra distinta... De todas formas la ira de los mortales no es mucho más diferente a la de un dios antropomórfico como tú.
- No me hagas enfadar, chico. Por tu bien, preservemos la "paz".
- ¿Paz? Eso en este mundo no existe.
- Pues al menos no empieces otro caos como hizo tu amiga.
- Os lo merecéis todos. Por pendejos y por hacer daño a mis nakamas de la Tierra.
- Tú y tus viajes a las dimensiones mortales.
- Sí ¿Algún problema?
- Puede que algún día acabes mutando para ser uno de ellos ¿lo sabes, no?
- ¿Por quién me tomas, tío? Odio a los humanos. Mientras eso siga así yo seguiré siendo quien soy.
- La Phoenix Slayer tiene la mitad de su sangre humana.
- Su padre fue un Domador, al igual que Shadow. Tiene todos mis respetos.
- ¿Shadow? ¿El mítico demonio sombra? El primero de toda la estirpe, el más fuerte... Se ha convertido en leyenda.
- Poseedor de la Kamui, y ahora esa arma me pertenece.
Hades me siguió mirando en silencio, como buscando algo perdido en mi rostro.
- ¿Has terminado, Shadow Of Silver?
- Sí. Solo me queda ver a Némesis-chan y a Cerberus-kun y volveré a mis viajes.
- ¿Entonces buscabas al Guardián Lucifer solo para que te diga que él es el participante número 2 mientras tú eres el 1...?
- Los de Soberbia siempre quieren ser los primeros en todo. Ya está bien. Mentirosos de mierda.
Tras estas palabras me fui de la mansión de Hades.
Qué mundo más putrefacto y malvado... Aún me pregunto cómo mis nakamas sobrevivieron a tal viaje hace casi un año. Con la de mundos hermosos que hay ahí fuera.... en parte entiendo a todos los demonios que quieren salir de aquí, pero solo si lo hicieran destruirían todo lo bello de todos esos mundos.
Ser el demonio sombra más fuerte es más difícil de lo que suena. Muchos demonios pretendían desafiarme cada poco en el Mundo de las Sombras y en otros lugares. Lo bueno es que al menos me entrenaba y me hacía aún más fuerte.
Dicen que los demonios sombra somos los seres más poderosos que pueda haber en cualquier lugar, por eso me parece un tanto injusto que me mandasen a mí a los Juegos, pero si así lo quiere el emperador de Japón... o quien sea que haya mandado las jodidas cartas.
Reconozco que no tiene sentido lo que está haciendo ese emperador mortal, pero no me preocupa. Será divertido y además será una buena ocasión para ver a Akame, a Nura... Solo espero que, si pasase algo, les pueda proteger.
Llegué al Jardín Infernal y vi a tres conocidos en un extremo: Hagoromo Gitsune, Cerberus y Némesis, esta última leyendo un trozo de papel.
- ¡¿Eso que tiene Némesis-chan es una carta?! - exclamé.
Anduve hacia ellos. Me miraron.
- ¡Rei-kun! - dijo Cerberus.
- Oh... tú - dijo Hagoromo Gitsune.
- ¿Qué pasa aquí? ¿Qué es esa carta? ¿No me digas que...?
- Sí, Rei-kun - dijo Némesis bastante más tranquila de lo que pensaba. - Me voy a los Juegos de Japón.
- ¿Ya no te ríes, Hagoromo Gitsune? - dijo Cerberus con el ceño fruncido.
- Soy la Juez. - corrigió ella. - Y no pensarás que estaré riéndome todo el día.
- Lo dices porque está Rei-kun, uno de los que te mandó al Infierno - dijo Cerberus.
Hagoromo Gitsune cambió su rostro a uno de enfado.
- Cuida tu lengua, demonio del cerbero. Puedo mandarte ahora mismo a los Campos de Castigo.
Les miré sin decir nada. Aún quedaba mucho para que perdonase a Cerberus por todo lo que nos hizo en el pasado. Atacar a mis nakamas y a mí en la Tierra, secuestrar a Blue en el Purgatorio... Némesis y yo cruzamos las miradas, como si ella esperase a que le fuera a defender.
- Bueno - dije finalmente. - Iremos entonces a los Juegos, por la paz entre esos Imperios o algo así.
- ¿No te parece que pueda ser una trampa, Rei-kun? - preguntó Cerberus.
- Nah. Sea lo que sea no será una amenaza. Nosotros somos muy fuertes.
Némesis seguía mirándome sin decir nada y con cara de poker. Si cambiase ese rostro un poco...
- De acuerdo - dijo la Guardiana de Ira. - Me preocuparé solo por Sateriasis.
- ¿El Guardián de Lujuria? ¿Por qué lo dices?
- Viene con nosotros - respondió Hagoromo Gitsune. - Como invitado.
- Qué cojones...
- Opino lo mismo - dijo Némesis.
Hagoromo Gitsune me miró.
- ¿Podemos hablar en privado, demonio sombra?
- Mmmm, claro.
Intercambié miradas con los otros dos y me fui con Hagoromo Gitsune a un lado lejos de Cerberus y Némesis. Tal vez si dejábamos a esos dos, se atreverían a confesarse sus sentimientos y empezar una relación... aunque fuera un tanto peculiar.
- Sé que eres amigo de Nurarihyon - comenzó a hablar Hagoromo Gitsune. - Pero representamos al mismo mundo. En esos Juegos, te trataré como a un aliado, en ningún momento como a un enemigo.
- Qué raro en ti oír eso. Tú naturaleza suele ser rencorosa.
- Lo sé - reconoció con su maliciosa sonrisa.
- No permitiré que hagas daño a mis nakamas. Si te tocan como rivales más te vale atacarles lo justo para ganar, no para humillarles, herirles de gravedad o incluso matarles.
Hagoromo Gitsune rió.
- Me pregunto si tú también serás capaz de controlarte, compañero.
- Ungh
Odio esos comentarios.
- Ni lo dudes - sentencié.
- Partiremos en la fecha señalada. Espero que entonces vaya todo bien jijiji.
La antigua demonio zorra se alejó de mí.
- Tal vez no sea tan zorra... .... ... ... .... tal vez sea guarra de cojones.
Entonces eché un vistazo a Cerberus y a Némesis que seguían sentados juntos y hablando en el mismo sitio donde los dejé. Decidí alejarme de ellos e irme del Jardín Infernal sin avisar.
- Tal vez sea lo mejor - dije.
Abrí un portal dimensional y me metí en él, entonces viajé entre las dimensiones hasta dar con mi destino.
El paisaje nevado y frío apareció ante mis ojos. En un segundo cambié el paisaje mortífero del Reino de Hades y ahora estaba en Caetoneko, el mundo de los nekos. Caminé hacia la Fortaleza de Invierno y vi la torre de hielo donde debía estar mi querida novia... la princesa Blue Light.
Me moví como una sombra y subí la torre corriendo hasta llegar al balcón y meterme donde tenía que ser su habitación.
Blue estaba de espaldas mirándose al espejo. Aquel vestido largo y azul de princesa que llevaba le quedaba tan bien...
- Gatita~ - la llamé.
Blue se alarmó y se giró. Al verme exclamó con una sonrisa:
- ¡REI-KUN!
Corrió a abrazarme y la di un beso.
- ¿Cómo estás? - la pregunté.
- Ahura muy bien >//<
- ¿Y antes?
- Buenu... Es un poco aburridu ser princesa...
- Jiji~ - la acaricié el pelo y la cara - Bueno~ cuando quieras podemos irnos una temporada al Purgatorio.
- ¡Purgatoriu! *//3//*
- Jijijiji
Nos dimos más besos y abrazos. La echaba tanto de menos... Blue is life, Blue is love. Nos tumbamos en su cama y nos seguimos besando. Pasado un rato... hicimos el amor.
Cuando acabamos estábamos agotados. Blue entonces me dijo:
- R-Rei-kun~
- Te quiero, Gatita♥
- MYAA >//<
- Jijijiji, lo siento, tenía que decirlo ¿Qué querías?
- Yu... etto... Hace dus días vino un guerreru vestido de negru y me entregú una carta...
- !!!! ¡¿Qué?!
- S-Shí... Pone que va a haber unos juegus en la Tierra de Nura-kun y Akame-chan, y yo represento a Caetoneku. También pune que participarán los del Infiernu y...
- Y-Yo... Yo también iré a esos juegos...
- ¡MYAAAA! ♥//♥ ¡Entunces nos veremus! Sun solu juegus ¿nu? No van a atacarnus en seriu...
- No, pequeña, no. Son solo juegos... ¿Qué podría pasar?
En cuanto Blue me dijo que ella también iba a estar en los Juegos, noté que el universo se me venía encima. No pude evitar preocuparme por ella... pero tampoco podía decirla que posiblemente fuese una trampa, aunque seguro que la Corte ya le habría dicho algo del estilo...
La di un beso en la mejilla.
- No permitiré que nadie te haga daño. Te lo prometo.
Blue sonrió y me abrazó... Entonces alguien llamó a la puerta.
- ¡Hostia! - maldije. Me convertí en sombras y desaparecí.
- KYA~
Blue escondió nuestras ropas debajo de las sábanas y se tapó. Entonces abrieron la puerta y vi que era la Reina de Caetoneko, su madre.
- ¡Hija mía! ¿Sigues durmiendo? ¡Creí que ya estabas lista!
- L-Lu sientu Mami 3:
La madre suspiró y se acercó a Blue. La dio un beso en la mejilla.
- Prepárate, que es muy tarde. El general estará aquí en cinco minutos.
- A William-kun no le impurtará esperar. Es muy maju n3n
- Aún así no te aproveches de su paciencia, hija e_e Anda~ Levántate.
- Shí, Mamá -3-
La Reina de Caetoneko se fue y cerró la puerta. Entonces volví a tomar mi forma.
- Ufffff - suspiró Blue.
- Tranquila. Hoy estás ocupada. Volveré otro día.
- J-Ju.. v-vale~
Ya me estaba yendo cuando ella exclamó:
- ¡Tu ropa! ¡Que estás desnuduu! >O<
- AAHHHHHHHHHHHH
Me vestí y me despedí de ella con otro beso, muy largo y tierno. Me fui entonces por la ventana... ya echándola de menos.
Caminando por la ciudad principal del reino me quedé pensativo ¿Qué podría hacer para saber más sobre los Juegos? Entonces alguien vino desde atrás y me robó la capa que llevaba.
- EEHH!!! - grité indignado. Unos vándalos se estaban alejando de mí con mi capa. - ... .... Han cometido un grave error.
Usé la velocidad de las sombras y me interpuse en su camino. Cuando me materialicé invoqué hielo oscuro alrededor para que no pudieran escapar.
- ¡Maldición! - dijeron varios. En total eran cinco.
- Devolvedme mi capa... - dije invocando fuego oscuro en mis manos, - o sufriréis las consecuencias.
- AHHHH!!! ¡E-Es un demonio! - gritó uno.
- El que salvó este mundo de tantos ataques, gilipollas ¿Y así me lo agradecéis? ¿Robándome?
- L-L-.L-L.-L-Lo sentimos.... p-p-pensábamos que era un cualquiera.... y.... y...y...
Me giré al que sostenía mi capa.
- Devuélvemela.
Este se acercó a mí temblando aún más y me la entregó. Se alejó de mí y otro dijo.
- ¿P-Podemos irnos ya?
- Jijiji - me reí mientras me ponía la capa - Solo hay una única forma de romper este hielo de Amateratsu, y esa forma es derritiéndolo con fuego de Amateratsu... ¿Ninguno manejáis el Amateratsu, cierto?
Tres de ellos se atrevieron a sacudir la cabeza mientras los otros dos se quedaron paralizados del miedo.
- Bien. Pues dejadme que me encargue yo.
Reinvoqué las bolas de fuego y las disparé por todos lados. Derritieron en un santiamén el hielo, pero de paso hicieron un par de quemaduras a los vándalos como lección para que no volvieran a robar a nadie.
Entonces desaparecí entre las sombras y me preparé. Había decidido cuál sería mi próximo viaje. Mi siguiente destino podría ayudarme a descubrir algo más sobre los Juegos, y no había mejor sitio que la Tierra, concretamente el Clan Nura.
sábado, 20 de febrero de 2016
jueves, 11 de febrero de 2016
Némesis
- ¿Qué pinta ella en todo esto, Señora?
- Más de lo que crees, querido Conde. Vamos a necesitar a la Ira para arrasarlo todo... ella es perfecta para ello, está en su naturaleza.
- Yo no me fiaría de ella... Es la más impredecible de los pecados, lideró la revolución en el Infierno... por no decir que en el fondo le tiene cariño a esos amigos que tiene.
- ¿Amigos? JAJAJA No me hagas reír~ Los Pecados no tienen amigos. Ella no siente nada... solo ira, y más teniendo en cuenta su más reciente fracaso.
Nombre: Némesis
Apellidos: Sudou
Raza: Pecado
Dimensión: Infierno
Poderes/armas: Revolver, Ira.
Crush: Cerberus
Los lobos están sedientos de sangre. Los muertos están hechos de pieles y huesos. Los pájaros vuelan en el cielo carmesí. El sonido que hacen perfora los oídos. Aún no me podía creer que aquel vacío lugar donde estaba era la parte superior del Infierno.
La guerra había acabado... y había fallado en el último momento. Ya estaba en el palacio de Hades cuando apareció ella... un nuevo demonio infernal. Ella y muchos demonios nos arrasaron y se declaró ganadora, así como nueva Juez del Inframundo.
Qué tonta fui... Una vez más había fracasado. Pensaba que las cosas podrían cambiar en este putrefacto mundo, pensaba que los pecadores podríamos expiar nuestros pecados, pensaba... que de alguna forma podría hacer que cambiasen las cosas, al igual que hicieron esos aventureros que conocí... Nurarihyon y Akame Scarlet.
Una vez más fui una ilusa, una vez más fracasé... Mi naturaleza nunca cambiará. Soy la Guardiana del Pecado de la Ira, y así será eternamente.
"Ksó..."
- Némesis-chan - me llamó una voz.
Me giré. Era mi viejo nakama, el demonio infernal del cerbero, Cerberus. Siempre hizo que algo dentro de mí se moviese... ¿Qué era?
- Cerberus-kun - le dije relajando mi cara.
- No me mires con esa sonrisa triste.
- No pretendía sonreír... Yo no sé hacer eso.
- ... Al menos puedes quitarte ese antifaz conmigo.
- Ungh...
Le hice caso. Guardé mi antifaz en el bolsillo y seguí mirando al frente, esta vez con la cara descubierta.
- Némesis-chan... me han dicho que vengas al castillo. Al parecer tienen que hablarte de un asunto.
- ¿Me van a arrojar por fin al vacío?
- ¡No! No... Por hoy no.
Le miré asegurándome de que no me estaba mintiendo. Aj~ la costumbre... Él no podía mentirme así. Si me castigasen, él haría algo, supongo...
- ¿Qué quieren entonces?
- No lo sé... Pero la nueva Juez parece hacerle muy feliz.
- Vaya~ Asique tú ya no la llamas por su nombre tampoco...
- Es lo que tiene el puesto de Juez. Renunciar a la identidad.
- Para mí seguirá siendo la demonio zorra que se interpuso en nuestro camino.
- ¿N-Nuestro camino...?
- El de la revolución.
- ¡AH! ¡A-Ah, sí...!
Le miré.
- ¿Por qué lo dices así?
- P-Por nada...
Él bajó la cabeza y sus mejillas se colorearon de rojo. Pero qué narices... Permanecí callada notando como esa cosa extraña de mi interior revoloteaba. Cerberus me miró escondiendo un poco la cabeza en su bufanda.
- Oye, Némesis-chan...
- ¿Sí...?
- Yo... Yo...
- ¡¿Se puede saber porqué tardáis tanto?! - dijo una voz.
Lucifer se estaba acercando.
- Ungh...
- ¡Demonio inútil! ¡Te mandé con ella para que vinierais enseguida, no para flirtear! ¡INÚTIL!
- Lo siento, Lucifer.
- SEÑOR Lucifer - corrigió.
- Guardián de la Soberbia - re-corregí.
Me miró arqueando la ceja.
- ¡Claro~! ¡EL PECADO ORIGINAL! ¡EL GRAN MAESTRO DE LA MALDAD!
A Lucifer le encanta estar por encima de los demás, algo típico en alguien de su círculo de pecado supongo.
Entonces fui con él y con Cerberus a la mansión de Hades.
- ¿Para qué me queréis aquí? - pregunté.
- En seguida lo sabrás, pequeña revolucionaria~
Pasamos al interior y vi a Hades junto con Perséfone (esta con todo su cuerpo encadenado), Anubis, los cinco guardianes de los pecados restantes, y a ella... Hagoromo Gitsune.
- ¡Oh~! Aquí está ella~ - dijo ella sonriente. Ya se había puesto la capa de Juez.
- Ungh...
- Todos los guardianes podéis iros, excepto Ira, Soberbia y... Lujuria.
- ¡Oh~! Será un placer asistir a esta cita con estas grandes damiselas - dijo Sateriajis.
- Ni te me acerques a mí, Venomania - dije.
Todos pasaron al lado mirándome, unos como antiguos aliados... y otros como viejos enemigos. Mi padre, el guardián de Avaricia, Gallerian Marlon, me miró con odio. Tenía el cuerpo cosido. Al parecer, cuando Nura y Akame estuvieron en su círculo, le dieron caña.
Una vez se fueron, Hagoromo Gitsune levantó los brazos con una sonrisa.
- ¡Nééééémesiiiis-chaaan~! ¡Queeeriiida~! ¡Cuánto tieeeempo~!
- Hola Hagoromo Gitsune.
- A, a, a~... - se puso la capucha de su capa. - Ahora soy la nueva Juez~
- ... Sí.
- Pobrecita... Siento mucho que fracasases de nuevo... ¡pero está en tu naturaleza! Los Pecados nunca cambiarán... En tu caso, la Ira te carcome.
- ...
- ¿Vas a contarnos eso tan importante que tenías que decirnos o has pedido que viniésemos solo para mofarte? - intervino Cerberus.
- Déjala, Cerberus-kun. No tiene importancia - dije.
- Vaya~ Qué raro que digas eso siendo una vengativa asesina~ - comentó Hagoromo Gitsune. - Reconozco que a veces pensé en que podrías ser algo diferente a los otros guardianes... pero JAJAJA ¡Imposible! ¡Una asesina convertida en dictadora! ¡Querías ser la...! ¿Cómo era...? ¡Ah! ¡"Maestra del Jardín Infernal"! JAJAJA
Fruncí el entrecejo más de lo que ya lo tenía.
- No te pases con ella~ En realidad Némesis Sudou es un encanto♥ - dijo Sateriajis.
Hagoromo Gitsune le miró arqueando la ceja.
- Ya...
- ¿Vais a hablarle ya? - dijo Hades cansado.
- Claro~ - dijo Hagoromo Gitsune. - Verás, guardiana. Vas a disfrutar de esos días que querías.
- ¿A qué te refieres? - pregunté.
- Nos han mandado una carta. No sabemos quién es, pero asegura llevarnos a unos juegos en la Tierra de los mortales, concretamente en Japón. Lucifer y yo iremos como participantes número 1 representando al Infierno.
- Y mientras están fuera, puedes encargarte de las cosas aquí en el Inframundo - añadió Lucifer.
- ¿Honto...? - dije.
- ¡Por supuesto! ¿Cómo íbamos a mentirte con algo así? - dijo Hagormo Gitsune.
- ¿Pero cómo pensais ir?
- Nos llevarán.
- ¿Quiénes?
- No lo sabemos te he dicho Jijiji~ pero tengo el presentimiento de que será divertido, y por supuesto no será una trampa.
- ...
- Salir fuera al mundo de los mortales va en contra del orden natural... No debe ser muy bueno - dijo Cerberus.
- ¿Y lo dices tú, que te escapaste... cuántas veces? - dijo Hagoromo Gitsune.
- ... e_e
- Bien. Vigilaré esto mientras estáis fuera - dije sin más.
- Jijijij~ Y tranquila~ si lías otra revolución la desmantelaré en un segundo ;P - dijo Hagoromo Gitsune con tono burlón. - Espero ver en la Tierra a Nurarihyon...
- Y a Akamecita también♥ - añadió Sateriajis.
- ¿Y tú qué pintas en todo esto? - pregunté al guardián de la Lujuria.
- Iré de invitado♥ Las damas me adorarán -//U//-
- Tú siempre tan a lo tuyo...
- ¡Bueno! ¡Eso es todo! Podéis retiraros - dijo Anubis.
Todos asentimos y nos dirigimos a la salida. Una vez fuera Sateriajis se acercó a mí.
- Vaya~ Querida Némesis-sama♥ ¿No te importa que le tuteé no? Estás tan bella sin el antifaz... ¡nunca te había visto así!
- Ah.
Me tocó el pelo.
- Más de lo que crees, querido Conde. Vamos a necesitar a la Ira para arrasarlo todo... ella es perfecta para ello, está en su naturaleza.
- Yo no me fiaría de ella... Es la más impredecible de los pecados, lideró la revolución en el Infierno... por no decir que en el fondo le tiene cariño a esos amigos que tiene.
- ¿Amigos? JAJAJA No me hagas reír~ Los Pecados no tienen amigos. Ella no siente nada... solo ira, y más teniendo en cuenta su más reciente fracaso.
Nombre: Némesis
Apellidos: Sudou
Raza: Pecado
Dimensión: Infierno
Poderes/armas: Revolver, Ira.
Crush: Cerberus
Los lobos están sedientos de sangre. Los muertos están hechos de pieles y huesos. Los pájaros vuelan en el cielo carmesí. El sonido que hacen perfora los oídos. Aún no me podía creer que aquel vacío lugar donde estaba era la parte superior del Infierno.
La guerra había acabado... y había fallado en el último momento. Ya estaba en el palacio de Hades cuando apareció ella... un nuevo demonio infernal. Ella y muchos demonios nos arrasaron y se declaró ganadora, así como nueva Juez del Inframundo.
Qué tonta fui... Una vez más había fracasado. Pensaba que las cosas podrían cambiar en este putrefacto mundo, pensaba que los pecadores podríamos expiar nuestros pecados, pensaba... que de alguna forma podría hacer que cambiasen las cosas, al igual que hicieron esos aventureros que conocí... Nurarihyon y Akame Scarlet.
Una vez más fui una ilusa, una vez más fracasé... Mi naturaleza nunca cambiará. Soy la Guardiana del Pecado de la Ira, y así será eternamente.
"Ksó..."
- Némesis-chan - me llamó una voz.
Me giré. Era mi viejo nakama, el demonio infernal del cerbero, Cerberus. Siempre hizo que algo dentro de mí se moviese... ¿Qué era?
- Cerberus-kun - le dije relajando mi cara.
- No me mires con esa sonrisa triste.
- No pretendía sonreír... Yo no sé hacer eso.
- ... Al menos puedes quitarte ese antifaz conmigo.
- Ungh...
Le hice caso. Guardé mi antifaz en el bolsillo y seguí mirando al frente, esta vez con la cara descubierta.
- Némesis-chan... me han dicho que vengas al castillo. Al parecer tienen que hablarte de un asunto.
- ¿Me van a arrojar por fin al vacío?
- ¡No! No... Por hoy no.
Le miré asegurándome de que no me estaba mintiendo. Aj~ la costumbre... Él no podía mentirme así. Si me castigasen, él haría algo, supongo...
- ¿Qué quieren entonces?
- No lo sé... Pero la nueva Juez parece hacerle muy feliz.
- Vaya~ Asique tú ya no la llamas por su nombre tampoco...
- Es lo que tiene el puesto de Juez. Renunciar a la identidad.
- Para mí seguirá siendo la demonio zorra que se interpuso en nuestro camino.
- ¿N-Nuestro camino...?
- El de la revolución.
- ¡AH! ¡A-Ah, sí...!
Le miré.
- ¿Por qué lo dices así?
- P-Por nada...
Él bajó la cabeza y sus mejillas se colorearon de rojo. Pero qué narices... Permanecí callada notando como esa cosa extraña de mi interior revoloteaba. Cerberus me miró escondiendo un poco la cabeza en su bufanda.
- Oye, Némesis-chan...
- ¿Sí...?
- Yo... Yo...
- ¡¿Se puede saber porqué tardáis tanto?! - dijo una voz.
Lucifer se estaba acercando.
- Ungh...
- ¡Demonio inútil! ¡Te mandé con ella para que vinierais enseguida, no para flirtear! ¡INÚTIL!
- Lo siento, Lucifer.
- SEÑOR Lucifer - corrigió.
- Guardián de la Soberbia - re-corregí.
Me miró arqueando la ceja.
- ¡Claro~! ¡EL PECADO ORIGINAL! ¡EL GRAN MAESTRO DE LA MALDAD!
A Lucifer le encanta estar por encima de los demás, algo típico en alguien de su círculo de pecado supongo.
Entonces fui con él y con Cerberus a la mansión de Hades.
- ¿Para qué me queréis aquí? - pregunté.
- En seguida lo sabrás, pequeña revolucionaria~
Pasamos al interior y vi a Hades junto con Perséfone (esta con todo su cuerpo encadenado), Anubis, los cinco guardianes de los pecados restantes, y a ella... Hagoromo Gitsune.
- ¡Oh~! Aquí está ella~ - dijo ella sonriente. Ya se había puesto la capa de Juez.
- Ungh...
- Todos los guardianes podéis iros, excepto Ira, Soberbia y... Lujuria.
- ¡Oh~! Será un placer asistir a esta cita con estas grandes damiselas - dijo Sateriajis.
- Ni te me acerques a mí, Venomania - dije.
Todos pasaron al lado mirándome, unos como antiguos aliados... y otros como viejos enemigos. Mi padre, el guardián de Avaricia, Gallerian Marlon, me miró con odio. Tenía el cuerpo cosido. Al parecer, cuando Nura y Akame estuvieron en su círculo, le dieron caña.
Una vez se fueron, Hagoromo Gitsune levantó los brazos con una sonrisa.
- ¡Nééééémesiiiis-chaaan~! ¡Queeeriiida~! ¡Cuánto tieeeempo~!
- Hola Hagoromo Gitsune.
- A, a, a~... - se puso la capucha de su capa. - Ahora soy la nueva Juez~
- ... Sí.
- Pobrecita... Siento mucho que fracasases de nuevo... ¡pero está en tu naturaleza! Los Pecados nunca cambiarán... En tu caso, la Ira te carcome.
- ...
- ¿Vas a contarnos eso tan importante que tenías que decirnos o has pedido que viniésemos solo para mofarte? - intervino Cerberus.
- Déjala, Cerberus-kun. No tiene importancia - dije.
- Vaya~ Qué raro que digas eso siendo una vengativa asesina~ - comentó Hagoromo Gitsune. - Reconozco que a veces pensé en que podrías ser algo diferente a los otros guardianes... pero JAJAJA ¡Imposible! ¡Una asesina convertida en dictadora! ¡Querías ser la...! ¿Cómo era...? ¡Ah! ¡"Maestra del Jardín Infernal"! JAJAJA
Fruncí el entrecejo más de lo que ya lo tenía.
- No te pases con ella~ En realidad Némesis Sudou es un encanto♥ - dijo Sateriajis.
Hagoromo Gitsune le miró arqueando la ceja.
- Ya...
- ¿Vais a hablarle ya? - dijo Hades cansado.
- Claro~ - dijo Hagoromo Gitsune. - Verás, guardiana. Vas a disfrutar de esos días que querías.
- ¿A qué te refieres? - pregunté.
- Nos han mandado una carta. No sabemos quién es, pero asegura llevarnos a unos juegos en la Tierra de los mortales, concretamente en Japón. Lucifer y yo iremos como participantes número 1 representando al Infierno.
- Y mientras están fuera, puedes encargarte de las cosas aquí en el Inframundo - añadió Lucifer.
- ¿Honto...? - dije.
- ¡Por supuesto! ¿Cómo íbamos a mentirte con algo así? - dijo Hagormo Gitsune.
- ¿Pero cómo pensais ir?
- Nos llevarán.
- ¿Quiénes?
- No lo sabemos te he dicho Jijiji~ pero tengo el presentimiento de que será divertido, y por supuesto no será una trampa.
- ...
- Salir fuera al mundo de los mortales va en contra del orden natural... No debe ser muy bueno - dijo Cerberus.
- ¿Y lo dices tú, que te escapaste... cuántas veces? - dijo Hagoromo Gitsune.
- ... e_e
- Bien. Vigilaré esto mientras estáis fuera - dije sin más.
- Jijijij~ Y tranquila~ si lías otra revolución la desmantelaré en un segundo ;P - dijo Hagoromo Gitsune con tono burlón. - Espero ver en la Tierra a Nurarihyon...
- Y a Akamecita también♥ - añadió Sateriajis.
- ¿Y tú qué pintas en todo esto? - pregunté al guardián de la Lujuria.
- Iré de invitado♥ Las damas me adorarán -//U//-
- Tú siempre tan a lo tuyo...
- ¡Bueno! ¡Eso es todo! Podéis retiraros - dijo Anubis.
Todos asentimos y nos dirigimos a la salida. Una vez fuera Sateriajis se acercó a mí.
- Vaya~ Querida Némesis-sama♥ ¿No te importa que le tuteé no? Estás tan bella sin el antifaz... ¡nunca te había visto así!
- Ah.
Me tocó el pelo.
- Ese toque misterioso que tienes... Es amor♥
- ¿Qué quieres de mí aparte de llevarme a tu alcoba, Venomania?
- ¡Nada! Jojojo~ Qué cosas tienes, líder~ Solo quería animarte al igual que hice en la revolución. Recuerda que fui tu aliado♥
- Sí... Muy útil además... - Nótese la ironía.
- Si hubiéramos disfrutado de verdad... habrías ganado sin duda.
- Sigue soñando, Venomania.
- Jajajaja... Tal vez si...
Se pegó a mí y me rodeó la cintura.
- Suéltame, Venomania.
- Sé que me echarás de menos mientras esté en los juegos... Podemos disfrutar antes de que llegue el día...
Entonces me comenzó a tocar un pecho.
- ¡¡QUÉ PRETENDES!!
Me intenté apartar y este me apretó contra él mientras manoseaba más.
- GRRRRRRR
Hice más fuerza y conseguí liberarme. Saqué rápidamente mi revolver y le apunté.
- NO TE ME ACERQUES, MALDITO GUSANO.
- ¡P-Pero vamos, yo...!
- TÚ NUNCA SERÁS ÉL. NUNCA. Y MENOS SIENDO TAN HIJO DE PUTA.
- Némesis...
Quería apretar el gatillo... quería apretar el PUTO GATILLO.
- ¡Némesis-chaaan!
Miré a un lado. Era Cerberus. Entonces Sateriajis salió corriendo asustado. Bajé la pistola.
- Cerberus-kun...
- Qué te ha hecho ese desgraciado...
- Nada. Estoy bien...
- ...
- ... No puedo controlarme... Cuando me enfadan no logro contenerme.
- Esta vez te he visto bien. No le has disparado.
- No es suficiente. No llegas a aparecer y...
Guardé la pistola mientras daba la espalda a mi nakama.
- ... He visto que el Jardín Infernal está vacío ¿Te apetece verlo? Ya que podemos estar juntos aquí...
- Dices que es el sitio menos espantoso del Infierno... Quiero verlo.
Cerberus sonrió y me cogió de la mano ¿Por qué hizo eso y esa cosa volvió a moverse dentro de mí? Entonces él se disculpó y me soltó. Fuimos al sitio que dijo. Realmente era el peor jardín que pudiera existir, pero el sitio más "bonito" del Infranmudo. El poco césped que tenía no estaba cortado y era grisáceo, los árboles era oscuros casi sin árboles, las piedras eran oscuras y puntiagudas... el mejor sitio sin duda. Nos sentamos en el césped y contemplamos el paisaje.
- ¿Qué te parece lo de dirigir temporalmente el Inframundo? - preguntó él.
- Ni me va ni me viene. Qué remedio.
- Entiendo...
- Sigue pareciéndome raro... ¿quién coño quiere a esos dos por ahí fuera?
- No tengo ni idea... Se me ha hecho raro hasta a mí. Y más cuando recuerdo esos días en los que estuve en la Tierra de Nura y Akame...
- ¿Cómo es ese mundo?
- En apariencia como cualquier Japón de cualquier otra dimensión. Pero tiene algo especial... esas criaturas mágicas son espectaculares.
- ¿Hierba verde, cielo azul, sol...?
- Sí...
- ...
- Lo siento... Sé que los echas de menos.
- Es igual. Tampoco se está tan mal aquí.
Cerberus me miró raro. Ni siquiera yo misma me creía eso. Le sonreí.
- Ahora sí que sonríes. Y bien además.
- De qué hablas.
- Has sonreído. Casi parecías una chica normal.
- No soy una chica normal.
- Lo sé pero... e-entre nosotros podemos ser una chica y un chico normales...
- ! N-No sé a qué te refieres.
- ¿Has tartamudeado?
- No.
- ...
- ...
Me puse en pie y él hizo lo mismo preocupado.
- ¿Qué te ocurre? ¿Dije algo malo?
- No, Cerberus-kun.
- ¿S-Segura? ¿Por qué te levantas, entonces?
- No sé.
- ...
- Lo siento... Últimamente no sé qué me pasa. Hay algo dentro de mí que no sé... No sé si es la Ira o...
- O puede ser que estés dejando de ser un pecado.
- Eso no puede ser posible.
- ¿Cómo que no? ¡Rilliane-san dejó de serlo y desapareció de este horrible mundo para llegar a la paz!
- ... No sabemos a dónde fue la Hija del Mal. No sabemos si alcanzó la paz o algo mucho peor que esto...
- Ambos sabemos que tenemos esa sensación... de que está en un lugar mejor, gracias a su mensaje de arrepentimiento.
- ... Entonces, ¿eso es lo que quieres? ¿que desaparezca?
- ¡NO! ¡Nunca querría algo así! ¡Quiero que estés... con... con... conmigo...
- ¿Contigo?
- ...
Cerberus se acercó a mí y me acarició la cara con sus manos... Otra vez esa sensación.
- Némesis-chan... yo...
- ...
- Quiero que estés conmigo.
- ........ Estoy contigo ahora.
- ¡No me refiero de esa forma, baka!
- ...
- ...
- ...
- Yo...
- ... ...
- ... t-te quiero...
Mi tripa explotó, como si ahora hubiera pájaros infernales dentro de él. Sin embargo, traté de ignorarlos y decir pasivamente:
- No vayas por ahí, Cerberus...
- ¿Q-Qué?
- Sabes que no puedo corresponderte.
- P-Pero...
- No... No. Yo... - me separé de él y me llevé las manos al pecho encogiéndome. - No puedo sentir nada... Soy un pecado...
- Eso son estupideces, Némesis-chan. Además, tú eres diferente. Me lo has demostrado, se lo has demostrado a todo el mundo montones de veces.
- Te equivocas. Todos me ven como un fracaso. Un fracaso más de este mundo... Soy como los demás... Una fracasada.
- ¡No, no!
- Además...
- ...
- ... No puedo olvidarme de él...
- ... ¿Te refieres a... aquel novio que tuviste cuando estabas viva?
- Aquel que maté, sí...
- ... Las cosas cambian.
- Yo no cambio. El Infierno nunca cambiará. Es una condena para siempre. SIEMPRE.
- Sí... y yo seguiré queriéndote siempre.
- !!!!
Le miré con ojos como platos... Mis mejillas comenzaban a calentarse como si volvieran a tener vida, como si yo entera estuviese reviviendo. De pronto unas cosas comenzaron a asomar de mis ojos... Hacía tiempo que se me había olvidado lo que era lagrimear.
- ...
- ...
Aquel mágico silencio fue interrumpido. Algo nuevo vino al Inframundo, algo que sentía extraño. Miramos al frente y vimos a una figura oscura moverse.
- Qué es eso - dije sacando la pistola.
- Némesis-chan... eso es...
Siguió acercándose y vi mejor lo que era. Era un oscuro samurái fantasmagórico que se paró justo delante de mí. Sacó una carta de su bolsillo y me la entregó.
- Participante femenina del Infierno número 2. Némesis Sudou.
- O_O
- JAJAJAJAJAJAJAJA - se escuchó desde lejos. Era Hagoromo Gitsune, que por alguna razón estaba detrás de un árbol - JAJAAAJAJAJAJ LA SEGUNDA CANDIDATA JAJAAJAJJAJA ¡ERES TÚ, NÉMESIS SUDOU! ¡VENDRÁS CON NOSOTROS AL MUNDO DE LOS MORTALES! JAJAAJAJAJJAA
...
...
...
...
...
...
Entonces me daba igual todo. De repente sentí el ansia de volver a ver la luz del sol, el cielo azul, la hierba verde... Quería volver a sentir lo que era estar viva... otra vez.
domingo, 7 de febrero de 2016
Abbadon
- Necesitamos a alguien del Cielo.
- Mi Señora, esos son los más peligrosos.
- El arcángel de Caetoneko es el más interesante de ellos, tal vez el menos peligroso. Si cae él, caen los demás dioses.
- Es difícil que caiga...
- Haremos que esté en shock. Como invitado no se esperará lo que se le viene encima...
Nombre: Abbadon
Apellidos: Azrael
Raza: Arcángel
Dimensión: Cielo
Poderes/armas: Excalibur (Espada del Domador del Rey de Dragones o Dragón Amarillo de la Luz), La fe de los nekos de Caetoneko, la fuerza de los dioses.
Crush: Ninguno
Se supone que la vida en el Cielo es la mejor que se pueda tener, aunque reconozco que a veces lo dudo ¡Con lo bien que me lo pasé de aventuras con Dante en Caetoneko! Aquellos tiempos deberían volver... pero con la guerra dudo mucho que vuelva a disfrutar de momentos de ese tipo.
Me estoy volviendo un arcángel mayor, de los antiguos, de los maduros, de esos que se sientan en un Consejo a hablar sobre asuntos de política, de derecho y, en algún casos, de sociedad y de guerra.
Después de lo que ocurrió en mi dimensión de origen el año pasado, se me han otorgado grandes privilegios por aquí. Han reconocido mi destreza y ahora tengo un alto puesto en el Consejo de los Dioses Mayores, el Consejo donde quedan representados los dioses más importantes de cada creencia existente. La Santísima Trinidad (Dios Padre, Jesucristo y el Espíritu Santo), Alá, Yahvé, Ra, Odín, Zeus/Júpiter (al menos creo que no me tiene rencor por la batalla que tuvimos), Brahma, Shiva, Vishnu, Buda, el Karma...
Entonces ahora tengo una muy buena presencia en el Cielo de los Dioses. A veces mi alma llega a su estado de máximo esplendor. Suena raro pero, aunque los dioses tengamos una felicidad eterna y celestial (no es la misma que la de los demás seres), cuando creen en nosotros... estamos en una especie de éxtasis de nuestra existencia y nos acentuamos. Es difícil de entender para cualquier mortal o demonio.
¿He llegado al éxtasis? ¿A esa euforia celestial? Sí, pero soy un "dios" más menor que un dios menor de la Antigua Grecia, además de antropomórfico. Soy un arcángel y, las experiencias que he vivido con mis nakamas son algo que no me da la euforia celestial. Puede que sea una simple emoción humana pero... es lo que tenemos los antropomórficos, estar muy atraídos por los humanos... sobre todo si te llamas Zeus y has ligado con millones de mujeres de todas partes.
Hoy, o lo más parecido que se puede considerar como "hoy", ya que el tiempo en el Cielo es eterno, nos reunimos en un Consejo extraordinario para una cuestión urgente. Un extraño ha invitado a dos dioses a participar en unos juegos en la Tierra, el mundo de mis nakamas Nura, Akame, Kikyo, Akane y Tsubaki, además de mi amigo el Maestro Kuro. Nos ha preocupado bastante a varios, sobre todo en estos tiempos de crisis por la guerra en el Infierno y en el Purgatorio. Nadie sabe qué raza era la del mensajero, no había ni bien ni mal en él, no sabemos ni siquiera cómo pudo llegar al Cielo, de hecho desapareció en la nada en cuanto entregó las cartas a esos dioses.
Los dioses seleccionados para esos juegos también estaban invitados al Consejo. Ambos eran de la mitología grecorromana: Ares/Marte, dios de la guerra; y Niké/Victoria, diosa de la victoria. Para unos juegos con mortales me pareció bastante apropiado mandar a ellos dos, teniendo en cuenta que nos quitaron a dos participantes mientras otros mundos iban con cuatro. Somos muy conocidos por nuestro poder, al fin y al cabo somos dioses; pero el misterio nos estaba incomodando... En aquella reunión habían invitado a un Oráculo para ayudarnos a destapar lo que nunca debió ser perturbado.
Así pues nos sentamos en nuestros asientos formando un círculo.
- Señores de los Cielos - comenzó a hablar Dios, - nos hemos reunido para iluminarnos con el misterio del Samurái Negro que vino a entregarles un mensaje a nuestros hermanos de Grecia y Roma.
- Gran Oráculo, muéstranos luz - dijo Ra.
El Oráculo hizo unos movimientos, como un baile, y le rodeó humo y luz.
...
...
...
...
...
Nuestras mentes de dioses vieron algo... Oscuridad.
- ¿Qué es esto? - preguntó Odín.
- Pinta mal - dijo el Karma - ¡Se la tenemos que devolver a quien sea que...!
- Es alguien que viene de muy abajo... - comentó Buda, - muy muy abajo... Tiene sed de venganza.
- ¡No podemos mandar a Ares y a Niké a esos juegos! - exclamó Brahma - ¡Esta nueva amenaza los destruirá!
- ¡DESTRUIR AMENAZAS! ¡ACABAR CON TODOS! - gritó Shiva.
- ¡Necesitamos liberar a nuestros pueblos! - dijo Yahvé.
- ¿Y si acabamos con todos por infieles? - sugirió Alá.
- Chicos, chicos, chicos... creo que tenemos que calmarnos - dijo Vishnu.
- Vishnú tiene razón - intervine. - No podemos crear otra guerra. Bastante tenemos con los del Infierno. Tenemos que actuar con cautela.
- Para nosotros es fácil decirlo, somos dioses - dio Ra. - Pero los mortales son mucho más débiles que nosotros. Puede que a ellos se les complique esa "calma".
- Pero Abbadon tiene razón - añadió Zeus. - Llevo milenios en el Olimpo y si algo he aprendido es que sin cautela no llegamos a ningún lado. El nerviosismo acabó con Alejandro Magno y con el Imperio Romano...
- ¿Algún plan, entonces? - preguntó Odín.
- ¿Plan? - intervino Ares/Martes - ¡No hay más plan que el que está ya puesto sobre la mesa! ¡Ganar los juegos!
- Marte... ¿aún no te enteraste de que esos juegos son una trampa? - recordó el Karma.
- ¡GANAR LOS JUEGOS! - repitió Niké/Victoria.
- No tienen remedio...
- En realidad no es tan mala idea... - dijo Jesucristo. - Nos sacrificaremos por nuestros hermanos y salvaremos a todas las dimensiones.
Se hizo un silencio incómodo en la sala.
- Definitivamente no creo que eso funcione... - dijo Alá.
- Lo que mi Hijo quiere decir... - Dios Padre se levantó de su sitio, - es que tenemos que ir a los juegos y hacer como si nada, estar alertas hasta que llegue el momento oportuno. La Justicia dictaminará lo que deba ocurrir. Nosotros no podemos hacer nada... cualquier movimiento que hagamos se volverá en nuestra contra.
- Te recuerdo que participa el Purgatorio - intervino el Espíritu Santo.
- Lo sé... Con un único miembro además. Pero todos pueden llegar al perdón de los pecados.
- ¿Entonces el plan es ese? - dije un tanto disgustado - ¿Esperar sentados a que maten a unos de nosotros y a nuestros fieles?
- Como siempre, Azrael... - dijo Ra.
- Es deprimente. - Me puse en pie. - Yo luché junto con mi pueblo para cambiar su destino y ahora viven felices, no quedándome quieto sin hacer nada.
- Tu ímpetu es especial, joven arcángel... y me gusta - dijo Yahvé. - Me recuerdas a mi viejo amigo Moisés~
- Pero es lo que siempre hemos hecho - dijo Zeus/Júpiter. - Excepto en los mitos que se cuentan de nosotros, hemos permanecido al margen para que los mortales resuelvan por sí mismos sus problemas.
- ¡El problema es que la amenaza no viene de los mortales! ¡Viene de lo más profundo de...!
- ...
- Tal vez tengas razón, Abbadon - dijo Buda. - Yo no quiero que mi gente en la Tierra lo pase peor de lo que está...
- Hagamos una cosa - dijo Dios. - Iremos a los juegos, pero dado que Abbadon está interesado en un rescate celestial... le mandaremos como invitado.
- ¿Invitado? - pregunté.
- La carta pone que debemos mandar a un invitado, y el perfecto eres tú.
- ¿Pero yo qué haré como invitado...?
- Salvarles - respondió Jesús.
- ... ... ... De acuerdo. Iré.
Terminamos la reunión y nos dispersamos. Después, Jesús y Buda me ofrecieron irme de copas con ellos y acepté. No hizo falta ni que fuésemos a casa de Dioniso/Baco, nos juntamos en la plaza principal y Jesús llenó tres vasos de agua, entonces transformó el agua en vino.
- Deberías hacer cosas nuevas, Jesús~ - sugirió Buda - ¡como el sake! -D-
- Nada como la tradición - dijo Jesucristo.
Bebí de mi vaso en silencio pensando en los juegos. Iba a ver pronto a mis nakamas, tal vez a Dante... le echaba de menos.
- ¿En qué piensas, Abbadon? - preguntó Jesús.
- Oh, nada... ... ... ¡Pero por qué preguntas si ya lo debes de saber!
- Yo no puedo decirlo por ti. Son las reglas.
- A veces no te entiendo... Ajj... Pensaba en los juegos y en mis nakamas del exterior.
- ¿En el mestizo? ¿Quieres estar con él?
- Dante es muy buen amigo mío, pase lo que pase.
- Lo entiendo...
Jesús y Buda me entendían bastante bien, casi mejor que ningún otro dios. Hace mucho tiempo que fueron humanos, que vivieron en carne y hueso lo que es ser un mortal... Las emociones humanas, por tanto, las entendían mejor que nadie, aparte de los grecorromanos.
- Gracias - agradecí.
- Pero recuerda que lo mejor para ser feliz es olvidarte de tus deseos - dijo Buda.
- Eso lo dirás tú y tu religión X___X ¡Ya que somos inmortales tenemos que hacer grandes cosas, sobre todo con la gente que apreciamos!
- Amarse los unos a los otros, sí... - dijo Jesucristo, - pero espero que tengas cuidado, arcángel... tanto con los juegos como contra ti mismo. Habrá un momento en que tendrás que elegir entre el Cielo y algunos de tus amigos que están metidos en la guerra.
- A veces presiento eso... Ojalá no ocurra algo así.
- Eres valiente - dijo Buda. - Harás las cosas bien ahí fuera y nos salvarás a todos.
Me limité a sonreír. Me daba la sensación de que estaba recayendo un gran peso sobre mis hombros: la existencia de las dimensiones tal cuales las conocemos.
Entonces me fui a mi casa a recoger mis cosas, y a echarle un último vistazo. Tal vez ese fuese la última vez que vaya a verla... quién sabe. Cogí la espada Excalibur. Aquella espada en realidad le pertenecía a Akame Scarlet, pero decidió dármela a mí... Ay, Akamecita... pobrecita~ Lo peor de todo es que no podía contarle nada a nadie de lo que vimos a través del Oráculo... si lo hacía, acabaría en el Infierno como Lucifer...
Solo espero estar preparado.
- Mi Señora, esos son los más peligrosos.
- El arcángel de Caetoneko es el más interesante de ellos, tal vez el menos peligroso. Si cae él, caen los demás dioses.
- Es difícil que caiga...
- Haremos que esté en shock. Como invitado no se esperará lo que se le viene encima...
Nombre: Abbadon
Apellidos: Azrael
Raza: Arcángel
Dimensión: Cielo
Poderes/armas: Excalibur (Espada del Domador del Rey de Dragones o Dragón Amarillo de la Luz), La fe de los nekos de Caetoneko, la fuerza de los dioses.
Crush: Ninguno
Se supone que la vida en el Cielo es la mejor que se pueda tener, aunque reconozco que a veces lo dudo ¡Con lo bien que me lo pasé de aventuras con Dante en Caetoneko! Aquellos tiempos deberían volver... pero con la guerra dudo mucho que vuelva a disfrutar de momentos de ese tipo.
Me estoy volviendo un arcángel mayor, de los antiguos, de los maduros, de esos que se sientan en un Consejo a hablar sobre asuntos de política, de derecho y, en algún casos, de sociedad y de guerra.
Después de lo que ocurrió en mi dimensión de origen el año pasado, se me han otorgado grandes privilegios por aquí. Han reconocido mi destreza y ahora tengo un alto puesto en el Consejo de los Dioses Mayores, el Consejo donde quedan representados los dioses más importantes de cada creencia existente. La Santísima Trinidad (Dios Padre, Jesucristo y el Espíritu Santo), Alá, Yahvé, Ra, Odín, Zeus/Júpiter (al menos creo que no me tiene rencor por la batalla que tuvimos), Brahma, Shiva, Vishnu, Buda, el Karma...
Entonces ahora tengo una muy buena presencia en el Cielo de los Dioses. A veces mi alma llega a su estado de máximo esplendor. Suena raro pero, aunque los dioses tengamos una felicidad eterna y celestial (no es la misma que la de los demás seres), cuando creen en nosotros... estamos en una especie de éxtasis de nuestra existencia y nos acentuamos. Es difícil de entender para cualquier mortal o demonio.
¿He llegado al éxtasis? ¿A esa euforia celestial? Sí, pero soy un "dios" más menor que un dios menor de la Antigua Grecia, además de antropomórfico. Soy un arcángel y, las experiencias que he vivido con mis nakamas son algo que no me da la euforia celestial. Puede que sea una simple emoción humana pero... es lo que tenemos los antropomórficos, estar muy atraídos por los humanos... sobre todo si te llamas Zeus y has ligado con millones de mujeres de todas partes.
Hoy, o lo más parecido que se puede considerar como "hoy", ya que el tiempo en el Cielo es eterno, nos reunimos en un Consejo extraordinario para una cuestión urgente. Un extraño ha invitado a dos dioses a participar en unos juegos en la Tierra, el mundo de mis nakamas Nura, Akame, Kikyo, Akane y Tsubaki, además de mi amigo el Maestro Kuro. Nos ha preocupado bastante a varios, sobre todo en estos tiempos de crisis por la guerra en el Infierno y en el Purgatorio. Nadie sabe qué raza era la del mensajero, no había ni bien ni mal en él, no sabemos ni siquiera cómo pudo llegar al Cielo, de hecho desapareció en la nada en cuanto entregó las cartas a esos dioses.
Los dioses seleccionados para esos juegos también estaban invitados al Consejo. Ambos eran de la mitología grecorromana: Ares/Marte, dios de la guerra; y Niké/Victoria, diosa de la victoria. Para unos juegos con mortales me pareció bastante apropiado mandar a ellos dos, teniendo en cuenta que nos quitaron a dos participantes mientras otros mundos iban con cuatro. Somos muy conocidos por nuestro poder, al fin y al cabo somos dioses; pero el misterio nos estaba incomodando... En aquella reunión habían invitado a un Oráculo para ayudarnos a destapar lo que nunca debió ser perturbado.
Así pues nos sentamos en nuestros asientos formando un círculo.
- Señores de los Cielos - comenzó a hablar Dios, - nos hemos reunido para iluminarnos con el misterio del Samurái Negro que vino a entregarles un mensaje a nuestros hermanos de Grecia y Roma.
- Gran Oráculo, muéstranos luz - dijo Ra.
El Oráculo hizo unos movimientos, como un baile, y le rodeó humo y luz.
...
...
...
...
...
Nuestras mentes de dioses vieron algo... Oscuridad.
- ¿Qué es esto? - preguntó Odín.
- Pinta mal - dijo el Karma - ¡Se la tenemos que devolver a quien sea que...!
- Es alguien que viene de muy abajo... - comentó Buda, - muy muy abajo... Tiene sed de venganza.
- ¡No podemos mandar a Ares y a Niké a esos juegos! - exclamó Brahma - ¡Esta nueva amenaza los destruirá!
- ¡DESTRUIR AMENAZAS! ¡ACABAR CON TODOS! - gritó Shiva.
- ¡Necesitamos liberar a nuestros pueblos! - dijo Yahvé.
- ¿Y si acabamos con todos por infieles? - sugirió Alá.
- Chicos, chicos, chicos... creo que tenemos que calmarnos - dijo Vishnu.
- Vishnú tiene razón - intervine. - No podemos crear otra guerra. Bastante tenemos con los del Infierno. Tenemos que actuar con cautela.
- Para nosotros es fácil decirlo, somos dioses - dio Ra. - Pero los mortales son mucho más débiles que nosotros. Puede que a ellos se les complique esa "calma".
- Pero Abbadon tiene razón - añadió Zeus. - Llevo milenios en el Olimpo y si algo he aprendido es que sin cautela no llegamos a ningún lado. El nerviosismo acabó con Alejandro Magno y con el Imperio Romano...
- ¿Algún plan, entonces? - preguntó Odín.
- ¿Plan? - intervino Ares/Martes - ¡No hay más plan que el que está ya puesto sobre la mesa! ¡Ganar los juegos!
- Marte... ¿aún no te enteraste de que esos juegos son una trampa? - recordó el Karma.
- ¡GANAR LOS JUEGOS! - repitió Niké/Victoria.
- No tienen remedio...
- En realidad no es tan mala idea... - dijo Jesucristo. - Nos sacrificaremos por nuestros hermanos y salvaremos a todas las dimensiones.
Se hizo un silencio incómodo en la sala.
- Definitivamente no creo que eso funcione... - dijo Alá.
- Lo que mi Hijo quiere decir... - Dios Padre se levantó de su sitio, - es que tenemos que ir a los juegos y hacer como si nada, estar alertas hasta que llegue el momento oportuno. La Justicia dictaminará lo que deba ocurrir. Nosotros no podemos hacer nada... cualquier movimiento que hagamos se volverá en nuestra contra.
- Te recuerdo que participa el Purgatorio - intervino el Espíritu Santo.
- Lo sé... Con un único miembro además. Pero todos pueden llegar al perdón de los pecados.
- ¿Entonces el plan es ese? - dije un tanto disgustado - ¿Esperar sentados a que maten a unos de nosotros y a nuestros fieles?
- Como siempre, Azrael... - dijo Ra.
- Es deprimente. - Me puse en pie. - Yo luché junto con mi pueblo para cambiar su destino y ahora viven felices, no quedándome quieto sin hacer nada.
- Tu ímpetu es especial, joven arcángel... y me gusta - dijo Yahvé. - Me recuerdas a mi viejo amigo Moisés~
- Pero es lo que siempre hemos hecho - dijo Zeus/Júpiter. - Excepto en los mitos que se cuentan de nosotros, hemos permanecido al margen para que los mortales resuelvan por sí mismos sus problemas.
- ¡El problema es que la amenaza no viene de los mortales! ¡Viene de lo más profundo de...!
- ...
- Tal vez tengas razón, Abbadon - dijo Buda. - Yo no quiero que mi gente en la Tierra lo pase peor de lo que está...
- Hagamos una cosa - dijo Dios. - Iremos a los juegos, pero dado que Abbadon está interesado en un rescate celestial... le mandaremos como invitado.
- ¿Invitado? - pregunté.
- La carta pone que debemos mandar a un invitado, y el perfecto eres tú.
- ¿Pero yo qué haré como invitado...?
- Salvarles - respondió Jesús.
- ... ... ... De acuerdo. Iré.
Terminamos la reunión y nos dispersamos. Después, Jesús y Buda me ofrecieron irme de copas con ellos y acepté. No hizo falta ni que fuésemos a casa de Dioniso/Baco, nos juntamos en la plaza principal y Jesús llenó tres vasos de agua, entonces transformó el agua en vino.
- Deberías hacer cosas nuevas, Jesús~ - sugirió Buda - ¡como el sake! -D-
- Nada como la tradición - dijo Jesucristo.
Bebí de mi vaso en silencio pensando en los juegos. Iba a ver pronto a mis nakamas, tal vez a Dante... le echaba de menos.
- ¿En qué piensas, Abbadon? - preguntó Jesús.
- Oh, nada... ... ... ¡Pero por qué preguntas si ya lo debes de saber!
- Yo no puedo decirlo por ti. Son las reglas.
- A veces no te entiendo... Ajj... Pensaba en los juegos y en mis nakamas del exterior.
- ¿En el mestizo? ¿Quieres estar con él?
- Dante es muy buen amigo mío, pase lo que pase.
- Lo entiendo...
Jesús y Buda me entendían bastante bien, casi mejor que ningún otro dios. Hace mucho tiempo que fueron humanos, que vivieron en carne y hueso lo que es ser un mortal... Las emociones humanas, por tanto, las entendían mejor que nadie, aparte de los grecorromanos.
- Gracias - agradecí.
- Pero recuerda que lo mejor para ser feliz es olvidarte de tus deseos - dijo Buda.
- Eso lo dirás tú y tu religión X___X ¡Ya que somos inmortales tenemos que hacer grandes cosas, sobre todo con la gente que apreciamos!
- Amarse los unos a los otros, sí... - dijo Jesucristo, - pero espero que tengas cuidado, arcángel... tanto con los juegos como contra ti mismo. Habrá un momento en que tendrás que elegir entre el Cielo y algunos de tus amigos que están metidos en la guerra.
- A veces presiento eso... Ojalá no ocurra algo así.
- Eres valiente - dijo Buda. - Harás las cosas bien ahí fuera y nos salvarás a todos.
Me limité a sonreír. Me daba la sensación de que estaba recayendo un gran peso sobre mis hombros: la existencia de las dimensiones tal cuales las conocemos.
Entonces me fui a mi casa a recoger mis cosas, y a echarle un último vistazo. Tal vez ese fuese la última vez que vaya a verla... quién sabe. Cogí la espada Excalibur. Aquella espada en realidad le pertenecía a Akame Scarlet, pero decidió dármela a mí... Ay, Akamecita... pobrecita~ Lo peor de todo es que no podía contarle nada a nadie de lo que vimos a través del Oráculo... si lo hacía, acabaría en el Infierno como Lucifer...
Solo espero estar preparado.
viernes, 5 de febrero de 2016
martes, 2 de febrero de 2016
Las cartas
Abrí los ojos en cuanto salieron los primeros rayos de sol. Mi cabeza estaba posada en el pecho de Nura y oía latir su corazón. Estábamos desnudos pero tapados por las sábanas para no coger frío. Aquella noche había sido increíble, y me dio mucha vergüenza pero fue genial♥ >///<
Me moví un poco y Nura se despertó.
- ¡Miih! Ñu...
- N-Nura-kun .//.
Nura me apretó contra él.
- Ohayo Ohime-sama~
- >//////////< !!! O-Ohayo Ayakashi-sama~
Me dio un beso en la cabeza y le achuché. Le besé en el pecho.
- Me encanta esto... - dijo él.
- !!! A-A a mí también~ Mu-ucho
Nos miramos y le acaricié la mejilla. El amanecer le hacían más preciosos sus ojos, y más ahora que me miraban con mucho cariño. Los cerró y se acurrucó en mi mano que le acariciaba y me dio un beso en ella, entonces me acerqué a él y le di un suave beso en los labios. Estuvimos un largo tiempo besándonos en la cama hasta que... sentí que alguien se estaba acercando al Templo.
- !!!! o////o
Nura siguió besándome sin percatarse.
- ¡N-Nura-kun! - *chuu~* - ¡NURA-KUN! ¡¡Viene alguien!!
- ¿Naniii? o//_//o
Saltamos de la cama sonrojados y me puse lo más rápido que pude la ropa que dejamos tirada. Él hizo lo mismo... cuando llamaron a la puerta.
Abrí la puerta de la habitación para correr a la entrada y vi a Kumato el gatomate.
- Meeeeeeeeeeow e//////ê
- ¡Kya~! - exclamé - ¡Ahora no, Kumato-chin!
Salté encima de él y corrí a la puerta. Cuando llegué, abrí y vi que era Akane.
- ¡OHAYO AKANE-CHAN! 8/DDD
- ¡Ohayo Akame-chan! ¿Te he molestado en algo...?
- ¿Ehhhh? ¡No! ¡Qué va! ¡Pasa, pasa!
Pasamos al salón y serví dos vasos de zumo de kumquat. Bebí de mi vaso.
- ¿Te acabas de despertar? - preguntó Akane cogiendo el suyo.
- Noooo xDx solo dormí poco esta noche~
- Oh ya veo... ¿Estuviste con Nura-sama, cierto?
Casi escupí el zumo.
- ¿N-Nura.kun? O//______//O
- Noto su presencia, Akame-chan. Está en el piso de arriba e.Ê
- Oh sí~ ¡Estuvo aquí, sí!
- ¿Pasasteis la noche juntos, entonces?
- Eeeee... ¿qué dicesh?
- Ohayo, Akane-sama - saludó Nura desde la entrada al salón, perfectamente vestido y peinado, y con Kumato.
- Miau miau 8D
- Aeeeeghhh...
- Ohayo, Nura-sama - dijo Akane.
- xDx
- .D. - Akame me miraba raro.
- ¡Ven! ¡Siéntate con nosotras! x_x - dije a Nura.
- Akame-chan... estás rara... - murmuró Akane.
Ignoré ese último comentario y preparé otros dos vasos de zumo para Nura y para Kumato. Una vez estuvimos los cuatro en la mesa, pregunté:
- ¿Cómo estás, Akane-chan? ¿Ha pasado algo?
- Daijobu desu~ Me alegro de que estés bien después de tu viaje a China. Nos tenías muy preocupados... En el Templo no se hablaba de otra cosa. Y... bueno... hay noticias que tenía que contarte.
- Gracias~ Y lo siento por preocuparos...
- Nada, mujer~
- ¿De qué noticias hablas?
- Son un tanto extrañas... Ayer estuve con Kikyo-chan. Vino a visitarnos al Templo del Gato Negro con una carta que le había mandado... el emperador.
- ¿El emperador ka?
- ¿El del Imperio Japonés ahora? X_X - dijo Nura.
- El mismo - respondió Akane. - Al parecer... después del problema que hubo en China, quiere organizar unos juegos para garantizar la paz.
- ¡¿Nani?! ¿El emperador japonés dijo eso? - dije.
- Sí. Los juegos consisten en una serie de batallas entre distintas personas importantes de los diferentes mundos que se han ido descubriendo estos últimos años. Caetoneko, la Nada y la Tierra mandarán a dos chicos y dos chicas cada uno.
- Espera, espera... ¿"la Nada"? - preguntó Nura.
- Madrid, donde estuvimos el año pasado, era una de las ciudades que se consideraban "la Nada" - explicó Akane. - Hasta hace poco no sabíamos de su existencia. Siempre pensamos que en la Nada solo había vacío ¡Sin embargo hay una civilización entera!
- ¡Pero ellos no saben de la existencia de distintos mundos! - objetó Nura - ¡Solo Criis-sama y Vero-sama lo saben gracias a que nos conocieron!
- En apariencia Madrid no tiene magia - recordé, - pero descubrimos gracias a Alejandra, la Cónsul de la Luna, que en realidad está oculta. En tal caso, iría alguien relacionado con esa magia oculta, o de la misma Luna... Lo que no entiendo es porqué "la Tierra", nuestro mundo, va como uno solo.
- ¿No lo entendiste, Akamecita~? - dijo Akane - China y Japón participarán como uno solo bajo el nombre de "Tierra".
- Imposible. China y Japón se odian. Jamás colaborarían juntos.
- Excepto si los dos imperios están en decadencia. El nuevo emperador de China está discapacitado por la que montasteis en su palacio, y Japón tiene el problema de los youkais. Si ambos llegan a la paz a través de este símbolo que son los juegos, saldrán ganando ambos.
- Ungh...
- ¿Y qué hay de los otros mundos? ¿El Infierno y el Cielo participan? - preguntó Nura.
- El Infierno también mandará a cuatro competidores, sin embargo, se les ha exigido que al menos la mitad no pueden ser demonios infernales ni dioses del Inframundo, para que la competición no esté desigualada. En cuando al Cielo, mandará a dos dioses. Y por último... el Purgatorio también se ha unido, pero con un único competidor.
- ¿Y eso?
- Las cosas están muy liadas en esos mundos... y el Purgatorio es el mundo que peor ha sufrido las consecuencias, más que el propio Infierno y su guerra. Cuanto menos presencia haya del Purgatorio, más seguras estarán las cosas...
- ¿Y cómo saben todo esto los mortales de aquí? No sabía que los científicos del emperador estuviesen tan al loro de la situación de los demás mundos - comentó Nura.
- También me suena raro a mí... - reconoció Akane.
- ¿Y qué tiene que ver Kikyo-chan con todo esto? No me digas que...
- Ha sido seleccionada como primera candidata femenina de la Tierra.
- ...
- ...
- Suena peligroso - dijo Nura.
- Se supone que no son combates a muerte, pero...
- Los del Infierno son unos bestias - añadí.
- Me imagino... Pero todo sea para que China y Japón no se destruyan entre ellos.
"Oh, Dioses... Otra movida más para los próximo meses" pensé.
Entonces alguien llamó a la puerta.
- ¡Akame-chan! ¡Es un youkai! - exclamó Akane.
- Lo sé, lo he sentido. Pero su aura me suena...
Me levanté y fui a la entrada. Vi que Akane estaba haciendo crecer plantas por los nervios. Abrí y vi que era un demonio cuervo.
- ¿Karasu Tengu-san? - dije.
- ¡Ohayo gozaimasu, Akame-sama! ¿Está por aquí el Supremo Comandante?
- Sí, pase o_o
Pasó, cerré la puerta y le acompañé al salón.
- ¡Karasu Tengu! ¿Qué ocurre? - dijo Nura.
- ¡Oh, Joven Amo! ¡Qué alegría verle! Esto es urgente. Un extraño mensajero de parte del emperador de Japón ha traído esto al Clan. - Enseñó una carta. - Es para usted.
Nura la cogió y dijo:
- Se supone que nuestra sede no la conoce nadie.
- Era un mensajero de raza youkai.
- ¿Desde cuándo el emperador japonés tiene sirvientes demonios? - comenté.
- ¡Eso deberíamos arreglarlo nosotras! - dijo Akane. - Se lo comentaré al Maestro en cuanto llegue al Templo.
Nura abrió la carta. Leyó en silencio hasta que frunció el ceño.
- ¿Qué es? - pregunté.
- He sido seleccionado... como primer candidato masculino para los juegos.
- !!!
- !!!
- !!!
- Miau O_O
Tras leer una y otra vez las bases de los juegos que había en la carta, comprobamos que Akane estaba en lo cierto. Para conseguir la paz, Japón había decidido convocar unos extraños juegos en los que competiríamos los distintos mundos. En las bases del torneo ponía explícitamente que en ningún caso iba a permitirse que se matasen entre ellos, ni siquiera lesiones graves, pero no pude evitar preocuparme... ninguno de nosotros pudimos evitarlo.
Al final del día, Akane regresó al Templo del Gato Negro y Nura se fue con Karasu Tengu al Clan para organizar una visita al emperador japonés y exigirle más explicaciones, tal vez hasta quitar la candidatura.
Aquella noche fue larga.. no me había sentido tan sola desde hacía tanto tiempo. Estaba acariciando a Kumato el gatomate mientras miraba la Luna. Kikyo y Nura habían sido elegidos para los juegos. Supuse que los otros dos iban a ser de China... Mulán y Shang eran perfectos candidatos, sin duda.
- Bueno... al ser juegos, se supone que tienen que ser algo divertidos ¿no crees, Kumato?
- Nyaaaa D8
- Sí... Yo también estoy preocupada por él...
Entonces sentí una presencia y me alarmé. Habían vuelto a llamar a la puerta esa noche; sin embargo no sentí un aura extraña, ni demoníaca ni celestial.
Bajé las escaleras con cuidado y abrí la puerta de la entrada. Era un samurai vestido de negro que no le podía ver la cara.
- Mensaje para usted, Akame Scarlet Targaryen.
Cogí la carta que sostenía su mano. Esa maldita carta que nos condenaría todos.
- La primera fase de la operación se ha completado con éxito, mi Señora. Faltan un par de envíos más y estará todo listo.
- Perfecto, Conde. Has completado bien tu trabajo, aunque necesito que sigas estando presente hasta el comienzo de los juegos... hasta que podamos llegar a la tercera fase.
- Creí que estaría hasta la segunda, Señora.
- No lo haremos todo se sopetón, Conde... He introducido una fase intermedia para que no sea todo tan... brusco. Pronto será el turno de la Juez, y los elegidos estarán perdidos.
- Sí... y por fin los mundos serán vuestros, mi Señora... Solo espero que recuerde lo que nos prometió.
- Tranquilo, Conde. Yo no falto a mis promesas. Tendréis la vida que os merecéis.
...
...
Sacad los archivos. Necesitamos más información de nuestros queridos competidores.
Me moví un poco y Nura se despertó.
- ¡Miih! Ñu...
- N-Nura-kun .//.
Nura me apretó contra él.
- Ohayo Ohime-sama~
- >//////////< !!! O-Ohayo Ayakashi-sama~
Me dio un beso en la cabeza y le achuché. Le besé en el pecho.
- Me encanta esto... - dijo él.
- !!! A-A a mí también~ Mu-ucho
Nos miramos y le acaricié la mejilla. El amanecer le hacían más preciosos sus ojos, y más ahora que me miraban con mucho cariño. Los cerró y se acurrucó en mi mano que le acariciaba y me dio un beso en ella, entonces me acerqué a él y le di un suave beso en los labios. Estuvimos un largo tiempo besándonos en la cama hasta que... sentí que alguien se estaba acercando al Templo.
- !!!! o////o
Nura siguió besándome sin percatarse.
- ¡N-Nura-kun! - *chuu~* - ¡NURA-KUN! ¡¡Viene alguien!!
- ¿Naniii? o//_//o
Saltamos de la cama sonrojados y me puse lo más rápido que pude la ropa que dejamos tirada. Él hizo lo mismo... cuando llamaron a la puerta.
Abrí la puerta de la habitación para correr a la entrada y vi a Kumato el gatomate.
- Meeeeeeeeeeow e//////ê
- ¡Kya~! - exclamé - ¡Ahora no, Kumato-chin!
Salté encima de él y corrí a la puerta. Cuando llegué, abrí y vi que era Akane.
- ¡OHAYO AKANE-CHAN! 8/DDD
- ¡Ohayo Akame-chan! ¿Te he molestado en algo...?
Pasamos al salón y serví dos vasos de zumo de kumquat. Bebí de mi vaso.
- ¿Te acabas de despertar? - preguntó Akane cogiendo el suyo.
- Noooo xDx solo dormí poco esta noche~
- Oh ya veo... ¿Estuviste con Nura-sama, cierto?
Casi escupí el zumo.
- ¿N-Nura.kun? O//______//O
- Noto su presencia, Akame-chan. Está en el piso de arriba e.Ê
- Oh sí~ ¡Estuvo aquí, sí!
- ¿Pasasteis la noche juntos, entonces?
- Eeeee... ¿qué dicesh?
- Ohayo, Akane-sama - saludó Nura desde la entrada al salón, perfectamente vestido y peinado, y con Kumato.
- Miau miau 8D
- Aeeeeghhh...
- Ohayo, Nura-sama - dijo Akane.
- xDx
- .D. - Akame me miraba raro.
- ¡Ven! ¡Siéntate con nosotras! x_x - dije a Nura.
- Akame-chan... estás rara... - murmuró Akane.
Ignoré ese último comentario y preparé otros dos vasos de zumo para Nura y para Kumato. Una vez estuvimos los cuatro en la mesa, pregunté:
- ¿Cómo estás, Akane-chan? ¿Ha pasado algo?
- Daijobu desu~ Me alegro de que estés bien después de tu viaje a China. Nos tenías muy preocupados... En el Templo no se hablaba de otra cosa. Y... bueno... hay noticias que tenía que contarte.
- Gracias~ Y lo siento por preocuparos...
- Nada, mujer~
- ¿De qué noticias hablas?
- Son un tanto extrañas... Ayer estuve con Kikyo-chan. Vino a visitarnos al Templo del Gato Negro con una carta que le había mandado... el emperador.
- ¿El emperador ka?
- ¿El del Imperio Japonés ahora? X_X - dijo Nura.
- El mismo - respondió Akane. - Al parecer... después del problema que hubo en China, quiere organizar unos juegos para garantizar la paz.
- ¡¿Nani?! ¿El emperador japonés dijo eso? - dije.
- Sí. Los juegos consisten en una serie de batallas entre distintas personas importantes de los diferentes mundos que se han ido descubriendo estos últimos años. Caetoneko, la Nada y la Tierra mandarán a dos chicos y dos chicas cada uno.
- Espera, espera... ¿"la Nada"? - preguntó Nura.
- Madrid, donde estuvimos el año pasado, era una de las ciudades que se consideraban "la Nada" - explicó Akane. - Hasta hace poco no sabíamos de su existencia. Siempre pensamos que en la Nada solo había vacío ¡Sin embargo hay una civilización entera!
- ¡Pero ellos no saben de la existencia de distintos mundos! - objetó Nura - ¡Solo Criis-sama y Vero-sama lo saben gracias a que nos conocieron!
- En apariencia Madrid no tiene magia - recordé, - pero descubrimos gracias a Alejandra, la Cónsul de la Luna, que en realidad está oculta. En tal caso, iría alguien relacionado con esa magia oculta, o de la misma Luna... Lo que no entiendo es porqué "la Tierra", nuestro mundo, va como uno solo.
- ¿No lo entendiste, Akamecita~? - dijo Akane - China y Japón participarán como uno solo bajo el nombre de "Tierra".
- Imposible. China y Japón se odian. Jamás colaborarían juntos.
- Excepto si los dos imperios están en decadencia. El nuevo emperador de China está discapacitado por la que montasteis en su palacio, y Japón tiene el problema de los youkais. Si ambos llegan a la paz a través de este símbolo que son los juegos, saldrán ganando ambos.
- Ungh...
- ¿Y qué hay de los otros mundos? ¿El Infierno y el Cielo participan? - preguntó Nura.
- El Infierno también mandará a cuatro competidores, sin embargo, se les ha exigido que al menos la mitad no pueden ser demonios infernales ni dioses del Inframundo, para que la competición no esté desigualada. En cuando al Cielo, mandará a dos dioses. Y por último... el Purgatorio también se ha unido, pero con un único competidor.
- ¿Y eso?
- Las cosas están muy liadas en esos mundos... y el Purgatorio es el mundo que peor ha sufrido las consecuencias, más que el propio Infierno y su guerra. Cuanto menos presencia haya del Purgatorio, más seguras estarán las cosas...
- ¿Y cómo saben todo esto los mortales de aquí? No sabía que los científicos del emperador estuviesen tan al loro de la situación de los demás mundos - comentó Nura.
- También me suena raro a mí... - reconoció Akane.
- ¿Y qué tiene que ver Kikyo-chan con todo esto? No me digas que...
- Ha sido seleccionada como primera candidata femenina de la Tierra.
- ...
- ...
- Suena peligroso - dijo Nura.
- Se supone que no son combates a muerte, pero...
- Los del Infierno son unos bestias - añadí.
- Me imagino... Pero todo sea para que China y Japón no se destruyan entre ellos.
"Oh, Dioses... Otra movida más para los próximo meses" pensé.
Entonces alguien llamó a la puerta.
- ¡Akame-chan! ¡Es un youkai! - exclamó Akane.
- Lo sé, lo he sentido. Pero su aura me suena...
Me levanté y fui a la entrada. Vi que Akane estaba haciendo crecer plantas por los nervios. Abrí y vi que era un demonio cuervo.
- ¿Karasu Tengu-san? - dije.
- ¡Ohayo gozaimasu, Akame-sama! ¿Está por aquí el Supremo Comandante?
- Sí, pase o_o
Pasó, cerré la puerta y le acompañé al salón.
- ¡Karasu Tengu! ¿Qué ocurre? - dijo Nura.
- ¡Oh, Joven Amo! ¡Qué alegría verle! Esto es urgente. Un extraño mensajero de parte del emperador de Japón ha traído esto al Clan. - Enseñó una carta. - Es para usted.
Nura la cogió y dijo:
- Se supone que nuestra sede no la conoce nadie.
- Era un mensajero de raza youkai.
- ¿Desde cuándo el emperador japonés tiene sirvientes demonios? - comenté.
- ¡Eso deberíamos arreglarlo nosotras! - dijo Akane. - Se lo comentaré al Maestro en cuanto llegue al Templo.
Nura abrió la carta. Leyó en silencio hasta que frunció el ceño.
- ¿Qué es? - pregunté.
- He sido seleccionado... como primer candidato masculino para los juegos.
- !!!
- !!!
- !!!
- Miau O_O
Tras leer una y otra vez las bases de los juegos que había en la carta, comprobamos que Akane estaba en lo cierto. Para conseguir la paz, Japón había decidido convocar unos extraños juegos en los que competiríamos los distintos mundos. En las bases del torneo ponía explícitamente que en ningún caso iba a permitirse que se matasen entre ellos, ni siquiera lesiones graves, pero no pude evitar preocuparme... ninguno de nosotros pudimos evitarlo.
Al final del día, Akane regresó al Templo del Gato Negro y Nura se fue con Karasu Tengu al Clan para organizar una visita al emperador japonés y exigirle más explicaciones, tal vez hasta quitar la candidatura.
Aquella noche fue larga.. no me había sentido tan sola desde hacía tanto tiempo. Estaba acariciando a Kumato el gatomate mientras miraba la Luna. Kikyo y Nura habían sido elegidos para los juegos. Supuse que los otros dos iban a ser de China... Mulán y Shang eran perfectos candidatos, sin duda.
- Bueno... al ser juegos, se supone que tienen que ser algo divertidos ¿no crees, Kumato?
- Nyaaaa D8
- Sí... Yo también estoy preocupada por él...
Entonces sentí una presencia y me alarmé. Habían vuelto a llamar a la puerta esa noche; sin embargo no sentí un aura extraña, ni demoníaca ni celestial.
Bajé las escaleras con cuidado y abrí la puerta de la entrada. Era un samurai vestido de negro que no le podía ver la cara.
- Mensaje para usted, Akame Scarlet Targaryen.
Cogí la carta que sostenía su mano. Esa maldita carta que nos condenaría todos.
- La primera fase de la operación se ha completado con éxito, mi Señora. Faltan un par de envíos más y estará todo listo.
- Perfecto, Conde. Has completado bien tu trabajo, aunque necesito que sigas estando presente hasta el comienzo de los juegos... hasta que podamos llegar a la tercera fase.
- Creí que estaría hasta la segunda, Señora.
- No lo haremos todo se sopetón, Conde... He introducido una fase intermedia para que no sea todo tan... brusco. Pronto será el turno de la Juez, y los elegidos estarán perdidos.
- Sí... y por fin los mundos serán vuestros, mi Señora... Solo espero que recuerde lo que nos prometió.
- Tranquilo, Conde. Yo no falto a mis promesas. Tendréis la vida que os merecéis.
...
...
Sacad los archivos. Necesitamos más información de nuestros queridos competidores.
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