domingo, 23 de octubre de 2016

Llegamos al fondo del Caos

Pasamos varias salas sin mayor problema que varias cascadas de rocas intentando caer sobre nosotros. Al fin llegamos a una más grande, aunque estaba semidestruida. En su interior se desató una luz que debió de verse por todos los rincones del Caos. Cuando esa luz se disipó, encontramos a Abbadon, que había clavado su espada en el corazón de Drácula. En un rincón yacía el cuerpo inerte de la antigua Juez del Infierno.
- ¿Es posible que venciese a esos dus? - preguntó Blue.
Abbadon la oyó y alzó su espada hacia nosotros.
- Chicos... ¿es cierto lo que he oído, no?
- ¿Qué? Sí - dijo Blue.
- No hablo de lo de ahora - su voz cada vez sonaba más oscura, de hecho me fijé en su cara y parecía que había envejecido varios años desde la última vez que lo vi - Ha muerto ¿verdad?
Decidimos no contestar. Ya sabíamos a quién se estaba refiriendo.
- ¡DANTE-KUN! ¡¿HA MUERTO, VERDAD?!
Era desgarrador. No sé si era por la naturaleza del Caos o por aquellas batallas que estábamos teniendo, pero estábamos rotos. No parecía haber luz en ningún sitio, ni siquiera en el arcángel, solo oscuridad, miseria y muerte. Era espantoso. Notaba como los lazos de nuestro grupo se deshilachaban en la nada, algo ante lo que yo no podía hacer nada.
- Tienes que venir con nosotros, Abbadon - dijo Rei. - Debemos matar a quien sea que nos ha convocado.
- No sé de quién estamos hablando, pero su alma es más oscura que la del mismo Lucifer. Va a ser imposible enfrentarnos a algo así.
- Como si fuera la primera vez que hacemos cosas imposibles.
Miré a Rei. Tal vez intentaba animar a que esos lazos no se perdiesen. Estaba haciéndolo por nosotros.
- De acuerdo - intervine. Con un enorme esfuerzo motivado por mis ganas de estar con mis nakamas de nuevo, me envolví en llamas y Akame Phoenix continuó diciendo - Lucharemos.
Nura sonrió  y con su actitud segura de sí mismo tan característica de él, añadió:
- ¡Sí, vamos!
Abbadon siguió mirándonos seriamente. No estaba muy de humor para eso... de hecho parecía no estar de humor ni siquiera para vivir. Alzó la mano y de unas luces que salieron de la nada, hizo aparecer una capa de color negro. Se la puso y se cubrió la cabeza con la capucha. No sé a qué vino
ese gesto, lo iba a preguntar cuando Rei se dirigió a mí con esa mirada de "Lo entenderás pronto". Decidí no volver a hablar hasta que marchamos de la habitación.
Seguimos caminando por los pasillos cada vez más oscuros de aquel lugar. me pareció curioso que no hubiese caminos alternativos. Era todo el rato lo mismo: seguir recto, atravesando habitaciones y pasillos con un aspecto cada vez mayor de que se nos caerían encima.
Llegamos a otra de las muchas habitaciones que había, pero encontramos a dos personas que conocíamos. Una era una chica, el otro era un cadáver. La chica estaba de espaldas, con su ropa oscura toda rota y con un cuchillo en la mano. Era Criis, con un aspecto lamentable... mientras que el chico que estaba tirado en el suelo con el pelo y ropas moradas solo podía ser uno: Sateriasis Venomania.
- ¿Criis-chan?!! - dije.
Criis se dio la vuelta y nos vio. Su mirada era vacía, como en un trance.
- Hola, Akame-chan - su voz era extraña. Era la suya pero parecía que también hablaba otra persona con una voz distinta, superpuesta a la de Criis. - Qué bien que hayáis llegado hasta aquí.
Se dirigió a nosotros con cuchillo en mano, cosa que no me dio mucha confianza teniendo en cuenta su aspecto.
Rei hizo aparecer Amateratsu de entre sus manos.
- Atrás.
- ¡Rei-kun!
- ¿El modo yandere te da miedo? - preguntó Nura.
- Está poseída - declaró Rei.
- Muy poseída - añadió Blue observando a Criis con sus ojos convertidos en azul, como siempre hace cuando analiza a alguien.
Criis saltó hacia nosotros y se movió con una agilidad que me sorprendió. Con un simple cuchillo podría haber matado a cualquiera de nosotros, pero la paramos. La superamos en número. Rei la pegó y la tiró al suelo.
- ¡REI-KUN, NO LA MATES! - grité.
- NO HAY OTRA FORMA, ANTES DE QUE PUEDA HACER ALGO PEOR.
Criis se rió. Aunque cada vez parecía menos ella.
- Jijji.. jiji... jajajajaja.. JAJAJAJJAAJA.... MUAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHHHH!!
- Esto no me gusta nada - dijo Nura.
- La siento más cerca que antes. Está aquí. - dijo Abbadon.
- ¿Quién? - pregunté.
- Sois unos idiotas... unos verdaderos idiotas... - habló Criis, pero definitivamente ya no era su voz. De hecho... era la misma voz que nos habló nada más caer en aquel lugar... Era la reina de aquel juego.
- Ya no necesito a esta inútil... JAJAJAJAJAJAJAJAJ - añadió.
Y entonces se quedó con la boca abierta y de ahí comenzó a asomar un humo morado. Salió más y más. Rei y Blue intentaron echarle Amateratsu y hielo pero no hicieron nada. El humo se condensó en una figura que al verla ahogué un grito... Era un dragón. Un enorme y poderoso dragón, de esos que se habían extinguido hacía muchos años, uno de los que se habían convertido en leyenda. Sus escamas sin embargo, no eran las comunes en un dragón, o al menos no como decían en los relatos. Eran de color noche, de hecho tenían pequeños puntos blancos que recordaban a las estrellas.
Nura, Rei, Blue, Abbadon y yo nos quedamos sin aliento. Lo primero que dijo esa dragona fue:
- Me vengaré por fin, Yuuki Targaryen.


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