viernes, 9 de enero de 2015

Sueño de hielo y dioses

Soñé que estaba flotando en el aire. A mi alrededor veía hielo, solo hielo. Entendí que estaba dentro de una torre hecha con hielo brillante de un intenso azul claro. Era el momento del amanecer y los primeros rayos de Sol estaban incidiendo en los muros de la torre, sin embrago, no mostraban señales de estar derritiéndose.
La luminosidad era preciosa. En algunos rincones se podían contemplar pequeños arco iris que sembraban la estancia de multitud de colores.
Había un balcón con unas vistas estupendas del reino y, de ahí venía una chica nekogirl con un largo vestido de color añil. En cuanto giró su corta melena azul, vi que era mi amiga Blue.
Estaba preciosa. Llevaba una
tiara de plata con un enorme zafiro incrustado así como pulseras plateadas y de distintos tonos azules. Se paró en seco en el centro de la habitación de hielo ya que vio a alguien abrir la puerta. Una mujer de mediana edad con un vestido azul pastel entró con suma rapidez. Su pelo ondulado era azulado como el cielo y sus ojos morados como los de Blue. Llevaba muchas más piedras preciosas que mi amiga, pero no tenía nada en la cabeza, cosa que me chocó. En sus manos llevaba una caja alargada del tamaño de mi brazo.
- Debes esconderla - dijo aquella mujer. - Por el honor de nuestra familia no pueden hacerse con ella...
- ¡Mamá-san! ¿Dónde está Papá-san?
- ¡Es ahora no importa! - espetó la mujer con lágrimas en los ojos - ¡Debes quedarte con esto y huir lo antes posible!
- ¡No puedo dejarte aquí sola, Mamá-san!
- No tengo más fuerzas... No puedo correr más. Empleé toda mi magia para protegerte a ti, a la torre y a la daga ¡Cógela!
Blue la hizo caso y abrió la caja. En ella se encontraba una daga cuya funda era negra con un dragón azul dibujado. Me recordaba a algo...
- Korimizu - dijo Blue, - la daga del domador del Dragón del Hielo, el pequeño Dragón Azul.
- Ahora es tu daga, hija mía. Debes cuidarla así como podrás defenderte con ella. Ahora corre a pedir ayuda a alguien. Es ahora o nunca, Blue-chan... Caetoneko...
La mujer gimió de dolor.
- ¡Mamá-san! - gritó Blue.
La madre de Blue cogió una capa de seda azul y de la puso a su hija.
- Con esto espero que nadie te reconozca. No podemos fiarnos de cualquiera.
- Sí, Mamá-san.
Blue se echó la saga a la cintura con una correa, se la ajustó, besó a su madre en la frente y corrió al balcón. Había unos 20 metros de caída si lo que pretendía era saltar.
De repente un hombre musculoso vestido de hoplita griego abrió la puerta de la estancia y entró diciendo:
- ¡Vaya! ¡Aquí están mis prisioneras de guerra!
No había tiempo para pensar en un plan. En cuanto aquel guerrero griego levantó su espada de bronce, Blue saltó y cayó...  Lo único que se podía escuchar eran los gritos del griego diciendo:
- ¡Mierda! ... ¡Padre Zeus! Invoca los vientos! ¡Que no escape la hija de los reyes!
Fue entonces cuando me desperté con un grito y Nura me abrazó.
- ¡Eh, eh, eh! ¡Akame-chan, tranquila! Solo fue una pesadilla.
Le miré aún con expresión de horror pero me volvió a abrazar y conseguí dejar de respirar nerviosamente. Cerré los ojos y me acurruqué... se estaba muy a gusto así... Luego él preguntó:
- ¿Te encuentras mejor...?
- Sí -///- ... - respondí - .///. ¡¡¡AAAAAAAAAAAHHHH!!! ¡¡¡YOUKAI!!!
Me revolqué y le lancé una ráfaga de luz Yang antidemonio y este salió disparado hacia la pared.
- ¡AAHH! Auuu...
Se reincorporó y se acercó a mí indignado.
- ¡¿Pero porqué has hecho eso?!
- ESTABAS MUY CERCA MÍO >//O//< !!!
- ¿Y QUÉ? Ò///o///Ó
- ¡¿Cómo que "¿y qué"?! ¡Tu aura demoníaca es una bomba de relojería! ¡Desequilibra mi espíritu y...!
- DEJA TU EQULIBRIO ¡Buda no está aquí!
- ¿OSAS BLASFEMAR, DEMONIO CABEZÓN?
- ¡¡Cebo...!!
Alguien llamó a la puerta e interrumpió la conversación.
- ¿Akame-chan? ¿Con quién estás hablando? - preguntó la voz de Akane.
- ¿Eh? ¡Con nadie! - respondí tapando la boca a Nura pues no quería callarse.
- Me pareció haber escuchado la voz de Nura-san - comentó mi amiga. - Bueno, ¡ten cuidado con tu poder de Fénix! Desde aquí tu aura parece la de un demonio ¡y de los grandes!
- Ejejeje claro~de los grandes y ca-be-zo-nes~~
- ÒwÓ !!!
- Bueno... iba a decirte que cuando puedas bajases a desayunar con nosotros. Hablaremos de lo que hay en esa máquina tuya ¿la investigaste anoche?
- Oh, sí... toda la noche (?)
- ¡Estupendo! ¡Nos vemos abajo, pues! n.n
Akane pareció irse y decidí perdonarle la vida a Nura.
Bajamos las escaleras en las cuales nos encontramos con Rei. Nos comentó que había dormido mejor que nunca mientras caminábamos por la parte de abajo de la posada, el bar. Sentados en una mesa al lado de una pizarra estaban todos los demás compañeros. Saludamos y nos sentamos cada uno en nuestra silla. Sobre la mesa había un vaso de leche para cada uno y en el centro había un plato lleno de croissants y otro con una torre de tostadas con un bol de mermelada de frambuesa a un lado.
Di un sorbo a mi vaso de leche y Abbadon sonrió:
- Creo que al final pudiste ojear el portátil que te di ayer~
- Sí.
- Bien. Sal a la pizarra e ilústranos -D-
Abbadon se llevó su taza de café a la boca y me levanté con el portátil en la mano. Con la otra metí un croissant en la boca. Apoyé el ordenador en la mesita cerca de la pizarra y lo encendí. Ejecuté el programa de la lista de los dioses del Olimpo y antes de empezar a comentarlos decidí decirles lo que soñé. Les hablé de la torre de hielo, de Blue vestida como una autñentica princesa de cuento, de la mujer que parecía ser su madre, la supuesta daga del Dragón Azul y del hombre griego que apareció, así cómo Blue se tiró desde el balcón para escapar. Rei se alarmó.
- ¡Esa torre existe! ¡Es la habitación de mi Blue-chan! No puede ser...
- Entonces - intervino Nura, - Blue-chan está en peligro...
- ¡Por supuesto que está en peligro! - soltó Dante - ¡Es la Nekita del Hielo, la Princesa de Caetoneko!
- No tenía ni idea... - reconocí.
- ¡Claro que no! - dijo Rei. - ¡No está bien ir diciéndolo por ahí en cualquier dimensión! ¡Fíjate en lo que ocurrió en el Purgatorio, Cerberus la secuestró porque él o alguien que trabajaba para él nos escuchó a mí y a Blue-chan cuando estuvimos comentándolo e nuestra habitación en el Love's Hotel.
- Ahora tiene sentido - comentó Dante. Dirigió una mirada a Kikyo, Akane y Tsubaki en busca de su aprobación pero estas quedaron mudas pues no sabían de qué hablábamos.
- Etto... Aún me sigue pareciendo increíble que Akame-chan fuera al Purgatorio - dijo Kikyo - ... En realidad me sigue pareciendo increíble todo esto.
- Sí... Este mundo... Este concepto del universo... es espeluznante - comentó Akane.
- No está mal, chicas - añadió Tsubaki. - Así cambiamos de aires de verdad.
Tsubaki se puso pintura roja en los labios. Me pregunté de dónde había sacado ese maquillaje.
- Bueno... entonces, ¿quién era ese que entró en la Torre de Hielo? ¿Era un dios olímpico? - preguntó Dante.
- Seguramente, Dante-kun~ - afirmó Abbadon - Veamos lo que nos dice Akame-chan~ n.n
Busqué en la lista del ordenador una foto la cual saliese aquel hombre del sueño, o al menos uno parecido. Encontré en el archivo "Ares" un tipo musculoso vestido de hoplita griego con melena castaña y ojos de color rojo sangre llenos de ira. Portaba una espada de bronce. Definitivamente era él.
- Ares - informé, - dios de la guerra. Hijo de Zeus y Hera. Dios patrón del Imperio romano bajo el nombre de Marte y representante del género masculino. Se lió con Afrodita. Se mete en todo tipo de peleas. Sus mejores amigos siempre fueron los espartanos.
- Temible - opinó Akane. - No pienso luchar contra ese.
- ¡Woooaaaa! Entonces ese para mí - dijo Dante con ímpetu. - Esa novia suya sale en montones de poemas de amor del Purgatorio cuando es época de San Valentín.
- ¿Afrodita? ¿Quién es esa zorra? - preguntó Rei.
Abrí el programa de "Buscador en Olimpia" y escribí "Afrodita". Me salió la ficha de una diosa con el pelo largo y rubio. Era delgada, su piel era blanca como la nieve y tenía los ojos de muchos colores a la vez. La muy geisha estaba muy buena, y era guapísima.
- Afrodita - dije, - diosa del amor y de la belleza. Es la diosa del Olimpo más antigua. Nació a partir de la espuma del mar al mezclarse con la sangre del titán Cronos después de ser cortado en cachitos por Zeus. Fue casada con Hefesto pero mantiene una relación amorosa con Ares. Representa el género femenino. Le gusta jugar con las palomas, hacer cotilleos con sus amigas diosas y ninfas y es aficcionada a los cupcakes. Hace papiroflexia con su esposo todos los domingos.
- ¡Hermoso! - exclamó Tsubaki - Esa es para mí~ ¡Nadie puede superarme en belleza!
Decidí morirme del asco en silencio e ignorar ese comentario lo antes posible.
- ¿No hay alguno de fuego para mí para que pueda vengar a mi gatita? - me preguntó Rei invocando fuego negro de su puño derecho.
Busqué fuego y salieron dos dioses.
- Hestia es una hermana de Zeus y es diosa del hogar y del fuego. También está Hefesto que es el esposo de Afrodita, hijo de Zeus y es el dios del fuego y de las máquinas... "Todo un nerd" pone aquí.
- Dos conceptos del fuego muy diferentes.... me gusta~ ¡Esos dos para mí! - dijo Rei.
- Adjudicado - sentencié.
- ¿Y hay alguno que sea bueno con el arco? - preguntó Kikyo.
- Los gemelos hijos de Zeus: Apolo y Artemisa. El primero es el dios del sol, el día, la belleza y las artes mientras que Artemisa es la diosa de la caza, la luna, la noche y la virginidad. Ambos son dos maestros del arco.
- No sé qué quiere decir eso de "tatata de Zeus" pero ¡me los cargaré de un solo tiro a esos dos hermanitos!
Busqué "Zeus" pues me estaba preocupando de que sea tan importante. Apareció la foto de un hombre de cabello rubio y ojos azules como el cielo. Tenía un rayo en la mano.
- Zeus, dios de los cielos, padre de dioses, jefe del Olimpo, portador del Rayo Maestro. Venció a su padre Cronos. Está casado con su hermana Hera pero es altamente infiel. Mujeriego. Cerdo. Impulsivo. Se pelea fácilmente con el resto de dioses.
- Vaya... No parece un rey muy bueno que digamos... - comentó Nura.
- Ese tiene que pasar por el filo de mi espada - dijo Abbadon (aunque nunca le viese con una espada en su poder). - Le conozco en persona y es un tío especialito. Hera está harta de él pero le quiere~~
- Sí - afirmé - porque, según veo aquí, Hera es la diosa de la familia y la fertilidad
- Esa para mí - dijo Nura levantando la mano. - El Clan Nura está muy basado en los principios de la familia y todo eso~
- Ten cuidado Nura-kun. Hera no es tan floja como lo aparenta... es muy peligrosa - advirtió Abbadon.
- Quedan Deméter y Hermes - informé.
- Y Atenea ¿no? - pregunto Abbadon - Esa chiquilla también la conozco y es muy repipi.
- Ah, bueno, sí. Pero Atenea la quiero para mí~ - reconocí.
- De acuerdo. Pues dame a Deméter y a Hermes - dijo Akane.
- ¿Seguro que podrás con dos, Akane-chan? - preguntó Kikyo.
- Sé que soy la más débil del grupo... ¡pero quiero hacerlo! Claro que... dependiendo de como sean...
- No están mal - informé. - Deméter es hermana de Zeus y es la diosa de la agricultura, las plantas y los cultivos; mientras que Hermes es hijo de Zeus y es el mensajero de los dioses además de dios del comercio, los ladrones, los viajeros, la comunicación, la medicina... Tiene unas zapatillas que le hace volar con facilidad.
- Bien~ Habrá que pararle los pies - dijo Akane con entusiasmo.
- Ya está, pues - dijo Abbadon. En cuanto terminemos el desayuno nos iremos de esta posada, más bien de este valle, y pondremos rumbo a la Fortaleza del Invierno.


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