...El onmyō. La eterna dualidad de todo lo existente en el universo. Son dos fuerzas opuestas y
complementarias que se encuentran en todas las cosas. El Yin representa la oscuridad, la pasividad, la absorción, el frío, lo femenino; mientras que el Yang representa la luz, la actividad, la penetración, el calor, lo masculino... pero nada puede ser del todo Yin ni nada puede ser completamente Yang, ya que dentro de la luz hay oscuridad y dentro de la oscuridad... siempre hay una luz.
..
Abrí los ojos en cuanto escuché a alguien llamar a la puerta. Estaba sentada; me levanté y dije en alto:
- Pasa, por favor.
Abrió la puerta. Era Nura.
- Te estamos esperando abajo.
- Lo siento. Me ha llevado más rato del que pensaba.
- ¿Y ha servido de algo?
- ... No estoy segura. Pero necesitaba meditar. Hacía tiempo que no lo hacía.
Nura soltó una pequeña carcajada.
- Mi cebolla concentrada~
- Qué idiota eres.
Nos quedamos en silencio mientras recogía mis cosas y mis armas. Nura dijo:
- ... ¿Eres consciente de esta puede que sea la última vez que estemos aquí... así?
- ¿Por qué?
- Ya sabes a lo que me refiero. Con ese emperador que adoráis los humanos puede pasar cualquier cosa.
- Los emperadores japoneses no pueden mandarnos al Infierno. Otra vez no.
- ¿Y quién dijo que ese emperador es realmente japonés y no una extraña criatura?
Me quedé en silencio por un momento.
- Eso es solo una posibilidad para cuando empiecen los combates - deduje.
- Hoy empiezan los combates.
- ¿Hoy? ¡Pero si es el mismo día de la inauguración!
- Fue lo que dijo Kikyo tras hablar con el dueño de esta casa.
En ese momento me conciencié en que eso podría ser una despedida, una despedida que no duraría más de un minuto, lo que tardamos en bajar junto con los demás y salir de la casa para dirigirnos al estadio.
Nos quedamos en la entrada. Teníamos que esperar a que el emperador diera el discurso y fuera presentando a los participantes. A juzgar por los gritos y aplausos que se oían, allí adentro estaba media Japón y media China, sin contar con los que gritaban en otras lenguas.
- ¡Y ahooora...! - escuché decir al emperador, su voz era la típica de un gobernante, pero a la vez... sentía que era la típica voz de un poseído desalmado - ¡...Nuestros queridos campeones de la Tierra! ¡Nuestros anfitriones!
Abrieron la puerta y salimos en orden.
- ¡NURARIHYON, DE LA FAMILIA NURA, SUPREMO COMANDANTE DEL CLAN NURA Y SEÑOR DEL PANDEMONIO! ¡EL LEGENDARIO REY DE LOS YOUKAIS!
- A veces se pasan con los atributos - murmuró Nura mirando con odio al emperador.
- ¡KIKYO, LA GRAN SACERDOTISA, GUARDIANA DE LA ESFERA DE LOS CUATRO ESPÍRITUS, HEREDERA DE MIDORIKO!
- Tampoco te pases... - murmuró Kikyo.
- ¡PING FA, DE LA FAMILIA FA, EL PRIMERO DEL EJÉRCITO DEL IMPERIO CHINO!
Recé por Mulán para que no la pillasen.
- Y POR ÚLTIMO, PERO NO MENOS IMPORTANTE, LA SACERDOTISA EXILIADA DE SUS TIERRAS QUE AÑOS MÁS TARDE VENCIÓ AL GRAN FÉNIX LEGENDARIO DEL MONTE DE HOKKAIDO, AKAME SCARLET, DE LA FAMILIA SCARLET Y DE LOS ELFOS TARGARYEN, LA PHOENIX SLAYER.
Entré y saludé a todos pensando "Holark~ 8D". En efecto había montones de personas, pero en quien más me fijé fue en el emperador. Su voz coincidía con su aspecto: el típico gobernante pero a la vez el típico poseído desalmado.
- Es un placer veros, mis campeones - nos dijo. - Y ahoooora, los de las tierras heladas tierras del Norte, ¡Los campeones de Caetoneko!
¡El temible Hombre de las Nieves de las montañas del Norte!
¡Blue Light, la princesa de los nekos heredera al trono de Caetoneko, experta en magia de hielo!
¡Y los hermanos Grace: William y Esmeralda, los primeros del Ejército Real!
- Ahora pasaremos a presentar... a los que vienen más allá del universo conocido... un mundo que durante mucho tiempo fue considerado "la Nada"... gente que tiene su reino principal no en su Tierra, sino en su LUNA...
¡Alejandro y Alejandra Nanami, hermanos cónsules de la República Lunática, hijos de Poseidón, el agua, el mar, las tempestades, y guardianes del Colorio.
¡Alonso Fénix, terrestre mago de la Oscuridad, heredero de Hades, la muerte y el mal!
¡Y Amaia, la legítima Hada Blanca, Señora Creadora de la Magia de la Luz y del Bien!
Y en ese momento... conocí a los demás participantes.
- Como representantes del Cielo de los Dioses, tenemos a dos representantes de las creencias de Occidente ¡Él es Ares, Marte para los romanos, dios de la guerra, la brutalidad y la violencia de la batalla; y ella es Niké, para los romanos Victoria, diosa de... la victoria.
- JAJÁAAAAAHHHH!!! SÍ!!! - gritaban los dioses. Al parecer adoraban estar allí. Entonces me fijé en Abbadon, que estaba allí como invitado junto a Alice y a Criis. Me pregunté quién sería nuestro invitado, si es que teníamos.
- Los que vienen de la dimensión más profunda, ji~ Los que vienen de la mismísima oscuridad del Inframundo, los representantes del Infierno:
¡Rei Minamoto, Shadow Of Silver, el mejor demonio sombra en estos momentos, Amo del Amateratsu, Señor del Tártaro!
- Cállese, señor, que la está cagando con los nombrecitos de los cojones.
Solté una risotada nerviosa. Allí estaba nuestro nakama. Sabía que estaría allí. Puede que resultase imposible, pero ver a mi oscuro y terriblemente poderoso amigo hizo que me sintiese un poco más segura.
- ¡Hagoromo Gitsune, jejeje, legendario demonio zorro antigua Señora del Pandemonio de nuestra Tierra, y ahora Juez del Infierno!
- No puede ser... otra vez... - dijo Nura.
- Jjajajajajaj~ - reía Hagoromo Gitsune. Se la veía con aspecto de... muerta, supongo que peor que las anteriores veces, lo normal cuando estás una temporadita en el Infierno. Sobre su oscuro uniforme vestía una capa de color marrón poco estética.
- ¡El Señor del Último Círculo Infernal, Guardián del Pecado de la Soberbia, el Ángel Caído, el que una vez fue el favorito por su Dios pero que luego traicionó: Lucifer!
- Y a mucha honra~ - dijo. Ese tío no me caía nada bien.
- Y por último, ¡Némesis Sudou, Guardiana del Pecado de la Ira, hija desheredada del avaricioso Juez de la Corrupción, terrorista de su país de procedencia, Evillious, y dictadora a tiempo parcial!
- Qué coño es eso... - murmuró malhumorada.
Esa chica... No estaba segura de si me caía bien o no. Era fría y bruta, además de pecadora, pero era amiga de Rei y Dante y nos ayudó a Nura y a mí a escapar del Infierno.
- Akame-chaaaaaan~♥
Esa voz... No podía ser. En los asientos de los invitados estaba el repulsivo guardián del pecado de Lujuria: Sateriasis Venomania ¡¿Por qué él?! Esos días iban a pasar muuuuy lentos...
- Hey~ - saludé y me giré. Más le valía no estar mirándome el culo.
- Por último, el representante único del Purgatorio, nacido de un vampiro y un ángel, la unión entre Cielo e Infierno y cazador de demonios y pecadores ¡Dante Sparda!
- ¡Dante-kun! - exclamé.
- ¿Me echábais de menos? jeje n.n
La invitada del Purgatorio supuse que sería aquella niñita de rosa que estaba sentada junto con los demás.
Acabados los saludos, el emperador pronunció unas palabras:
- Mis queridos habitantes de mi Imperio, mis queridos hermanos de China, amigos de otras dimensiones... Estos Juegos fueron creados para preservar la paz, la tolerancia y el respeto entre todos nuestros mundos, no solo entre China y Japón. Conviviremos como hermanos y pelearemos en distintos combates mediante el juego limpio y sin excedernos. Bien ¡QUE COMIENCEN... LOS JUEGOS DE LA MAGIA!
Salieron petardos, confeti y serpentinas de distintos lados. Rei, Dante y Némesis se acercaron a nosotros.
- Mucha suerte, chicos; ¡conste que no os lo pondré fácil!
- Recuerda estar atento a cualquier movimiento extraño, Rei-kun.
- ¡Eso por supuesto, Nura-kun! ¡Pero esto no dejan de ser batallas! Lo pasaremos bien.
- ¿Cómo fue todo por aquí en la Tierra, chicos? - preguntó Dante - ¿Muchos problemas?
- Con los clanes Taisho y Gitsune de capa caída ha sido una temporada bastante tranquila... sin contar con que la Señorita Cebolla se fue a China.
- Nuuuuraaa-kuuuun... ¬3¬
Nura rió, se acercó a mí y me dio un beso en la cabeza~ Dante frunció el ceño.
- Oh~ vaya, entiendo. Bueno, me alegro de que estéis bien.
Miré a Némesis.
- ¿Cómo estás tú, Némesis-sama?
Se limitó a mirarme y a decir:
- Se te ve bien, Akame. Estar en la Tierra te sienta mucho mejor que estar en el Infierno.
- Jeje~ Sí.
- Oye, Némesis-sama - intervino Nura - ¿Qué narices ha pasado? ¿Por qué Hagoromo Gitsune está de Juez? ¿Qué fue de la Revolución?
- ... Un fracaso. No lo conseguí. Ahora ella es la Juez desde que llegó al Infierno y me venció.
- Debió haber sido muy duro... - comenté.
- Tsk.
Se fue.
- No está muy de humor~ - comentó Dante.
- Nunca está de humor - corrigió Rei.
- ¡Agrupaos en grupos según vuestras dimensiones! - mandó el dueño de la mansión donde nos hospedábamos, que ahora era el presentador - ¡Daremos comienzo a las primeras batallas!
Le hicimos caso. Miré al público. Había gente conocida: mis primas Aika y Miku, el amiguito de Kikyo: Inuyasha, los invitados, algunas sacerdotisas del Templo del Gato Negro, la hermana de Kikyo: Kaede, Kumato... "Qué raro... no está Akane" pensé.
- ¡Suerteeeeeeeeee! - chilló Criis, toda emocionada.
El presentador sacó la lista que había escrito el propio emperador con todas las batallas que iba a haber. Todo ya estaba elegido... solo faltaba saberlo.
- La primera batalla de los Juegos será...
...
...
...
...
¡WILLIAM GRACE de Caetoneko contra NÉMESIS SUDOU del Infierno!
No me había dado ni tiempo a saludar a Will. Lo único me guiñó un ojo al entrar en la arena. Némesis también se dirigió a la arena, sin quitarse su máscara. Se miraron al uno al otro con imponencia ¿Quién iba a ser más fuerte:la osadía o la ira?
- ¡QUE COMIENCE LA BATALLA!
El primer movimiento fue de Némesis, que levantó la mano en el que llevaba su famosa pistola y comenzó a disparar hacia William. Él se defendió con su espada, aunque con la armadura tan gruesa que llevaba, incluso dando al blanco, como mucho se creaban abolladuras. Gracias a eso, William
consiguió acercarse a Némesis sin problemas mientras ella gruñía de... ira.
William pasó a repartir mandobles a Némesis. Ella conseguía esquivarlos, aunque fuera por poco. Ya sabes, la armadura gana en protección pero a su vez pierde en agilidad.
Llegó un momento en el que William logró pegarle un taco en el hombro a Némesis.
- Maldito... - gruñó ella.
- Luchas con rabia, Señorita~ Así no conseguirás ganarme.
- ¡¡Cierra el pico, montón de metal!!
Némesis disparó a la cabeza de Will... Justo... fue a parar al ojo.
- AHHHHHHHHHHH
- ¡NOOOOO! - gritó Esmeralda desde la grada.
- ¿Le ha disparado al ojo izquierdo? - preguntó Kikyo.
- Eso parece... - respondí.
- Grr... - gruñía Will de rodillas en el suelo, tapándose el ojo que estaba sangrando.
- Se acabó - sentenció Némesis - Arrepiéntete, hombre.
- No.- !?!?
- No tengo nada de qué arrepentirme. Volvería a matar a quien sea por llevar a mi pueblo a la libertad.
Némesis gruñó y disparó, pero esta vez hacia la armadura.
- Esa armadura es increíble - comentó Ping/Mulán a mi lado.
Ninguno hubiéramos apostado en que William se levantaría, y finalmente consiguió ponerse en pie frente a su oponente. Sujetó su espada mientras su ojo seguía desangrándose y se lanzó contra ella. Pelearon durante unos tensos minutos.
- No me gusta pegar a una mujer...
- Odio cuando dicen eso - murmuró Kikyo.
- Ya te digo - añadí.
- ... pero... ¿Qué remedio? Últimamente las mujeres actuáis como hombres.
William levantó la espada con una rapidez que se suponía que su armadura nunca le iba a proporcionar, y se llevó consigo... el brazo izquierdo de Némesis.
- AHHHHHHHHH
El emperador susurró algo al presentador y este gritó:
- ¡Parad! ¡Esto se nos está yendo de las manos! ¡Un médico, por favor! ¡Bueno, dos!
Llegaron varios médicos, a la vez que Esmeralda, Blue y Rei se acercaron a sus nakamas.
- ¡¡Hermano mío!! - decía Esme.
- Apártese, señorita. Curaremos a su hermano.
Se los llevaron en camillas y Alice se levantó dirigiéndose hacia el emperador.
- ¿Cómo no ha podido usted parar la competición hasta que la del Infierno fue herida? ¡Nuestro campeón se había quedado sin ojo desde hacía varios minutos!
- Reina Alice, cálmese - dijo el presentador.
- El ganador es William Grace, de Caetoneko - sentenció el emperador con una diabólica sonrisa.
Sin embargo, aquel comunicado no fue para nada celebrado. Tras eso, el emperador dio paso a la siguiente batalla para tratar de olvidar lo ocurrido.
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