martes, 17 de marzo de 2015

Dante Vs Ares

En cuanto Dante sacó la pistola, la cargó, apuntó y apretó el gatillo. Pensé que aquel dios vestido de hoplita griego armado con una simple espada de bronce se haría polvo en seguida. Me equivoqué.
Ares dejó bien claro a Dante con una voz grave y fuerte que era el dios de la guerra y que todo ese conflicto, especialmente las muertes que se estaban produciendo, eran ofrendas para él, lo que quería decir que en esos momentos Ares era uno de los dioses más peligrosos.
La bala que disparó Dante había colisionado poco más arriba de la tripa del dios, pero no sé de qué estaba hecha aquella coraza que lo único que hizo fue un abolladura en esta. Ares no pareció haberle
dolido.
- ¡Eh, maldito! ¡Eso no vale! - se quejó Dante.
- ¿No te has dado cuenta, Cazademonios? Soy el horror y el dolor de la batalla personificada. No podrás vencerme.
- Sí - Dante cargó su pistola otra vez - Eso es lo que decís todos.
Dante alzó la pistola y apuntó a la cabeza de Ares pero este de repente empezó a sonreír. Según vi en el rostro de mi amigo, estaba confuso por lo que tramaba su contrincante. Vio un resplandor de color rojo sangre justo en la mano de Ares, la mano que justamente estaba sosteniendo su arma de bronce, sin embargo se había transformado de repente en una metralleta.
- Pero... ¿QUÉ CLASE DE MONSTRUO ERES? - preguntó Dante con cara de sorpresa.
- Jejeje Meen~ Es una simple Heckler&Koch mp5 del futuro, concretamente del siglo XX en la época de los 60.
- ... ¿Llegaremos hasta el siglo XX?
- ¡El siglo XXI como mínimo! ¡Y da gracias de que no haya puesto una bomba nuclear estadounidense!
- No debe ser muy diferente al Purgatorio, es decir, el supuesto fin del mundo...
- No, la verdad es que no... ¡BUENO! ¡BASTA DE CHÁCHARA! ¡NO ME GUSTA HABLAR!
- Te van las metralletas.
- ¡ME VA LA MUERTE! - y el loco vestido de griego comenzó a usar la metralleta contra Dante.
El Cazademonios corrió hacia atrás moviéndose en zig zag y cayó al suelo para alejarse de allí haciendo la croqueta y así evitar los disparos con mayor facilidad. Algo realmente heroico cuando te están disparando con un arma de fuego.
- JAJAJA!!! ¡ES GRACIOSO CÓMO SE RETUERCE ESTE! JAJAJA!
- Maldición - murmuró Dante. - Tengo que hacer algo para que no use esa cosa si no quiero convertirme en queso grùyere...
- ¿Qué dices? BAH~! No me importa JAJAJA
- LUCHA COMO UN HOMBRE.
- ¿Cómo? ¡SOY EL DIOS DE LA GUERRA! ¡NO HAY HOMBRE MÁS HOMBRE QUE YO!
Dante se fue levantando poco a poco. Se llevó el brazo derecho al mango de su espada y la otra a su pistola Angel.
- Un verdadero hombre lucha con espada. Cuerpo a cuerpo. Como los viejos tiempos.
Ares se quedó un rato mirándole con cara de estar pensando de forma forzosa, algo que daba a entender que estaba sobrexplotando la media neurona que tenía y llevaba sin usarse desde hacía siglos. Gruñó y dijo:
- Tienes razón - transformó su metralleta en una larga lanza (¿tal vez para imponer?) y luego en la espada inicial - lucharemos con espada.
Dante sabía que se había  metido en un lío tremendo proponiendo eso, pero era lo único que se le ocurría. Dejó sus pistolas tranquilas y sacó a Rebellion. En apariciencia, su espada debía ser más poderosa que la de Ares
pero, al tratarse del mismísimo dios de la guerra y de las armas, todo era posible.
Dante y Ares chocaron espadas y conté cinco segundos cuando se quedaron mirándose uno con el otro con expresión de "Te voy matar". Después de aquello, comenzaron a pelearse.
Ambos bandos lanzaron montones de técnicas muy diferentes la una con la anterior. Los dos estaban demostrando una gran valía, pero Ares comenzó a ganarle terreno en poco tiempo. A pesar del cuerpo corpulento del dios con apariencia de que esa musculatura pesaba más que toda la armadura junta, Ares se movía como un lince. Atacaba y atacaba sin necesidad de defenderse mientras que la situación de Dante era justo al revés. El cazademonios se sentía acorralado, y eso no era nada bueno. Había sacado su arma más poderosa, la Rebellion, y lo único que hacía era defenderse sin otra opción más que esa. A medida que pasaban los segundos, el rostro de Ares crecía en ansia de sangre hasta comenzar a parecer un enfermo mental y loco.
- ¡MUEREEE! ¡MUEEEERE! - gritaba.
Dante decidió romper con aquella situación. Si seguía así, iba a perder. Dejó de chocar su Rebellion contra la espada del dios de la guerra, esquivó un mandoble de este, y retrocedió hacia atrás.
- ¡VEN AQUÍ, COBARDE!
Ares corrió hacia él pero una voz hizo que se parase en seco.
- ¡¡¡DANTE!!!
El cazademonios giró la cabeza y vio a Rei que estaba corriendo hacia él en medio de la multitud de rebeldes y criaturas mitológicas que estaban luchando a muerte entre ellos.
- ¿Ya acabaste con los dioses del fuego? - preguntó Dante sorprendido.
- ¡Por supuesto!
- ¿HEFESTO? - intervino el dios de la guerra - ¿LA TÍA HESTIA? ... No me gustáis como vencedores.
- Vaya... al parecer este es Ares-kun~ - dijo Rei adelantándose unos pasos - Dante-kun, pensé que ya habías acabado con este mono de feria.
- Es complicado de vencer, es puro odio y horror... Pero lo venceré.
- ... Lo venceremos.
- ¡REI-KUN! ¡No te metas! ¡Esta es mi batalla!
- HABLÁIS MUCHO COMO PARA SER DOS PERDEDORES A PUNTO DE IR A LAS PROFUNDIDADES DEL TÁRTARO.
- ¿De mi casa? - preguntó Rei - En fin~ Dante, si lo acabamos los dos, acabaremos antes.
- Mmm... ¿Tienes la Dark Rose por ahí?
- ¿Tú la Bloody Rose?
Los amigos asintieron. Rebuscaron dentro de sus ropas y cada uno sacó una pistola: Dante, una roja; y Rei, una negra. Ambos apuntaron a Ares que estaba transformando su espada en un fusil.
- Estáis acabados MUAHAHA !
- ¡Ahora, Dante!
Dante y Rei gritaron al unísono:
- ¡ROSE MAX!
Y dispararon. Un rayo bicolor entre rojo carmesí y negro tinta avanzó como la luz hacia Ares, colisionando contra él en una gran explosión. Ares se vio envuelto en una nube roji-negra mientras se retorcía desesperado y gritaba de ira. Pasó poco más de un minuto hasta que era visible cómo la piel del dios se iba derritiendo y daba la sensación de que se podía ver su esqueleto con aquellas luces rojas a lo rayos X... En definitiva, no era nada agradable.
Poco a poco, el dios se fue convirtiendo en icor dorado pero, a diferencia de los dioses anteriores, no subió a los cielos. Se disolvió junto aquella sustancia venenosa del Infierno... hasta desaparecer.
Dante se volvió hacia Rei:
- Gracias por venir, tío, aunque quería haber intentado vencerlo yo solo.
- Ya habrá otra ocasión. Sabes que en estos momentos no estamos para heroicidades y menos con un tío que se hace fuerte según lo grande que sea la batalla.
Hubo un rato de silencio. Dante añadió:
- Hacía tiempo que no usábamos estas pistolas...
- La última vez fue en la Tierra... contra Cerberus. Akame-chan iba a luchar contra el Fénix.
- Sí... es cierto ¡Y SON UNA AUTÉNTICA PASADA!
- Debemos recordar lo que nos dijo Abbadon con estas pistolas... Son peligrosas. Hay que usarlas lo menos posible y con cuidado.
Dante asintió y los dos amigos se quedaron un rato mirando la batalla. Un sátiro corría hacia Dante y este cogió su pistola blanca y acabó con él pegándole un tiro en la frente.
- Espero que los demás estén bien - comentó.
- Sí... ... ...excepto la pendeja definitiva.
- ¿Por qué odias tanto a Tsubaki-chan?
Rei le dio la espalda y se lanzó a la lucha contra la hidra. No contestó.


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