sábado, 20 de febrero de 2016

Rei

- Vaya, vaya... aquí tenemos a nuestro demonio sombra.
- Mi Señora... con este individuo es muy probable que fracasemos. Sé lo hábil que es y...
- Nosotros somos más fuertes de lo que crees, Conde. Entiendo tu nerviosismo, pero te aseguro que la era de los demonios sombra ha acabado... En nuestro Imperio, no serán más que sirvientes, como máximo.
- Rei Minamoto no se dejará doblegar tan fácilmente... Venció a Zero, el considerado más fuerte de su raza.
- Minucias para nosotros. Aunque tal vez sea interesante ponerlo de nuestro lado...

Nombre: Rei
Apellidos: Minamoto (Shadow Of Silver)
Raza: Demonio Sombra
Dimensión: Tártaro
Poderes/armas: Amateratsu, elementos oscuros (fuego, hielo y tierra sobre todo), Kamui (Guadaña del Dragón Oscuro de las Sombras), pistola Dark Rose.
Crush: Blue

Cogí a Lucifer del pelo y le tiré contra la pared. Me acerqué a él a velocidad de las sombras y le volví a coger.
- ¿Cómo dices? ¿Quién es el candidato número UNO del Infierno?
- Y... Y...
Le estampé contra el suelo.
- ¿QUIÉN?
- Tú... R-Rei Minamoto....
- Muy bien. Así me gusta, que leas bien las cartas. YO soy el número uno ¿Y TÚ ERES...?
- El... e...
Tiré de su pelo otra vez.
- AAAAh! E-EL número dos - dijo Lucifer gimiendo de dolor.
Le solté y le dejé caer al suelo.
- Así me gusta.
Hades nos miraba.
- Siempre dices que nada de actuar con ira.
Le miré tétricamente.
- Mi ira es diferente a la de cualquier ser. De hecho no es exactamente ira.
- ... Interesante, parecido a la ira de los dioses, supongo.
- No. Es otra distinta... De todas formas la ira de los mortales no es mucho más diferente a la de un dios antropomórfico como tú.
- No me hagas enfadar, chico. Por tu bien, preservemos la "paz".
- ¿Paz? Eso en este mundo no existe.
- Pues al menos no empieces otro caos como hizo tu amiga.
- Os lo merecéis todos. Por pendejos y por hacer daño a mis nakamas de la Tierra.
- Tú y tus viajes a las dimensiones mortales.
- Sí ¿Algún problema?
- Puede que algún día acabes mutando para ser uno de ellos ¿lo sabes, no?
- ¿Por quién me tomas, tío? Odio a los humanos. Mientras eso siga así yo seguiré siendo quien soy.
- La Phoenix Slayer tiene la mitad de su sangre humana.
- Su padre fue un Domador, al igual que Shadow. Tiene todos mis respetos.
- ¿Shadow? ¿El mítico demonio sombra? El primero de toda la estirpe, el más fuerte... Se ha convertido en leyenda.
- Poseedor de la Kamui, y ahora esa arma me pertenece.
Hades me siguió mirando en silencio, como buscando algo perdido en mi rostro.
- ¿Has terminado, Shadow Of Silver?
- Sí. Solo me queda ver a Némesis-chan y a Cerberus-kun y volveré a mis viajes.
- ¿Entonces buscabas al Guardián Lucifer solo para que te diga que él es el participante número 2 mientras tú eres el 1...?
- Los de Soberbia siempre quieren ser los primeros en todo. Ya está bien. Mentirosos de mierda.
Tras estas palabras me fui de la mansión de Hades.
Qué mundo más putrefacto y malvado... Aún me pregunto cómo mis nakamas sobrevivieron a tal viaje hace casi un año. Con la de mundos hermosos que hay ahí fuera.... en parte entiendo a todos los demonios que quieren salir de aquí, pero solo si lo hicieran destruirían todo lo bello de todos esos mundos.
Ser el demonio sombra más fuerte es más difícil de lo que suena. Muchos demonios pretendían desafiarme cada poco en el Mundo de las Sombras y en otros lugares. Lo bueno es que al menos me entrenaba y me hacía aún más fuerte.
Dicen que los demonios sombra somos los seres más poderosos que pueda haber en cualquier lugar, por eso me parece un tanto injusto que me mandasen a mí a los Juegos, pero si así lo quiere el emperador de Japón... o quien sea que haya mandado las jodidas cartas.
Reconozco que no tiene sentido lo que está haciendo ese emperador mortal, pero no me preocupa. Será divertido y además será una buena ocasión para ver a Akame, a Nura... Solo espero que, si pasase algo, les pueda proteger.
Llegué al Jardín Infernal y vi a tres conocidos en un extremo: Hagoromo Gitsune, Cerberus y Némesis, esta última leyendo un trozo de papel.
- ¡¿Eso que tiene Némesis-chan es una carta?! - exclamé.
Anduve hacia ellos. Me miraron.
- ¡Rei-kun! - dijo Cerberus.
- Oh... tú - dijo Hagoromo Gitsune.
- ¿Qué pasa aquí? ¿Qué es esa carta? ¿No me digas que...?
- Sí, Rei-kun - dijo Némesis bastante más tranquila de lo que pensaba. - Me voy a los Juegos de Japón.
- ¿Ya no te ríes, Hagoromo Gitsune? - dijo Cerberus con el ceño fruncido.
- Soy la Juez. - corrigió ella. - Y no pensarás que estaré riéndome todo el día.
- Lo dices porque está Rei-kun, uno de los que te mandó al Infierno - dijo Cerberus.
Hagoromo Gitsune cambió su rostro a uno de enfado.
- Cuida tu lengua, demonio del cerbero. Puedo mandarte ahora mismo a los Campos de Castigo.
Les miré sin decir nada. Aún quedaba mucho para que perdonase a Cerberus por todo lo que nos hizo en el pasado. Atacar a mis nakamas y a mí en la Tierra, secuestrar a Blue en el Purgatorio... Némesis y yo cruzamos las miradas, como si ella esperase a que le fuera a defender.
- Bueno - dije finalmente. - Iremos entonces a los Juegos, por la paz entre esos Imperios o algo así.
- ¿No te parece que pueda ser una trampa, Rei-kun? - preguntó Cerberus.
- Nah. Sea lo que sea no será una amenaza. Nosotros somos muy fuertes.
Némesis seguía mirándome sin decir nada y con cara de poker. Si cambiase ese rostro un poco...
- De acuerdo - dijo la Guardiana de Ira. - Me preocuparé solo por Sateriasis.
- ¿El Guardián de Lujuria? ¿Por qué lo dices?
- Viene con nosotros - respondió Hagoromo Gitsune. - Como invitado.
- Qué cojones...
- Opino lo mismo - dijo Némesis.
Hagoromo Gitsune me miró.
- ¿Podemos hablar en privado, demonio sombra?
- Mmmm, claro.
Intercambié miradas con los otros dos y me fui con Hagoromo Gitsune a un lado lejos de Cerberus y Némesis. Tal vez si dejábamos a esos dos, se atreverían a confesarse sus sentimientos y empezar una relación... aunque fuera un tanto peculiar.
- Sé que eres amigo de Nurarihyon - comenzó a hablar Hagoromo Gitsune. - Pero representamos al mismo mundo. En esos Juegos, te trataré como a un aliado, en ningún momento como a un enemigo.
- Qué raro en ti oír eso. Tú naturaleza suele ser rencorosa.
- Lo sé - reconoció con su maliciosa sonrisa.
- No permitiré que hagas daño a mis nakamas. Si te tocan como rivales más te vale atacarles lo justo para ganar, no para humillarles, herirles de gravedad o incluso matarles. 
Hagoromo Gitsune rió.
- Me pregunto si tú también serás capaz de controlarte, compañero.
- Ungh
Odio esos comentarios.
- Ni lo dudes - sentencié.
- Partiremos en la fecha señalada. Espero que entonces vaya todo bien jijiji.
La antigua demonio zorra se alejó de mí. 
- Tal vez no sea tan zorra... .... ... ... .... tal vez sea guarra de cojones.
Entonces eché un vistazo a Cerberus y a Némesis que seguían sentados juntos y hablando en el mismo sitio donde los dejé. Decidí alejarme de ellos e irme del Jardín Infernal sin avisar.
- Tal vez sea lo mejor - dije.
Abrí un portal dimensional y me metí en él, entonces viajé entre las dimensiones hasta dar con mi destino. 
El paisaje nevado y frío apareció ante mis ojos. En un segundo cambié el paisaje mortífero del Reino de Hades y ahora estaba en Caetoneko, el mundo de los nekos. Caminé hacia la Fortaleza de Invierno y vi la torre de hielo donde debía estar mi querida novia... la princesa Blue Light.
Me moví como una sombra y subí la torre corriendo hasta llegar al balcón y meterme donde tenía que ser su habitación.
Blue estaba de espaldas mirándose al espejo. Aquel vestido largo y azul de princesa que llevaba le quedaba tan bien...
- Gatita~ - la llamé.
Blue se alarmó y se giró. Al verme exclamó con una sonrisa:
- ¡REI-KUN!
Corrió a abrazarme y la di un beso.
- ¿Cómo estás? - la pregunté.
- Ahura muy bien >//<
- ¿Y antes?
- Buenu... Es un poco aburridu ser princesa...
- Jiji~ - la acaricié el pelo y la cara - Bueno~ cuando quieras podemos irnos una temporada al Purgatorio.
- ¡Purgatoriu! *//3//*
- Jijijiji
Nos dimos más besos y abrazos. La echaba tanto de menos... Blue is life, Blue is love. Nos tumbamos en su cama y nos seguimos besando. Pasado un rato... hicimos el amor.
Cuando acabamos estábamos agotados. Blue entonces me dijo:
- R-Rei-kun~
- Te quiero, Gatita♥
- MYAA >//< 
- Jijijiji, lo siento, tenía que decirlo ¿Qué querías?
- Yu... etto... Hace dus días vino un guerreru vestido de negru y me entregú una carta...
- !!!! ¡¿Qué?!
- S-Shí... Pone que va a haber unos juegus en la Tierra de Nura-kun y Akame-chan, y yo represento a Caetoneku. También pune que participarán los del Infiernu y...
- Y-Yo... Yo también iré a esos juegos...
- ¡MYAAAA! ♥//♥ ¡Entunces nos veremus! Sun solu juegus ¿nu? No van a atacarnus en seriu...
- No, pequeña, no. Son solo juegos... ¿Qué podría pasar?
En cuanto Blue me dijo que ella también iba a estar en los Juegos, noté que el universo se me venía encima. No pude evitar preocuparme por ella... pero tampoco podía decirla que posiblemente fuese una trampa, aunque seguro que la Corte ya le habría dicho algo del estilo...
La di un beso en la mejilla.
- No permitiré que nadie te haga daño. Te lo prometo.
Blue sonrió y me abrazó... Entonces alguien llamó a la puerta.
- ¡Hostia! - maldije. Me convertí en sombras y desaparecí.
- KYA~ 
Blue escondió nuestras ropas debajo de las sábanas y se tapó. Entonces abrieron la puerta y vi que era la Reina de Caetoneko, su madre.
- ¡Hija mía! ¿Sigues durmiendo? ¡Creí que ya estabas lista!
- L-Lu sientu Mami 3:
La madre suspiró y se acercó a Blue. La dio un beso en la mejilla.
- Prepárate, que es muy tarde. El general estará aquí en cinco minutos.
- A William-kun no le impurtará esperar. Es muy maju n3n
- Aún así no te aproveches de su paciencia, hija e_e Anda~ Levántate.
- Shí, Mamá -3-
La Reina de Caetoneko se fue y cerró la puerta. Entonces volví a tomar mi forma.
- Ufffff - suspiró Blue.
- Tranquila. Hoy estás ocupada. Volveré otro día.
- J-Ju.. v-vale~
Ya me estaba yendo cuando ella exclamó:
- ¡Tu ropa! ¡Que estás desnuduu! >O<
- AAHHHHHHHHHHHH
Me vestí y me despedí de ella con otro beso, muy largo y tierno. Me fui entonces por la ventana... ya echándola de menos.
Caminando por la ciudad principal del reino me quedé pensativo ¿Qué podría hacer para saber más sobre los Juegos? Entonces alguien vino desde atrás y me robó la capa que llevaba.
- EEHH!!! - grité indignado. Unos vándalos se estaban alejando de mí con mi capa. - ... .... Han cometido un grave error.
Usé la velocidad de las sombras y me interpuse en su camino. Cuando me materialicé invoqué hielo oscuro alrededor para que no pudieran escapar.
- ¡Maldición! - dijeron varios. En total eran cinco.
- Devolvedme mi capa... - dije invocando fuego oscuro en mis manos, - o sufriréis las consecuencias.
- AHHHH!!! ¡E-Es un demonio! - gritó uno.
- El que salvó este mundo de tantos ataques, gilipollas ¿Y así me lo agradecéis? ¿Robándome?
- L-L-.L-L.-L-Lo sentimos.... p-p-pensábamos que era un cualquiera.... y.... y...y...
Me giré al que sostenía mi capa.
- Devuélvemela.
Este se acercó a mí temblando aún más y me la entregó. Se alejó de mí y otro dijo.
- ¿P-Podemos irnos ya?
- Jijiji - me reí mientras me ponía la capa - Solo hay una única forma de romper este hielo de Amateratsu, y esa forma es derritiéndolo con fuego de Amateratsu... ¿Ninguno manejáis el Amateratsu, cierto?
Tres de ellos se atrevieron a sacudir la cabeza mientras los otros dos se quedaron paralizados del miedo.
- Bien. Pues dejadme que me encargue yo.
Reinvoqué las bolas de fuego y las disparé por todos lados. Derritieron en un santiamén el hielo, pero de paso hicieron un par de quemaduras a los vándalos como lección para que no volvieran a robar a nadie. 
Entonces desaparecí entre las sombras y me preparé. Había decidido cuál sería mi próximo viaje. Mi siguiente destino podría ayudarme a descubrir algo más sobre los Juegos, y no había mejor sitio que la Tierra, concretamente el Clan Nura.




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