miércoles, 30 de marzo de 2016

Akame

...
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....

- Mi Señora.
- Cuéntame, Conde.
- Se le ha olvidado crear el archivo de... la Phoenix Slayer.
- hahahaha... No se me ha olvidado, Conde. Lo tengo yo.
- .... N-No nos lo había dicho ni entregado, mi Señora. Y... ¿por qué la carpeta es roja?
- ¿A caso tengo que explicarme de las cosas que hago, Señor Conde?
- N-No... M-Mi Señora.
- ... La carpeta es rojo escarlata, señor Conde, porque su sangre es lo que me hará revivir.
- ¿S-Su sangre?
- Ten la carpeta, Jueza... Sí
- ¿Tan poderosa es el poder de la sangre de Fénix, mi Señora?
- Es poderosa, sí. Pero no tanto. No es por ello que es tan importante, sino... por ser hija de quien es.
- ...
- ...
- jiji... Me vengaré de ti, Yuuki Targaryen... Jjaja.. ajajajaja... HAHAHAHAHHAA... MUAHAHAHAHAAAHHAHAHAHAHAAHHAHAHAH

Nombre: Akame
Apellidos: Scarlet Targaryen
Raza: Semielfa, semi humana, Fénix, sacerdotisa.
Dimensión: Tierra (China-Japón)

Poderes/armas:  Yin Yang, Phoenix Slayer, Arco, Guesshoku (Katana del Dragón Rojo de Fuego), Scarlet
Crush: Nura

Salí del templo y me quedé esperando a los demás frente al río. 
Aquello empezaba a estar precioso... los cerezos en flor, los peces saltando en el agua, el aire... Creo que iba a echar de menos ese lugar llamado hogar.
Kumato se acercó y le acaricié... cuando de pronto escuché:
- ¡AKAME-CHAAAN!
Era su voz. Me giré y vi a Nura y a Kikyo, que acababan de llegar. Me puse en pie, cogí mi bolsa de cosas y mis armas, y me acerqué a ellos.
- ¡Ohayo, minna! - dije.
- ¿Todo bien? - preguntó Nura.
Asentí.
- ¿Estás lista? - añadió Kikyo.
- ¡Hai!
Tras eso Nura, Kikyo, Kumato y yo nos pusimos en marcha a Yamato, la capital del Imperio del Sol Naciente, o así es como la llamaban... para mí era la ciudad del ocaso. Pronto iban a empezar los Juegos... y, tras lo que me contó Nura cuando visitó al mismo emperador, cada vez me sentía menos segura... Solo esperaba sentirme preparada.






lunes, 28 de marzo de 2016

Dante

- El último de nuestro archivo... el cazademonios.
- Esta parte del proyecto es crucial para nuestro éxito... y este cargo debe recaer en las manos correctas.
- ... Mi Señora... ¿por qué me da este sello?
- Falta que pongas esa marca en el documento, querido Conde.
- ...
- Esa marca la debes de reconocer tú, Jueza.
- ... Sí, mi Señora. Era mi favorita... Es la marca mortal, la marca de la muerte segura.

Nombre:Dantis  Dante
Apellidos: Sparda
Raza: Semivampiro, semiángel. Cazademonios.
Dimensión: El Purgatorio

Poderes/armas:  Pistola Bloody Rose, Pistola Angel, Sangre carmesí.
Crush: ???

¿Qué es la vida y qué es la muerte? Me lo pregunto desde hace milenios y aún no obtengo respuesta.
Destino o azar, qué más da, la existencia se sumió en una guerra entre dimensiones. El caos y el horror invadieron el Purgatorio, más de lo que ya teníamos encima en nuestro interior y en nuestro mundo.
El Tommy Mel's cerró, el Balneario fue destruido por una bomba, el Love Hotel se quedó sin gente... un desastre. 
Muchos, culpables e inocentes, vienen a mí en búsqueda de ayuda. Yo sé quién se la merece y quién no, pero muchas veces he tenido que dejar a algún inocente a su suerte. A eso debo añadir esas noches cuando la Luna asoma entera y yo me transformo en bestia... a saber cuánta sangre he derramado. Soy tan culpable como ellos.
El Infierno nos ataca y nos odia. El Cielo nos abandona porque nos odia. Estamos solos y este mundo está condenado a la destrucción, a menos que yo pueda evitarlo.
Ahora como helado de fresas en un pequeño bar dejado de la mano de a saber qué Dios, pero es suficiente para mí, aunque cada vez que entro en él las malas gentes me miran de reojo con rabia y miedo a la ves.
Al día después a que un extraño guerrero hecho de oscuridad me entregase la dichosa carta de los Juegos de la Tierra, fui a aquel bar a tomarme otro helado. Aquel día fue un tanto diferente. Había una niña de no más de 10 años vestida de loli rosa a juego con su color de pelo. En cuanto me fijé en ella vi que una panda de veinteañeros le habían robado su conejito de peluche y se estaban riendo de ella.
- ¡Pero bueno! - exclamé.
Dejé mi apreciado helado a un lado y me levanté de mi sitio. Me dirigí a ellos con actitud desafiante.
- Vosotros. Qué estáis haciendo.
Los chavales me miraron al principio aterrorizados, más que la gente de todo el bar que nos miraba, pero pronto intentaron adoptar una expresión chulesca y dura. Lo intentaron.
La niña lloraba echando de menos a su peluche, que había sido pisoteado y maltratado por aquellos gamberros.
- ¿Quién eres? No te metas en esto - me dijo uno de ellos.
- Eso, eso - añadió uno gordinflón. - Ocúpate de tus propios asuntos.
- Eso mismo debería advertiros, grasiosillos - dije. - Iros a jugar con vuestras cosas y dejad a la niña en paz.
- ¿Y si no queremos, señorhéroe? - dijo el primero.
- (No soy un héroe, pedaso de...!) Entonces tendréis que haceros amigos de una vieja amiga mía.
- ???
- ANGEL.
Saqué mi pistola y comencé a dispararles mal aposta ya que no era mi intención matarles. Bailaron muy bien jeje, después de eso se fueron corriendo del bar. Guardé mi pistola de luz y pregunté a la niña:
- ¿Estás bien?
Me giré y vi que ya había recogido su conejito de peluche. Lo estaba intentando limpiar de la suciedad que tenía. Lo apretó contra su pecho y me miró con ojos llorosos.
- G-Gracias, señor...
- No me lo tienes que agradecer, señorita.
- ¡Oye, tú! - me empezaron a hablar. Vi que era el dueño del local - Bastantes líos tengo como para encima ver cómo destrozas mi bar y haces escándalo público. En serio, deberías irte antes de que algo peor ocurra aquí, cazademonios.
- ¿Cazademonios? - dijo la niña.
- Ungh... Está bien, lo entiendo. Pero deberías tener mas cuidado con lo que se cuece aquí. Esta niña ha estado sufriendo delante de sus narices.
- Y a mí eso qué más me da. Fue ella la que entró sin permiso y sin ser mayor de edad. Es lo que tiene romper las normas, y a la gente le gusta.
Muchos se rieron. La niña miró abajo tristemente. Paseé mi cara endurecida y pronto se les pasó a todos la tontería. Pegué un golpe en a barra y el tabernero dio un pequeño saltó, por no decir que chilló como una nenasa.
- Me voy porque quiero alejar a esta niña de este antro infectado por vosotros, pero la próxima ves quien tendrá consecuencias serás tú.
Caminé hacia la puerta ante las miradas de la gentuza y la abrí.
- Ven conmigo - le dije a la niña.
- ¡Uh! Sí >o<
Ella me siguió y salimos de allí. Una vez en la calle, me acerqué a mi moto.
- S-Señor... m-muchas gracias.... No sé cómo agradecérselo - decía ella con vergüenza.
- Tranquila, ya te lo dije antes. No hay nada que agradecer. Solo debes tener cuidado de no entrar en esos sitios ¿de acuerdo?
- De acuerdo >.<
Ella acarició su peluche.
- ¿Cómo se llama tu conejo?
- No tiene nombre, señor. Le quiero demasiado como para ponerle un nombre.
- Interezante. Eso está bien.
- ^/_/^ Eres la primera persona que lo entiende.
- Entiendo lo poco entendible jeje Por cierto, ¿cómo te llamas tú?
- ... Cuando vivía me llamaban Tomoka.
- ¿Tomoka? Qué nombre más bonito n.n Ahora vives aquí asique te sigues llamando Tomoka o el nombre que quieras.
- Este mundo... .... - bajó la cabeza - está putrefacto. Está muerto, estoy muerta, mi nombre también.
Aquella reacción me pareció poco normal en alguien como ella. Seguí la conversación.
- ¡Vaaamos! No digas esas cosas. Si te portas bien aquí, irás al Cielo. Además, antes de la guerra este sitio no estaba tan mal, ¡había piscinas!
- Soy una gafe. Por eso cuando vine aquí llegó la guerra y todo se destruyó... Siempre fue así.
- Tú no tienes nada que ver con eso, jovencita. La guerra es por esa mala gente peor que la calaña de ese bar.
- :S
- Pero si tan mal te sienta estar aquí... supongo que es porque estás sola en este mundo.
- Entre otras cosas sí...
Aquella niña me parecía demasiado inocente como para ser una posible pecadora merecedora de expiar sus pecados en el Purgatorio. Seguro escondía un pasado, un presente y un futuro ocultos e inimaginables. Esa debía ser su magia. Había tomado una decisión.
- Escucha. No quiero que estés sola; asique a partir de ahora serás mi acompañante.
- ¿A-Acompañante ka?
- Sí. Pronto me iré de viaje a unos Juegos en otra dimensión y necesito que alguien venga conmigo. Me gustaría que fueses tú.
- ¿O-Otra dimensión?! ¿Yo? ¿T-tú también estás solo en este mundo?
- Un poco solo jeje n.n Mis amigos están allá fuera. Bueno, ¿te apuntas?
Tomoka asintió. Nos subimos a la moto y conducí por las calles de la ciudad apocalíptica.
- Señor, ¿es verdad que eres el Cazademonios?
- Exacto, Tomoka-chan. Soy Dantis Dante Sparda. Me puedes llamar Dante.
Tomoka sonrió a pesar de tener miedo de que la moto se cayese o que perdiese a su apeluchado amigo.
Pronto iba a ser el comienzo y el fin de la historia, el destino diría si el final es caos, lus o sangre, quién ganará.




jueves, 17 de marzo de 2016

Ale

- Nuestros hermanos, los demonios del mal, murieron por esa dimensión. Será, además, fácil de controlar, ya que no saben de la existencia de las demás dimensiones, o al menos no muchas.
- ... Y erá divertido ver a esos semidioses vivir la tragedia que todo semidiós debe vivir.

Nombre:
 Alejandra
Apellidos: Nanami
Raza: Semidiosa hija de Poseidón lunática
Dimensión: La "Nada" (Luna)
Poderes/armas:  Agua, Arco del Dragón Gris de Agua, colgante colorio
Crush: Alonso

Le volví a echar un vistazo a la carta que me entregó aquel samurái. 
...
...
- ¿Ale?
Me giré.
- Hola Alejandro~
Mi hermano se acercó a mí. Por un momento pensé en cómo de fuerte se estaba haciendo. Ahora la armadura griega le quedaba exactamente ajustada y no le bailaba de lo flacucho que estaba antes.
- Tú también con eso.. - comentó al ver que sostenía la carta.
- Tengo un mal presentimiento...
- Yo también.
- Hay tantos mundos ahí afuera... Es más grande de lo que pensábamos, y nosotros no hemos visto nada.
- Es la oportunidad de verlos. Es lo que querías desde hace tiempo.
- Pensaba viajar y descubrir mundos, al igual que sellar los que están invadidos por el mal; pero no participar en unos Juegos que no conocemos... Allí seremos los extraños, los "extraterrestres" como dicen en la Tierra.
- Jajajaja! ¡Al menos no tenemos antenas!
- x____x Qué graziozo~
- x___x
- xDx
- ... ¿Criis recibió tu carta?
- Sí. 
- ¿Estás segura de mandarla como nuestra acompañante?
- Le gustará. Veremos a Akame y a Nura y le hará mucha ilusión volverlos a ver.
- Será un placer conocer a esos dos.
Sonreí a Alejandro. Ya le había contado sobre aquellos extraños que aparecieron en nuestra dimensión. También le hablé del gran poder que tenía Akame, el de un verdadero fénix, que junto al mío acabamos con todo un clan de demonios que les estaban atacando.
- Hay algo más que me reconcome... Amaia y Alonso - dije. - Amaia es en realidad mil veces más fuerte que yo, ya que es el Hada Blanca ¿Por qué soy la candidata número 1 y ella la 2?
- Tal vez lo de los números no vaya por nivel de fuerza, hermana~
- Puede ser... pero... ¡el Hada Blanca! ¡la diosa-hada que desencadenó toda la magia del universo! ¿Cómo iba a ser la número "2"? Aunque sea por importancia...
- Tal vez cuenten al revés o.o
- ...
- ... oc, no
- Y mira a Alonso. Aún sigue teniendo pesadillas por la batalla de hace años. El poder del Heredero de Hades sigue en él y parece como si tuviera alergia al polen y este estuviera dentro de él todo el rato.
- X_X Esa comparación es curiosa.
- ¿Pero sabes a lo que me refiero, no?
- Sí... Debe ser duro.Y ahora con lo de los Juegos...
- Se hace el fuerte ante nuestros ojos, pero le he visto mal, Alejandro. No quiero perderle...
- Ayer mismo fue él quién me dijo que no quería perderte a ti.
- ...
- También el pueblo está preocupado. Debemos hablar ante el Senado en esta misma sesión.
- Nos preparamos y marchamos.
Alejandro asintió y se fue cerrando la puerta de mi habitación. Dejé la carta en mi escritorio. Me cambié de ropa. 
Me puse la toga pensando en qué cosas podrían pasar en los Juegos... Una encerrona donde nos maten a todos de un golpe. Que nos fueran matando uno a uno conforme pasan los juegos... O tal vez que tuviéramos que luchar uno contra el otro en un combate a muerte.
... No. Ninguna de esas ideas me gustaba. Y es que me sentía impotente, ya que en nuestra dimensión se me consideraba una de las magas más poderosas, pero allí en la Tierra de los Juegos... no debía pasar del nivel 2.
Ya habían pasado 3 años desde que ganamos la guerra en la Luna y en la Tierra y conseguimos proclamar la República. La guerra fue devastadora, pero la batalla final fue sin duda la más fuerte de todas. No solo murió más gente de la que pensaba, sino que nos enfrentamos a todos los demonios del mal que querían acabar con la libertad: Jadra, John, Bella... Ecus, aquel demonio que resultó haber sentido algo por mí y en el último momento nos ayudó... incluso me salvó la vida. También murieron Julia, la exnovia de Romeo, y Marcos... mi mejor amigo junto a Carolina desde que entré al Internado Samaría... ese chico que me tenía loca todos esos años escolares hasta que llegó Alonso.
En esa batalla conocí a mi familia... mi padre, Poseidón, el dios griego del mar, y sus hermanos Zeus y Hades. Fue la primera y última vez que les vi, tal vez para siempre.
Mis amigos Carolina y Romeo por fin estaban juntos por ahí viajando entre distintos países de la Tierra y disfrutar de nada más que su amor. Qué envidia me daban, por mucho que Carol se quejase de que algún paparazzi la reconociese de vez en cuando, ella no sabía lo que era dirigir un satélite entero como es la Luna.
Lo que de verdad me alegra es ver a mi hermano y al Hada Blanca, Amaia, juntos. Ellos sí que son una verdadera pareja de enamorados... aunque a veces se me haga raro que Amaia sea la diosa de la magia.
En cuanto a Alonso y a mí... Nos va mejor de lo que esperaba. Es cierto que a veces Alonso se despertaba de pesadillas y a veces parece no haber superado lo de su magia como Heredero de Hades, pero en cuanto a pareja estamos bien. A pesar de todo sigue siendo muy cariñoso y atento conmigo... t-tal vez estemos a veces d-demasiado mimosos.
Abrí la puerta de mi habitación y fui a nuestro lugar de reunión. Cuando estaba a punto de llegar, alguien vino desde atrás y me tapó los ojos.
- ¿Quién soooy?~
Mis reflejos hablaron antes y tiré de los brazos de aquella persona hasta que pasó encima mío y le estampé contra el suelo. Vi que era Alonso.
- ¡AAUUU!
- ¡AAAHHH! ¡AY, ALONSO! ¡PERDÓN, PERDÓN!
Le ayudé a levantarse.
- Veo que no se te olvidan las artes marciales >O<''
- N-No... ¡D-De verdad que lo siento!
- Toonta >D<
Me abrazó y yo le achuché más fuerte. Estuvimos un buen rato así. A pesar de ser el Heredero de Hades, su cuerpo estaba todo calentito~ -//- >//<
- ¿Vamos? No quiero que llegues tarde.
- Sí -/U/-
Nos dimos un beso y entramos a la sala.
La reunión comenzó como una reunión cualquiera, hablando de pequeños problemas en la ciudad y en la periferia, y de algún que otro disturbio social, pero nada realmente relevante. Fue cuando comenzó la segunda parte de la sesión cuando Alejandro y yo hablamos de los Juegos. Efectivamente, los senadores y los tribunos de la plebe estaban preocupados por nosotros, quizá más que nosotros. Decidimos elegir a dos senadores para sustituirnos a Alejandro y a mí durante los días que estuviésemos fuera y a dos sustitutos. Depositamos nuestra confianza en el senador con más años, ya que había servido a mi madre cuando aún cuando la Luna era una Monarquía, y a un joven general que lideró a todos aquellos que lucharon en contra de los demonios del mal cuando estaban en la Luna.
- ¿Es cierto que irá con vosotros una humana mortal, es decir, una zero? - pregunto el más mayor.
La sala se llenó de murmullos.
- ¡Tranquiiilos! Es una amiga. Necesitaremos su apoyo. Es en realidad muy fuerte (y yandere). Además, es la única que sabe bien sobre dos personas que conocemos allí en esa dimensión.
- Bueno, si puede servir como puente entre los dos mundos, me parece bien que vaya.
- Pero tenéis que tener cuidado, cónsules - añadió el joven.
- Somos hijos de Poseidón - dijo Alejandro, - ¿Qué nos va a pasar?
- Y yo el Hada Blanca - añadió la senadora Amaia. - Me enfrentaré a lo que sea.
Me sorprendía cómo de rápido estaba creciendo en madurez, además de que su pelo, sus ojos y su cuerpo lucían más bonitos que nunca. Se supone que era unos "dos años" menor que yo (aunque realmente tuviese 34975093850938503), pero realmente comenzaba a parecer más mayor.
- Puede que yo esté en una situación complicada. Pero sé que puedo superarla. Al fin y al cabo, Hades también es un dios muy poderoso. Con sus poderes puedo hacer grandes cosas - añadió Alonso con un aire de confianza que, a pesar de haberla visto hacía tres años, seguía sorprendiéndome.
- Bien. Mucha suerte, cónsules y senadores. Desde aquí tenéis todo nuestro apoyo y os esperaremos - dijo el portavoz de la Plebe.
Se dio por finalizada la sesión. En cuanto salimos, Alonso se acercó a mí.
- Estás preciosa >/_/<
- .//. ! A-Al!
- Quería... decirte una cosa.. ¿podemos ir a los jardines?
- ¡Claro!
Fuimos entonces. Esos preciosos jardines de muchos colores y árboles con flores moradas, rosas, azules y blancas. Me fijé en un seto que estaba cambiado, tenía una preciosa forma de corazón.
- ¡A-Alonso! O//_//O
Nos quedamos quietos frente al seto y, con esos ojitos que tanto me gustan, me dijo:
- Alejandra... Sabes lo mucho por lo que hemos pasado todo este tiempo, pero desde que te conocí, me pareciste la persona más preciosa de este mundo, y poco a poco te fuiste convirtiendo en mi persona favorita de todos los universos juntos. Ahora puedo decirte con toda certeza de que te quiero... que te amo. - Alonso se puso de rodillas mientras sacaba algo de su bolsillo. Era una pequeña cajita que abrió, y en él había un precioso anillo de plata con florecitas. - Sé que somos jóvenes, sé que hemos pasado por muchas batallas y que tendremos que vivir muchas más, pero aún así, estoy dispuesto a estar contigo siempre, para convertir los días regulares en días mucho mejores, estar en lo malo pero sobre todo en lo bueno para disfrutarlo... por ello, Alejandra Nanami... ¿querrías casarte conmigo?
Mi corazón nunca latió con tanta emoción. Sentía cómo la felicidad llenaba todo mi cuerpo hasta el más recóndito rincón. Con una lágrima cayendo sobre mi rostro, le sonreí.
- Sí :') SÍ!  :'D ¡Quiero casarme contigo, Alonso!
Alonso sonrió feliz y me puso el anillo. Acto seguidos nos abrazamos y nos besamos.
- ¡Queeeeé boniito! >D<
- ¡A-Amaia! ¡Alejandro! ¡Queeeé!?
- Se lo hemos grabado a Romeo y a Carol aDa - dijo Alejandro.
- TE MATOOOOO X////////////////X
- AJAAAJAJAJAJAAAJ

Aquel momento fue el más feliz de mi vida. Sabía que algo malo iba a pasar, pero en ese momento... me olvidé de todo y lo disfruté.
Aún así... la amenaza seguía ahí. Y en cuanto me puse a pensarlo... supe que no estaba segura de si iba a poder seguir viva para la boda.





sábado, 12 de marzo de 2016

Nura

- Ese maldito youkai... Él y su novia me dejaron en ridículo...
- Tranquilízate, Juez. Nuestra venganza será terrible. Se arrepentirá de todo, te lo aseguro. Él no es más que un demonio terrestre.
- Entonces, mi Señora... ¿Le venceremos en los Juegos?
- Conde... Nurarihyon es astuto, será difícil de vencer... pero mientras siga sin atreverse a despertar todo su poder, acabaremos con él. Le demostraremos cuál es el verdadero Miedo.

Nombre: Nurarihyon
Apellidos: Nura
Raza: Youkai
Dimensión: Tierra
Poderes/armas:  Miedo, Nenekirimaru, Matoi, Festival de los Cien Demonios del Clan Nura, Supremo Comandante.
Crush: Akame

Aquella noche les dije a los más fuertes que me acompañasen. No podía traerme a todo el Clan Nura, ya que nuestra visita era demasiado peligrosa, y cuánto menos fuésemos, menos probabilidades tenían de vernos. El emperador de Japón vivía en un palacio enorme lleno de guardias y omnyoujis, había que tener precaución.
Kurotabo es muy útil para este tipo de insurreciones. Muy fácilmente se acercaba a los guardias sin que estos se asustasen y cuando dudaban ya les había tirado al suelo. Así pues, conseguimos infiltrarnos en el castillo y llegar a la habitación del emperador. Para nuestra sorpresa... no estaba durmiendo como pensábamos que iba a hacer como cualquier mortal. Estaba sentado en la cama... siendo protegido por dos samuráis oscuros y fantasmales.
- ¿Qué narices es esto? - preguntó Aotabo, confundido al igual que todos.
Saqué a Nenekirimaru y amenacé.
- ¿Emperador?
- Aergh...
Logré ver su tétrica expresión gracias a la poca Luna que había. Tenía la cara toda arrugada y con el pelo despeinado. Aquella expresión endemoniada y psicópata me recordaba a alguien.
- ¡Señor! - le grité.
Los samuráis chocaron katanas formando una X para protegerle.
- Tú... Tú eres Nurarihyon - dijo sonriente el emperador.
- Veo que te han hablado de mí.
- Oh sí... El Señor del Pandemonio... El único en este mundo capaz de tutearme... hahaha Además de mi peor enemigo junto el emperador de China.
- No he venido a hablar de eso, señor. Quiero una explicación. 
- ¿Explicación?
- ¿Qué significan todas esas cartas que has enviado?... ¿por qué ahora? ¿por qué nosotros? ¡¿Y por qué narices siendo el emperador de los mortales pareces más bien un demonio?!
- Ah, ah, ah~ Solo responderé a una única pregunta, Nurarihyon ¿Cuál de todas ellas quieres la respuesta?
Ese tipo era muy raro. Estaba lleno de dudas y no podía conformarme con solo una respuesta.
- Confiando en lo que dicen esas cartas, que los Juegos están fuera de peligro, querría saber porqué pareces un demonio, con estos samuráis protegiéndote...
El emperador rió.
- Debo confesarte... que después de todos estos años de estrés no he podido aguantar más. Desde la muerte del último emperador, mi padre, no he logrado tener paz. Asique... le vendí mi alma a un demonio.
- !!! ¡¿Nani?!
- Hay que acabar con él, Supremo Comandante - dijo Gyuki. - Puede que los Juegos sean una trampa y quiera verle muerto. Todos los demonios que poseen humanos pretenden hacerlo.
- Además puede tener algo que ver con Hagoromo Gitsune - añadió Kubinashi.
- ... No puedes estar en este mundo - dije al emperador. - Lo siento por ti, humano. Pero si no puedes con el Imperio, no permitiré que te sustituya un demonio.
Corrí hacia él dispuesto a usar el Miedo, cuando alguien me frenó entre las sombras. Contemplé una oscura guadaña chocando con Nenekirimaru.
- Yo haré otra pregunta - dijo Rei. - ¿Por qué nosotros en los Juegos?
- ¡Rei-kun!
- HAHAHAHAHAHAHA ¡PORQUE SOIS LOS MÁS INTERESANTES! ¡AQUELLOS QUE DEBEN SER EXTERMINADOS O INCLUIDOS EN EL NUEVO MUNDO!
- !!!
- !!! ¡¿A qué coño te refieres con eso?! - preguntó Rei.
Corrí hacia el emperador a tanta velocidad que los samuráis no pudieron frenarme. Cogí del cuello al emperador.
- QUÉ PIENSAS HACER. DILO. A QUIEN PRETENDES INCLUIR EN DONDE Y A QUIÉN MATAR.
- HAHAHAHA UNA PREGUNTA, SOLO UNA PREGUNTA VALE, HAHAHAHAHHA EL DEMONIO SE APODERA DE MÍ, AAAH HAHAAHAHAHAHAHA ESTÁ ENFADADO, ESTÁ ENFADADO HAHAHHAHA
Me quedé a cuadros sin saber qué hacer con ese ser. 
- Acabaré contigo - sentencié.
Los samuráis se movieron dispuestos a cortarme con sus katanas, pero aparecí junto con mi Clan usando el Miedo.
- No sé qué ha pasado, pero va a ir a esos Juegos quien yo te diga.
- No tenéis otra opción - dijo el emperador casi sin fuerzas. - Iréis. Es lo que tienen esas cartas... el no poder evitar ir a la cita señalada.
El emperador se desplomó.
- ...
- ¡Ahora, Clan! - dije.
Dispuestos a ir a por el emperador y sus samuráis, Rei dijo con un tono grave:
- Es inútil.
- ???
Los samuráis se transformaron en dos vórtices oscuros.
- AAAHH, QUÉ ES ESTO.
- ¡FUERA DE AQUÍ! - escuchamos - ¡O SUFRIRÉIS LAS CONSECUENCIAS!
Los vórtices se transformaron dos bombas que destruyeron la habitación y nos echaron afuera.
Caímos todos a la ciudad y justo nos vieron los guardias.
- ¡YOUKAIS! 
- ¡KSÓ! ¡
Comenzaron a dispararnos y nos defendimos. Declaré la retirada y nos fuimos corriendo de allí metiéndonos en el bosque más cercano. Allí también tuvimos que luchar contra montones de youkais del bosque.Cuando conseguimos un rato de paz, miré a Rei.
- ¿Qué haces aquí? 
Rei me miró.
- Hey, Nura-kun. Siento haber aparecido así de la nada. Al igual que tú, no sé qué narices es esto de los Juegos.
- ¿Irás tú también?!
- Me presento por el Infierno, sí. Y Blue-chan también, por Caetoneko. En cuanto lo supe vine aquí, de hecho vengo de la Fortaleza del Invierno.
- Ksó... - envainé a Nenekirimaru. - Me alegro de verte, Rei-kun. Pero esto ha sido...
- ES... muy malo. Sin embargo, el emperador tenía razón. Tenemos que ir.
- No entiendo porqué.
- Es una magia rara y casi desaparecida. Esas cartas nos obligan a hacerlas caso. Vale para todo tipo de raza. Gomene, Nura-kun. Pero solo nos queda luchar.
- Como siempre. Qué remedio... Ksó.
Gyuki se acercó a nosotros. 
- Ya que hemos acabado la misión de hoy, le podemos dejar a solas con su amigo, Supremo Comandante.
- Sí, claro. Podéis iros, yo iré en cuanto pueda... aunque tal vez, me quede fuera esta noche.
- ¿Y eso? - preguntó Rei.
- Eeee...
- ¿Otra vez? - preguntó Kubinashi.
- ¿Otra vez? o.o - repitió Rei.
- ... .... .... Podéis iros.
Dejaron de hacerme preguntas y se fueron dirección a Ukiyo-e. Rei me siguió mirando como buscando la respuesta en mi rostro.
- Hay algo... Mmmmm ¡Oh! ¡Vas a ver a Akame-chan! ¿A que sí? ¬U¬ 
- Merece saber lo que hemos descubierto.
- Yaaaa ¬U¬ ... Y no será por otra coosa~ 
- Etto... ¿Are? <.<''
- Parece que hay tema ¬D¬ ..... Sabía que los besitos en tu barco volador iban a ser mucho más...
- Baaaaaaaaaaaaaka e//_//ê - miré a otro lado - Tal vez sí...
- ¡Enhorabuena, Nurarihyon-kun! -D-
- Arigato, supongo. Pero no estaré tranquilo si volvemos a estar en riesgo de que nos maten.
- Te entiendo. Yo estoy así con Blue-chan todo el tiempo.
- Ungh...
Posó su mano sobre mi hombro.
- Ánimo. Te dejaré a solas con ella. Supongo que la próxima vez que nos veamos será en los Juegos.
- ¿Sí? Oh... Bueno. De acuerdo, Rei-kun. Mucha suerte.
- Igualmente, ¡nos veremos!
- Hasta pronto.
Rei desapareció entre las sombras, como siempre. Al segundo, comencé a correr hacia el Templo del Dragón Rojo.
Eran las últimas horas de la noche cuando llegué. Entré por su ventana y la vi a ella... a mi cebolla♥
- Meeeeeow e//3//e
- ! Ohayo, Kumato-chin - le saludé. Me senté al lado de Akame y acaricié al gatomate - ¿Lo habéis pasado bien?
- Myaaa -D- myamya D8
- ¡Me alegro que fuese un día tranquilo! pero... ¿es cierto que me echó de menos...?
Kumato asintió y se acurrucó. Entonces volví a mirarla y vi que estaba abriendo los ojitos.
- Ungh... 
- !! Duerme, baka...
Akame me miró.
- ¡N-Nura-kun! ¿Q-qué haces aquí?
- Como siempre~ Verte.
Ella sonrió, a lo que yo no pude evitar hacer lo mismo. Kawaii da~
- Te quiero - dijo ella.
- ¡Glups! o///o Yo a ti >//U//<
Ella me hizo un hueco en la cama, por lo que me quité el yukata, me tumbé con ella y nos arropamos. La abracé y la di un beso en la cabeza.
- Duerme, Ohime-sama♥