- Nuestros hermanos, los demonios del mal, murieron por esa dimensión. Será, además, fácil de controlar, ya que no saben de la existencia de las demás dimensiones, o al menos no muchas.
- ... Y erá divertido ver a esos semidioses vivir la tragedia que todo semidiós debe vivir.
Apellidos: Nanami
Raza: Semidiosa hija de Poseidón lunática
Dimensión: La "Nada" (Luna)
Poderes/armas: Agua, Arco del Dragón Gris de Agua, colgante colorio
Crush: Alonso
Raza: Semidiosa hija de Poseidón lunática
Dimensión: La "Nada" (Luna)
Poderes/armas: Agua, Arco del Dragón Gris de Agua, colgante colorio
Crush: Alonso
Le volví a echar un vistazo a la carta que me entregó aquel samurái.
...
...
- ¿Ale?
Me giré.
- Hola Alejandro~
Mi hermano se acercó a mí. Por un momento pensé en cómo de fuerte se estaba haciendo. Ahora la armadura griega le quedaba exactamente ajustada y no le bailaba de lo flacucho que estaba antes.
- Tú también con eso.. - comentó al ver que sostenía la carta.
- Tengo un mal presentimiento...
- Yo también.
- Hay tantos mundos ahí afuera... Es más grande de lo que pensábamos, y nosotros no hemos visto nada.
- Es la oportunidad de verlos. Es lo que querías desde hace tiempo.
- Pensaba viajar y descubrir mundos, al igual que sellar los que están invadidos por el mal; pero no participar en unos Juegos que no conocemos... Allí seremos los extraños, los "extraterrestres" como dicen en la Tierra.
- Jajajaja! ¡Al menos no tenemos antenas!
- x____x Qué graziozo~
- x___x
- xDx
- ... ¿Criis recibió tu carta?
- Sí.
- ¿Estás segura de mandarla como nuestra acompañante?
- Le gustará. Veremos a Akame y a Nura y le hará mucha ilusión volverlos a ver.
- Será un placer conocer a esos dos.
Sonreí a Alejandro. Ya le había contado sobre aquellos extraños que aparecieron en nuestra dimensión. También le hablé del gran poder que tenía Akame, el de un verdadero fénix, que junto al mío acabamos con todo un clan de demonios que les estaban atacando.
- Hay algo más que me reconcome... Amaia y Alonso - dije. - Amaia es en realidad mil veces más fuerte que yo, ya que es el Hada Blanca ¿Por qué soy la candidata número 1 y ella la 2?
- Tal vez lo de los números no vaya por nivel de fuerza, hermana~
- Puede ser... pero... ¡el Hada Blanca! ¡la diosa-hada que desencadenó toda la magia del universo! ¿Cómo iba a ser la número "2"? Aunque sea por importancia...
- Tal vez cuenten al revés o.o
- ...
- ... oc, no
- Y mira a Alonso. Aún sigue teniendo pesadillas por la batalla de hace años. El poder del Heredero de Hades sigue en él y parece como si tuviera alergia al polen y este estuviera dentro de él todo el rato.
- X_X Esa comparación es curiosa.
- ¿Pero sabes a lo que me refiero, no?
- Sí... Debe ser duro.Y ahora con lo de los Juegos...
- Se hace el fuerte ante nuestros ojos, pero le he visto mal, Alejandro. No quiero perderle...
- Ayer mismo fue él quién me dijo que no quería perderte a ti.
- ...
- También el pueblo está preocupado. Debemos hablar ante el Senado en esta misma sesión.
- Nos preparamos y marchamos.
Alejandro asintió y se fue cerrando la puerta de mi habitación. Dejé la carta en mi escritorio. Me cambié de ropa.
Me puse la toga pensando en qué cosas podrían pasar en los Juegos... Una encerrona donde nos maten a todos de un golpe. Que nos fueran matando uno a uno conforme pasan los juegos... O tal vez que tuviéramos que luchar uno contra el otro en un combate a muerte.
... No. Ninguna de esas ideas me gustaba. Y es que me sentía impotente, ya que en nuestra dimensión se me consideraba una de las magas más poderosas, pero allí en la Tierra de los Juegos... no debía pasar del nivel 2.
Ya habían pasado 3 años desde que ganamos la guerra en la Luna y en la Tierra y conseguimos proclamar la República. La guerra fue devastadora, pero la batalla final fue sin duda la más fuerte de todas. No solo murió más gente de la que pensaba, sino que nos enfrentamos a todos los demonios del mal que querían acabar con la libertad: Jadra, John, Bella... Ecus, aquel demonio que resultó haber sentido algo por mí y en el último momento nos ayudó... incluso me salvó la vida. También murieron Julia, la exnovia de Romeo, y Marcos... mi mejor amigo junto a Carolina desde que entré al Internado Samaría... ese chico que me tenía loca todos esos años escolares hasta que llegó Alonso.
En esa batalla conocí a mi familia... mi padre, Poseidón, el dios griego del mar, y sus hermanos Zeus y Hades. Fue la primera y última vez que les vi, tal vez para siempre.
Mis amigos Carolina y Romeo por fin estaban juntos por ahí viajando entre distintos países de la Tierra y disfrutar de nada más que su amor. Qué envidia me daban, por mucho que Carol se quejase de que algún paparazzi la reconociese de vez en cuando, ella no sabía lo que era dirigir un satélite entero como es la Luna.
Lo que de verdad me alegra es ver a mi hermano y al Hada Blanca, Amaia, juntos. Ellos sí que son una verdadera pareja de enamorados... aunque a veces se me haga raro que Amaia sea la diosa de la magia.
En cuanto a Alonso y a mí... Nos va mejor de lo que esperaba. Es cierto que a veces Alonso se despertaba de pesadillas y a veces parece no haber superado lo de su magia como Heredero de Hades, pero en cuanto a pareja estamos bien. A pesar de todo sigue siendo muy cariñoso y atento conmigo... t-tal vez estemos a veces d-demasiado mimosos.
Abrí la puerta de mi habitación y fui a nuestro lugar de reunión. Cuando estaba a punto de llegar, alguien vino desde atrás y me tapó los ojos.
- ¿Quién soooy?~
Mis reflejos hablaron antes y tiré de los brazos de aquella persona hasta que pasó encima mío y le estampé contra el suelo. Vi que era Alonso.
- ¡AAUUU!
- ¡AAAHHH! ¡AY, ALONSO! ¡PERDÓN, PERDÓN!
Le ayudé a levantarse.
- Veo que no se te olvidan las artes marciales >O<''
- N-No... ¡D-De verdad que lo siento!
- Toonta >D<
Me abrazó y yo le achuché más fuerte. Estuvimos un buen rato así. A pesar de ser el Heredero de Hades, su cuerpo estaba todo calentito~ -//- >//<
- ¿Vamos? No quiero que llegues tarde.
- Sí -/U/-
Nos dimos un beso y entramos a la sala.
La reunión comenzó como una reunión cualquiera, hablando de pequeños problemas en la ciudad y en la periferia, y de algún que otro disturbio social, pero nada realmente relevante. Fue cuando comenzó la segunda parte de la sesión cuando Alejandro y yo hablamos de los Juegos. Efectivamente, los senadores y los tribunos de la plebe estaban preocupados por nosotros, quizá más que nosotros. Decidimos elegir a dos senadores para sustituirnos a Alejandro y a mí durante los días que estuviésemos fuera y a dos sustitutos. Depositamos nuestra confianza en el senador con más años, ya que había servido a mi madre cuando aún cuando la Luna era una Monarquía, y a un joven general que lideró a todos aquellos que lucharon en contra de los demonios del mal cuando estaban en la Luna.
- ¿Es cierto que irá con vosotros una humana mortal, es decir, una zero? - pregunto el más mayor.
La sala se llenó de murmullos.
- ¡Tranquiiilos! Es una amiga. Necesitaremos su apoyo. Es en realidad muy fuerte (y yandere). Además, es la única que sabe bien sobre dos personas que conocemos allí en esa dimensión.
- Bueno, si puede servir como puente entre los dos mundos, me parece bien que vaya.
- Pero tenéis que tener cuidado, cónsules - añadió el joven.
- Somos hijos de Poseidón - dijo Alejandro, - ¿Qué nos va a pasar?
- Y yo el Hada Blanca - añadió la senadora Amaia. - Me enfrentaré a lo que sea.
Me sorprendía cómo de rápido estaba creciendo en madurez, además de que su pelo, sus ojos y su cuerpo lucían más bonitos que nunca. Se supone que era unos "dos años" menor que yo (aunque realmente tuviese 34975093850938503), pero realmente comenzaba a parecer más mayor.
- Puede que yo esté en una situación complicada. Pero sé que puedo superarla. Al fin y al cabo, Hades también es un dios muy poderoso. Con sus poderes puedo hacer grandes cosas - añadió Alonso con un aire de confianza que, a pesar de haberla visto hacía tres años, seguía sorprendiéndome.
- Bien. Mucha suerte, cónsules y senadores. Desde aquí tenéis todo nuestro apoyo y os esperaremos - dijo el portavoz de la Plebe.
Se dio por finalizada la sesión. En cuanto salimos, Alonso se acercó a mí.
- Estás preciosa >/_/<
- .//. ! A-Al!
- Quería... decirte una cosa.. ¿podemos ir a los jardines?
- ¡Claro!
Fuimos entonces. Esos preciosos jardines de muchos colores y árboles con flores moradas, rosas, azules y blancas. Me fijé en un seto que estaba cambiado, tenía una preciosa forma de corazón.
- ¡A-Alonso! O//_//O
Nos quedamos quietos frente al seto y, con esos ojitos que tanto me gustan, me dijo:
- Alejandra... Sabes lo mucho por lo que hemos pasado todo este tiempo, pero desde que te conocí, me pareciste la persona más preciosa de este mundo, y poco a poco te fuiste convirtiendo en mi persona favorita de todos los universos juntos. Ahora puedo decirte con toda certeza de que te quiero... que te amo. - Alonso se puso de rodillas mientras sacaba algo de su bolsillo. Era una pequeña cajita que abrió, y en él había un precioso anillo de plata con florecitas. - Sé que somos jóvenes, sé que hemos pasado por muchas batallas y que tendremos que vivir muchas más, pero aún así, estoy dispuesto a estar contigo siempre, para convertir los días regulares en días mucho mejores, estar en lo malo pero sobre todo en lo bueno para disfrutarlo... por ello, Alejandra Nanami... ¿querrías casarte conmigo?
Mi corazón nunca latió con tanta emoción. Sentía cómo la felicidad llenaba todo mi cuerpo hasta el más recóndito rincón. Con una lágrima cayendo sobre mi rostro, le sonreí.
- Sí :') SÍ! :'D ¡Quiero casarme contigo, Alonso!
Alonso sonrió feliz y me puso el anillo. Acto seguidos nos abrazamos y nos besamos.
- ¡Queeeeé boniito! >D<
- ¡A-Amaia! ¡Alejandro! ¡Queeeé!?
- Se lo hemos grabado a Romeo y a Carol aDa - dijo Alejandro.
- TE MATOOOOO X////////////////X
- AJAAAJAJAJAJAAAJ
Aquel momento fue el más feliz de mi vida. Sabía que algo malo iba a pasar, pero en ese momento... me olvidé de todo y lo disfruté.
Aún así... la amenaza seguía ahí. Y en cuanto me puse a pensarlo... supe que no estaba segura de si iba a poder seguir viva para la boda.
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