jueves, 23 de julio de 2015

La fiesta de Baco

Cuando Afrodita y Ares vinieron por fin a buscarnos a la llamada "Colina de Alá", nos fuimos al Templo de
Afrodita. Cuando llegamos, observamos que no había un solo signo del zodiaco a diferencia de antes y a continuación nos dirigimos a la parte de las habitaciones. Afrodita abrió la mía, donde desperté, y vi que las sábanas estaban cambiadas y se respiraba un olor a canela muy agradable. Sobre la cama estaba mi chihaya perfectamente lavada y doblada además de que los montones de rotos que tenía habían sido cosidos.
Nura comenzó a toser, supuse que por el olor.
- Cof-cof, ¿qué es ese olor?
- Canela celestial... ungh~ Marte mío♥, llévatelo a la otra habitación. Mi hijo Cupido también le ha preparado su ropa, pero no ha echado nada antiyoukai.
Ares/Marte agarró a Nura del brazo.
- ¡Vamos, blandurrio! ¡Esta noche hay fiesta! - bajó la voz y, sin que Afrodita/Venus se diese cuenta añadió, - Dudo que haya una chica-demonio para ti, ¡pero te gustará igualmente!
- Etto... - Nura agachó la cabeza.
- Ungh... - intervine. Se me ocurrió preguntar - ¿A caso en este lugar hay "noche"?
Ares/Marte se llevó a Nura sin atender a mi pregunta y la diosa del amor y yo nos quedamos a solas, por lo que ella respondió:
- Cuando los dioses del día y la noche se ponen de acuerdo sí ¡Como hoy! ^D^
Asentí para demostrar que lo entendí. Me acerqué a la cama para ver mi chihaya. Tenía ganas de volvérmela a poner. Afrodita esbozó su misma sonrisa de siempre y dijo:
- Ummm~ eee... ooye~ te dejo aquí~, que voy a ver cómo están los chicos.
Afrodita/Venus se fue. Y me quedé sola con mis pensamientos mientras me cambiaba de ropa. Veamos... estaba... en el mismísimo Cielo. He comprobado que TODOS los dioses de todas las culturas existen, y que además... organizan fiestas nocturnas cuando quieren. Desde luego aquello era el opuesto del oscuro y tenebroso Infierno del cual habíamos conseguido salir por poco...
Había pasado como media hora pensando esas cosas sola en aquella habitación, asique acabé murmurándome a mí misma.
- Del Tártaro al Cielo ¿Cuánto tiempo estaré con el trauma?
- No pienses en eso, Akamecita~ Más bien pregúntate... ¿por cuánto tiempo más estaréis así el Señor del Pandemonio y tú...? - dijo una voz de niño que procedía de la puerta de entrada.
Me volví mientras me colocaba una de las cintas de mi pelo, pero solo vi una sombra... la sombra de un niño con alas y una sonrisa roja.
- ¡CUPIDITO! ¡AQUÍ NO! - gritó la voz de Venus desde atrás.
"Cupidito" se marchó. Afrodita/Venus dijo:
- Discúlpale, es que... cuando hay una historia de amor compleja como la vuestra no puede evitarlo ~.
- ¿Qué? ¿Quién? ¿Cómo que historia de amor comple...?
Afrodita echó otra de sus risitas.
- Creo que juntos haríais una pareja maravillosa~♥
Miré para otro lado.
- ¿Quéééee? ¿Otra vez con esa tontería? ~///////~''
- Queriida~ llevas pasándolo mal desde hace demasiado tiempo y tú lo que necesitas es amor~♥ ¡Habéis recorrido el Infierno juntos! Que hayáis salido vivos de allí solo hace que vuestra relación sea más cercana y...
- DUUUUUUUÙH!!!... Mire, gracias por su hospitalidad, Señora Diosa, pero no he venido aquí a hablar de mis problemas amorosos ¡Yo lo que quiero es volver a casa! ¡Luego ya pensaré en mis sentimientos hacia Nura-kun!
Me arrepentí de decir eso nada más acabar la frase.
- Oh~♥ asique reconoces que sí hay sentimientos  hacia él...♥
- ... Déjeme, por favor.
- Te dejo, te dejo ¡Si el experto en confesiones amorosas es Eros/Cupido, no yo!
Se acercó a mí y me arregló el flequillo:
- Yo solo quiero que estés guapa y que lo pases bien♥ con mucho amor♥
- Ungh... e^é
- Anda, ven conmigo ^_^ Ares y Nurarihyon deben estar esperándonos en la entrada para ir a la casa de Dionisio.
Giró y se fue. No tuve más remedio que seguirla. Cuando llegamos junto a los chicos, Ares/Marte me ofreció la katana que tenía en sus manos: mi Guesshoku.
- No la necesitarás , Phoenix Slayer. Pero aquí la tienes para que te la puedas llevar contigo a la Tierra después de la fiesta de mi hermano.
La cogí y me la colgué de la cintura. Dirigí una mirada a Nura, que estaba viéndose su reflejo con el filo de su Nenekirimaru. Parecía que le pasaba algo.
- Vamos~ - dijo Afrodita con ilusión.
Cuando salimos ya era de noche. Los valles y colinas del Cielo estaban iluminadas por antorchas para que todos los dioses pudieran localizar el sitio al que querían ir (aunque supuse que para la mayoría era algo innecesario). Todos se dirigían a una pequeña colina en cuya cima había un palacio griego enorme.
No tardamos en llegar a aquel lugar a pesar de la cantidad de dioses que nos saludaban por el camino, sin embargo, no vimos a Abbadon hasta traspasar la puerta del palacio griego. Tenía una copa con un líquido rosa y una aceituna flotando.
- ¡Bienvenidos, nakamas! ¡Hola Afrodita y Ares!
- ¡¿Qué hay, Abbadon?! ¡¿Listo para otra pelea?! - dijo Ares levantando el puño mientras Afrodita le acariciaba el pecho.
- B-Bien... pero... no soy muy de pelearme en las fiestas, amigo.
- ¡Bah~! Angelitos pacifistas...
Afrodita le dijo algo al oído, Ares cambió a una extraña expresión y los dos se fueron juntos del lugar. Nunca supe a dónde.
Acto seguido, vimos acercarse a un joven dios griego vestido con una toga blanca y morada que tenía el pelo castaño alborotado y decorado con una corona de vides.
- Dionisio - dijo Abbadon, - Baco para los romanos.
- Ya nos conocemos arcángel, ¿verdad que sí, youkai y miko?
Nos quedamos en silencio.
- Siento retrasar vuestro viaje a la Tierra, pero Thor y Ra se morían de ganas por que hiciéramos una fiesta. Además, os lo pasaréis bien.
Asentí. Nura no dijo ni hizo nada. Parecía que le preocupaba algo.
Seguimos a Dionisio/Baco hasta el centro del edificio. Era una auténtica fiesta al aire libre con una enorme y alargada mesa de mármol en el centro con multitud de platos repletos de comida y bebida. Cuando algo se acababa, un duende o un hada venía y hacía aparecer más comida o bebida en el plato o vaso vacíos. Era increíble.
Nos sentamos a un lado cuando Dionisio/Baco salió a recibir más invitados. Abbadon se quedó con nosotros y se dedicó a señalar a los demás dioses y decirnos quiénes eran. Al otro lado del espacio, justo en frente de la mesa, estaba un dios con cabeza de águila, Ra, el dios egipcio del Sol, que a mi juicio estaba bebiendo demasiado.
En cierto momento, se acercó una pareja extraña. Su piel era como hecha de piedras de vivos colores. La mano derecha de la chica era extraña: se iluminaba y tenía un ojo en la palma.
- ¡Hooooooola terrícolas! jiji - dijo el chico.
- ¡No son terrícolas, tonto~! ¡Son terrestres!
- ¡Da igual! Al menos nadie les a echado un mal de ojo ~~
- ¿Vosotros sois...? - interrumpió Nura.
- Jaja~ - rió el chico, - pues yo soy el Karma~ me gusta devolver a la gente lo que se merece n3n
Nos quedamos en silencio limitándonos a mirarlos.
- Pues yo soy Fátima 8D - la chica levantó la mano orgullosa - bueno, la gente me conoce como "Mano de Fátima" jijiji~
Tuve el presentimiento de que conocer a esa pareja era una locura.
De repente entró un señor que olía a chamusquina y a grasa de máquina. No era muy agraciado de físico, por lo que no tardé en adivinar su identidad.
- Hefesto-san ¿no?
- Vulcano para los romanos, sí - afirmó Abbadon. - Está buscando a su esposa x_x
- ¿Su esposa no era...? - pregunté.
- La pu... digo...  el pivón de Afrodita/Venus... que está liada con Ares/Marte - respondió Abbadon.
- Pobre hombre... - comentó Nura.
- ¿QUIÉN HA DICHO EL NOMBRE DE MI ESPOSA?
- Ups...
Hefesto/Vulcano se acercó a nosotros.
- VOSOTROS DEBÉIS SABER DÓNDE ESTÁ AFRODITA.
- Etto... - Me toqueteé el pelo.
- Se fue con Ares hace un rato -3- - respondió Abbadon.
- ¡¿QUÉ?! ¿Y TÚ TAN TRANQUILO SENTADO TOMANDO ZUMO DE FRUTAS?
- La aceituna flotando es lo mejor -D-)/
De repente alguien se puso detrás del dios del fuego y la forja y lo levantó cogiéndolo de la cintura.
- ¡Sigues siendo un flacucho, señor de la fragua! JAJÁ
Lo lanzó por los aires. Aquel dios iba vestido de guerrero con una larga capa roja, llevaba un casco con alas y era rubio. Era robusto y musculoso y su mirada era dura y orgullosa a la vez. Portaba un extraño martillo.
- Ejem, nakamas, este es... Thor, dios nórdico del trueno.
- FIESTAAAAAAAAA 8D - gritó feliz levantando su martillo.
- ...
- ... Encantado - dijo Nura.
- ¿QUIERES UNA PELEA Y MOZAS?
- Eeee...
- ¿No será un doble de Ares-san? - susurré a Abbadon.
- Etto... no... De hecho pertenecen a mitologías diferentes... pero se llevan muy bien.
- ¡EEEH, TÚ! - gritó Ares desde el fondo.
- ¡QUÉ PASA! - le respondió Thor.
Se lanzaron uno contra el otro y se pusieron a pelearse... como los dos típicos matones de las aldeas cercanas al Templo del Dragón Rojo. Mientras, Hefesto seguía tirado en el suelo inconsciente y Ra... seguía bebiendo demasiado. Más tarde, un dios hindú llamado Shiva, se unió a la pelea de Ares y Thor... y lo dejaron todo hecho un desastre.
- Vaya dos e//___//é - dijo Dionisio. A juzgar por su tono de voz, había bebido más que Ra.
Nura miró a Afrodita/Venus, que estaba sentada un par de metros de nuestro sitio con un par de amigas diosas... Afrodita/Venus le sonrió... sentí que me explotaba algo por dentro y me fui del lugar.
Me acerqué a la mesa y vino un hada con un calpis de uva.
- Arigato gozaimasu~
Bebí y Nura vino por detrás.
- O-Oye... Akame-chan.
Me giré. No sé porqué sentía cierto nivel de enfado hacia él.
- ¿¿Sí??
- Verás... yo...
- ...?
Nura sacó algo de su manga, era un paquetito.
- A ver... yo... esto... me lo dio ella... me dijo que te lo regalase a ti... o sea... se supone que no debía decir eso... pero...
Cogí el paquetito intrigada por lo que era y lo abrí. Era... una pulsera con un dragón blanco y un pequeño amuleto colgando, un pequeño Yang. Nura me enseñó su brazo y vi que tenía el mismo, pero en negro.
- Me dijo... cosas... que yo... osea... no puedo decirlas ahora. Más bien... no quiero.
- !!!?!!
- Solo... quería regalarte esto... para que... no te cueles por otro agujero y tenga que ir yo a buscarte ¿vale?
Algún día... supongo... no sé... cuando todo esté más tranquilo... quiera decirte algo... o tal vez podamos pasar alguna tarde juntos... dijo Re-kun... dijo Rei-kun que hay una cosa llamada "cine" en el Purgatorio y puede estar chula... no sé... ¿te apetecería ir conmigo algún día? .//.
- .///. ¡c-c-c-claro~! s-sería genial~
- n/////n
- Etto... Domo arigato por la pulsera... P-Parecías preocupado y entendí mal...
- ¿Preocupado? Bueno... es que... las diosas del amor son muy pesadas, entiéndelo... y ese tal Eros... puf.
- ¿Viste a Eros/Cupido-san?
- ... ¡QUEEE.... eso es todo!
Me dio un abrazo .///.
-No te vuelvas a caer por  ningún agujero... y mucho menos sin mí ¿vale?
- H-hai.
Nos sonreímos. Abbadon vino volando hacia nosotros llamándonos.
- ¡Nura-kun! ¡Akame-chan! ¡La fiesta ha acabado! ¡Es hora de que volváis a casa!
Le miramos de tal forma... que parecía que no podíamos haber estado más ilusionados en nuestra vida.
Al igual que todos los dioses invitados, salimos de la casa de Dionisio mientras que por detrás el anfitrión dios del vino gritaba:
- Otra vez todo manchado DDD//8 bueno... ya en otro momento limpio -//D//-
Yahvé, Ra y Visnú, se jutaron con Abbadon. Al parecer, ellos tres iban a poder llevarnos a casa.
Nos dirigimos a un templo de civilización hebrea no muy lejos de la colina de la fiesta de Baco, era el Templo de la Luz. Una vez llegamos allí y contemplamos las antorchas iluminando el edificio; traspasamos el patio de este y entramos al santuario mayor.
- ¿Todo preparado, chicos? - preguntó Abbadon.
- Sí n_n - afirmó Visnú, - aunque espero que Ra no haya bebido mucho e3e

- ¡Estoy bien! - afirmó el dios egipcio. Era extraño ver a un águila hablar.
Así pues, los tres dioses se pusieron alrededor de una mesa de oro y se concentraron. En unos segundos, apareció un portal de luz blanca.
- Allí - dijo Abbadon - Allí esta vuestro hogar.
- *O*
- ♥____♥
- Debéis daros prisa. No estará abierto mucho tiempo.
- Gracias por todo, Abbadon-kun - dijo Nura.
- Esperemos verte pronto - añadí.
Abbadon sonrió dulcemente.
- ¡Me veréis, sí! ¡Estaremos todos por allí en poco tiempo!
- ¡Hasta pronto! - dijimos Nura y yo.
Nura me dio la mano y saltamos al portal. Todo a nuestro alrededor era blanco y con luces de muchos colores... en algún rincón había manchas negras. Pensé que era lo que podía verse si tomabas kilos de opio.
- ¡ESPERA! - gritó Abbadon desde atrás - ¡ALGO VA MAL!
Se oyó la voz de Ra... parecía... que estaba vomitando.
- ¡RA! ¡HAS BEBIDO DEMASIADO! ¡ESPERA! ¡MIS NAKAMAS NO PODRÁN...!
El portal comenzó a cerrarse y las manchas negras comenzaron a crecer.
- ¡¿Qué está pasando?! - dijo Nura.
- ¡N-No lo sé! - dije - p-pero... ¡NOS CAEMOS!
Todo se volvió oscuro.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
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"CHAMARTÍN LAS ROZAS Y PRÍNCIPE PÍO, VÍA 1"



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