Guerra contra Agua y Demonio contra Cazador

La batalla anterior, entre William y Némesis, había sido una de las más gores que había visto, y eso que se supone que eran simples Juegos.
Todos nos quedamos algo abrumados por lo ocurrido, excepto Hagoromo Gitsune, Lucifer y Sateriais, cómo no.
El emperador susurró al oído del presentador y este exclamó:
- ¡Daremos comienzo a la siguiente batalla, tal y como teníamos programado! Los que lucharán son...
¡ARES/MARTE del Cielo contra ALEJANDRO NANAMI de la Nada!
Al tiempo Alejandra cogió a su hermano del  hombro.
- Que no te hagan nada grave.
- No te preocupes, hermanita ^_^
Alejandro y el dios de la guerra bajaron a la arena. Las apuestas decían un resultado claro: iba a ganar por supuesto el dios de la guerra. Ninguno hubiéramos apostado por Alejandro. Un dios es un dios, y más si es de la batalla.
Ares movía su lanza con estilo, tratando  de intimidar a Alejandro. Este sacó su espada y se puso en guardia. La batalla comenzó.

Ares contempló la espada de Alejandro.
- ¿Esa es la aguja que tienes? JAJAH
- Yo que tú no la juzgaría, primo~
- JAJAH es verdad~ somos familia. Entonces haré que te sea leve.
Una luz roja apareció alrededor de la lanza y esta fue menguando hasta convertirse en una robusta espada espartana.
- Ven aquí, pequeñín. Te voy a machacar.
- Mi especialidad es la batalla griega, diosito (pambisito)~
Alejandro fue el primero en atacar. Chocaron espadas e hicieron fuerza.
- Grrrrrr~ - Alejandro hizo muecas de dolor y fue perdiendo terreno. Al parecer Ares tenía mucha más fuerza que él.
Lanzaron mandobles y estocadas mientras Ares reía disfrutando de la batalla. Dado que Alejandro no llevaba casco, Ares aprovechó para pegarle un corte en la mejilla izquierda. Tras unos cansados ataques, Alejandro se echó hacia atrás cansado.
- Jejeje~ ¿ya estás así, primo pequeño?
De pronto Alejandro alzó las manos, y con ellas, un montón de agua se manifestó detrás del estadio. Él estiró los brazos hacia el frente y el agua se lanzó contra Ares.
- ¿De dónde ha salido ese agua? - pregunté.
- De las fuentes de agua más cercanas: ríos, aguas subterráneas, cuencos... - dijo Alejandra con una sonrisa orgullosa.
Ares cayó de culo en el suelo. Estaba tan empapado de agua que necesitaba sacárselo del oído.
- No puedes vencer a la guerra, chico. Por muy hijo de Poseidón que seas.
- ¿Ah sí? ¡Eso ya lo veremos!
Alejandro lanzó otro chorro de agua, esta vez a más presión. Ares no lograba levantarse de su sitio. Me fijé en que las heridas de Alejandro, incluida la de la mejilla, habían sanado como si nunca hubiesen aparecido. Sin embargo, él seguía seco.
El emperador hizo un ademán de mano y el presentador mandó parar la batalla.
- ¡Y el ganador es.... ALEJANDRO NANAMI!
- ¡Siiií! - celebró Alejandro saludando al público.
- Maldito renacuajo... - dijo Ares.
Ares volvió a transformar su espada en lanza dispuesto a rematar a Alejandro.
- ¡CUIDADO! - grité.
Cuando pensé que era demasiado tarde, una flecha atravesó la armadura del dios. La flecha tenía agua... Vi a Alejandra sosteniendo su arco enfadada. Al parecer, había nacido una enemistad divina (?)
Vistos a los dos hijos del dios del mar en acción, era todo un error menospreciarlos. Su poder era inmenso y eran capaces de derrotar a un dios. Son peligrosos....

- Pasaremos a la siguiente batalla -anunció el presentador -
¡DANTE SPARDA del Purgatorio y LUCIFER del Infierno!

- Esta batalla va en contra de las leyes sagradas - dijo Kikyo.
- Pues prepárate para que esa leyes vayan a ser pasadas por el forro muchas veces durante estos días, Kikyo-chan~ - comentó Nura.
- Va a ser intensa - añadió Mulán.
Dante y Lucifer bajaron a la arena. Esperaba que Dante pudiese cazar a ese ser.
- Me alegro de tener el placer de luchar contigo por fin, Dante.
Dante sacó sus pistolas de debajo de su abrigo carmesí.
- Te mandaré de nuevo al hoyo del que perteneces.
Tras el BONG, dio comienzo la batalla y Dante disparó hacia Lucifer. El guardián de la Soberbia lograba esquivar las balas con una expresión de superioridad y orgullo que daba asco. Perdimos la noción del tiempo que ellos estuvieron así, pero tal fue su nivel de ~soberbia~ que Dante consiguió dar a Lucifer en el hombro.
- ARGHHH! ¡MALDITO!
De la espalda de Lucifer de desplegaron unas gigantescas alas, pero no eran blanquecinas llenas de plumas como las de Abbadon. Estaban rotas y chamuscadas... eran oscuras y terroríficas... las alas de un ángel caído desterrado por Dios.
A pesar del estado de las alas, Lucifer consiguió elevarse y descender rápidamente hacia Dante. En el momento en que conseguí volver a ver su figura nítida vi que Lucifer había invocado su espada y Dante había desenvainado la suya. La batalla volvió a consistir en una de espadas.
Dante y Lucifer atacaban y se defendían casi al mismo nivel de talento.
- Grrrrr ¡maldiito! - gritó Lucifer - ¿Cómo te atreves a seguir en pie delante de mí, el mejor ángel que haya existido!
- El orgullo te consume, chico~ - dijo Dante.
Entonces Dante volvió a sacar su pistola blanca, Angel y disparó en medio de la batalla entre espadas. Lucifer no se lo vio venir, por lo que la bala fue de lleno poco más abajo del hombro donde antes había dado y chorreaba sangre.
- ¿Los ángeles sangran? - pregunté.
- Él no es un ángel - dijo Nura. - En cuanto cometió pecado y cayó del Cielo, se transformó en un demonio. Y ahora se las ha topado con el Cazademonios.
Dante siguió disparando al cuerpo inmóvil de Lucifer. Aunque muchos disparos hubiesen dado varias partes vitales, Lucifer no iba a morir. Ya vivía en la muerte.
- ¡El ganador es... DANTE SPARDA!
Dante sonrió a su compañera de Purgatorio, aquella niña de rosa que estaba sentada junto con los demás invitados, pero no lo celebró mucho más. Volvió a su sitio.
- Daremos comienzo a la última batalla del día:
HAGOROMO GITSUNE del Infierno contra AMAIA, EL HADA BLANCA de la Nada!

CONTINUARÁ...