sábado, 14 de marzo de 2015

Rei Vs Hefesto y Hestia

Si llegan a estar Hermes, Poseidón y Dionisio nos hubiéramos desmayado. La gran cantidad de poder que desprendían esos seres era claramente divino.
- Sabía que vendrían... - dijo una voz femenina localizada en alguna parte de la cubierta. No la vi.
Un señor mayor de pelo y barba blancos se levantó del trono. Posó sus ojos azul cielo en nosotros y dijo.
- Así pues... que comience la batalla.
- Sin presentaciones ni nada - comentó Rei adelantando unos pasos hasta quedar en una posición más avanzada que el resto.
- No creo que debamos presentarnos a unos simples mortales como vosotros - añadió aquel hombre - Os mataremos antes de que pestañeéis.
- Eso habrá que verlo - Rei incocó el Amaterasu. - Que comience la batalla.
- Fumiga a esa gitsune de la sabiduría - me dijo Nura.
- Mete mucho miedo a la madre divina amargada - le respondí.
Nos lanzamos todos contra nuestros respectivos objetivos mientras que iban aparecieron varias criaturas tales como sátiros, centauros, cíclopes, arpías, una hidra y varios fantasmas. Los rebeldes decidieron ir a por estos y a partir de ahí... comenzó el gran caos.
Sin duda, recuerdo la batalla de Rei contra Hefesto y Hestia como una de las más emocionantes.
Como decía el portátil de Arquímedes, Hefesto era un tío bastante feo. El poco pelo que le quedaba lo tenía
moreno y rizado pero tan grasoso como su larga barba llena de greñas. Su piel era áspera y seca, como si hubiese estado metido en una fragua en toda su larga e inmortal vida. Sus fuertes manos estaban llenas de cayos, lo que quería decir que se dedicaba a la construcción, a la manipulación de metales, entre otras cosas del mismo ámbito. Para confirmar esto último, poseía en su mano derecha un martillo de herrero. Lo levantó.
- No puedes conmigo, Shadow Of Silver.
- JAJAJA! - los ojos rojos de Rei brillaban de emoción - ¡pero si eres un blandurrio!
Hefesto se lanzó contra Rei blandiendo su imponente martillo. Rei invocó su guadaña, Kamui (Vacío), y bloqueó el ataque de su oponente. Hefesto quedó agachado mirando a Rei con cara de furia.
- ¡Vaya, Hefesto! ¡Parece que te pesa el culo!
- ERES UN BICHO ESCURRIRIZO!!!!!!
Hefesto se volvió a lanzar contra él pero Rei al transportarse entre las sombras y se materializó a la espalda del dios para darle una patada. Hefesto volvió a caer al suelo. Se quedó un rato en silencio, pero no se convirtió en polvo.
- Habrá que darte el golpe definitivio - dijo Rei invocando llamas negras alrededor de Kamui.
- Yo modelo lo que no está modelado... - dijo Hefesto mientras se iba poco a poco levantando.
Rei iba a callarle cortándolo en dos cuando de pronto un látigo de fuego carmesí le dio en la cara y se enroscó en la guadaña arrebatándosela de las manos.
- ¡EEEHH! - se quejó Rei siguiendo al látigo moverse hasta pegarse a las manos de una chica adulta. Adulta pero joven. Llevaba un vestido rojo, una capa roja, sus ojos eran rojos como brasas de una fogata y era pelirroja. Nunca me imaginé cuál podría ser su color favorito.
- No vencerás al hogar de los dioses~ - dijo dulcemente aquella mujer mientras jugueteaba con uno de sus rulos.
Hefesto la miró:
- Hestia, no te metas en esto. Puedo perfectamente yo solo.
- ¡¡¡¡OOOHH, VAMOS!!!! ¿Tú eres Hestia-chan? - intervino Rei perplejo.
- ¿Hestia... chan? SOY HESTIA. DIOSA DEL FUEGO DEL HOGAR DE LOS DIOSES.
- Una zorra, vamos.
- COMO TE ATREVES A FALTAR EL RESPETO A TITA HESTIA?
- Hefesto, ¡NO ME LLAMES TITA!
- JAJAJA! Sois graciosos - Rei soltó un par de carcajadas más - Será un placer mandaros a... de donde sea que vengáis. Este no es vuestro hogar, es el de Blue-chan y su gente.
-Pues lo será  - afirmó Hestia. Esta ató su látigo de fuego a su muñeca izquierda y alzó los brazos. Dio una patada al suelo y apareció fuego por todas partes... el color azulado de la roca helada del castillo me pareció colorearse de cierto color rojizo - Mientras yo esté aquí ¡ESTE SERÁ EL NÚCLEO DE NUESTRO NUEVO IMPERIO!
- BRUJAAAAAAAAAA!!
Rei saltó hacia Hestia con los dos brazos llameando de Amaterasu pero Hefesto fue imprevisible y le dio con su martillo en la cabeza. El dios herrero invocó también sus llamas y chamuscó la sombra tanto como pudo. Rei salió para atrás.
- Ksóoooo...
- Pardillo JAJAAJA
- Me estáis enfadando en serio...
Hestia cogió la guadaña robada de Rei y la acarició.
- Este será mi primer premio de conquista de este mundo... jiji~ mmm..~♥
- Deja de tocar eso... - la voz de Rei sonaba más grave. Recuerdo que fue en ese momento cuando noté un aura oscura muy concentrada en el ambiente.
- Demonio sombra de segunda... - Hefesto se acercó a Rei. El pie del dios estaba a pocos centímetros de la cara de Rei.
- Malditos... Venís aquí a robarle el hogar a mi gatita, pretendéis someter al pueblo a la fuerza, copiáis las tácticas de fuego tan buenas que tenemos Akame-chan y yo, me robáis a Kamui... Es... imperdonable.
- El fuego siempre fue nuestro. Somos dioses al fin y al cabo - comentó Hestia.
- No os quiere ni los que antes creían en vosotros, los griegos de la Tierra. - se dirigió al dios de la forja y el fuego - No te quiere ni tu propia esposa, Hefesto.
La cara de Hefesto cambió. Se puso tan pálida como una de las esculturas de la Antigüedad levantadas en su honor.
- No tienes ni idea....
Rei sonrió maliciosamente.
- Tu mujer es la diosa del amor... y tiene un amante mucho más guapo que tú~ ¡nada más ni nada menos que el dios de la guerra! Me lo dijo Akame-chan.
- ¡ESA ARPÍA TE DICE MENTIRAS!
El cuerpo de Rei amontó fuego sombra a su alrededor.
- oo...~ Ni se te ocurra faltarle el respeto a mi primi.
Fue una de las veces que más usó Rei  la velocidad-sombra a tan gran escala. Se movía EXACTAMENTE como una sombra pura... Hefesto recibía patadas y puñetazos llenos de fuego negro sin parar. Hestia no podía hacer nada pues aquellos ataques apenas era visibles.
Cuando Hefesto acabó ido de sí, Rei se abalanzó sobre él y rodeó su cabeza con sus brazos. Heló la cara del dios con hielo oscuro... hielo infernal parecía ser. Hefesto se quedó atrapado en aquel hielo cuando se extendió por todo su cuerpo... tenía una terrible cara de dolor. Poco a poco la figura del dios se fue diluyendo en icor hasta volverse polvo divino. El hielo se deshizo cuando la 'purpurina' subió a los cielos como hicieron los dioses anteriores que perdieron ante nosotros.
- Uno menos - dijo Rei. Se levantó mientras veía ante sus ojos el hielo infernal derretirse. Levantó la cabeza y vio a su siguiente víctima: Hestia. Esta le amenazó con Kamui.
- ¡Maldito seas! - maldijo.
- Yo que tú devolvería eso lo antes posible.
- No destruirás el Hogar de los dioses.... NUNCA!
Hestia invocó el fuego. No era un fuego de forja como el de Hefesto, ni era un fuego de Fénix como el mío, ni era un fuego oscuro como el de Rei... era un fuego agradable pero a la vez muy poderoso, capaz de hacer daño a todo aquel que se metiese con los dioses del Olimpo. Rei entendió que Hestia protegía el hogar, SU hogar, y si la vencía... el hogar de los dioses en aquel sitio estaría más que perdido.
- Espero que Blue-chan me perdone por destruir un poco su castillo - Rei se quitó su cazadora y dejo el pecho al descubierto. A la derecha de su espalda, había un tatuaje hecho con sangre con el mismo símbolo que su colgante... estaba brillando. Rei se agachó y pegó con fuerza el suelo de mármol de la sala... había provocado un terremoto. A los pies de Hestia se creó una grieta y esta casi caía al vacío, pero corrió a su derecha lo suficiente como para sobrevivir. En un abrir y cerrar de ojos, Rei apareció ante Hestia gracias a su velocidad-sombra y la quitó su guadaña.
- Al fin eres mía - apuntó a la diosa con Vacío - Y tú has sido derrotada.
- No... NOOO!
Hestia se abalanzó sobre Rei y agarrando su cabeza le chamuscó con todo su fuego. Rei soltó maldiciones y se retiró hacia atrás.
- De acuerdo... tú lo has querido, bruja estúpida.
Soltó a Kamui y esta cayó al suelo. Rei volvió su mano izquierda a su espalda y tocó su tatuaje... de este empezó a salir sangre.
- ¡CUCHILLAS DE AMATERASU!
Extendió su mano empapada de sangre y varias cuchillas con forma de media luna roja salieron despedidas contra Hestia a una gran velocidad. Hestia lanzó fuego pero de nada sirvió... las cuchillas la pegaron montones de tajos por todo su cuerpo. Su vestido acabó lleno de cortes y de estos salía sangre dorada, el icor.
- No vencerás... NO VENCERÁÁÁS AL HOGARRR!!
Invocó más fuego alrededor suyo. Estaba dispuesta a lanzarle una bola de llamas al demonio sombra. Pero, tras reírse maliciosamente por su gran poder divino, no vio a su enemigo al frente como ella esperaba ver. Recibió una tajo de guadaña desde atrás y su cabeza... rodó por los suelos.
- Vencí al "Hogar" - dijo Rei dando vueltas a Kamui - Haz caso a su ~sobriniito~ Hefesto, y no te metas en su vida... Me pregunto cómo acabará este triángulo amoroso entre Hefesto, Afrodita y Ares...
El polvo divino de Hestia subió a los cielos. El Hogar de los dioses en Caetoneko había desaparecido.
Rei esperó que su compañero Dante espachurrase a ese Ares. Y en cuanto a Tsubaki y a Afrodita... le dio igual cuál de las dos quería que muriese.


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