No era la primera vez que veía a un tipo con rastas. En el Barco camino a Japón un tipo se hacía llamar "El Pescado" y todo su largo cabello castaño estaba repleto de rastas, pequeñas cuerdas y accesorios metálicos colgando. Sin embargo, El Pescado era un pescador fracasado, alguien considerado cobarde y que lo había perdido todo. Los motivos me son aún desconocidos pero, desde luego, ese tal Zero Fujiwara sí era alguien orgulloso y extremadamente poderoso, alguien completamente diferente al tipo del Barco.
- No te los llevarás. Son mis nakamas y van a regresar a casa - dijo Rei a Zero.
- Jaja... qué tan hermoso es el poder de la amistad, hermano; pero me temo que no puedo permitir que os vayáis así sin más.
- Eres el primero que no parece estar interesado en el poder del Fénix - comentó Nura.
- ¿El qué? ¿El Fénix? jaja... Ese pájaro chamuscado no me interesa en absoluto ¡Tengo mi poder!
Me pareció curioso eso de que efectivamente era el primer villano que no quería apropiarse de mis poderes, lo que significaba que era muy muy MUY poderoso.
- No digas estupideces, Nura-kun - reprimió Rei. - Él no controla ningún elemento que forme la materia de las dimensiones que conocemos y mucho menos le interesaría tenerlos...
- ¿Entonces qué clase de poder tiene? - pregunté.
- ¿Y eso es...? - dijo Nura.
- El elemento con el que está hecho el mundo divino y eterno, el elemento del verdadero poder... - añadió Cerberus - mas os recomiendo que os calléis antes de que nos mate.
- Jaja... Bien dicho, demonio del cerbero - apremió Zero. - Pues... ¿por dónde íbamos?
Zero invocó un humo oscuro, lo lanzó a pocos centímetros del portal y lo cubrió entero.
- ¡Ksó! Ahora no podemos salir de aquí - maldijo Cerberus.
- ¿QUÉ? - dije.
Rei hizo aparecer una llamada de fuego oscuro.
- Nos iremos al Cielo en cuanto acabe con él.
Rei se abalanzó contra Zero y le tiró llamas de Amateratsu, pero Zero las bloqueo todas con unas llamas aún más poderosas y demoníacas que las de Rei, cosa que antes me parecía imposible. El contacto con el éter oscuro hizo que nuestro nakama saliese despedido hacia atrás.
- Me temo que ni aun con vuestra muerte iréis al Cielo - comentó Zero con un tono orgulloso. - Si te metes en el Tártaro, NUNCA podrás salir de él.
- Si están los templos del Tártaro y el Cielo conectados es que sí se puede salir - objeté.
Zero dirigió una mirada de odio hacia mí. De repente tuve la sensación de ser una hormiguita comparada con ese ser, sobretodo cuando dijo:
- La tontería de los templos no es más que una jueguecito de equilibrio universal. Eso que representa ese colgante tuyo.
"¿El equilibrio universal es una tontería?" Verdaderamente era muy fuerte. Mis pensamientos fueron interrumpidos en cuanto una fuerza oscura me elevó del suelo y me estrangulaba el cuello con fuerza. A ese paso moriría por asfixie en poco tiempo.
- ¡¡EH!! - gritó Nura.
Zero sonrió.
- Serías un buen sacrificio para honrar al Mal del Tártaro, pequeña mocosa~
Rei se puso en pie y gritó:
- ¡Detente! ¡Me quieres a mí, no a ella!
Zero se volvió hacia Rei.
- Tienes razón~
Zero hizo desaparecer la magia oscura que había entorno a mí y caí al suelo apenas con oxígeno. "Au~" Nura corrió, se agachó y me acarició la mejilla. Preguntó:
- ¿Estás bien?
- S-sí...
- Qué bonito es eso de tener nakamas, ¿no, Rei? - dijo Zero, - aunque también representan una gran debilidad.
- Maldito seas...
El humo negro apareció rodeando el cuerpo del Shadow Of Silver y el Shadow Of Gold. Se estaba cargando una gran fuente de enegría poderosa y oscura entorno a los demonios sombra.
- Es cierto que un poder de nakama te estimula bastante, supongo que es menos efectivo si mataba a tu Fénix (o no)... pero con nakamas vivos esto es más divertido... bueno~ más bien con nakamas que no vivirán mucho más de esto.
- ... - Rei se limitó a mirarle con ira (¿Ira? ¿Sería eso lo que quería Némesis Sudou?)
- Oh... sí, hermano... No sabes cuánto estaba deseando que llegara este momento...
- !!!! ¡Por eso nadie iba a por nosotros! - acusé mientras Zero volvía a girar la cabeza hacia mí aunque, a pesar de su imponencia, proseguí. - Mandaste a los demás demonios sombra que nos dejaran llegar hasta aquí contigo para así poder divertirte un rato... y así luchar contra Rei-kun.
- Muy lista, pequeña "Phoenix Slayer".
El tono burlesco de Zero hizo que me doliese más la pierna y el cuello; sin embargo, Nura me apretó contra su pecho y me rodeó con sus brazos.
- Sh... - me susurró.
- JAJA - rió Zero, - Nurarihyon, el Señor del Pandemonio.... ¿sabes? en la Tierra os ponéis unos títulos muy graciosos... No conoces ni la décima parte de demonios que existen, ni siquiera los mundos donde habitan... patético.
- No me subestimes~
- No hagas que cambie de opinión sobre si dejarte vivo antes de acabar con el Shadow Of Silver.
Cerberus gruñó.
- De ti no voy a hablar~, simple demonio perro del Inframundo.
- Deja de alardear, Zero-sama - exigió Rei, - o te cortaré en pequeños cachos con Kamui.
- ¿Kamui? Jaja~ ¿Qué es eso? ¿Tu mascota?
Rei invocó su tétrica guadaña. La piedra oscura con forma de dragón que estaba incrustada en el mango relucía como si ella misma estuviese desafiando al Shadow Of Gold. De repente, la expresión de este último cambió a una de sorpresa y dijo:
- La guadaña del Domador del Dragón Negro... Desapareció por el Tártaro hace miles de años...
- Jeje... La encontré hace mucho~ Ella me eligió a mí y yo la elegí a ella.
Zero frunció el ceño e invocó oscuridad entorno su mano.
- Tienes razón. Basta de tanto alardeo. Juguemos.
Se quedaron un minuto mirándose... hasta que por fin se lanzaron uno contra el otro. Rei fue con su guadaña con la intención de cortarle la cabeza, pero Zero le esquivó y se teletransportó para aparecer detrás de su oponente. Rei reaccionó rápidamente y se volvió hacia atrás para volverlo a intentar, pero Zero le atacó con un puñetazo en la cara.
Rei se echó un poco hacia atrás, pero no cayó al suelo, se mantuvo en pie con Kamui y saltó para volver a intentar otro ataque. Zero, al verle, invocó como tres látigos o serpientes de su mano derecha que golpeaban a Rei con toda su fuerza.
El Shadow Of Silver gruñó y dijo:
- Esto va por Blue-chan y Akame-chan.
Rei lanzó hielo y fuego oscuros. Zero quedó sorprendido y le dieron. Pareció dolerle, pero al rato sonrió.
- Jajaja... vaya~ asique aprendiste a usar dos elementos a la vez. Muy bien, hermano... lástima que no te vaya a servir para nada.
Zero invocó otro fuego oscuro pero diferente... era el éter, que se lo lanzó a Rei, aunque este lo esquivó. El Shadow Of Gold se teletransportó y con éter de Amateratsu roleándole todo su cuerpo, se dispuso a pegar una paliza al Shadow Of Silver a la velocidad de las sombras.
Rei gritó, tal vez para desahogarse, y volvió a atacarle con Kamui, pero Zero retrocedió intacto.
- Muy lento, hermano.
-DUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUÙH
El Shadow Of Silver se lanzó al Shadow Of Gold pero volvió a fallar.
En medio de la pelea, Cerberus se volvió hacia nosotros.
- Escuchad... Lo que dijo Némesis era cierto. Sin mí, Rei-kun no podrá vencer al Shadow Of Gold... asique... debéis ir vosotros solos al Cielo.
- ¿QUUUÉ? ¡Ni lo sueñes! ¡No podemos dejaros aquí! - dije.
- Además, no podemos irnos por el portal con esa cosa de éter oscuro impidiendo el paso.
- El éter del Amateratsu es una sustancia que no existe de forma corpórea. No es material, no es algo que salga de los mundos, sino que va más allá. No podréis enfrentaros a un monstruo como Zero-sama, pero sí podéis quitar ese pequeño bloqueo. Lo sabréis hacer.
Nura arqueó la ceja.
- ¿Desde cuándo confías tanto en nosotros?
- Eres el Señor del Pandemonio, el rey de los youkais. Tú más que nadie debes saber qué hacer.
Nura se quedó callado, a juzgar por su cara, confuso.
No sé si me imaginé que Cerberus nos sonrió, pero se giró hacia la batalla entre los demonios sombras y apretó la empuñadura de su espada.
- Rei-kun, déjame atravesar a ese tío con Atila.
Rei giró la cabeza hacia él y se alarmó.
- ¡NO! ¡No puedes meterte en esto!
- ¡Eso! ¡Tú no eres NADIE! - intervino Zero.
- Némesis-chan confiaba en nosotros dos juntos. No la voy a ignorar como tú.
Cerberus corrió hacia donde estaban y se dispuso a rebanarle el pecho a Zero. Este no se lo esperó y se movió tarde hacia atrás, por lo que empezó a salir sangre negra de su pecho.
- N-No puede ser... - dijo el Shadow Of Gold.
- Rawr~ ¿Ahora te doy más miedo?
Zero gruñó y con un ademán de mano tiró a Cerberus hasta el fondo de la sala. Rei intentó otro ataque con su guadaña, pero Zero lo esquivó por poco. El Shadow Of Silver sonrió y gritó a Cerberus:
- Vamos, tenemos que dar una paliza a este tipo ;D
Cerberus tocó su colgante de la calavera y de él salió su preciada mascota, el perro de tres cabezas. El cerbero corrió hacia Zero e intento pegarle un mordisco, pero lo esquivó. Seguidamente, Cerberus corrió también hacia donde estaban y dijo:
- ¡Es la primera vez que lucho con cerbero y conmigo de esta forma, asique siéntete orgulloso!
Y la batalla entre los demonios infernales, prosiguió.
Nura y yo estábamos viendo el velo de oscuridad que no nos dejaba entrar en el portal. Invoqué fuego y lo lancé contra él, pero se lo tragó.
- ¿Nura-kun...?
Nura miraba pensativo el éter de Amateratsu. No sabía qué hacer... o sí.
- El éter no es algo material que pertenezca a los mundos normales...
- Sí... eso dijo Cerberus-san.
- ¿El Miedo?
- Mi magia es ilusoria, y las ilusiones no son materiales, van más allá de la composición de los mundos. El Miedo no se toca, no se huele, no se oye, no se saborea, no se ve, solo.... existe y ya está, lo sentimos de otra forma.
- Y eso podría servirnos... - añadí.
- Cerberus-san confía en que sí... aunque no estoy seguro. Tendría que pelearme con esta cosa...
Nura se concentró y tocó el Amateratsu. Parecía dolerle pero se quedó quieto. De él empezó a salir... el Miedo. Unas manchas que parecían tinta china salían de él y se pegaban al velo de oscuridad. Al hacer contacto, salía una energía que... a Nura le estaba doliendo.
- N-Nura-kun... - murmuré. No sé porqué aquello me dolía tanto a mí también si no estaba haciendo nada.
- ¡AKAME-CHAN! Necesito.... que me prestes tu poder del Onmyo (Yin Yang).
- ¿¿Eh??
- El Matoi. Solo lo uso con miembros de mi Clan. Tú ahora eres de mi Clan ¿te acuerdas?
- !!!! ¿Q-Qué tengo qué hacer?
- Concéntrate. Mueve tu poder del Yin Yang hacia mi... tu Miedo.
No sabía si eso iba a servir, pero lo intenté. Me imaginé que el poder de mi colgante se metía dentro de Nura cuando este dijo:
- MATOI.
El colgante se partió. El minidragón negro voló hacia el pecho de Nura y se hizo un colgante. El pequeño dragón se transformó en el Yin. Miré a mi cuello, y de este solo colgaba el Yang. En unos minutos, cuando creía que aquello era en vano, sentí que el aura demoníaca del velo se había debilitado... Nura lo estaba haciendo desaparecer con mi poder del Yin.
Zero nos vio y gritó:
- ¡NO!
Cerberus le dio un mordisco... cuando el velo se rompió.
- Solo he podido hacerle un pequeño agujero... - dijo Nura - pero lo suficiente para escapar.
- ¡REI-KUN! ¡VÁMONOS! - grité.
- ¡NO, NAKAMAS! ¡ES DEMASIADO PELIGROSO! ¡SI ZERO ENTRASE AL CIELO SERÍA HORRIBLE!
- N-No... - me negué.
Nura me cogió la mano con la cabeza agachada.
- Akame-chan, gomenassai.... tenemos que irnos...
- R-Rei-kun...
Me quedé mirándolos mientras Nura me arrastraba al interior del agujero del velo de oscuridad... y por último al portal.
- Abbadon-kun, onegai... no nos cierres... - murmuró Nura.
Así pues... entramos al portal. Perdí de vista la batalla entre Rei, Cerberus y Zero... y solo vimos rayas blancas y negras moviéndose en círculo alrededor de nosotros. Al fondo había una luz blanca... fue ahí cuando perdí la conciencia.
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