Asomé la cabeza por encima del tejado y vi la escena decisiva de la batalla contra los clanes youkai. Ahora que Sesshomaru había sido derrotado por el Blue Secound de Rei, quedaba Hagoromo Gitsune para deshacerse de los cabecillas que intentaban aniquilarnos. El Señor del Pandemonio, Nurarihyon, había aceptado una lucha con su peor enemiga, la demonio zorra que quería volver a ser la reina de los youkais.
- No perderé, Nurarihyon ¿por qué no te despides de tus amiguitos antes de que acabe contigo? - sugirió Hagoromo Gitsune.
- No pienso volver al Infierno - replicó Nura, - y mucho menos muerto~
Nura corrió hacia ella con Nenekirmaru en mano, pero las nueve colas de la demonio zorra se movieron rápidamente y se lanzaron contra él. Nura intentaba cortarlas pero estas se defendían cambiando de posición una y otra vez. Ante esto, Nura se transformó en manchas negras, como tinta china y apareció frente Hagoromo Gitsune para cortarla, pero esta reaccionó rápido y abrió su abanico de metal a modo de
escudo. Nenekirimaru quedó clavada en el abanico y unas de las colas de Hagoromo Gitsune se dirigía hacia él desde atrás, por lo que Nura sacó su katana y se echó a un lado.
Los ojos de Nura, que solían ser dorados, estaban totalmente rojos. Podía notar que estaba en su grado máximo de tensión, aunque solo se limitase a fruncir el ceño.
- Te quedan un par de siglos para vencerme~ - alardeó Hagoromo Gitsune.
- Creo que se te olvidó lo que pasó la última vez que dijiste eso - añadió Nura volviendo a correr hacia ella.
Hagormo Gitsune frunció el ceño recordando algo desagradable. Sus colas se elevaron y atacaron a Nura, esta vez, con más velocidad que antes. El Señor del Pandemonio no siguió bien aquellos ataques esta vez, por lo que las nueve colas le hirieron una y otra vez como desgarrando su cuerpo con miles de estocadas. Nura gritó de dolor y pareció intentar escaparse con su Miedo, pero aquellas colas eran monstruosamente más rápidas cortando el Miedo de Nura.
- Gil... - maldijo Nura agotado.
Hagoromo Gitsune sacó su espada y corrió hacia Nura. Una vez delante de él, Nura intentó levantarse, moverse... no sé, ALGO para salir de ahí, pero un par de colas de Hagoromo Gitsune le impidieron mover un dedo. Ella puso su espada por debajo de la barbilla de él y rió maliciosamente:
- ¡¡Jajaja!! Patético~ Sin tu Desfile de Demonios no eres nada.
- Grr - gruñó Nura, - conmigo me basta y me sobra para vencerte...
Hagoromo Gitsune acercó más su espada al cuello de Nura.
- ¿No ves en qué situación estás? Estás a mis pies mientras tus amigos luchan inútilmente contra mi clan.
- Y contra el Clan Taisho, que Rei-kun ha derrotado a su líder. Pronto tú serás la próxima.
- ¿Yo? Jajaja No me compares con Sesshomaru... Él solo quería la estúpida espada de su padre, Tessaiga, y contarme cuentos de que ambos seremos los reyes de los youkais... Inepto...
- ¡¿Vuestro acuerdo también fue una mentira?!
- Nurarihyon... a diferencia de ti, los demás youkais no somos tan formales y tan ingenuos como para confiar en un trato absurdo con apariencia "justa". Tu estilo es muy peculiar e interesante... pero~ voy a tener que acabar contigo por apropiarte de mi posición de Señora del Pandemonio y de paso... comerme el hígado de la Phoenix Slayer~
- ¡¿QUÉ?! ¡JAMÁS!
Hagoromo Gitsune quiso cortarle el cuello cuando este se defendió con Nenekirimaru. El filo de la espada de Hagoromo Gitsune resbalaba sobre el filo de la katana de Nura cuando la demonio zorra puso otra vez en movimiento sus colas que atacaron por la espada a Nura. Estas atravesaron su cuerpo pero, al ser un demonio, quise suponer que aquello no le hacía tanto daño como a mí.
Detrás de mí, un youkai enorme estaba volando mientras luchaba contra Rei Blue Secound que se puso encima de él y le heló la cabeza. Al ver la situación de Nura con Hagoromo Gitsune, Rei frunció el entrecejo y gritó:
- ¡¡¡EEEH!!! ¡¿QUÉ CARAJO TE PASA?! ¡¿ES ESE TU VERDADERO PODER, NURARIHYON?!
- Lo que decía~ ¡sin tu Clan no eres nada! - dijo Hagoromo Gitsune.
"El Clan Nura..." pensé. Yo soy del Clan Nura. Él... tiene a alguien aquí mismo. Tras sorprenderme de que mis poderes de Fénix comenzaban a dejar de meterse en mi cabeza para convertirme en una loca, cerré los ojos concentrándome en dos cosas: Nura y mis poderes.
Era difícil concentrarse. Los poderes de Fénix no son fácil de manejar, algo que hizo que dudase si en verdad iba a funcionar mi idea. De pronto lo sentí. Por primera vez, el Fénix estaba saliendo de dentro de mí y estaba metiéndose en otra persona.
Nurarihyon abrió los ojos... esta vez... de fuego.
- Matoi.
- ¡¿Qué?! ¡¿¡Cómo es posible esto!?! - dijo Hagoromo Gitsune.
El fuego de Fénix se estaba acumulando en Nura, su capa azul ahora era de fuego. Nura se puso en pie mientras Hagoromo Gitsune se echaba hacia atrás.
- Gracias... Akame-chan - agradeció Nura con una sonrisa maliciosa.
- ¡¿Nura Phoenix Slayer?! Eso no puede ser... el Matoi solo...
- ¡SOY DEL CLAN NURA! - grité.
- ¡¿NANI?! ¡¿E-En qué momento...?! ¡¿Cómo no lo supe antes?!
Nura le escupió fuego de la boca.
- ¡Calla zorra! ewê
Nura se lanzó sobre ella con gran velocidad. Hagoromo Gitsune volvió a usar sus colas pero varias lenguas de fuego entorno a Nura las quemaron.
- ¡AAAAAAAAAAAAHH! Dx - se quejó Hagoromo Gitsune.
Nura atacó con su katana envuelta en fuego y chocó con la espada de Hagoromo Gitsune. Tras un rato haciendo presión, la espada de la demonio zorra se estaba derritiendo.
- N-No puede ser... - comentó horrorizada.
Nura hizo aparecer entorno muchas más llamas y, como una bomba de fuego, las llamas se liberaron hacia todos lados dejando a Hagoromo Gitsune quemada en el suelo.
- ¡Bieeen! - me alegré. Fue cuando de pronto el Matoi se había interrumpido y el Fénix había vuelto a mí. Nura estaba ahí, con su apariencia de siempre, pero con Hagoromo Gitsune aún sin retirarse del combate completamente ¿Por qué no la había rematado con mis poderes de Fénix?
- ¿Nura-kun? - pregunté.
- No quería dar miedo... - dijo Nura.
- ?!?!?!!
- Evité todo este tiempo usar todo mi poder de Miedo contra nuestros enemigos... porque no quería dar miedo. Yo... no quería dar miedo a aquella niña del Barco... aquella niña que lloraba todas las noches... aquella niña que tenía miedo... Desaparecí tras aquel día que hablé con ella... pero no dejé de observarla... de ver el miedo que tenía... Esa niña que acabó en un templo onmyouji odiando a los seres como yo, que infundamos miedo a la gente. Seguí observándola desde las sombras cuando se independizó y creó el Templo del Dragón Rojo... creo que en realidad me notaba... no lo sé...
"Sí lo sé... Esas noches... que sentía esa sensación extraña... Siempre pensé que eran por Blue, que había llegado a la Tierra días antes de encontrarme con ella"
- Aquella niña que había crecido... no quería que volviese a tener miedo, no quería que volviese a llorar... quería viajar con ella a Hokkaido para que plantásemos cara juntos a aquel Fénix... y, bueno, desde entonces todo han sido viajes... cada cual más perturbador que el anterior.
- N-Nura-kun...
- Pero... veo que no tengo remedio. Al fin y al cabo, ella ha sido cada vez más valiente... Asique... creo... que debo despertar... el verdadero Miedo....
Nura alzó su katana y esta despidió luz azul... después de eso todo se volvió oscuro. No veía nada... estaba en shock. No podía hablar, no podía moverme... juraría que ni siquiera podía respirar. Todos los horrores que mi imaginación podía alcanzar, asaltaron mi mente.
Nurarihyon cortó el horizonte oscuro. La sangre de Hagoromo Gitsune, comenzó a expandirse por todos lados.
- M-Maldito.... - murmuró Hagoromo Gitsune sin apenas aliento antes de caer en el suelo muerta... Un agujero se abrió debajo de ella... el Infierno se la llevó.
Ese era... el verdadero Miedo, el verdadero poder de Nurarihyon, el Señor del Pandemonio... El Terror del mayor demonio de la Tierra.
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