lunes, 25 de mayo de 2015

La envidia es muy mala

- Gomenassai... hontoni gomenassai... Akame-chan...
Nura llevaba un buen rato disculpándose con las mejillas rojas como dos tomates.
- ¡N-No pasa nada, baka! - le decía una y otra vez. - ¡Este mundo es muy diferente y los niveles de pecado influyen mucho en los mortales!
- ... :S
Me paré y le di un abrazo, pero él no hizo lo mismo. Le pregunté.
- ¿Qué te pasa?
- No pude protegerte del guardián... si te hubiese hecho algo...
- No iba a hacerme nada~~
- ... ¿Cómo estás tan segura?
- Bueno, más peligrosa era la hija del guardián de Avaricia...
- ¿Ella? Pero si la pobre estaba desvalida...
- ¿Tanta pena te daba?
- No la consideré una enemiga.
Achiné los ojos.
- Seguro que te pareció bonita.
- ¿Eh? - Miré a otro lado. Nura frenó y añadió - Pero si casi te derretías cuando te miraba el guardián de Lujuria.
Giré la cabeza hacia él y paré de caminar. Nos quedamos quietos a dos metros de distancia
aproximadamente.
- Eso es mentira. Eso es lo que hacías tú con la guardiana de Ira~ como ella tiene más cuerpo que yo...
- Cebolla~ Lo único que me llamó la atención fue la máscara.
Abrí la boca.
- Oh~ asique la máscara... la máscara... ¿y de la niña de la Avaricia qué? ¿Su vestido?
- Pero... ¡¿No te das cuenta de que no me ...?! osea... En el sentido de que me guste me refiero...
- ¿Y quién más es mejor que yo?
- ¿Mejor? ¡Pero nadie es me...!
- ¿Es porque soy simple? Claro... Seguro que si tuviese orejitas de neko como Blue-chan te iba a encantar...
- ¡¿Pero quieres callar?! Yo no me pongo a soltar esas cosas ¡que razones tengo!
- ¿Pero qué razones vas a tener tú si ni siquiera te interesas en mí?
- Claro~ ¿y quienes están interesados entonces? ¿Sateriasis? ¿Hiroito? ¿Rei?
- !!!!!! .... ESTÁS LOCO, NUBARRÓN... digo... NURARIHYON.
Se acercó a mí y volvimos a estar muy cerca. Sin embargo, Nura estaba alzando la voz.
- QUÉ RÁPIDO TE APRENDES LOS DEMÁS NOMBRES, EH.
- ¡FUE SIN QUERER! D:<
- ¿Por qué todos son mejores que yo? ¿Por qué aunque sea el rey de los youkais no soy más que un demonio de la Tierra?
- Eso no es verdad... Nura...
- Akame... ¿por qué me mientes?
- ¿?
Oímos una risa de mujer... una risa, según recuerdo, MUY psicópata. Al fondo, un foco iluminó a una chica con muchas telas alrededor suyo. Vestía con un kimono rojo ajustado por una cinta verde y su pelo era rosa decorado por una horquilla amarilla.
- Al fin alguien con un tipo de ropa que conocemos - comentó Nura.
- ¿Qué pasa? ¿Te gusta esa también? - dije con cierto victimismo.
La mujer echó otra risita y levantó las tijeras que tenía en su mano derecha.
- Me llamo Kayo Sudou, la antigua sastre de Enbizaka ¿Necesitáis algo?
- Queremos ver al guardián de este pecado - dije - que, por cierto ¿cuál es?
- Creo... etto... no me sale... Yo no me siento diferente - comentó Nura.
- Claro~ como quieres quedarte con ella...
- ¡Akame-chan...! -.-
- Jijijiji noo~ hombre, no~ yo solo hago vestidos... pero si quieres... puedo vestirte de otra forma... jijiji
- ¿Nani?
Kayo cogió una tela rosa y la empezó a cortar. En un abrir y cerrar de ojos tenía un extraño vestido rosa de aristócrata.
- ¿¡¿¡¿?!?!?! ¡¡¡Eh!!! - se quejó Nura.
- Oh~ tú también~
Cogió una tela morada y la recortó. Enseguida Nura vestía un abrigo violeta igual que el de Sateriasis. "KSÓ~! VOY DE LA HIJA DE GALLERIAN" caí en la cuenta mirando mi vestido.
Kayo cogió una tela de terciopelo y aparecieron dos orejitas de neko encima de mi cabeza.
- ¡¡¡¡!!!! NYAAAAAAAAAAAAAAH!!~
- Kawaii desuu >D< - comentó Kayo.
- ¡Eh! ¡Tú loca! ¡Para ya!
Kayo cortó una tela negra y el yukata de Nura desapareció. Nura se quedó solo con unos pantalones azules.
Cuando apareció una máscara decorando mi cara y unas mechas rojas en el pelo de Nura gritamos al unísono.
- PARAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH
- Uy~ jijiji qué hermosos estáis♥
- ¡Devuélvenos a cómo estábamos antes! - exigió Nura.
- ¡Pero si era lo que pedisteis!
- ¡Peru vestir igual que alguien sulu lu hacen lus envidiusus! - objeté.
- ¿Envidiosos? ¡Solo estamos protegiendo lo que es nuestro! - defendió Kayo.
- ¿N-N-NUESTRU? - dije ruborizada. Nura escondió la cabeza.
- Oh~ ¿Solo sois nakamas? Ummmh.... cualquiera diría~ entonces no tenéis porqué estar aquí~
- ...
- ...
- ¿Aquí...? - me atreví a preguntar.
- Me nombraron guardiana de la Envidia, asique esto es el pecado de Envidia.
- !!!!
- !!!!
- Por lo que parece no estás muy arrepentida... - comentó Nura.
- ¿Arrepentirme? - se iluminó más su zona y vimos a cuatro cadáveres: una mujer vestida con un kimono rojo parecido al de Kayo, una joven con un obi verde como el de Kayo y una niña con una horquilla amarilla en el pelo igual que la de Kayo... el cuarto era un hombre vestido de azul - Solo protegía lo que era mío... mi marido era infiel y ahora me veo HERMOSA gracias a estas gitsunes que andaban con él.
- .... Estu es peur que ser una yandere - murmuré.
Me adelanté hacia su posición. Nura gritó:
- ¡No te acerques a ella! ¡Es peligroso!
Me limité a ronronear y a preguntar a Kayo:
- ¿Dúnde está la puerta?
- ¿Puerta? ¿Qué puerta?
- La que pasa al siguiente nivel e3ê
- Ah~ eso... conque queréis iros...
- No queremos morir de envidia. No somos así - dijo Nura acercándose a mi lado.
- No lo parece, niños~ no lo parece...
- Pur favur - rogué - y... nyaaaaaaaaaaaaaaaaa~ ¡NU QUIERU SER NEKU!
La guardiana chascó los dedos y volvimos a ser lo siempre (menos mal). Se levantó y comenzó a andar. La seguimos hasta la puerta, que no estaba muy lejos.
- Algún día os daréis cuenta de que debisteis haberme agradecido mi ayuda. Algún día la envidia os devorará.
Nura la pegó un puñetazo en la cara.
- Deja de embrujarnos, bruja~
- ... e.é grrr...
- .... Eh~ - me cogió de la cintura al verme gruñir - tú siempre serás mi bruja cebolla~♥
- ./////////.
Toqué la superficie de la puerta. Pensé en que... realmente... no podía volver a tener envidia. Abrí la puerta y cuando fuimos a traspasarla vi que Kayo estaba cabizbaja. Había dejado caer sus tijeras al suelo.
- ¿Podéis pasar...?
- Claro~ ¡estamos vivos! - dijo Nura.
- Sois... los vivos... vosotros tenéis esperanza... estaréis juntos... ¿no?
- ¿Nani? - pregunté.
- .... .... - Kayo alzó los brazos - ¡ESTÁN AQUÍ! ¡LOS VIVOS ESTÁN AQUÍ!
- ¡ENVIDIOSA DE MIERDA! - maldijo Nura - ¡CORRE, AKAME-CHAN!
Traspasamos la puerta y la cerramos. Aprendimos que la envidia es muy mala y entramos en un nivel de pecado diferente.



jueves, 21 de mayo de 2015

50 sombras

El entorno púrpura no era estable. Descubrí que simplemente era luz violeta parpadeando de manera tan rápida que parecía el color del fondo. No, el fondo seguía siendo oscuro e infinito. Y mi colgante seguía pesando independientemente de lo que había conseguido hacer en Avaricia. Básicamente, nos habíamos salvado la vida gracias a mi magia de Fénix que por fin funcionaba, pero... ¿por qué en ese momento sí pude usarla? ¿A caso aquello era una situación verdaderamente peligrosa? ¿Mi fuego podría volver a echarnos una mano en el futuro (un futuro no muy lejano seguramente)?
A medida que Nura y yo íbamos caminando, el olor de aquel nivel de pecado se cargaba aún más de sudor. Parecía que estábamos en las axilas de un jornalero de las afueras de Tokyo.
- Meeeeeh~ apesta a humanidad- me quejé.
- Akame-chan...~
 Nura me abrazó por detrás. Me sorprendí y me puse roja.
- ¿N-Nura-kun?
Me apretó. No sabía qué le estaba pasando pero parecía cariñoso, como si quisiera descansar después de tanto tiempo deambulando por el Infierno. Giré un poco mi cabeza y vi que se había apoyado en mi hombro derecho. Fue ahí cuando sospechosamente se estaba mordiendo el labio.
- ¿T-Todo bien? - pregunté nerviosa.
Nura asintió.
- Llevo tanto tiempo... deseándote...
- !?!?!?!?!!??!!? - me ardieron las mejillas - ¿N-NANI?
Apartó mi pelo del hombro y pasó su lengua por mi cuello y mi hombro.
- !? Ky~a.... ¡¿QUÉ HACES?!
Forcejeé pero no pude librarme de él, de hecho apretó más de mi cintura. Pronto, ese olor a humanidad se transformó bruscamente en un olor dulzón que se fusionó con el olor de Nura, algo que me estaba invitando a dejarme llevar.
Cerré los ojos. Nurarihyon... ese ayakashi que conocí en el Barco camino a Japón. Fue por él porque empecé a odiar a los demonios, pero él me animó en muchas ocasiones, a veces sin querer. Vivimos bastantes aventuras juntos: yendo a por el Fénix, en el Purgatorio, en Caetoneko para derrotar a los dioses del Olimpo y, ahora aquí, en el Infierno. No le odiaba aunque a veces lo pareciese. Me gustaba estar con él... y... no se estaba tan mal así...
El olor dulzón aumentó y Nura me dio besitos en la mejilla y en el cuello mientras subía lentamente sus manos hacia mi pecho...
"Espera, Akame-chan" habló una voz dentro de mí. "Las sacerdotisas no estamos para hacer esas cosas". Era la voz de Akane un día lavando ropa en el río cerca del Templo del Gato Negro. Recordé que la había preguntado sobre las geishas.
- Yo no soy una geisha... - murmuré.
Nura estaba bajando su mano por debajo de mi tripa cuando me envolví a mí misma con llamas. Nura retrocedió con su ropa echando humo y sus manos quemadas. Se abalanzó sobre mí y caímos al suelo. Lamió mi mejilla.
- ¡Nura-kun! ¡Despierta!
Me abrazó con fuerza.
- Gomene, Akame-chan... No puedo controlarlo...
Clavó sus ojos en mis labios y acercó su cabeza a la mía. Estaba respirando su aliento, incluso oía los latidos de su corazón que tan rápido iba.
"No puedo besarle así... No quiero que nuestro beso sea así" pensé con dificultad, no sé si por el pecado de Lujuria o porque realmente... ... ... no importa.
Eché una pequeña llama por la boca y Nura se sobresaltó. Le derribé pegándole en el pecho. Saqué a Gesshoku y puse la punta de la hoja justo debajo de su barbilla.
- Baka... no quiero pelear contigo - dije.
Abrí los ojos como platos cuando la luz púrpura se apagó y solo quedaron pequeños focos que iluminaban el sitio con distintos tonos morados y rosas. Se empezaron a escuchar gemidos tanto de mujer como de hombre entre otras frases como "sigue" o "mi gatita", sonidos de látigo o cosas peores. Alcé la vista alarmada y vi a gente desnuda haciendo cosas que ninguna geisha estaría dispuesta a hacer, cosas de las cuales no puedo hablar. Me sentí alrededor de la auténtica maldad, alrededor de 50 sombras.
Había bajado la guardia y Nura se había vuelto a abalanzar sobre mí. Me volvió a abrazar.
- ¡¡¡Nura-kun!!! ¡Despierta! ¡No quiero hacerte daño!
Le abracé yo a él, pensé que tal vez con eso volvería en sí. Solo sirvió para tenerle inmovilizado cuanto más pegado a mí estuviese. Me puse aún más nerviosa de lo que estaba con los cambios de mal olor a olor dulzón, pero eso no fue nada con el vuelco al corazón que me dio al escuchar una voz susurrándome al oído:
- Debes de ser una sacerdotisa.
Agarré a Nura de la cintura con una mano y con la otra le acaricié el pelo para calmarlo. Para mi sorpresa sirvió de algo, por lo que pude girar un poco la cabeza y mirar a aquel hombre que se había acercado tan sigilosamente. Toda su ropa de noble occidental, así como su largo cabello recogido y sus ojos, era de color violeta.
- Esto es Lujuria, ¿verdad? - pregunté.
- Sí - afirmó, - y las mejores sacerdotisas son inmunes a este pecado, aunque la mayoría de personas que caen aquí, ya sean hombres o mujeres, monjes o sacerdotisas, se vuelven auténticos ninfómanos.
- ¿Y... tú eres?
- Soy el guardián. El guardián del pecado de Lujuria, Sateriasis Venomania.
Nura me pellizcó el cuello con sus dientes y emitió un ruido que me recordó al maullido de Kumato.
- Ungh~ y... ¿entonces nos ayudarás? - dije.
- Entonces es cierto - pensó en alto el guardián. - Sois vivos... - tal y como lo dijo me hizo cierta gracia - ... Es una pena que cuando era duque no haya podido disfrutar de ti♥ pero eso ya da igual...
- ¿¡¿EEEH?!?
Nura pareció tranquilizarse. Levantó la cabeza y miró enfadado a Sateriasis. Este dijo:
- Supongo que no tengo otra que ayudaros, ya da igual todo...
Echó a andar y traté de seguirle ayudando a Nura a caminar.
- Hubo una época en la que tenía todo... - comentó Sateriasis. - Gracias a ese pacto que hice con el Diablo, pude huir de mi pasado humillante y construí un divertido harem con casi todas las mujeres de Venomania. Todas.... fueron... mías♥
"Qué asco" pensé.
- ¿Y estás arrepentido?
Sateriasis oscureció su tono.
- ... Me lo pasé bien y pude vengarme de la gente que se burlaba de mí en mi pasado... pero yo amaba de verdad a una única mujer que me repudiaba... La secuestré y abusé de ella como las demás chicas pero... fue ella la única con la que quería estar en realidad...
- ¿Eres consciente de que esa solución que tomaste fue la peor de todas, no?
- Posiblemente... porque por mucho que entregase mi alma al Diablo y consiguiese el poder de la seducción... no conseguí a esa chica... además, todo acabó cuando ese hombre me descubrió y me mató... Todo lo divertido fue rápido, efímero y pasajero.
- ...
- ... Grrnughñ... - gruñó Nura.
- Llegué al Infierno y me condenaron de pecador de Lujuria, por lo que aquí estoy... aunque sé que no merece la pena a cuántas me tire... siempre seguiré siendo el idiota duque de Venomania.
A pesar de lo arriesgado que era comentar algo con aquella persona, me armé de valor y dije:
- ... Sé que es tarde para decirte esto... pero no hay que caer en la tristeza y en los demás pecados por lo que digan los demás de ti. No sé cómo sería la dimensión de Venomania pero seguro que tenías otras muchas opciones mejores. Seguro. Me atrevo a decir que, si hubieras escogido el buen camino, hubieras sido una gran persona.
Sateriasis sonrió.
- ... Eres dulce, sacerdotisa. Me contenta escuchar esas palabras tan piadosas y que encima vayan dirigidas a mí. Aunque en vida no las haya oído, si hubieras estado allí a mi lado, seguro que te habría hecho caso.
Llegamos a la puerta del siguiente nivel y añadió:
- Me ha llenado de alegría haber hablado contigo, sacerdotisa. Dime, ¿cómo te llamas?
- Etto... Akame... Akame Scarlet... Targaryen.
- Bien... lo recordaré siempre. Pensaré en ti aquí en el Infierno hasta que algún día nos volvamos a encontrar~
Abrí la puerta mientras daba la mano a Nura (que el pobre estaba cao). Giré la cabeza a Sateriasis.
- Una última cosa, ¿me has tratado así porque realmente pensabas así sobre mí y querías ayudar, o porque querías que yo también me quedase atrapada en Lujuria contigo?
Sateriasis echó una risita y mirando al suelo confesó:
- Reconozco que un poco por las dos cosas..~
Arqueé la ceja y traspasé la puerta.
- Adiós, 50 sombras.


domingo, 17 de mayo de 2015

El Juez de la Corrupción

Cuando apareció el fuego azul supe que ya iban a pasar cosas raras.
- ¿Es fuego fatuo? - preguntó Nura.
Sacudí la cabeza. Desenvainamos las katanas y nos abrimos paso entre las llamas de aquel extraño fuego. Este no quemaba, pero no me dio la sensación de que fuera inofensivo.
Al fondo de nuestra posición había un hombre de pelo azul vestido de negro. Nos miró y sonrió maliciosamente.
- Oh~ nuevos acusados.
Nura arqueó la ceja.
 - ¿Ehm?
- ¿Cuánto dinero tenéis?
- ¿Dinero... ka? - intervine.
El hombre miró mi colgante.
- Esa joya debe valer mucho *_*
- ¡NO TOQUES MI YIN YANG!
- Venga~ si me lo das, te declaro inocente.
- ¡Pero qué dices, loco! - dijo Nura - ¡Nadie nos ha denunciado ni...!
- JAJAJAJA ¡eso qué importa!
- Yo creo que mucho, señor x3x - comenté.
- ¡Aquí el que decide las cosas soy yo! ¡Soy el Maestro de la Corte del Juicio de la Corrupción, Gallerian Marlon! Y si queréis salvaros de los peores castigos, ¡entregadme vuestro dinero!
- ...?!
- ...?!
Gallerian llevó su brazo derecho hacia la izquierda y puso su mano a modo de pinza con el pulgar y el índice. Añadió:
- El dinero es el mejor abogado en el Infierno -U-
- O_O''
- ¡No pienso entregarte nada! - sentenció Nura poniendo a Nenekirimaru en ristre.
Alcé también a Guesshoku y, como si no fuese yo, dije:
- Has robado a mucha gente, asique entrégame toda tu fortuna y apártate de nuestro camino.
Nura me miró frunciendo el ceño.
- ¿A ti? ¡Su fortuna será toda para mí!
- ¡Maldito avaricioso! - le grité - ¡Tú tienes un Clan entero! ¡Demasiado dinero del que se merece un youkai!
- ¿Y tú? ¿Una vulgar sacerdotisa que pudo construirse su propio Templo?
- ¡Eso fue gracias a la ayuda de los aldeanos que se ofrecieron voluntarios! ¡Y a esos enclenques les hubiera cobrado todas las veces que les he tenido que ayudar!
- JAJAJAJAJA - rió Gallerian.
Le miramos con ira. Espera... Ira.
- Némesis-san... - murmuré.
Gallerian se puso nervioso.
- ¿Qué has dicho, niña? Dame tu colgante.
- Eres el padre de la guardiana de Ira - adiviné. - Estamos en Avaricia.
- Vaya... conque esa estúpida también es guardiana...
"¿También? Entonces él es el guardián del pecado de la Avaricia" - deduje.
- ¡EH! ¡¿Pero cómo puedes hablar así de tu hija?! - reprochó Nura.
- ¡Ese monstruo de la ira no es mi hija! ¡Tanto ella como su madre son unas brujas! Hicieron daño a mi hija... ¡a la verdadera! Y después... ¡nos mató a ella y a mí!
- ¡No te hagas la víctima! - interrumpí - ¡Tú la mandaste matar a su novio sin razón!
- ¡¿Sin razón?! ¡Necesitaba el dinero de ese ricachón para poder salvar a mi hija (la verdadera) de su enfermedad ¡Qué más le daba a esa asesina matar a otra persona más!
- Avaricioso de mierda... - maldijo Nura - PUEDE QUE NO MUERAS SI TE REBANO CON NENEKIRIMARU, PERO REALMENTE TE LO MERECES!
- Ojojojo... Otros pecadores de ira - rió Gallerian.
- Déjamelo a mí, Nura-kun.
- ¡No seas egoísta! Este es para mí, por canalla.
- ¡Ambicioso! ¿Otra vez quieres el mérito para ti solito?
- ¡Dedícate a ayudar a los humanos y déjame!
Nura corrió hacia Gallerian y le soltó una bofetada.
- ¡Espérame! ¡No pienso quedarme aquí mirando! - grité.
Corrí y le clavé a Guesshoku en el pecho mientras Nura le cortaba la cabeza con Nenekirimaru. Le cortamos en pedazos entre los dos. Aunque Gallerian no muriese, parecía ser incómodo estar hecho trizas. Nura recortó la boca de la cara de Gallerian como si fuera un juguete de construcción y exigió:
- Dinos dónde está la puerta.
- .. M... M mipuerta... nunca.. osla da ré... es MI puerta ta...
Nura apretó la boca con rabia y los labios de esta se cortaron.
- Necesitamos llegar al Tártaro.
La boca de Gallerian rió.
- Yyo os....s.. de d e de....de claro cul pap ...ables.
- Grrrrr... - gruñí.
Corté la boca en dos. Los restos resbalaron de la mano de Nura y cayeron al suelo. Luego miré a los ojos azules de Gallerian. Nos miraban con odio pero pronto cambiaron a júbilo.
El fuego azul se acumuló enfrente nuestro e hizo la forma de una mujer encapuchada que le sobresalía pelo corto.
- ¿Némesis-san? - preguntó Nura.
- No - negué, - ella es...
- La Juez de la Muerte, en efecto - dijo la figura fogosa con una sonrisa.
Recordé su pelo verdoso. En efecto se parecía demasiado a Némesis, pero también pensé en sus ojos granates y demoníacos y en su cicatriz con forma de rayo justo debajo de su ojo izquierdo. El fuego azul volvió a hablar:
- Habéis pecado en ira. Puede que no sea fácil encontraros por allí abajo, pero os buscaré JAJA... y conseguiremos el poder del Fénix por fin.
- ¡Déjanos en paz! - exclamé - ¡Nunca nos venceréis!
La juez rió y mi ira creció.
- Pues sí es cierto que tu colgante pesa mucho, por su culpa creo que has empezado a delirar, Phoenix Slayer, porque siento decepcionarte pero... ¡ningún mortal puede vencer al Inframundo! ¡Ni siquiera tú!
- ¿Pero qué le pasa a tu Yin Yang? - preguntó Nura - ...? ¿Akame-chan?
Y esa ira creció tanto que mis ojos comenzaron a arder. Lancé un gran suspiro al fuego azul y de mi boca salió fuego de Fénix que quemó el fuego de la Avaricia. Al rato, sonó un chirrido por todos lados, que a los segundos se convirtió en un ruido desagradable. Nos llevamos las manos a los oídos.
- Ksoóóó~ ¡Creo que tenemos que salir de aquí! - dijo Nura.
Nos dimos la mano y corrimos hacia el infinito. El ruido era horrible y no teníamos ni idea de a dónde ir. no conseguimos averiguar dónde estaba la puerta para pasar al siguiente nivel. El fuego azul volvió a aparecer, pero esa vez nos estaba persiguiendo y envolviendo con sus frías llamas que, cuando nos rozaban, sentíamos un enorme vacío como si se nos muriera el cuerpo durante un segundo.
A nuestra izquierda vimos una muchacha que, por su bonito vestido pensábamos que sería una aristócrata de otro mundo.
- Papá... Papá... - deliraba entre sollozos.
- Debe ser la otra hija de la que hablaba el juez idiota ese - pensó Nura.
- Parece inocente... - comenté.
- ¡Pero no podemos pararnos! Si lo hacemos, el fuego...
Me giré y paré. Hice salir fuego de mis manos, cosa que me sorprendió.
- No puedo estar así mucho rato - dije.
Nura asintió, se acercó a la chica y la cogió en brazos.
- Hoola~ - se le ocurrió decir.
- Déjame... yo ya estoy muerta... y usted tiene que vivir...
- ¡No digas tonterías! ¡Tenemos que salir!
- No puedo... estoy en Avaricia... yo provoqué lo de mi padre con mi mala salud...
- ¡No te martirices! No... ¡Eso no es justo!
La chica miró a los ojos de Nura y sonrió dulcemente.
- Eres extraño... pero no pareces malo... y... eres tan guapo~♥
- ¿N-NANI? O///O
La chica señaló el oeste. No sé porqué mi cuerpo comenzó a invadirse de mis llamas que acabaron casi con todo el fuego azul. Miré hacia atrás y lancé a Guesshoku en la cara de la chica. A Nura se le cayó de los brazos.
- !!! ¿PERO POR QUÉ HAS HECHO ESO, LOCA?
Me acerqué, saqué mi katana de la cara de la chica y la envainé. Fríamente dije:
- Yo que tú correría.
Me adelanté al oeste y Nura me siguió. El fuego azul volvió a pisarnos los talones pero con menos intensidad. Divisamos por fin la puerta, la abrimos tan rápido como pudimos, la traspasamos y la cerramos con el fuego de la Avaricia amenazando en el otro lado. Nos resbalamos de la superficie de la puerta lanzando un suspiro.
- Qué alivio... - murmuró Nura.
Abrí mis ojos, ahora de fuego, y el horizonte se volvió púrpura


martes, 12 de mayo de 2015

La Princesa de los Sueños

Mi colgante pesaba una barbaridad. Nura había visto que me movía con torpeza pero se ahorró la pregunta de porqué ese comportamiento y me cogió del brazo. Caminamos en medio de una oscuridad que no parecía tener fin mientras nos preguntábamos en qué nivel de pecado estábamos. Nos lo había advertido Némesis, la guardiana del pecado de la Ira, que mientras bajásemos al Tártaro íbamos a pasar por los siete pecados capitales y nuestros vicios podrían invadirnos. En Ira, Nura y yo casi nos matábamos, ¿pero ahora qué iba a pasar?
- Mira eso - dijo Nura señalando a la oscuridad del frente.
- ¿Nani? ... ... ...!?!?
Me quedé mirando embobada a unas pequeñas burbujas que reflejaban la luz dorada de los ojos de Nura. Iba a sacar a Guesshoku para ver mejor con la luz de su hoja pero, literalmente, me dio pereza.
- Debemos estar en el buen camino - aventuró Nura.
Seguimos adelante aunque casi me estaba llevando a rastras. El suelo fue cambiando a un tono azul cielo y mis pies comenzaron a pisar sobre algo tan blando como una nube. Me noté más cansada y me entraban ganas terribles de dormir.
- Pesa mucho... - me quejé.
- ¿Eh?
- Mi colgante... no... mi cuerpo... en realid... la vida... mi vida... ... ...
- ?!?!?!?!??
- Necesito un descanso...
Nura giró hacia mí.
- No podemos descansar. Puede ser peligroso y lo sabes... ¿y qué le pasa a tu colgante? ¿te ayudo en algo?
Le miré con ojos cansados y él abrió los suyos lo máximo que pudo.
- Akame-chan... ¿q-qué te pasa en los ojos? Los tienes azules.
- Eh??? O-Oh...
Me caí cansada y Nura me agarró fuerte de la cintura. De repente sentí una tristeza enorme y sollocé.
- No... ¡no quiero seguir...!
- ¿Akame-chan? ¿pero... qué?
- Estoy cansada... déjame.
- ¡No te voy a dejar aquí! ¡H-Hace un rato estabas bien!
Empecé a lagrimear.
- N-Nooo...
Nura clavó sus ojos en los míos.
- Akame...
Me abrazó. No lo hizo con fuerza, él también parecía estar cansado... pero no evité sonrojarme un poco.
- Eso no vale - dijo una voz femenina.
Levantamos la vista sin ganas y vimos a una joven de pelo azul largo recogido con dos coletas, de ojos azules y con un vestido azul que me recordó a los de la familia real de Caetoneko.
- ¿Quién eres? - le preguntó Nura.
- Ay... - gimió, - me da pereza contestar...
La chica chascó los dedos y un conjunto de burbujas se pegaron a mi capa y a mi chihaya y me llevaron junto a ella. Permanecí con los ojos cerrados como dispuesta a dormirme en cualquier momento. La fría mano de la chica me acarició el pelo.
- Pobrecita~ La matáis con problemas y de cansancio.
La voz de Nura gritó:
- ¡Devuélvemela!
Oí cómo su katana era desenvainada mientras alrededor oía ronquidos de muchas personas, cosa que me extrañó. La chica habló:
- Ella no se merece soportar eso... Puede quedarse aquí durmiendo y sus problemas se irán para siempre.
- ¡Durmiendo no se soluciona nada!
- ¡Sí que se solucionan! Aquí todos somos felices durmiendo... gracias a mí y a mi medicina del sueño. Yo diría además que, por ese cambio en tu ojo izquierdo, también estás deseando quedarte aquí.
Entreabrí un poco los ojos y vi el cuello de la chica del cual colgaba un colgante con un pequeño frasco de líquido azul. Miré de reojo a Nura y, efectivamente, su ojo izquierdo se había vuelto de un azul muy claro. Quise soltarme de esa chica, pero mi voluntad me lo impidió y cerré los ojos otra vez.
- ¿Qué es eso? - preguntó Nura.
La chica descolgó el frasco de la cuerda y lo admiró.
- Cuando era Margarita Blankenheim, yo y toda la gente de Toragay teníamos problemas, pero conseguí dar con esta medicina. Toragay está aquí, esta gente alrededor nuestra, ahora sin problemas y durmiendo tranquilos y felices.
- Yo diría más bien que les has matado y ahora no pueden hacer frente a sus problemas.
- No hay mejor opción que descansar, youkai de la Tierra.
- ... ... Si tan bien me conoces es que debes ser la guardiana de la Pereza.
- Prefiero llamarme la Princesa de los Sueños~♥
- O más bien la Princesa del Sueño~~
Nura elevó a Nenekirimaru y corrió hacia ella.
- Es inútil - dijo Margarita. - Sabes que no puedes matarme.
- MIEDO.
- Eso tampoco func... - puso los ojos como platos y comenzó a llorar. - Q-Querido... esposo m-mío... no... ¡N-NO! ¡NOOO! ¡¡ESPERA!!
Nura robó el frasco y me cogió en brazos. Corrió hasta frenar a un lado para mirar a la Princesa. Pareció que ella estaba volviendo en sí. Miró a Nura con una expresión de odio.
- Maldito... egoísta... quieres que tu amiga sufra...
- Egoísta tú~ que alejas de mí a la gente de mi Clan sin mi consentimiento.
- Acabaré con esto de una vez.
Margarita iba a chasquear el dedo cuando Nura me dejó en el suelo de nubes y corrió hacia ella. La agarró con fuerza desde atrás y dijo:
- Si mi Miedo ha funcionado contigo aún teniendo un poder muy débil en este mundo, es que en el fondo sabes que así no eres feliz.
Ella gruñó.
- Youkai...
- Si tan bien sabes quién soy... lo mejor será que me digas dónde está la puerta para pasar al siguiente nivel.
- ...
Margarita elevó el brazo y señaló con el dedo índice hacia el oeste.
- Por ahí... pero, por favor, déjame que estoy cansada.
Nura quitó el tapón del frasco y le dio de beber la poción que ella misma creó. Al rato, esta se durmió y cayó al suelo. Luego Nura volvió hacia donde yo estaba, me cogió y fuimos al oeste.
Mientras él corría conmigo en brazos, yo le miraba. Sonreí y dije:
- Eres un youkai muy enérgico.
- Ser un youkai perezoso y triste es una muy mala idea, Cebolla~
Inflé mis mofletes pero no reproché nada. Nura paró ante la puerta que daba al siguiente nivel. Me dejó en el suelo y me puse en pie. Le agarré del brazo otra vez y pregunté:
- ¿Cuál será el siguiente pecado?
- Lo sabremos enseguida - abrió la puerta - pero nada de dormirse.


lunes, 11 de mayo de 2015

Expomanga 2015

Nunca había escrito una entrada de este tipo aquí, pero yo creo que después de spamearos el blog, me parecía interesante subir algo de la Expomanga que hubo estos días en Madrid.
Para quien no sepa lo que es una Expomanga... lo siento x'D no me apetece explicar ahora en qué consiste, pero hay muchos vídeos en YouTube que lo explican y podéis ver un poco cómo es.
Este año era el primero que iba cosplayeada en serio. Iba de Kikyo del manga/anime Inuyasha (el sábado y el domingo APLAUDIDME PLIS) xD Estaba toh happy vestida de miko por fin ;3; y... sí, me he muerto del calor. No sé cómo no me evaporé en la cola.
Hablando de colas. Vamos a ver, soy consciente de que otros años no pasa, pero este año se les ha ido mucho la pinza con el tema de las colas. Y no, la culpa no es de los staff, ellos solo hacen su trabajo y punto, hablo de los organizadores, esos a quienes les llega toda la pasta de las entradas (cuyo precio está subiendo cada vez más) y no han tenido los wockies a preparar una organización conforme a lo que nosotros pedíamos: que abran a la hora que prometían (a las 10, no a las 11 y media), más taquillas abiertas, mejor distribución de colas (no una única cola kilométrica de 3 horas en la que te mueres del asco), poder entrar y salir sin preocuparte del tiempo que vayas a tener que volver a estar en la cola, etc. Insisto, creo que no soy la única que se ha amargado con la cola, de hecho me puso de bastante mal humor, y eso que a mí las colas me dan un poco igual x_x pero estar espachurrada en un cúmulo de humanidad es odioso~~
Cuando después de 3 horas has conseguido entrar... lo único que te apetece es sentarte en alguna parte pero ¡AH! ¡NO! Este año la gente no se puede sentar al lado de la pared *facepalm* A una chica en la cola ya le dije que menos mal que no traje el arco, sino todos acababan muertos. Y CONSTE QUE YO NO SOY VIOLENTA.
No sé... quienes estén a cargo de estas cosas ya se les debe sudar todo, han puesto más controles, intentan hacer una organización más acorde con la magnitud de gente que se está animando a venir (que cada vez es más) PERO LO HAN ESTROPEADO CON CRECES. Lo gracioso es que dudo mucho de que esta gente sepa de anime. 
Yo después del tipo del staff que tenía que "reconocer" tu cosplay para que el domingo pasases gratis... ME CAGO EN TODO, ESE SOLO HA VISTO ONE PIECE, NARUTO Y DRAGONBALL. No reconoció ni a Sakura (Sakura Card Captors, lo digo en inglés, que queda más pro *^*) ni a  mí... y menos mal que metí la tarjeta del móvil antiguo en el móvil que llevaba y ahí tenía muchas imágenes de Kikyo... sino ya verás qué gracia tragarme otras 3 horas de cola Y AL SEÑORITO SE LA SUDARÍA.
Creo que, en cuanto a crítica, he cumplido~ A pesar de lo corto que se me hizo el sábado (porque al final, tuve que irme pronto al cumpleaños de mi primi) me ha gustado mucho estar allí ese fin de semana.
El ambiente no ha cambiado mucho por nuestra parte a pesar del trabajo de los staff de amargarnos la vida. La Expomanga (y también la Expocómic y las Japan Weekends) sigue siendo un punto de reunión entre amigos para hacer un montón de cosas además de hacer shopping de cosas manga y no manga (libros, películas, videojuegos...). Es un lugar donde te encuentras con gente con la que no se te sueles encontrar, un lugar donde puedes vestirte casi cómo te dé la gana y no sentirte mal por ello (aunque los abueletes del metro se te queden alucinando con tu disfraz).
Yo, a ver, no tengo tantos contactos "friki-otaku-gamers" que les interese ir, por lo que es posible que a veces esté un poco foreveraloneada x3x pero me he sentido bien xDx me distraía fácilmente viendo las cosas de los stands, envidiando a los que estaban tirando con arco al lado del escenario, babeando por las fuentes de chocolate, haciendo ruidos raros por cada Jellal, Gray o Inuyasha que pasaba... gh~
También esta vez me dediqué a repartir spam de este blog, más que nada por si alguno pudiese estar interesado en leer una pequeña de historia de esta cebolla loca~ Me hice bastantes fotos con la gente que reconocía mi cosplay (incluso hubo una chica que me abrazó x//D//X) aunque no sabía si salir con cara de Kikyo triste, no podía evitar sonreír >D< y... bien -D- 
Al final, me ha encantado ir, a pesar del cansancio que he acumulado, como era de esperar. Me ha encantado hablar con gente en las colas, ver unos cosplays geniales de FairyTail (mención de honor a cierta Juvia), ver a más gente susia que conocía, alusinar con el cosplay de Rikuo (de Nurarihyon no Mago, más que nada por ser de ese anime tan poco conocido) y... ~ nada~ poco más. Me compré un llavero de Erza y un peluche de Pichu (que achucharé y me cuidará mucho...) Y, para la próxima, a ver si consigo la peluca de Juv... digo! de Erza!... o el paraguas-katana x'P (o participar en el concurso de karaoke).
Pues eso 8D un abrazo a todos los que hayáis leído esto (uno muy fuerte a los nuevos♥) y~ ¡hasta la próxima Expo!


jueves, 7 de mayo de 2015

Pues otro Akame Vs Nura lleno de ira

Pensé que a más abajo no podíamos llegar pero lo hicimos, y en un rato muy largo. Estuvimos entre cinco y diez minutos cayendo hasta que nos dimos contra el suelo. No me espachurré contra el suelo gracias al pecho de Nura. Supuse que él seguía vivo gracias a su condición de youkai.`
- ¿E-Estás bien? - le pregunté.
- Urflkkkeghkk... - gruñó Nura.
Me aparté deprisa y le ayudé a levantarse, pero siguió cabizbajo. Miré nuestro alrededor y todo estaba completamente oscuro... completamente oscuro... completamente... oscuro....
Desenvainé a Guesshoku y bloqueé el ataque de Nura. Chocamos nuestras katanas y le grité:
- ¡¿Se puede saber qué haces?!
Respondió solo gruñidos. Se echó para atrás y volvió a atacar, pero me fijé en que no lo hacía con su propio estilo, cosa que me extrañó. Nura se estaba moviendo solo con furia, además de que no era capaz de levantar la cabeza y mirarme.
De repente, sentí ardor en las venas, pero no iba a convertirme en Fénix... era otro tipo de fuego: incontrolado, desordenado y lleno de odio totalmente ajeno a mí, pero que poco a poco se iba fusionando con mi alma. Traté de defenderme de Nura, sin embargo, acabé atacando yo también.
Nos peleábamos de forma desordenada e inconexa con unas fintas poco productivas y mal pensadas, incluso teníamos ganas de dejar las armas y pasar a pelear con los puños. Y así fue... no sé porqué, se le cayó Nenekirimaru, pero se abalanzó contra mí sujetándome la mano con la que empuñaba a Guesshoku.
No solté a Eclipse Lunar, pero era inútil forcejear. Caímos al suelo y Nura trataba de agarrarme del cuello pero no conseguía hacerlo bien, supuse que era debido a que su ritmo cardíaco había incrementando tanto que parecía que en cualquier momento iba a explotar. Pensé tanto en esa idea que la ira que me había poseído parecía evaporarse como agua caliente. Me sentí más tranquila, pero Nura estaba alcanzando la desesperación.
Al final pude mover a Guesshoku y coloqué la katana apuntándome hacia mí.
- No tienes coraje - dije con falso atrevimiento.
Nura se quedó un rato mirando mi katana pensándoselo un par de veces... ... le pegué con la empuñadura en la cara. El ardor de mi interior volvió a subir puesto que al echarse para atrás preparé varias formas de acabar con él ¿De una rebanada en el pecho? ¿De una estocada en el corazón? ¿Degollándole? ¿Partiéndole en pequeños trocitos? ¿Asfixiándole?...
Me tembló la mano cuando Nura dijo en voz baja...
- Akame... -ch-chan...
- ...
- ... No tienes coraje.
Abrí los ojos lo máximo posible y mis pupilas se volvieron cada vez más pequeñas. Apreté fuerte mi katana y...
...
...
...
De un disparo a la hoja de Guesshoku, el sable se me cayó. A pesar del impacto de la bala con la katana, la hoja no se dobló, esta se limitó a brillar en la oscuridad con una tenue luz escarlata.
Sacudí la cabeza como si acabase de salir de una alucinación y la volteé hacia donde había venido la bala. De aquel oscuro horizonte, vino corriendo una chica de pelo verde con la parte de arriba de la cara tapada con un antifaz. Vestia de gris con un chaleco, unas mangas, una falda semilarga y botas altas. En su
mano derecha sostenía un revolver apuntándome.
- ¡No te muevas! - gritó.
Luego me tumbó contra el suelo boca abajo agarrándome del pelo y de los brazos. Nura se levantó alarmado y la chica quitó la mano de mi pelo y volvió a sostener el revolver para apuntar a Nura.
- Eso también va por ti - dijo.
Nura frunció el entrecejo, pero luego adoptó una expresión tranquila que a la chica le extrañó.
- ¿No estás deseando matarla?
- A cosquillas - reconoció Nura - DIGO... ¡NO!
La chica se sorprendió y luego se dirigió a mí:
- ¿Y tú?
- Sea lo que fuese lo de antes, en realidad no quería hacerlo, pero ahora me lo estoy pensando.
Apretó mi brazo en la zona justo debajo de mi muñeca y me comprobó el pulso. Después de un minuto me soltó, se puso de pie y me tendió la mano para levantarme.
- No me explico cómo estáis aquí si no tenéis ganas de mataros... A no ser que seáis demonios muy bien cualificados.
Recogimos nuestras katanas... por si acaso.
- Esperad... vosotros estáis vivos.
- Y tú no lo estarás por mucho tiempo.
Nura le atravesó Nenekirimaru, pero esta hizo como si nada.
- No puedes matarme. Quiero decir... ya estoy muerta.
Nura sacó su katana del cuerpo de la chica y la envainó. La chica añadió:
- Si tan nerviosos estáis que hasta caéis en el pecado de Ira, es que debéis ser los que habéis caído desde Caetoneko.
- ¿Cómo sabes tú eso? - preguntó Nura.
- Este es el pecado menos profundo del Infierno. Además soy muy curiosa y me entero de casi todo lo que pasa allí arriba ;)
- Y... ¿tú eres? - intervine.
- Soy la guardiana del pecado de la Ira. Antes era Némesis Sudou, la hija bastarda del avaricioso juez de los Estados de Evllious.
Me pareció una de las presentaciones más peculiares que había oído.
- Escucha, Señorita, guardiana, Némesis, o como quieras llamarte - dijo Nura, - necesitamos regresar a la Tierra y para ello tenemos que ir al Tártaro.
- Suicidas... - pensó en algo. Miró a Nura muy fijamente. - Supongo que no tenéis otra opción, pero os garantizo que no os va a gustar nada. Seguidme.
La seguimos y caminamos por la oscuridad mientras aparecían de paso varias personas luchando entre ellas de vez en cuando.
- La opción más fácil para llegar al Tártaro es entrando en la mansión de Hades pero os habéis caído y estáis varios pisos más abajo - explicó Némesis. - Dado que es totalmente imposible que volváis a subir (así son las leyes del Infierno), deberéis bajar vosotros mismos pasando por los siete niveles de lo siete Pecados Capitales. Más abajo no sé qué hay... por lo que solo espero que entre el pecado de Soberbia y el Tártaro no haya nada, por vuestro bien...- Nura y yo nos miramos para intercambiar expresiones de... algo parecido al horror. - Os recomiendo que en cada nivel de pecado busquéis al guardián para orientaros, solo que no todos están arrepentidos y posiblemente algunos se vayan a poner en vuestra contra, asique fijaos bien en cómo se comportan y, lo más importante, cómo os comportáis vosotros... como ya habéis visto, los vicios de ira, avaricia, gula, envidia, lujuria, pereza y soberbia se os incrementen en vuestros cuerpos mortales según en qué nivel os encontréis, lo que no sé exactamente es el orden, solo que Soberbia debe de estar abajo del todo por ser considerado el pecado original en la Antigüedad.
Un hombre cayó encima de Némesis sin derribarla y esta le empujó hacia fuera. El hombre se fue corriendo con los puños llenos de cortes y moratones dispuesto a pegarle una paliza a otro hombre que le estaba esperando en el otro frente.
- Este es el pecado de Ira. Aquí nos dedicamos a pegarnos toda la eternidad.
- Comparado con esta gente, a ti se te ve bastante tranquila, ¿eso es porque te arrepentiste? - preguntó Nura.
- ... ... ... ... No exactamente... Maté a mi novio por culpa de mi padre y luego acabé con él. Tuve problemas debido a mi ira y los solucioné con más ira. Nunca supe cómo pedir disculpas a mi amado, pero nunca me arrepentiré de lo de mi padre... él nunca lo hizo.
Llegamos por fin a una puerta cerrada. Némesis cogió de un montón de ropa que había en el suelo dos hábitos de color marrón y nos los dio.
- Son hábitos de recambio que tienen aquí los demonios del Inframundo. Ellos son los únicos seres que pueden viajar a donde quieran en este mundo (algo que no pueden hacer en las demás dimensiones). Ponéoslos encima por si acaso os están buscando por ahí.
La hicimos caso. Nos vestimos y nos tapamos la cabeza (y el cabezón de Nura) con la capucha. Némesis añadió:
- Ahora, si estáis vivos y no sois pecadores de ira, podréis abrir la puerta y pasar al siguiente nivel.
Nura y yo asentimos y nos acercamos a la puerta. Por un momento pensé en todas las razones por las que podría ser incapaz de traspasar la puerta debido a mis momentos de ira. Me puse nerviosa.
Nura abrió despacio la puerta, me cogió de la mano y la traspasamos sin problemas. Suspiré aliviada y Némesis sonrió.
- ¡Oye! Hacedme un favor... si veis a mi padre en Avaricia, pateadle el culo de mi parte. Espero que tengáis suerte, Señor del Pandemonio y Sacerdotisa de Fuego. Sería divertido ver cómo os desenvolvéis en Lujuria.
- ¡¿QUÉ?! - grité alarmada.
La puerta se cerró y volvimos a quedarnos solos.


martes, 5 de mayo de 2015

Especial: Rei nos envía a una misión a Siberia

Me desperté inquieta en cuanto percibí un aura demoníaca.
- Ohayo, cebollatisama~ -U- - dijo Nura tumbado al otro lado de mi cama solo con el yukata negro puesto. La capa azul que solía llevar estaba tirada en el suelo.
- YOUKAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAI!!!
Invoqué luz celestial y se la lancé pero, por primera vez, Nura la consiguió esquivar saltando encima de mi cama.
- Jajaja - rió.
Inflé mis mofletes y pregunté:
- ¿Se puede saber qué haces aquí?
- Vine a visitarte ^D^ El Clan Nura lleva tranquilo varios días y pensé en tomarme unas vacaciones como Supremo Comandante.
- Pero si te pasas el día conmigo a_a Ayer viniste a regalarme un saco de cebollas.
- Sííí xD JAJAJAJAJA!! Bueno... ¿Qué tienes para desayunar? -D-
"Aiiiishh~ qué chico~" pensé. De todas formas me alegraba de ver a alguien que no fuese un aldeano en apuros o una mujer con una hija poseída por un malvado demonio.
Kumato, que estaba hecho una bolita a una esquinita de la habitación, se despertó y ronroneó. Al ver a Nura, se abalanzó sobre él a lamerle la cara.
Cuando iba a responderle que tenía unas galletas que me mandó Esme la semana pasada desde Caetoneko, sentí un aura oscura muy fuerte. Según deduje por su expresión, Nura también lo había notado. El Señor del Pandemonio cogió su katana, Nenekirimaru, que estaba apoyada a la pared, mientras que yo me hice con mi arco y mi carcaj lleno de flechas.
Nura salió por la ventana con Kumato encima de su hombro izquierdo y yo bajé las escaleras. Salí del Templo del Dragón Rojo por la entrada principal y apunté a una figura oscura que se se estaba haciendo humana. Sin pensarlo disparé una flecha justamente cuando la sombra se materializó en carne y hueso y esta paró la flecha cogiéndola con una sola mano. La pulverizó, y el demonio sombra sonrió.
- Deberías ser amable con tus invitados, primi.
Era Rei Minamoto, también llamado el "Shadow Of Silver", un demonio sombra del mismísimo Tártaro. Era el ser más poderoso que había conocido en mi vida.
Nura se lanzó contra él dispuesto a cortarle en dos con Nenekirimaru, pero Rei invocó el fuego negro, el Amateratsu, y Nura retrocedió.
- Oh~ ¡eres tú!¡Pero si hasta hace poco eras una cosa negra sin forma!
- Lo sé~ ni naturaleza es un poco extraña... ¡Pero soy yo!
Me acerqué a ellos.
- Gomenassai~ Rei-kun. Este mundo vive en una época un poco complicada y hay que prevenir...
- Sí... - dijo Rei mirando al suelo.
- Miau~ - maulló Kumato.
- ¿Todo va bien? - añadí - No sueles venir por aquí sin Blue-chan a no ser que pase algo grave.
- Blue-chan está con un amigo al norte del país. Tenemos una misión importante.
- ¿Una misión? - preguntó Nura.
- Sí... Y, nakamas, necesito vuestra ayuda.
Le miramos con expresión de extrañeza. El demonio más poderoso nos estaba pidiendo ayuda. Si bien es cierto que algo así estaba ocurriendo, el problema debía ser bastante grave.
- ¿Qué ocurre?
Rei nos miró y nos lanzó una sustancia pegajosa y oscura. Esta se pegó a nosotros en el pecho y nos envolvió. Yo grité del susto mientras dejaba de ver la cálida luz de sol. De repente me sentí ágil, y noté cómo aquella sustancia me estaba transportando a la velocidad... de las sombras.
Nos movíamos a una velocidad increíble hasta que frenamos y la sustancia se hizo líquida. Nos liberó y por fin volví a ver el exterior, pero completamente cambiado. Estábamos en un puerto de Akita, la región del suroeste de la isla de Honshu. Me recordó al puerto de Tokyo, pero desde luego en Akita no había tantas personas como en la capital.
En medio de todas las embarcaciones que había anclados, había uno que desde luego llamaba la atención.
No parecía ser un barco ni japonés, ni chino, ni coreano, ni ruso. Parecía un navío de esos que tenían los occidentales, pero era incluso más grande que esos. Sus maderas eran de árboles gruesos y grandes como los que había en la Europa Septentrional. Sus altos y fuertes mástiles sostenían unas grandes velas que ondeaban al viento al igual que la bandera que había arriba del palo mayor, una bandera negra decorada con una calavera y dos huesos cruzados.
Rei se dirigió a aquel gran navío y le seguimos. En cuanto llegamos al muelle, subimos una rampa de madera que conectaba la orilla con el barco. A pesar de su gran tamaño, la cubierta del barco estaba desierta... hasta que oímos el ronroneo de una gata.
- Nyaaa~? ¡Rei-kun!
Blue salió de detrás del mástil y se lanzó a abrazar a Rei y darle un beso en la mejilla.
- ¡Por fin vinisteis! Os estábamus esperandu n3n
- ¿Sesshomaru-kun está en su camarote? - preguntó Rei a su novia.
- Nuu~ Está en la sala del mapa.
- ¡Pues vamos!
Blue y Rei nos abrieron la puerta de la zona cubierta del barco. Entramos y había escaleras que conducían a abajo y una gran sala con una mesa pintada con un mapamundi. Aquella cartografía era, sin duda, espectacular. Nunca había visto un planisferio tan exacto. De las paredes colgaban emblemas relacionado con el mar, flotadores, esqueletos de peces muy interesantes... y al fondo había cinco sillones puestos alrededor de una mesita de té. Kumato se acercó como un cohete a aquella zona, y fue cuando descubrimos que uno de los sillones estaba ocupado.
El individuo giró la cabeza, y al vernos sonrió y se levantó.  Tenía el pelo completamente blanco, con ojos amarillos y con un tatuaje de media luna morada en la frente y otros que eran rayas situadas en las mejillas.
Iba vestido con un kimono blanco y rojo extraño con una armadura de pinchos, una bufanda de pelo blanco y unos sashinukis blancos. Y lo más importante... era un demonio.
- Amigos~ ¡ya estáis aquí!
Este dio la mano a Rei, se las estrecharon y se dieron un abrazo. El pelo-blanco nos miró.
- Asique vosotros sois los nuevos grumetes... :) Me llamo Shesshomaru, soy del Clan Taisho e hijo legítimo de Inu No Taisho, el guardián del viento del este, e Irasue.
Nura puso los ojos como platos.
- ¿Vosotros? - añadió Sesshomaru.
- Yo soy Akame Scarlet Targaryen, sacerdotisa semielfa del Templo del Dragón Rojo, Domadora del
Dragón Rojo y Phoenix Slayer.
Supuse que decirlo así quedaría igual de cool que el de Sesshomaru.
- Conque vienes de la región de Catay (China) eh... - comentó Sesshomaru como si no fuese algo de su agrado - Excelente - se dirigió a Nura y puso casi los mismos ojos que él, con cierto snob preguntó - Y... ¿tú eres...?
- Nurarihyon. Supremo Comandante del Clan Nura y Señor del Pandemonio.
"¿Se conocerán de algo? No parecen tener cara de buenos amigos" pensé. Kumato gruñó a Sesshomru.
- Será curioso disponer de los servicios del líder del Clan Nura - consideró el youkai del Clan Taisho.
- También de los del Clan Taisho - añadió Nura - Además de un demonio sombra, una nekogirl de hielo y una cebolla.
- ¡NURA-KUN! - me quejé.
Rei se interpuso para calmar el ambiente y sugirió:
- ¿Qué tal si les explicamos la situación, Sesshomaru-kun?
Sesshomaru accedió y se dirigió al mapa. Nos invitó a que nos uniéramos y nos dispusimos en círculo alrededor de la mesa del mapamundi.
- Mañana debemos zarpar a unas playas que dan al mar Ojotsk y caminar varios kilómetros por la zona noreste de Siberia para recuperar... un objeto muy importante.
- ¿De qué objeto estamos hablando? - preguntó Nura.
- De la piedra de la resurrección - contestó Rei.
Volteé la cabeza hacia él.
- ¿Una piedra que resucita a los muertos?
- Exacto. Y un objeto de una malicia extrema que viene del Tártaro. Hace semanas que se perdió y debo recuperarla antes de que caiga en malas manos... si se usase de forma errónea podría acabar con el planeta entero.
- ¿Y cómo sabéis que está en Siberia? - pregunté.
- Porque un fiel sirviente mío fue a buscarla para nosotros y al final la encontró - respondió Sesshomaru - El problema es que cuando la vio, la tenía un monstruo salvaje que habita por allí - hizo una pausa y continuó - No parece muy inteligente pues, si lo fuera, ya habría usado dicha piedra. Pero no lo ha hecho, asique tenemos una oportunidad.
- Entunces... mañana por la mañana ponemus rumbu a Siberia n3n
- Por mí de acuerdo - acepté.
- Por mí también - añadió Nura.
- Bien~ pues disfrutad de la vida en el barco y por si queréis dar un último paseo por Akita.
Así lo hicimos. Pasamos el mediodía y la tarde dando paseos por la aldea del puerto y tomamos diferentes tipos de sushi con calpis de todos los sabores en diferentes antros (aunque casi se asuntan al ver a Kumato abalanzándose hacia una sepia cruda) Al anochecer, volvimos todos al barco.
Estaba en la parte delantera de la cubierta contemplando el sol escondiéndose. Kumato estaba a mis pies jugueteando con mi hakama. Nura salió de la parte trasera y se acercó a mí. Se apoyó en la barandilla.
- Los camarotes no están mal - dijo, - aunque me los esperaba un poco más grandes.
- No sé de quién es este barco exactamente, pero nunca me imaginé uno así... - comenté.
- Yo tampoco...
- ...
- ...
- ...
- Hacía tanto tiempo que no me subía a uno...
- No me digas que no has vuelto a embarcar desde que... bueno, desde que nos conocimos.
- Pues no. Nunca he salido de Japón desde que llegué al puerto de Tokyo.
- ...Ya veo
- ... ... ... Oye, Nura-kun.
- ???
- Tengo la sensación de que Sesshomaru-sama y tú os conocéis de algo.
 - ¿Ah, sí?
- ¿Me equivoco?
- No~ O sea... es decir...
- Nya~ -D- - intervino Kumato.
- (MARDITO GATOMATE X^X) - maldijo Nura muy bajito. Continuó - Que... Sesshomaru-sama, como ya dijo él, es el hijo del líder del Clan Taisho, el Clan que controla el este. Es, junto al Clan Nura, que es del oeste, uno de los clanes más importantes, y son controlados por demonios perro.
- ¿Demonios perro? Mmm ¿Sesshomaru-sama es un demonio perro?
- Igual que Inu No Taisho, su padre. Es un demonio increíblemente fuerte... casi como el Viejo Nurarihyon.
- ¿Tu padre?
- Hai... Un día estalló una guerra entre Japón y China. Los demonios chinos querían invadir Japón y los clanes japoneses nos unimos. Mi padre, el Viejo Nurarihyon, que fue nombrado Rey de los Youkais antes que Inu No Taisho, dedició hacer una avanzadilla hacia Catay (la antigua China) y derrocarles desde su propio país. Y lo hizo bien, entre el Clan Nura y el Clan Taisho conseguimos ganar la guerra. Pero los demonios chinos que se fueron a Japón regresaron tan rápidamente a su país que el Viejo Nurarihyon no pudo volver. Pidió ayuda a Inu no Taisho pero... le abandonó.
- ...!!! Por eso estabáis tú y tu familia en el Barco. Estabais regresando a Japón de forma clandestina. Todos cogíamos el Barco así.
Nura asintió.
- Ahora yo he conseguido heredar el puesto de Supremo Comandante del Clan Nura así como el título de Señor del Pandemonio. Y Sesshomaru... supongo que ahora es el líder del Clan Taisho... oí rumores de que Inu No Taisho murió por haberse enamorado de una humana. Dicen que tuvo un hijo bastardo y todo. Un mediodemonio, un hanyo ¿te lo puedes creer?
- Ungh... Esas cosas no suelen ocurrir... Es raro porque nunca he oído hablar de ese tal Inu No taisho, y en el Templo del Gato Negro me especialicé en cazademonios.
- El Clan Taisho ya no es lo que era. Están escondidos desde hace bastantes años antes de que yo consiguiese ser líder del Clan Nura.
Se hizo silencio. Era increíble lo poco que sabía sobre la vida (demonios, dimensiones, barcos pirata...) a pesar de haber estudiado casi toda mi vida en un Templo.
El sol se escondió, la noche llegó. Cenamos un par de gambas y langostinos y nos fuimos a la cama. Había solo cuatro camarotes, pero Rei y Blue decidieron dormir en el mismo. Me lancé sobre la cama de mi camarote y me pude el pijama que usé en el Purgatorio (no me preguntéis qué hacía debajo de la cama) y Kumato se acurrucó conmigo. Dormimos juntos hasta que llegó la luz del día siguiente.
Nada más despertarme, corrí a la cubierta y ayudé a poner el barco en marcha. Partimos hacia el norte sin ningún problema. Tenía un poco de miedo... la primera y última vez que había subido en un barco casi me moría del hambre.
- No sabía que tu familia tuviese un barco pirata occidental, Sesshomaru-sama - dijo Nura mientras Sesshomaru manejaba el timón.
- Todos los clanes tenemos nuestros secretos - respondió él con una sonrisa pícara.
No navegamos más de tres días hasta que sufrimos aquella tormenta feroz. Si el barco hubiese sido japonés, desde luego nos hubiéramos hundido. El furioso mar sacudía nuestro barco muy de mala leche, como si el mismísimo dios Poseidón quisiese vengarse de nosotros.
Blue se acercó a la barandilla y se puso a congelar el mar. Al principio parecía funcionar, pero los rayos la amenazaban y tuvo que apartarse rápidamente.
- KSÓ! - maldijo Rei.
Este se subió al mástil y lanzó Amateratsu al cielo como si fuese un misil. La lluvia comenzó a calmarse, los truenos cesaron y el mar se tranquilizó. El barco pudo seguir su curso normal.
- Eso ha sido una pasada o_o - comenté a Rei.
- Controlo los elementos~ es lo mínimo que podía hacer.
- Espero que no nos hayamos desviado del rumbo mucho - añadió Sesshonaru saliendo de debajo del timón.
Parecía todo tranquilo pero noté algo raro. No era un aura demoníaca ni tampoco celestial.
- Qué raro... - dije.
Arqueé la ceja. No era la primera vez que notaba algo así. La primera y última vez que lo sentí fue... en Hokkaido... era una esencia parecida al Gran Fénix Legendario.
- Akame-chan - me llamó Nura. Él sabía lo que pensaba porque también lo notó. Pero llegué a una conclusión.
- No. No es el Fénix. Es otra cosa diferente.
- ¿El Fénix? - preguntó Sesshomaru indeciso - Eso no puede ser... - de repente le cambió la cara por completo, ahora estaba pálido - Oh no... ¡TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍ!
Seshomaru giró el timón tanto como pudo pero ya era tarde. Un tentáculo gigante salió del mar y se agarró con fuerza a la barandilla del barco. A esto le sucedieron otros dos tentáculos, y tres, y cuatro y cinco y seis... Estábamos rodeados. Un monstruo se había pegado al nuestro barco y estaba tratando de hundirlo con sacudidas.
- ES EL KRAKEN - anunció Rei.
- ¿EHHH? - me agarré a uno de los palos del barco.
- ES UN MONSTRUO CASI DEL MISMO TIPO QUE EL FÉNIX ESE - dijo Sesshomaru - SOLO QUE ESTE HUNDE BARCOS.
- Y ahuura qué hacemuus!? - preguntó Blue.
- ¡ACABAR CON ÉL, POR SUPUESTO! - sentenció Rei.
Rei se lanzó contra un tentáculo y lo empezó a quemar con fuego negro. El tentáculo se tensó y apartó a Rei. El Kraken se había enfadado.
- ¡Te ayudu!
Blue sopló una ventisca helada y congeló el tentáculo. Rei se volvió a abalanzar, sacó su guadaña y cortó el tentáculo. Uno menos. Solo quedaban cinco, y al ritmo que llevábamos de lo seguro íbamos a acabar tocados y hundidos.
Otro tentáculo se lanzó contra el timón, donde estaba Sesshomaru, y el youkai perro hizo salir de sus uñas unos látigos luminosos de color verdes que, al chocar contra el tentáculo, lo cortaron en trocitos. Los cachos de Kraken cayeron a la cubierta.
- Creo que ya tenemos la comida para acabar con el hambre del mundo - comentó.
Nura miró al frente, donde había tres tentáculos amenazándonos. El Señor del Pandemonio sacó a Nenekirimaru.
- Akame-chan, respáldame.
- Hai.
Preparé una flecha sobre mi arco y esperé a ver cómo Nura se desenvolvía con los tentáculos. El youkai saltaba ágilmente pegando tajos al un tentáculo hasta que consiguió partirlo. Si el Kraken hubiese sido un demonio normal, Nura habría podido acabar con él de un solo tajo pero al ser una especie extraña no pudo privilegiarse de las ventajas de su katana.
Ahora fue para el segundo, usó el Miedo para desaparecer y reaparecer, pero el tentñaculo fue más rápido y le iba atrasar desde la espalda. Fue entonces cuando disparé una flecha de rayos Yin y el pico del tentáculo sufrió el impacto.
Saqué otra flecha y apunté más abajo del tentáculo, pero el tercero se lanzó contra mí. Se enroscó sobre mi cintura e hizo que se me cayese el arco. Forcejeé disparándole rayos Yin pero no funcionaron. Mis brazos estaban inmovilizados y no podía hacer nada.
- ¡¡AKAME-CHAN!! - gritó Nura mirándome mientras partía con rabia el tentáculo que le estaba atacando.
Lancé un grito y la sangre me ardió. Mi cuerpo se cubrió de llamas, mis ojos se volvieron de fuego, el pelo se me recogió y mi colgante del Yin Yang se transformó en un colgante de dos dragones. Ahoara era "la otra Akame".
"No te preocupes" me dije "Ahora lo controlas mucho mejor".
Quemé el tentáculo y me liberé de mi prisión. Ahora era el Fénix contra el Kraken.
Caí al suelo, recogí mi arco y este ardió en llamas. Me colgué el carcaj y me fui a la otra parte de la cubierta donde quedaba el último tentáculo. Disparé y el Kraken lanzó un grito desde la profundidad del mar, pero el tentáculo siguió moviéndose.
- ¡Ataquémosle a la vez, Akame-chan! - sugirió Rei corriendo hacia el tentáculo. Se lanzó contra este.
Asentí, saqué otra flecha y la coloqué en el arco. Concentré todo el poder que pude en aquel disparo y dejé la flecha. Cuando fue a impactar, Rei invocó un montón de Amateratsu que quemó al tentáculo.
Rei se echó hacia atrás y observamos como el tentáculo se iba haciendo cenizas con fuego negro y "escarlata".

El barco dejó de ser amenazado, el cuerpo del Kraken se retiró de nuevo a las pronfundidades del océano.
- Ha sido increíble - admitió Sesshomaru - Asique este es famoso grupo que tanto hablabas, Rei-kun. El grupo "más fuerte de todas las dimensiones".
Rei sonrió, pero tanto él como y mis otros amigos estaban preocupados. Yo seguía estando en mi forma peligrosa. Nura corrió hacia mí.
- Akame-chan... has estado genial ¿puedes volver a tu forma normal...?
Le miré.. no sé con qué expresión, pero por su cara deduje que no una muy bonita. Sin embargo, sin avisar y sin que yo me lo pudiese imaginar, soltó su katana, me rodeó con los brazos y me achuchó fuertemente. Me morí de la vergüenza (tanto el Fénix como yo) y poco a poco volví a mi estado normal... excepto mi cara que se puso roja como Kumato, que por cierto, se estaba riendo (desde cuando los gatos ríen?!)
- UyUy~ - intervino Blue con una sonrisa pícara.
Nura y yo nos soltamos.
"ESTABAN MIRNADO TOOOODOSODOSODSODSOS" pensé.
Cuando se les pasó la tontería de meterse con nosotros (excepto Sesshomaru, que permaneció ocupado volviendo a trazar la ruta, aunque de vez en cuando miraba de reojo con una cara muy seria... me dio mala espina), volvimos a nuestro viaje normal. Fui a mi camarote, tiré mi arco y mi carcaj me abalancé de la cama. Seguía un poco colorada pero abracé mi Guesshoku, que estaba al lado. Acaricié el relieve de dragón rojo que había en la funda.
"Mardito Nura~"
Pasaron los días imos que ya habíamos pasado el Estrecho de Tartaria llegamos a la costa de Siberia. Anclamos el barco y pisamos tierra firme después de una semana y media. Nos pusimos en camino hacia los Montes Verjolansk.
Llegamos. El paisaje era igual que el del trayecto a pie... todo nevado, casi como el paisaje de Caetoneko, pero el viento era fuerte y molesto. El cielo comenzó a nublarse mucho más y la nieve caía furiosamente. Apenas veíamos cuando de pronto, un hombre gigante apareció ante nosotros. No era un hombre cualquiera... su frondoso pelo blanco cubría todo su cuerpo excepto sus dedos y su cara. Vestía con un taparrabos gris y colgado a su cuello tenía una cuerda que sostenía una piedra negra fácilmente confundible con el azabache.
- Es él - nos informó Rei.
- Ksoooó~ con el frío que hace y esta ventisca va a ser difícil derrotarle - maldijo Nura.
Sesshomaru sonrió.
- ¿Qué pasa, Nura-sama? ¿Te da miedo un montón de pelo blanco?
Nura frunció el ceño y desenvainó su katana.
- Sugiero que Rei-kun, Sesshomaru-sama y yo distraigamos a esa criatura mientras Akame-chan y Blue-chan cogen la piedra. Si es necesario, acabamos todos con él.
- Antes de eso reduciré la ventisca - dijo Blue, - mientras id a por él y luego vamos Akame-chan y yo a por la piedra como ha dicho Nura-kun.
Blue hizo un movimiento con sus brazos como si fuese a empezar a bailar y, con su magia de Aisu, la ventisca se nos hizo más pequeña. Como acordamos, Nura, Rei y Sesshomaru se lanzaron contra el Hombre de las Nieves. Rei le inmovilizó con Amateratsu de hielo, Sesshomaru le lanzó cortes con sus uñas convertidas en látigos venenosos y Nura invocó el Miedo haciendo que el monstruo adoptase una expresión de estar pasando por la mayor de sus desgracias.
Sonreí satisfecha por la acción de mis amigos y grité "¡Fuego y Sangre!", mis dragones salieron de mi colgante. Invité a Blue-chan a que se subiese al blanco y me subí al negro.
Intentamos llegar al pecho de la criatura lo más rápido que pudimos, sin embargo este lanzó un grito atronador. Casi me quedaba sin tímpanos si no fuera porque mi dragón retrocedió también dolorido por le sonido. Miré otra vez la lucha de mis amigos y vi que todos habían hecho lo mismo y pero el hielo de Rei siguió inmovilizando a nuestro enemigo.
El Hombre de las Nieves se había librado del Miedo de Nura y lanzó gruñidos. Toqueteó la piedra de la resurrección y, las cosas de complicaron. La piedra estaba brillando mientras salían del suelo esqueletos de seres parecidos a él; y tenían cara de pocos amigos igual que él.
- ¡Cambio de planes! - gritó Sesshomaru - ¡Todos a por todos!
Todos estuvimos de acuerdo. Saqué a Guesshoku y mandé a mi dragón que me acercase a un montón de esqueletos de la derecha. Él y yo nos abrimos paso repartiendo rebanadas a los esqueletos y los huesos que rompí cayeron, pero no tardaron en volver a incrustarse en su dueño.
- ¡¿NANI?! - me pregunté sorprendida.
Nura trató de cortar otro esqueleto con su katana mata-youkais Nenekirimaru, pero obtuvo el mismo el resultado.
- No es magia demoníaca...
- Es algo peor. - Rei dio tres pasos hacia el Hombre de las Nieves. - Es magia infernal. Es magia que solo se puede romper cuando otro consigue la piedra de la resurrección... Y ESE SERÉ YO.
Rei hizo hizo que apareciese fuego negro de su mano derecha y se lanzó contra el Hombre de las Nieves. Los esqueletos le bloquearon el paso.
- ¡Nakamas, necesito que los distraigáis!
"Uno para cada uno. Perfecto." pensé.
Sesshomaru, Nura, Blue y yo hicimos caso a Rei. Mientras luchábamos, Rei se acercaba cada vez más a la criatura y comenzó a lanzarle llamaradas de Amateratsu. El Hombre de las Nieves gritó otra vez con impotencia pero Rei hizo un movimiento que no había visto antes. Llevó sus codos hacia atrás y el sonido se dispersó. Alrededor del demonio sombra, cada vez más se estaba concentrando aire que acariciaba su ropas y su pelo. Luego alzó los brazos hacia el Hombre de las Nieves y todo ese aire le golpeó en la cara haciendo que este cayese de espaldas hacia atrás.
Después de aquello no pude fijarme mucho en lo que hacía mi primi, el esqueleto con el que estaba luchando se estaba poniendo serio conmigo y me defendí con Guesshoku, pero de reojo veía un cúmulo de aire negro acumulándose en el pecho del monstro. Rei estaba ahí, mientras sus globos oculares se volvían de un rojo brillante y maligno. Gruñó, se volvieron más grandes y se acercó a la cabeza del enemigo. Le dobló el cuello por la izquierda, luego por la derecha, luego para atrás y por último para el frente. Después... vi que la cabeza había salido de su sitio. La sostenía Rei con una sola mano en medio de un mar de sangre, por ello, los esqueletos dejaron de moverse y se desplomaron contra el suelo haciendo que los huesos de estos se esparciesen.
Dejamos de luchar, pues, y nos acercamos a Rei. Sesshomaru apremió:
- ¡Muy bien, hermano!
Yo no era muy partidaria de quella forma de solucionar el problema, pero al menos nos había salvado la vida. El demonio sombra tiró la cabeza del Hombre de las Nieves y se agachó a su pecho para coger la piedra de la resurrección.
- Al final sí que era un problema tener esa cosa aquí - comenté.
- Resucitar a los muertos está mal de por sí - dijo Rei, - pero si encima los usas a tu antojo estás ocasionando uno de los mayores problemas que puedas crear. Perfectamente este ser podría haber sido
capaz de destruiros a todos los terrestres.
Me limité a mover los labios de izquierda a derecha. Rei guardó la piedra en el bolsillo de su pantalón.
- Iré al Tártaro. Tengo que devolverla al sitio que le corresponde estar.
- ¿Ahora? - pregunté.
- ¡Por supuesto! - Se separó de nosotros y nos dio la espalda. - Muchas gracias por ayudarme, nakamas~ ¡Nos veremos!
Luego de despedirnos, nuestro nakama se disolvió entre las sombras y se hizo un rato de silencio hasta que la ventisca volvió a azotarnos.
- ¡Todos al barco! - espetó Sesshomaru.
Y es que hay pocas cosas más reconfortantes que ponerse delante de una estufa después de una batalla en medio de la nieve. Y muchas menos cuando Blue te prepara chocolate caliente de Caetoneko.
Kumato el gatomate no parecía estar acostumbrado al frío terrestre por lo que en cuanto me tumbé en el sofá de la Sala del Mapa se acurrucó en mi tripa emitiendo unos ruidos tan kawaiis que me dediqué a rascarle y acariciarle en cuanto terminé el chocolate.
Entró en la sala un aura demoníaca, era Nura.
- Blue-chan también se ha ido. Una mariposa de esas azules del espacio-tiempo se ha acercado volando hasta la cubierta y Blue-chan la ha seguido.
- Ay~  x_x bueno, la volveremos a ver pronto.
Nura se sentó a mi lado y pasó el brazo por encima de mi hombro.
- S-Sí~ Pronto volveremos a estar juntos en otra misión, tal vez en otro mundo luchando contra monstruos malvados y toda la historia esa~
Me acercó a su pecho y me sonrojé. Tuve la sensación de que Kumato estaba aguantando una risita. No fui capaz de decir nada, ni de apartarme ni nada. Se estaba agustito...
- Mañana tomémonos un calpis por Tokyo antes de que otro aldeano en apuros u otra mujer con una hija endemoniada venga a verte al Templo del Dragón Rojo.
- Me parece perfecto~ -//U//-
Esbocé una sonrisa muy rara y poco usual en mí, pero reconozco que muy pocas veces me sentí tan bien que estar acurrucada a aquel youkai.


lunes, 4 de mayo de 2015

La mansión de Hades

En serio ¿tan poderoso era el poder del Fénix que hasta el dios del Inframundo lo quería, pero NO funcionaba para librarnos de cuatro monstruos? Además, mi colgante del Yin Yang seguía pesando...
Pasamos por un puente que daba directamente a una mansión de hierro estigio protegido por toda clase de monstruos y criaturas mitológicas espantosas. Los rayos que relampagueaban el cielo oscuro moteado de nubes de color carmesí hacía más terrorífica la situación.
Entramos en el interior de la mansión. La estructura arquitectónica era de estilo gótico y tenebroso. Al fondo del pasillo llegamos a un enorme salón en el cual había dos tronos decorados con piedras preciosas de distintos colores que estaban ocupados por un hombre encapuchado de rostro angustiado y de pelo largo y negro, y una mujer morena que llevaba un llamativo vestido rojo rematado con hilos dorados y flores naturales, rompiendo así con el ambiente oscuro y siniestro.
Cuando nos acercamos a ambos personajes, el hombre se levantó y posó sus oscuros y vacíos ojos en nosotros. Preguntó:
- ¿Es ella?
Los monstruos emitieron unos ruidos que, a diferencia de mí, el señor entendió.
- ¿Y él es... el rey de los youkais? - aventuró a decir. - Vaya... qué interesante que tú también vinieses. En fin, no hay problema - se acercó a mí y me levantó la cabeza poniendo su frío dedo índice en mi barbilla. - Al fin podré salir de este infierno y ser el rey del Olimpo... no... ¡de todas las dimensiones! Seré el nuevo Fénix.
- ¡Ni se te ocurra tocarla! - espetó Nura.
Hades le miró con desprecio y dijo:
- ¡SOY HADES, EL SEÑOR DEL INFRAMUNDO, EL DIOS DE LOS MUERTOS! NADIE ME DIRÁ QUÉ DEBO O NO HACER.
Cargó una especie de veneno de sus garras dispuesto a atravesarme con ellas, pero mi colgante emitió una especie de chirrido. No me gustó cómo sonó eso, pero salieron los dragones del colgante y se lanzaron contra Hades. Se dedicaron a mordisquearle por todo el cuerpo.
- ¡duuuaaahhhllllilllll! - maldecía.
La mujer del trono se puso en pie y se acercó. Pensé que nos iba a atacar o algo, pero se dirigió a los monstruos que nos sujetaban.
- ¡Soltad a los presos! - ordenó.
Los monstruos se quedaron confusos, pero al rato decidieron hacerla caso e ir a ayudar a Hades y así librarle de mis dragones. Una vez "libres", la mujer se nos acercó y nos habló.
- Salid de aquí antes de que venzan a vuestros dragones.
- ¿Por qué has...? - traté de preguntar. Por su expresión diría que era una mujer de paz en contraposición de aquel mundo maligno.
- Soy Perséfone, esposa de Hades pero... ante todo hija de Démeter y Zeus además de diosa de las estaciones - hizo una pausa. No supimos exactamente si aquello debía tranquilizarnos. - Y... de verdad, tenéis que salir de aquí. Os lo debía por hacer que mis padres y los demás dioses recuperaran la cordura. Os prometo que cuando volváis a la Tierra, mi marido nos os molestará más; simplemente... desde que los olímpicos intentaron conquistar Caetoneko está más cruel que nunca. Está maquinando un Imperio Infernal por todas las dimensiones... Yo no tendré más remedio que estar con él por ser su esposa, pero no quiero que los demás sufran como yo.
Mis dragones volvieron a mi colgante. Hades y sus secuaces habían ganado. Perséfone se alarmó y aligeró tu discurso.
- Hades es capaz de abrir el vórtice solo cada 100 años, por lo que podréis vivir tranquilos cuando volváis ¡pero primero tenéis que VOLVER! ¡Corred hacia allí y traspasad la puerta! Os conducirá al Tártaro.
- Arigato gozaimasu, Perséfone-san - agradeció Nura.
Me cogió de la mano y corrimos hacia donde nos indicó la diosa, pero nos cerraron el paso tres monstruos voladores parecidos a murciélagos: tres furias.
- ¡No pasaréis! - chillaron.
Nura desenvainó a Nenekirimaru y yo a Guesshoku. Nos abrimos paso entre las furias repartiendo rebanadas y tajos. Dos de ellas se hicieron polvo y seguimos corriendo hacia la puerta del Tártaro, pero la furia que quedó viva se lanzó contra nosotros y nos desvió hasta el marco de la ventana más cercana. Por poco no salimos por ella.
Hades dio una bofetada a Perséfone y corrió hacia nosotros.
- ¡Que no caigan! ¡Si lo hacen nunca los encontraremos!
La furia volvió a lanzarse contra nosotros, pero Nura me cogió y usó el Miedo. Se situó justo detrás de la furia, pero un monstruo nos bloqueó el paso y nos volvió a estampar contra el marco de la ventana.
Eran demasiados y muy buenos luchando... También, dada nuestra poca costumbre de estar en aquel lugar, habíamos perdido la batalla sí o sí. Nura trató de levantarse mientras Hades reía como un malévolo loco y los monstruos nos humillaban escupiéndonos. Nura consiguió acercarse a mí y cogerme en brazos. Luego se subió al marco de la ventana.
- Se acabó.
Supuse que Hades y los monstruos no se movieron porque sabían que Nura no se iba a atrever a saltar, de hecho era lo que yo también estaba pensando, pero así lo hizo. Saltó y salimos de la mansión de Hades. Estuvimos en suspensión un rato que en la Tierra hubiera sido imposible, pero deduje que por aquella atmósfera sulfurosa que había, no era algo de extrañar. Al rato caímos, otra vez, al vacío.