- Mira eso - dijo Nura señalando a la oscuridad del frente.
- ¿Nani? ... ... ...!?!?
Me quedé mirando embobada a unas pequeñas burbujas que reflejaban la luz dorada de los ojos de Nura. Iba a sacar a Guesshoku para ver mejor con la luz de su hoja pero, literalmente, me dio pereza.
- Debemos estar en el buen camino - aventuró Nura.
Seguimos adelante aunque casi me estaba llevando a rastras. El suelo fue cambiando a un tono azul cielo y mis pies comenzaron a pisar sobre algo tan blando como una nube. Me noté más cansada y me entraban ganas terribles de dormir.
- Pesa mucho... - me quejé.
- ¿Eh?
- Mi colgante... no... mi cuerpo... en realid... la vida... mi vida... ... ...
- ?!?!?!?!??
- Necesito un descanso...
Nura giró hacia mí.
- No podemos descansar. Puede ser peligroso y lo sabes... ¿y qué le pasa a tu colgante? ¿te ayudo en algo?
Le miré con ojos cansados y él abrió los suyos lo máximo que pudo.
- Akame-chan... ¿q-qué te pasa en los ojos? Los tienes azules.
- Eh??? O-Oh...
Me caí cansada y Nura me agarró fuerte de la cintura. De repente sentí una tristeza enorme y sollocé.
- No... ¡no quiero seguir...!

- Estoy cansada... déjame.
- ¡No te voy a dejar aquí! ¡H-Hace un rato estabas bien!
Empecé a lagrimear.
- N-Nooo...
Nura clavó sus ojos en los míos.
- Akame...
Me abrazó. No lo hizo con fuerza, él también parecía estar cansado... pero no evité sonrojarme un poco.
- Eso no vale - dijo una voz femenina.
Levantamos la vista sin ganas y vimos a una joven de pelo azul largo recogido con dos coletas, de ojos azules y con un vestido azul que me recordó a los de la familia real de Caetoneko.
- ¿Quién eres? - le preguntó Nura.
- Ay... - gimió, - me da pereza contestar...
La chica chascó los dedos y un conjunto de burbujas se pegaron a mi capa y a mi chihaya y me llevaron junto a ella. Permanecí con los ojos cerrados como dispuesta a dormirme en cualquier momento. La fría mano de la chica me acarició el pelo.
- Pobrecita~ La matáis con problemas y de cansancio.
La voz de Nura gritó:
- ¡Devuélvemela!
Oí cómo su katana era desenvainada mientras alrededor oía ronquidos de muchas personas, cosa que me extrañó. La chica habló:

- ¡Durmiendo no se soluciona nada!
- ¡Sí que se solucionan! Aquí todos somos felices durmiendo... gracias a mí y a mi medicina del sueño. Yo diría además que, por ese cambio en tu ojo izquierdo, también estás deseando quedarte aquí.
Entreabrí un poco los ojos y vi el cuello de la chica del cual colgaba un colgante con un pequeño frasco de líquido azul. Miré de reojo a Nura y, efectivamente, su ojo izquierdo se había vuelto de un azul muy claro. Quise soltarme de esa chica, pero mi voluntad me lo impidió y cerré los ojos otra vez.
- ¿Qué es eso? - preguntó Nura.
La chica descolgó el frasco de la cuerda y lo admiró.
- Cuando era Margarita Blankenheim, yo y toda la gente de Toragay teníamos problemas, pero conseguí dar con esta medicina. Toragay está aquí, esta gente alrededor nuestra, ahora sin problemas y durmiendo tranquilos y felices.
- Yo diría más bien que les has matado y ahora no pueden hacer frente a sus problemas.
- No hay mejor opción que descansar, youkai de la Tierra.
- ... ... Si tan bien me conoces es que debes ser la guardiana de la Pereza.
- Prefiero llamarme la Princesa de los Sueños~♥
- O más bien la Princesa del Sueño~~
Nura elevó a Nenekirimaru y corrió hacia ella.
- Es inútil - dijo Margarita. - Sabes que no puedes matarme.
- MIEDO.
- Eso tampoco func... - puso los ojos como platos y comenzó a llorar. - Q-Querido... esposo m-mío... no... ¡N-NO! ¡NOOO! ¡¡ESPERA!!
Nura robó el frasco y me cogió en brazos. Corrió hasta frenar a un lado para mirar a la Princesa. Pareció que ella estaba volviendo en sí. Miró a Nura con una expresión de odio.
- Maldito... egoísta... quieres que tu amiga sufra...

- Acabaré con esto de una vez.
Margarita iba a chasquear el dedo cuando Nura me dejó en el suelo de nubes y corrió hacia ella. La agarró con fuerza desde atrás y dijo:
- Si mi Miedo ha funcionado contigo aún teniendo un poder muy débil en este mundo, es que en el fondo sabes que así no eres feliz.
Ella gruñó.
- Youkai...
- Si tan bien sabes quién soy... lo mejor será que me digas dónde está la puerta para pasar al siguiente nivel.
- ...
Margarita elevó el brazo y señaló con el dedo índice hacia el oeste.
- Por ahí... pero, por favor, déjame que estoy cansada.
Nura quitó el tapón del frasco y le dio de beber la poción que ella misma creó. Al rato, esta se durmió y cayó al suelo. Luego Nura volvió hacia donde yo estaba, me cogió y fuimos al oeste.
Mientras él corría conmigo en brazos, yo le miraba. Sonreí y dije:
- Eres un youkai muy enérgico.
- Ser un youkai perezoso y triste es una muy mala idea, Cebolla~
Inflé mis mofletes pero no reproché nada. Nura paró ante la puerta que daba al siguiente nivel. Me dejó en el suelo y me puse en pie. Le agarré del brazo otra vez y pregunté:
- ¿Cuál será el siguiente pecado?
- Lo sabremos enseguida - abrió la puerta - pero nada de dormirse.
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