Kumato y yo estábamos subidos a un youkai volador que, con Karasu Tengu al lado, nos estaba llevando a Ukiyo-e, un pueblo poco conocido entre Osaka y Kyoto. Siempre pensé que la mansión del Señor del Pandemonio estaba un poco más al este, más cerca de Tokyo, pero al parecer las fuentes que afirmaban eso estaban equivocadas, como es más propio de intentar localizar a un youkai de magia ilusoria muy poderosa como es la de Nurarihyon.
El youkai sobre el que íbamos subidos comenzó a descender y nos dejó justo delante de la puerta de una mansión enorme un poco alejada del pueblo (como es propio de los demonios que intentan vivir civilizadamente <_<)
- Pero... - pensé en alto - este sitio me resulta familiar.
- Hace tiempo estuvo aquí, pero usted era diferente, señorita - dijo Karasu Tengu. - El Joven Amo nos explicó que sus poderes estaban descontrolados, Phoenix Slayer.
- Oh, ya veo. Aquella vez...
Aquella vez que se me fue la pinza días después de volver del Purgatorio. Apenas recuerdo lo que pasó, de hecho la mayoría de las cosas las sé por lo que me contaron Nura, Rei y Akane. Casi mataba a Hiroito y casi me mataban por intentar ser la "Señora del Pandemonio" y querer vengarme de China y su emperador.
- Qué locura... No volverá a ocurrir - aseguré.
Karasu Tengu hizo una mueca de aprobación pero depositando una confianza nula en mí.
Se abrieron las puertas de la mansión. Vi que había un enorme jardín lleno de cerezos en flor (en otoño, sí.... ¡magia youkai anti-otoño(?)! x_x) repleto de demonios esperándonos.
Demonios de todo tipo: pequeños, grandes, antropomórficos, animalizados, cosificados... No entendía como una cantidad así de youkais podían vivir clandestinamente en aquel lugar.
Todos me miraban con caras de muchos tipos: rabia, miedo, sin expresión...
Kurotabo, el demonio-monje con el que me topé el día anterior, se acercó a mí. Él era el único con buena cara. Detrás de él había un kishin (dios demonio) y una yuki onna.
- Konnichiwa - dije.
Yuki-onna me miraba con mala cara mientras el dios demonio se presentó:
- Soy Aotabo. Esta es Tsurara-chan.
- Hajimemashite~ - dijo Tsurara Yuuki-Onna sin cambiar de expresión.
- Dozo yoroshiku~
- Bien~ ^_^ - dijo Kurotabo - Vamos a ver a Nurarihyon-sama. Le encantará verte.
- S-Sí...
Todos fuimos a la parte de la izquierda. Los youkais estaban esperando con sus capas del Clan Nura como la mía a que Nura empezase el día de fiesta (o lo que sea que fuese). Muchos de ellos me miraban preocupados, como si fuese un peligro; sobretodo el grupo de demonios mayores que no paraba de mirarme de reojo. Era un tanto incómodo pero no dije nada.
Aotabo y Tsurara se quedaron atrás hablando. No tenía pinta de que les cayese muy bien. Al menos Kurotabo estaba conmigo, tal vez estaba siendo amable porque una parte de él es de monje. Se supone que entre sacerdotisas y monjes nos entendemos de alguna forma... ¿no?
Por fin, las puertas de la mansión se abrieron y Nura salió al exterior. Todos los demonios le recibieron con aplausos y gritos de alegría. Los demonios más pequeños pegaban saltitos. Kumato el gatomate les imitó.
- ¡Buenas a todos, Desfile Nocturno de los Cien Demonios! - dijo Nura con una sonrisa carismática - ¡Como ya sabéis, hoy celebraremos mi vuelta al Clan y acogeremos a un nuevo miembro! ¡Será un día de celebración con música, bailes y muuuuuucha comida y sake!
- WIIIIIIIIIIIIIIJFDISDJFKLSFKS 8DDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
"Estos youkais están locos..."
- Ven~ Akame-chan~
Nura extendió su brazo hacia mí y me sobresalté. No sabía que me había visto entre la multitud. Todos me miraron recordando que estaba allí y me volvieron a mirar... a su manera~ Un demonio no supo disimular y su ojo volador se acercó hasta quedarse a pocos centímetros de mí.
- K-Ksó... - murmuré.
Me acerqué a Nura.
-Konnichiwa~ - dijo sonriente.
- H-Holark~
Nura me cogió de la mano, la elevó y se dirgió a la multitud:
- ¡Akame Scarlet Targaryen, la Cebolla Slayer, la Phoenix del Clan!
- ¡¿NANI?! - pregunté mirándole furiosamente.
Todos aplaudieron y Nura sonreía hasta que murmuró alarmado.
- Ups... Tengo la sensación de haberme confundido en algo...
- Baka da...
Me espachurró contra él y escondí mi cara que se estaba poniendo como la de un gatomate.
- Sé que muchos pensáis que puede ser un peligro por eso de que estudió en una escuela de sacerdotisas y que sus poderes no son del todo estables y nos atacó... ¡Pero eso ha quedado en el pasado! ¡Ahora es una fantástica guerrera que luchará por el bien de nuestro Clan! ^D^
"¿P-PERO QUIÉN DIJO ESO? x//_//X"
A bastantes les convenció aquello, pero el grupo de demonios mayores no parecía tragárselo del todo.
Así pues, Nura dio por comenzada la fiesta y varios demonios se pusieron a tocar música con instrumentos japoneses como el shamisen (como una guitarra o un laud), kagura-bue (flauta), koto (como un arpa que se pone sobre el suelo), incluso trajeron un taiko (tambor grande).
- ¿Te apetece un calpis y unos takoyakis? - preguntó Nura.
- !!! ... Oh... hai~
No es que tuviese mono de calpis y takoyakis ni nada por el estilo.
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