Salí de la bañera y me sequé. Nura me había llevado a uno de los baños de su mansión para quitarme el barro que había cogido en el jardín.
- Ksó~ Me tiene que pasar todo a mí.
Me tapé con una toalla y usé fuego de Fénix para secar el pelo (¡procurando no quemarlo! D8).
La preocupación que tenía en ese momento era que no tenía ropa de repuesto. Me acerqué a la puerta, que estaba cerrada.
- ¡¿Nura-kun?!
- Estoy aquí - dijo la voz de Nura detrás de la puerta. - Pero hay varios youkais por aquí, deberías llamarme como te dije~
Ignoré si eso era cierto o era una escusa para llamarle de ESA~ forma.
- Ayakashi-sama~ Verás... solo traje mi chihaya, nada más.
- ¿Por qué no te transformas en Akame Phoenix?
- ¡Aunque lo hiciera seguiría sin.... ropa...!
- Mmm... Espera un momento.
Esperé ese ratito en silencio. Después, Nura volvió a hablar:
- Abre.
- ¡Estarás de broma!
- ¡BAKA! ¡Es para darte ropa!
-Ungh...
Entreabrí un poco la puerta procurando esconder cualquier zona del cuerpo que no fuese la cabeza. Miré abajo y vi algo de ropa.
- Póntelo~ - dijo Nura.
Lo cogí
- Domo Arigato.
Cerré y vi lo que era. Había traído mis cintas del pelo, mi obi que por fortuna no se manchó, calcetines tabi y sandalias geta nuevos... y su yukata azul.
- NANIIIII X////x PERO..PERO...
- No seas baka y póntelo~ No hay otra cosa.
Olía a él.
- N-No pasa nada... Está bien.
Me fui vistiendo. Cuando me miré al espejo me sentí diferente. Nunca había vestido de ese color tan azul... Sin embargo, me gustó muchísimo. Cogí el arco y el carcaj y me los puse a las espalda, así como colgué de mi cintura a Gesshoku.
Abrí la puerta y vi a Nura esperándome vestido con el yukata negro. Se me quedó mirando.
- ¿Y bien? - le pregunté.
- Mmmm... mgh.... Muy guapa...
Miré abajo .
- Gracias~
- ¿Pero es necesario que lleves todo eso a una fiesta?
- ¡Tú también llevas a Nenekirimaru! D8<
- Porque es solo mi Nenekirimaru Dx< Además, no dejo de ser el Supremo Comandante.
- ¡Y yo una sacerdotisa!
- MEEEH
- ...
- ...
- ...
Nos descolgamos a la vez nuestras armas.
- !!!
- !!!....
- P-Pues eso... - se acercó a mí y cogió mis cosas, - las dejaré en mi habitación. Allí nadie las cogerá seguro.
- V-Vale...
Mientras Nura se iba a su cuarto, yo me fui a esperarle en la entrada principal de la mansión. Reconozco haber sentido algo de miedo allí sola viendo a varios demonios entrar y salir... no iba a a poder defenderme con las armas de siempre en el caso de que ocurriese algo. Una bola roja se acurrucó a mis pies.
- Kumato... yo te mato¬_¬
- Meow <////<
- Ara Ara~ x_x
Kejoro y un youkai rubio sin cuello con la cabeza volando aparecieron. Kejoro me saludó.
- Qué guapa, Akame-sama.
- Arigato, Kejoro-sana.
- Este es Kubinashi.
- Hola~
- Konbawa~
- Kubinashi~ Kejoro~ - dijo Nura cuando vino.
- Konbawa, Joven Amo.
- ¿Vamos a la fiesta?
Junto con Kejoro y Kubinashi, Nura, Kumato y yo fuimos juntos a la fiesta que había organizado al otro lado del jardín. Había música, bailes, comida, juegos... y estaba muy decorado de farolillos.
Nos acercamos al grupo de youkais mayores... entre ellos estaba Gyuki.
- Buenas noches, Supremo Comandante... y compañía - dijo.
- Konbawa, Gyuki-sama. Le presentó a Akame-sama.
"-sama x_x"
- Encantada, Gyuki-san.
- Interesante... La que mató al Gran Fénix Legendario.
- Bueno, en realidad no lo maté.
- ¿Ah, nooo?
Nura me miró. En su mirada vi que mejor no alargar más la conversación.
- Lo absorbí - expliqué.
- Anda... Con que eres TÚ el Fénix.
- Lo hace de maravilla, Gyuki-san - dijo Nura. - Ha aprendido a controlar sus poderes.
- ... Bien. Espero que pronto pueda ver cómo funcionan.
- H-Hai.
Nos despedimos del grupo de mayores. Bebimos un par de sodas ramune, comimos unos pinchos de pulpo y vimos los bailes. Nos reímos mucho cuando salió Natto Kozzo vestido de princesa >//D//<.
- ¡Oh! ¡Tsurara-chan! ¡Ven! 8D - dijo Nura.
- ¿Are?
Yuuki Onna, la youkai de las nieves, se acercó rápidamente en cuanto Nura la vio y la llamó, aunque puso mala cara al verme.
- ¿Sí, Joven Amo?
- ¿Qué tal la fiesta? Has estado desaparecida todo el día.
- ¡Muy bien, Joven Amo! Siento que no nos hayamos visto mucho, estaba preparando las cosas para la fiesta.
- Sugoi~ Los helados te han salido muy buenos.
Tsurara se sentó a su derecha, mientras yo estaba a su izquierda.
- Arigatoooo n//U//n
Un kappa se acercó a mí y me tiró del brazo.
- GGGGG
- ¿Eh? ¿Qué quieres? D8
- GGG GG >~< - siguió tirando más.
- P-Per.. ¡EEHH!
- Jijijiji - rió Nura. Se quedó hablando con Tsurara.
Kappa me arrastró con él hasta un juego de tirar el abanico. El juego consistía en lanzar uno a una pequeña portería. Kappa me ofreció un abanico.
- ¿Y-Yo? XDX
Varios youkais pequeñitos se pusieron a saltar contentos esperando a que tirase el abanico. Kumato se unió a ellos... maldito gatomate x__X
- B-Bueno...
Apunté y lancé. El abanico cayó perfecto en la portería.
- ¡BIEEENN! - celebré. (Lo que tiene tirar con arco...)
Los demás youkais gritaron aún más eufóricos.
- ¡OOOOHHH! ¡QUÉ BIEEN! ¡SE TE DA MUY BIENN! - gritó un Ko-Oni.
Sannokuchi era tan pequeño que solo podía arrastrar el abanico. Tofu Kozo se adelantó, tiró él, y varios se enfadaron.
- No te cueleeess, Tofu D8<
- Eso Eso!!! ÑAAAH
- ÑAAÑAAA
- PERO BUEEEENO X___x - me llevé la manga a la boca - jijijiji.
Volví la mirada a Nura. Me di cuenta de que me estaba mirando con una sonrisa rara y me volteé para mirar al primer lado que se me ocurrió.
- ¿Nura-sama? ¡Nura-sama! ¿Me estás escuchando? - repetía Tsurara.
Vale, eso fue extraño, pero me sentí muy contenta.
Tras una pequeña obra de teatro Noh y una partida de Go, se me hizo muy tarde. En cuanto Nura me ofreció cama esa noche, me sorprendió ver a la mayoría de youkais gritando que aceptase. Los pequeñitos me hicieron gracia porque fueron los primeros en ser voluntarios para traerme las sábanas x_X Me alegró saber que ya no tuviesen miedo de mí.
Me prepararon una habitación y trajeron mis armas. Kumato corrió contento a su montón de mantas que le prepararon a él y se acurrucó. Caí sobre mi cama justo cuando me di cuenta de que Nura me miraba desde la puerta. Me incorporé y quedé sentada.
- ¡No! Baka... Estás muy bo... .... contenta así - dijo él.
- ¿S-Sí? Tú... tú también pareces estar contento.
Se agachó de cuclillas.
- Lo estoy.
Le sonreí.
- ¿Te lo has pasado bien entonces? - me preguntó.
Asentí y me sonrió.
- Descansa todo lo que quieras. Cuando quieras volver a tu Templo avísame y te acompañaré.
- ¿Me acompañarás? .///. V-Vale.
Acarició un poco mi flequillo y me dio un beso en la frente.
- Mih .///.
- .////. H-Hasta mañana.
- Hasta mañana .///.
En cuanto se fue, me tiré a la cama; me arropé y, tras pensar en el día, quedé dormida...
...
...
...
...
...
- MYAAAAAAAAAAAAA
- Dulces sueños, Phoenix Slayer.
Me fui a un lado rápidamente. Aquella katana casi me cortaba la cabeza. Habrían pasado como unas dos horas desde que me acosté. En medio de la oscuridad de la noche, reconocí perpleja el rostro tapado por un mechón de cabello oscuro y largo mientras que el otro tenía varios mechones pequeños cogidos de la oreja.
- ¿Gyuki-san...?
Alzó su katana.
- Vamos a ver qué tan merecedora eres de pertenecer al Clan Nura.
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