jueves, 28 de enero de 2016

La Casa del Dragón Rojo

- Fíjate, Akame-chan. Aunque estemos a varios pies del suelo, las estrellas siguen siendo pequeñas.
- Baaka~ Para que se vean más grandes necesitaríamos estar en el espacio ¬O¬
- Jijiji~
Nura pasó su brazo por encima de mi hombro y me acercó a él. Nos quedamos uno acurrucado al otro en la proa del barco mientras contemplábamos las estrellas. Sonreí como una imbésil~
- N-Nura-kun...
- Dime~
- Yo... etto... Arigato~
- ¿Por qué?
- Por venir, salvarnos y eso...
- Eso no fue nada, baka... Solo... quiero que me digas una cosa
- ??
- ¿Cómo te sientes después de lo del emperador?
- Ungh... N-No sé... La verdad es que no pienso mucho en ello...
- No quiero que ahora estés rara por él...
- ¡No! ¡No! Te digo que no pienso en eso...
- ¿Entonces en qué piensas?
Le miré a los ojos sonrojada.
- P-Pues...
- Vas a coger frío.
Nura se quitó su capa roja y me la puso. Estaba muy calentita y olía a él~
- .///.
Acto seguido, cuando menos me lo esperé, me dio un beso en la mejilla.
- Siempre me estás prestando tu ropa... - comenté.
Nura rió. Las risas de aquella noche eran tan diferentes a las que solía oír en él... eran tan monas~
- Oye, Akame-chan...
- ¿Sí?
- ¿Puedo...? - se acercó a mi cara y chocó su nariz contra la mía - ¿Podemos hacer lo de antes?
- !!!?! ¡Y-yo...!
Me besó. Fue más largo que el primero, muy suave y cálido... Me sentí genial. Separamos nuestros labios y le miré a los ojos. Los dos estábamos rojos como gatomates.
- o////o
- o//_//o
Hablando de gatomates...
- ¿Dónde está Kumato? - pregunté.
- Está durmiendo en su camarote (y el tuyo~). Aún no sabe que estás aquí.
- ¡Oh! ¡Tenemos que ir a verle!
- Espera...
Me cogió la mano y se la acercó a su pecho. Su corazón latía nervioso.
- T-te quiero.
- !!!! N-Nura-k...?
- Yo... Quería saber si... osea... Ksó... ¿Me quieres?
- !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! O///////////O - me corazón latió aún más rápido y morí de vergüenza hasta conseguir contestarle, intentando expresar mis sentimientos - D-Daisuki, Nura-kun. Hontoni daisuki.
Me acerqué a él y nos dimos otro beso. Ksó... ¿Por qué me estaba gustando tanto eso? ¿Por qué me sentía tan feliz de estar así con él?
- ¡UUUUUUYUUUHH! se oyó a lo lejos.
Nos separamos alarmados y miramos a todos lados. Blue y Rei se acercaron corriendo.
- ¡Vayaaaaaaa, ya era huraaa! - dijo Blue.
- Jjeé~ Por fin, tortolitos~ - añadió Rei codeando a Nura.
- P-PERO... ¡YA VALEEE! - grité echando fuego por la boca.
- QUÉ DICES X____________________X - añadió Nura.
- Tranquilos D8 Me alegro mucho 8D - dijo Rei subiéndose a la barandilla- Os queréis y hacéis buena pareja ^^
- X///////////////////D///////////////X
- x///////////////////////////////X
Los cuatro miramos a las estrellas.
- Veréis cuándo se lo cuente a Dante-kun - dijo Rei.
- ¿Qué pasa con Dante-kun? - preguntó Nura arqueando la ceja.
- ¡No, nada!
- Rei-kun D8 cuándu me lo cuntaste parecía seriu... - dijo Blue.
- No quiero sacarles el tema, Blue-chan... Tú no sabes lo que es pasar por los 7 Pecados Capitales como lo hicieron ellos. Muy pocos lograron salir cuerdos de eso...
- ¿A qué te refieres, Rei-kun? - dije mosqueada.
Rei suspiró mirando al cielo.
- ... Dante-kun tiene problemas. Tiene un caos dentro de sí que no puede... Y eso es debido a una guerra.
- ¿Guerra ka?
- Ha habido una revolución en el Infierno. Cuando os fuisteis dejasteis a vuestro paso a la Juez y al rey del Reino de la Noche reducidos a la nada, y... Némesis está encabezando la rebelión. Antiguamente, la Soberbia de Riliane y Lucifer reinaban el Infierno... ahora, la Ira de Némesis y Cerberus pueden dar origen a un nuevo Inframundo. Muchos demonios y algunos Pecados Capitales se han posicionado a favor o en contra y... hay una guerra. El Reino de la Noche y el Mundo de las Sombras también participan en la guerra. Y... bueno, el caso es que Dante ya no es bien recibido al Infierno, y menos siendo que es hijo de Drácula a la vez que es también hijo de un ángel. En el Cielo tampoco le aceptan, a pesar de que Abbadon le defienda... por ahora está en el Purgatorio, confuso por todo: la guerra, su naturaleza de vampiro-ángel.... todo. Y... bueno, a eso añádele que te tiene cariño, Akame-chan.
Nura frunció el ceño.
- ¿Qué clase de car...?
- Peru dice que está bien.Que está cuntentu de ver a esa humana de la que nos hicimus amigos.
- Criis-chan - dije.
- ¿Y qué dice Hades de todo esto? - preguntó Nura - ¿O los demás dioses relacionados con el mundo del Inframundo?
- Los reyes permanentes nunca piensan en las guerras entre sus súbditos. Solo Hades o Anubis se preocuparán en el caso de que Némesis llegue a sus mansiones, en la parte más externa del Infierno.
- ¿Y tú qué opinas de todo esto, Rei-kun? Tú también perteneces a ese mundo... - dije.
Rei permaneció en silencio pensando en cómo decir lo que opinaba
- Sinceramente dudo mucho que Némesis vaya a llegar muy lejos... Su poder es solo un pecado, solo se mueve por la ira; Hades es un dios... Aunque me gustaría que la revolución ganase. Las cosas mejorarían para el Infierno y cambiaría la monotonía de ese mundo...
- ¿Por qué no participas en la guerra? - preguntó Nura.
- Si interviniese, no quedaría nada del Infierno.
- Ungh...
Después de aquello, nos acercamos a la fiesta del Clan Nura a saludar a los youkais. En cuanto Yuuki-Onna nos vio a Nura y a mí tan juntos hizo una mueca de rabia. Nos sentamos en un sofá y poco a poco me fui quedando dormida sobre el hombro de Nura.
- U-Ungh...
- Te estás muriendo del sueño. Ve a acostarte - me dijo Nura.
- N-nu... -O-
- Engaaaa~ -3- ¿Te tengo que llevar yo?
- No me lleves a ningún sitio...~
Nura suspiró y se levantó. Nura me cogió en brazos y puse los ojos como platos.
- ¡N-NURA-KUN!
- Solo por esta vez, nee~?
Todos nos estaban mirando y me puse roja.
- NO ME RIDICULISEEEESHSHHSSKHNKL.DJLASD
Nura corrió y desapareció ante los ojos de la gente de lo rápido que fue con su velocidad youkai~
- Vaya dos - oí con la voz de Rei.
Salimos y Nura me dejó frente la puerta de una habitación.
- Te mato - le dije.
- Jiji~ ^//_//^ Cebolla~
Nos quedamos mirando al otro en silencio, hasta que la puerta de la habitación se abrió.
- NYA MEOW~
Kumato salió disparado hacia mí y se puso a lamerme la cara.
- AAAHHHH XDX KUMATOOO-CHININDNSDNND
- MYA MYA *D*
- Yo también me alegro de verte xDx
- Bueno Kumato~, enseña a Akame-chan la habitación~ Yo tengo que irme a dormir también...
- Arigato, Nura-kun~
Nura me besó la mejilla.
- Oyasuminassai~
- .///.
Le besé en los labios y miré abajo. Él se sorprendió tanto con ese beso que se quedó sonrojado sin decir nada.
- Oyasumi~
Entré a la habitación achuchando a Kumato contra mi pecho. Cuando le separé de ahí y le miré, parecía un tomate seco. Me miraba boquiatbierto con las manos en la cara.
- ¡N-NO ME MIRES ASÍ, KUMATO-CHIN!
- Miau OoO
- ¡Y NO ESTOY LOCA!
Le dejé en el suelo. Noté que seguía sonrojada.
- Yo... creo que entendí... que le quiero.
Me tumbé en la cama. La habitación no era muy grande, pero era increíblemente cómoda. Al lado de la cama había una mesita de noche con una vela que iluminaba la estancia y al lado un incienso quemándose con olor a rosas.
- Mmmmm... Qué día...
Cerré los ojos y me quedé dormida.
A la mañana siguiente, el barco llegó a Japón. Lo que cualquier barco mundano tardaba (casi un mes), el barco volador del Clan Nura lo hizo en una noche. Nura y su Clan nos dejaron a Rei, Blue, Aika, Miku y a mí frente al Templo del Dragón Rojo.
- Iré a verte pronto - dijo Nura.
Asentí.
- N-Nura-kun...
- AISHITERU >//_//<
- O///////////////////////////////O
Me quedé mirándole sin decir nada. El barco zarpó y se fue alejando.
- jijijii - reía Blue.
- Kya~ - dije en bajo.
- A-kame...
Miré a Aika y a Miku.
- Me alegro de lo tuyo con Nurarihyon n.n - dijo Miku.
- <///<
- Bueno Akame-chan~ Creo que tenemos poco que hacer aquí ya - dijo Rei.
- ¿Os vais otra vez?
- ¡Fuimus a la Tierra a buscarte! Ahura que estás en casa a salvu pudemus vulver n.n
- Pero en China hemos dejado las cosas en muy mal estado - dije. - China las pagará con Japón.
- Eso ya lo veremos - dijo Rei. - Por ahora... estaremos un tiempo en nuestros mundos, a no ser que un día os apetezca tomaros un batido en el Purgatorio como los viejos tiempos.
- Me encantaría - dije.
Dos mariposas azules aparecieron volando y Blue y Rei comenzaron a seguirlas.
- Matta aimashou, Akame-chan - dijo Rei.
- Hasta pronto - dije.
Rei y Blue desaparecieron. Me dirigí a mis primas.
- ¿Venís a casa?
- S-Sí - dijo Aika.
Nos vestimos de mikos una vez llegamos y pasamos el día juntas en el Templo. Al día siguiente, Aika y Miku se acercaron a mí diciendo:
- Prima... hemos decidido una cosa... y es que nos gustaría hacerte caso y ayudar a los que están en nuestro Templo, la Lágrima de Cerezo - dijo Aika.
- Nos gustaría empezar una nueva vida como sacerdotisas - añadió Miku.
- Eso está muy bien - dije. - Me alegro... Solo que os recomiendo que visitéis a mi Maestro, el Maestro Kuro del Templo del Gato Negro. Os ayudará bastante.
- D-De acuerdo - dijo Miku.
Nos dimos un abrazo. Antes de irse, Aika se volvió hacia mí.
- Las sacerdotisas se supone que no pueden estar con un hombre, y menos con un demonio... ¿Qué vas a hacer?
- Supongo que ya no soy realmente una sacerdotisa. Estaré aquí como siempre ayudando en lo que pueda, pero... ahora seré solo Akame.
- ¿Le amas?
Me sonrojé.
- B-bueno... Hemos estado muy unidos...
- Oh ya o.o
- ... <//_//<
- Bueno n.n espero que vaya todo bien, Akame-chan. Recibirás noticias nuestras.
- Sí~ n_n ¡Nos veremos!
Aika y Miku, la única familia que me quedaba, se fue por el nuevo camino que les esperaba en Japón como sacerdotisas... no sé a que historia se puede parecer~ Pero desde luego mi vida como miko había acabado... ahora era una mujer libre (de las pocas en la Tierra...), supongo... aunque enamorada del Señor del Pandemonio, que era el jefe del Clan al que sin querer ahora pertenecía.
Sabía que, además, muchos demonios iban a ir a por mí por ser la Phoenix Slayer, pero me daba igual... todos iban a acabar cortados por la mitad con Guesshoku o reducidos a cenizas por una flecha del Yin Yang.
- Pronto veré por fin los cerezos en flor... - murmuré, - aunque ya los vi hace semanas en el Clan... .... .... !!!
Sentí su presencia cerca de mí... Entré a mi Templo, o tal vez debería llamarlo mi CASA... sí... la Casa del Dragón Rojo.


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