domingo, 15 de noviembre de 2015

Despedida

- ¡AHHHHHH, DIOSES! ¡Qué cansado es esto de limpiar! T_T
Estaba limpiando a fondo el Templo del Dragón Rojo. El último año fuera de él (más bien, de Japón, o mejor dicho, de la Tierra) había pasado factura.
Sí, un año. Desde que me fui a Caetoneko hasta que regresé de Madrid había pasado un año entero. Si no fuera por Akane, me hubiera encontrado el Templo hecho ruinas, ya que ella estuvo cuidándolo mientras me perdía por el Infierno, por el Cielo y por Madrid.
Dejé la escoba en su lugar y me tiré contra la cama. Más o menos podía dar por concluida la limpieza. Llevaba más de una semana reordenando todo y estaba agotada. Y no solo eso, también estuve visitando al pueblo de al lado. Al parecer en mi ausencia, los aldeanos de allí habían tenido bastantes problemas.
A pesar de la tregua con China, Japón estaba teniendo serios problemas con los youkais. Estaban agitados, notaban la vulnerabilidad del paso entre dimensiones... Nunca estuvieron más descontrolados en todo el siglo.
A veces tenía que dejar la limpieza para ir volando en mis dragones hacia el pueblo y exterminar todos los demonios que les atacaban. Incluso había gentes de otros pueblos que recurrían a mí para ayudarles. En fin, un agotamiento.
- Nyaaaa~-//3//- -maulló Kumato.
El gatomate corrió y se abalanzó contra mi tripa. Se acurrucó y comenzó a restregarse.
- Gracias, Kumato-chin~
Le acaricié sonriente. En cierto modo, también Kumato había estado manteniendo el Templo en mi ausencia. No sabía que los gatomates también podían hacer labores domésticas xDx pero podían en su justa medida, algo que agradecí.
En ese momento comencé a pensar en mis amigos. Como ya dije, desde que volvimos, no les había vuelto a ver. Blue y Rei se fueron a sus dimensiones, o tal vez Rei estuviese en Caetoneko junto a ella. Kikyo había vuelto a su pueblo para cuidarlo, a él y a su hermana Kaede, pero lo que más me preocupaba de ella era que seguramente estuviese en mayor peligro por la Shikon No Tama y las apariciones de youkais.
Por otro lado, Akane había vuelto al Templo de Gato Negro... lo que no sabía es si seguía viendo a Hiroito, cuyo paradero desconocía. Se supone que no podía volver a la manada... puede que consiguiese el perdón o estuviese andando por ahí como un lobo solitario... o directamente habían acabado con él. Lo ignoraba.
En cuanto a Nura, sé que pudo volver al Clan Nura. Sí... seguro que estaba en sus asuntos como Supremo Comandante... Con suerte también estaría desmantelando las emboscadas de los youkais rebeldes... o apoyándoles. Solo sabía que si yo también era del Clan Nura (por desgracia T___T) me reclamaría... o tal vez pase de mí; aguantar a una sacerdotisa todo un año tal vez fuese cansado para él y solo quiera volver a su rutina ayakashi... Cuando pensaba en él, pensaba a la vez en lo que dijo antes de usar el Miedo en su estado máximo en Madrid, cuando hablaba de que no quería que "esa niña del Barco tuviese miedo".
- Myaaa Myaaa ¬//D//¬ - maulló Kumato con una cara extraña... No sé por qué me sonrojé ¿sabría él que estaba pensando en Nura?
- ¡Calla, baka! D8<
Otra cosa que agradecí, es que volvía a hablar en JAPONÉS. El español me estaba volviendo loca... sobretodo cuando Nura decía "gilipollas" "mierda" o "puta".
Eso sí, a la única persona que sí vi en todo ese tiempo, fue una mañana en la que hacía un sol poco propio del otoño. Dante llamó a la puerta del Templo y me entregó unas cartas que me había escrito Criis. Al no recordar muy bien el español, tuve que buscar un viejo libro de la lengua para enterarme. Decía que Vero y Alberto habían intentado comenzar su relación y estaba muy ilusionada por ello, se sentía como "la madrina". También decía que se sentía extraña, que ya no veía su ciudad de la misma forma, que pensaba en Alejandra, Lulila y Nina observándola para proteger a ella y a la humanidad (aunque tal vez no se lo merezca). También me contaba sus planes yanderes para conseguir al chico que le gustaba y matar a su rival, aunque reconocía que las visitas de Dante la distraían de esos planes...
- ¿Has estado visitando a Criis-chan, Dante -kun? e.ê - pregunté.
- Funciono como mensajero xDx ¡ya que estoy en Madrid paso un rato con ella tomando helados de fresa!
- Ya... .3.
- Oye, Akame-chan... quiero que sepas que siento mucho lo que pasó aquella noche en el Purgatorio, cuando la Luna Llena me transformó en mi verdadera forma.
- ¡Baka! ¡No pasa nada! ¡De eso hace ya mucho tiempo y al final no pasó nada...! x_x Lo que sí tendrías que habérnoslo dicho.
- Pensé que lo lograría controlar... pero me equivoqué.
- ¡No te preocupes! ¡Eso es agua pasada! xDx)/
- ¡MIAAAAAAAAAAAUUU! - gritaba Kumato, por lo que dejé de pensar en aquella conversación con Dante.
- ¿QUÉ? ¡QUÉ! ¿PERO QUÉ PASAAA? X_____X
- MYAAAA D8<
Estaban llamando a la puerta.
- ¡AY, KSÓ! X_X ¡YA VOOOY!
Bajé las escaleras pensando que sería otro aldeano en apuros... cuando sentí de pronto que su aura era demoníaca, un aura muy familiar...
Salí afuera y vi al "lobo solitario".
- ¡Hiroito-kun!
- ¡Hola, Akame-chan!
- ¡Pasa! ¿Quieres algo? ¡Tengo té verde!
- Soy más de carne, gracias x_x Además, me tengo que ir... ese bicho tuyo me está mirando raro.
Kumato salió de detrás de mí y se subió a mi cabeza mirándole.... èwé.
Cogí a Kumato y le dejé en el suelo.
- Luego hablamos, Kumato~ <_<
El gatomate entró al Templo. Acto seguido miré a Hiroito.
- ¿Pasó algo...?
- ¡Oh no! Solo... que me voy.
- ¿Acabas de venir y ya te vas? x_x
- No, no... Me voy a América.
- ...?? ¿América? ¿Y dónde está eso?
- En el mundo de Madrid lo llamaban América. Es el continente más allá de Oriente.
Me quedé con los ojos como platos.
- ¿Te vas de Japón? O_O
- Sí. Esas tierras aún no está descubiertas por los occidentales. Y cuando leí en Madrid sobre las tribus indias me gustó el rollo. Asique... me voy. Quiero empezar de cero.
- ... ¿E-Estás seguro de que quieres...? ¿Has hablado de esto con Akane-chan?
- Sí, bueno... creo que lo mejor será que ella y yo nos separemos. Ella y yo no podemos estar juntos, no tiene futuro... y yo aquí en Japón tampoco. No tengo manada, no tengo nada.
- No digas eso.... m-me... o-osea... Estoy aquí.
- Lo sé pero... - se tocó la cicatriz de su tripa. - Tú tienes tu vida... con el Templo, con los humanos, con tus amigos de otras dimensiones... con Nurarihyon... No puedo ser parte de esa vida. Simplemente no puedo.
Asentí apenas sin creérmelo.
- Iré al Templo del Gato Negro a hablar con Akane-chan. Creo que lo necesitará.
- Gracias, Akame-chan. Cuídala por mí... Y.... cuídate tú también.
...
...
Se acercó mucho a mí.
...
...
Comencé incluso a respirar su aliento... ¿qué pretendía....?
Cuando cerró los ojos lentamente, me aparté.
- ...
- ...
- Que te vaya bien, Hiroito.
- ... S-Sí.
Tras quedarse unos segundos bajando la mirada, dio media vuelta.
- Adiós, Scarlet.
Se fue rápido, a velocidad youkai... para siempre.
- "Scarlet, como el color de tu alma" - murmuré.
Tras estar un rato mirando el horizonte, volví al Templo. Kumato me miraba raro, aunque satisfecho.
- Qué tonto eres a.a Venga~ preparemos las cosas~ Vamos a visitar el Templo del Gato Negro.


Más tarde, Hiroito Kireute fundó el Clan de los Quileutes, la tribu de indios que "descendían" de los lobos. Quileute es la manada de lobos de la Saga Crepúsculo de Stephenie Meyer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario