domingo, 17 de mayo de 2015

El Juez de la Corrupción

Cuando apareció el fuego azul supe que ya iban a pasar cosas raras.
- ¿Es fuego fatuo? - preguntó Nura.
Sacudí la cabeza. Desenvainamos las katanas y nos abrimos paso entre las llamas de aquel extraño fuego. Este no quemaba, pero no me dio la sensación de que fuera inofensivo.
Al fondo de nuestra posición había un hombre de pelo azul vestido de negro. Nos miró y sonrió maliciosamente.
- Oh~ nuevos acusados.
Nura arqueó la ceja.
 - ¿Ehm?
- ¿Cuánto dinero tenéis?
- ¿Dinero... ka? - intervine.
El hombre miró mi colgante.
- Esa joya debe valer mucho *_*
- ¡NO TOQUES MI YIN YANG!
- Venga~ si me lo das, te declaro inocente.
- ¡Pero qué dices, loco! - dijo Nura - ¡Nadie nos ha denunciado ni...!
- JAJAJAJA ¡eso qué importa!
- Yo creo que mucho, señor x3x - comenté.
- ¡Aquí el que decide las cosas soy yo! ¡Soy el Maestro de la Corte del Juicio de la Corrupción, Gallerian Marlon! Y si queréis salvaros de los peores castigos, ¡entregadme vuestro dinero!
- ...?!
- ...?!
Gallerian llevó su brazo derecho hacia la izquierda y puso su mano a modo de pinza con el pulgar y el índice. Añadió:
- El dinero es el mejor abogado en el Infierno -U-
- O_O''
- ¡No pienso entregarte nada! - sentenció Nura poniendo a Nenekirimaru en ristre.
Alcé también a Guesshoku y, como si no fuese yo, dije:
- Has robado a mucha gente, asique entrégame toda tu fortuna y apártate de nuestro camino.
Nura me miró frunciendo el ceño.
- ¿A ti? ¡Su fortuna será toda para mí!
- ¡Maldito avaricioso! - le grité - ¡Tú tienes un Clan entero! ¡Demasiado dinero del que se merece un youkai!
- ¿Y tú? ¿Una vulgar sacerdotisa que pudo construirse su propio Templo?
- ¡Eso fue gracias a la ayuda de los aldeanos que se ofrecieron voluntarios! ¡Y a esos enclenques les hubiera cobrado todas las veces que les he tenido que ayudar!
- JAJAJAJAJA - rió Gallerian.
Le miramos con ira. Espera... Ira.
- Némesis-san... - murmuré.
Gallerian se puso nervioso.
- ¿Qué has dicho, niña? Dame tu colgante.
- Eres el padre de la guardiana de Ira - adiviné. - Estamos en Avaricia.
- Vaya... conque esa estúpida también es guardiana...
"¿También? Entonces él es el guardián del pecado de la Avaricia" - deduje.
- ¡EH! ¡¿Pero cómo puedes hablar así de tu hija?! - reprochó Nura.
- ¡Ese monstruo de la ira no es mi hija! ¡Tanto ella como su madre son unas brujas! Hicieron daño a mi hija... ¡a la verdadera! Y después... ¡nos mató a ella y a mí!
- ¡No te hagas la víctima! - interrumpí - ¡Tú la mandaste matar a su novio sin razón!
- ¡¿Sin razón?! ¡Necesitaba el dinero de ese ricachón para poder salvar a mi hija (la verdadera) de su enfermedad ¡Qué más le daba a esa asesina matar a otra persona más!
- Avaricioso de mierda... - maldijo Nura - PUEDE QUE NO MUERAS SI TE REBANO CON NENEKIRIMARU, PERO REALMENTE TE LO MERECES!
- Ojojojo... Otros pecadores de ira - rió Gallerian.
- Déjamelo a mí, Nura-kun.
- ¡No seas egoísta! Este es para mí, por canalla.
- ¡Ambicioso! ¿Otra vez quieres el mérito para ti solito?
- ¡Dedícate a ayudar a los humanos y déjame!
Nura corrió hacia Gallerian y le soltó una bofetada.
- ¡Espérame! ¡No pienso quedarme aquí mirando! - grité.
Corrí y le clavé a Guesshoku en el pecho mientras Nura le cortaba la cabeza con Nenekirimaru. Le cortamos en pedazos entre los dos. Aunque Gallerian no muriese, parecía ser incómodo estar hecho trizas. Nura recortó la boca de la cara de Gallerian como si fuera un juguete de construcción y exigió:
- Dinos dónde está la puerta.
- .. M... M mipuerta... nunca.. osla da ré... es MI puerta ta...
Nura apretó la boca con rabia y los labios de esta se cortaron.
- Necesitamos llegar al Tártaro.
La boca de Gallerian rió.
- Yyo os....s.. de d e de....de claro cul pap ...ables.
- Grrrrr... - gruñí.
Corté la boca en dos. Los restos resbalaron de la mano de Nura y cayeron al suelo. Luego miré a los ojos azules de Gallerian. Nos miraban con odio pero pronto cambiaron a júbilo.
El fuego azul se acumuló enfrente nuestro e hizo la forma de una mujer encapuchada que le sobresalía pelo corto.
- ¿Némesis-san? - preguntó Nura.
- No - negué, - ella es...
- La Juez de la Muerte, en efecto - dijo la figura fogosa con una sonrisa.
Recordé su pelo verdoso. En efecto se parecía demasiado a Némesis, pero también pensé en sus ojos granates y demoníacos y en su cicatriz con forma de rayo justo debajo de su ojo izquierdo. El fuego azul volvió a hablar:
- Habéis pecado en ira. Puede que no sea fácil encontraros por allí abajo, pero os buscaré JAJA... y conseguiremos el poder del Fénix por fin.
- ¡Déjanos en paz! - exclamé - ¡Nunca nos venceréis!
La juez rió y mi ira creció.
- Pues sí es cierto que tu colgante pesa mucho, por su culpa creo que has empezado a delirar, Phoenix Slayer, porque siento decepcionarte pero... ¡ningún mortal puede vencer al Inframundo! ¡Ni siquiera tú!
- ¿Pero qué le pasa a tu Yin Yang? - preguntó Nura - ...? ¿Akame-chan?
Y esa ira creció tanto que mis ojos comenzaron a arder. Lancé un gran suspiro al fuego azul y de mi boca salió fuego de Fénix que quemó el fuego de la Avaricia. Al rato, sonó un chirrido por todos lados, que a los segundos se convirtió en un ruido desagradable. Nos llevamos las manos a los oídos.
- Ksoóóó~ ¡Creo que tenemos que salir de aquí! - dijo Nura.
Nos dimos la mano y corrimos hacia el infinito. El ruido era horrible y no teníamos ni idea de a dónde ir. no conseguimos averiguar dónde estaba la puerta para pasar al siguiente nivel. El fuego azul volvió a aparecer, pero esa vez nos estaba persiguiendo y envolviendo con sus frías llamas que, cuando nos rozaban, sentíamos un enorme vacío como si se nos muriera el cuerpo durante un segundo.
A nuestra izquierda vimos una muchacha que, por su bonito vestido pensábamos que sería una aristócrata de otro mundo.
- Papá... Papá... - deliraba entre sollozos.
- Debe ser la otra hija de la que hablaba el juez idiota ese - pensó Nura.
- Parece inocente... - comenté.
- ¡Pero no podemos pararnos! Si lo hacemos, el fuego...
Me giré y paré. Hice salir fuego de mis manos, cosa que me sorprendió.
- No puedo estar así mucho rato - dije.
Nura asintió, se acercó a la chica y la cogió en brazos.
- Hoola~ - se le ocurrió decir.
- Déjame... yo ya estoy muerta... y usted tiene que vivir...
- ¡No digas tonterías! ¡Tenemos que salir!
- No puedo... estoy en Avaricia... yo provoqué lo de mi padre con mi mala salud...
- ¡No te martirices! No... ¡Eso no es justo!
La chica miró a los ojos de Nura y sonrió dulcemente.
- Eres extraño... pero no pareces malo... y... eres tan guapo~♥
- ¿N-NANI? O///O
La chica señaló el oeste. No sé porqué mi cuerpo comenzó a invadirse de mis llamas que acabaron casi con todo el fuego azul. Miré hacia atrás y lancé a Guesshoku en la cara de la chica. A Nura se le cayó de los brazos.
- !!! ¿PERO POR QUÉ HAS HECHO ESO, LOCA?
Me acerqué, saqué mi katana de la cara de la chica y la envainé. Fríamente dije:
- Yo que tú correría.
Me adelanté al oeste y Nura me siguió. El fuego azul volvió a pisarnos los talones pero con menos intensidad. Divisamos por fin la puerta, la abrimos tan rápido como pudimos, la traspasamos y la cerramos con el fuego de la Avaricia amenazando en el otro lado. Nos resbalamos de la superficie de la puerta lanzando un suspiro.
- Qué alivio... - murmuró Nura.
Abrí mis ojos, ahora de fuego, y el horizonte se volvió púrpura


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