martes, 12 de mayo de 2015

La Princesa de los Sueños

Mi colgante pesaba una barbaridad. Nura había visto que me movía con torpeza pero se ahorró la pregunta de porqué ese comportamiento y me cogió del brazo. Caminamos en medio de una oscuridad que no parecía tener fin mientras nos preguntábamos en qué nivel de pecado estábamos. Nos lo había advertido Némesis, la guardiana del pecado de la Ira, que mientras bajásemos al Tártaro íbamos a pasar por los siete pecados capitales y nuestros vicios podrían invadirnos. En Ira, Nura y yo casi nos matábamos, ¿pero ahora qué iba a pasar?
- Mira eso - dijo Nura señalando a la oscuridad del frente.
- ¿Nani? ... ... ...!?!?
Me quedé mirando embobada a unas pequeñas burbujas que reflejaban la luz dorada de los ojos de Nura. Iba a sacar a Guesshoku para ver mejor con la luz de su hoja pero, literalmente, me dio pereza.
- Debemos estar en el buen camino - aventuró Nura.
Seguimos adelante aunque casi me estaba llevando a rastras. El suelo fue cambiando a un tono azul cielo y mis pies comenzaron a pisar sobre algo tan blando como una nube. Me noté más cansada y me entraban ganas terribles de dormir.
- Pesa mucho... - me quejé.
- ¿Eh?
- Mi colgante... no... mi cuerpo... en realid... la vida... mi vida... ... ...
- ?!?!?!?!??
- Necesito un descanso...
Nura giró hacia mí.
- No podemos descansar. Puede ser peligroso y lo sabes... ¿y qué le pasa a tu colgante? ¿te ayudo en algo?
Le miré con ojos cansados y él abrió los suyos lo máximo que pudo.
- Akame-chan... ¿q-qué te pasa en los ojos? Los tienes azules.
- Eh??? O-Oh...
Me caí cansada y Nura me agarró fuerte de la cintura. De repente sentí una tristeza enorme y sollocé.
- No... ¡no quiero seguir...!
- ¿Akame-chan? ¿pero... qué?
- Estoy cansada... déjame.
- ¡No te voy a dejar aquí! ¡H-Hace un rato estabas bien!
Empecé a lagrimear.
- N-Nooo...
Nura clavó sus ojos en los míos.
- Akame...
Me abrazó. No lo hizo con fuerza, él también parecía estar cansado... pero no evité sonrojarme un poco.
- Eso no vale - dijo una voz femenina.
Levantamos la vista sin ganas y vimos a una joven de pelo azul largo recogido con dos coletas, de ojos azules y con un vestido azul que me recordó a los de la familia real de Caetoneko.
- ¿Quién eres? - le preguntó Nura.
- Ay... - gimió, - me da pereza contestar...
La chica chascó los dedos y un conjunto de burbujas se pegaron a mi capa y a mi chihaya y me llevaron junto a ella. Permanecí con los ojos cerrados como dispuesta a dormirme en cualquier momento. La fría mano de la chica me acarició el pelo.
- Pobrecita~ La matáis con problemas y de cansancio.
La voz de Nura gritó:
- ¡Devuélvemela!
Oí cómo su katana era desenvainada mientras alrededor oía ronquidos de muchas personas, cosa que me extrañó. La chica habló:
- Ella no se merece soportar eso... Puede quedarse aquí durmiendo y sus problemas se irán para siempre.
- ¡Durmiendo no se soluciona nada!
- ¡Sí que se solucionan! Aquí todos somos felices durmiendo... gracias a mí y a mi medicina del sueño. Yo diría además que, por ese cambio en tu ojo izquierdo, también estás deseando quedarte aquí.
Entreabrí un poco los ojos y vi el cuello de la chica del cual colgaba un colgante con un pequeño frasco de líquido azul. Miré de reojo a Nura y, efectivamente, su ojo izquierdo se había vuelto de un azul muy claro. Quise soltarme de esa chica, pero mi voluntad me lo impidió y cerré los ojos otra vez.
- ¿Qué es eso? - preguntó Nura.
La chica descolgó el frasco de la cuerda y lo admiró.
- Cuando era Margarita Blankenheim, yo y toda la gente de Toragay teníamos problemas, pero conseguí dar con esta medicina. Toragay está aquí, esta gente alrededor nuestra, ahora sin problemas y durmiendo tranquilos y felices.
- Yo diría más bien que les has matado y ahora no pueden hacer frente a sus problemas.
- No hay mejor opción que descansar, youkai de la Tierra.
- ... ... Si tan bien me conoces es que debes ser la guardiana de la Pereza.
- Prefiero llamarme la Princesa de los Sueños~♥
- O más bien la Princesa del Sueño~~
Nura elevó a Nenekirimaru y corrió hacia ella.
- Es inútil - dijo Margarita. - Sabes que no puedes matarme.
- MIEDO.
- Eso tampoco func... - puso los ojos como platos y comenzó a llorar. - Q-Querido... esposo m-mío... no... ¡N-NO! ¡NOOO! ¡¡ESPERA!!
Nura robó el frasco y me cogió en brazos. Corrió hasta frenar a un lado para mirar a la Princesa. Pareció que ella estaba volviendo en sí. Miró a Nura con una expresión de odio.
- Maldito... egoísta... quieres que tu amiga sufra...
- Egoísta tú~ que alejas de mí a la gente de mi Clan sin mi consentimiento.
- Acabaré con esto de una vez.
Margarita iba a chasquear el dedo cuando Nura me dejó en el suelo de nubes y corrió hacia ella. La agarró con fuerza desde atrás y dijo:
- Si mi Miedo ha funcionado contigo aún teniendo un poder muy débil en este mundo, es que en el fondo sabes que así no eres feliz.
Ella gruñó.
- Youkai...
- Si tan bien sabes quién soy... lo mejor será que me digas dónde está la puerta para pasar al siguiente nivel.
- ...
Margarita elevó el brazo y señaló con el dedo índice hacia el oeste.
- Por ahí... pero, por favor, déjame que estoy cansada.
Nura quitó el tapón del frasco y le dio de beber la poción que ella misma creó. Al rato, esta se durmió y cayó al suelo. Luego Nura volvió hacia donde yo estaba, me cogió y fuimos al oeste.
Mientras él corría conmigo en brazos, yo le miraba. Sonreí y dije:
- Eres un youkai muy enérgico.
- Ser un youkai perezoso y triste es una muy mala idea, Cebolla~
Inflé mis mofletes pero no reproché nada. Nura paró ante la puerta que daba al siguiente nivel. Me dejó en el suelo y me puse en pie. Le agarré del brazo otra vez y pregunté:
- ¿Cuál será el siguiente pecado?
- Lo sabremos enseguida - abrió la puerta - pero nada de dormirse.


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