Nura corría por los caminos del Retiro mientras me llevaba en brazos en medio de la noche. Eso sí, a
- ¿Te ha gustado? - preguntó.
- ¿El paseo? - dije.
Recordé un pequeño detalle. Habíamos pasado frente a una columnata y un especie de lago artificial. La Luna Menguante se veía reflejada en el agua. Nura me había apretado fuerte y... por algún motivo me gustó.
- Sí, el paseo - dijo Nura aún esperando respuesta.
- M-Me ha gustado, sí~
Aunque me doliese la herida de la tripa, la rozadura del brazo y viese su raja en el pecho.
Nura corrió por una calle y se paró frente al portal del edificio donde vivía Hiroito. Me dejó en el suelo y llamó al telefonillo, pero no contestó nadie.
- Has corrido muy rápido. Ellos aún no han llegado - le dije.
- Lo supuse~
- ... <//_//<
- >//_//>
¿En qué momento comencé a comportarme así con Nura? Sentía unos cosquilleos en el estómago que no sentía con ninguna otra persona... ¡Pero él era un youkai! No... ¡EL REY DE LOS YOUKAIS! ¡De hecho me burló hace años en el Barco! ... ¿Cómo podía sentir la sensación... la emoción... de que quería... un beso suyo?
- Lo siento - dijo él.
- ¡¿Qué?!
Me empezó a arder todo el cuerpo. Mi corazón palpitaba como loco... Estaba aterrada. Era la primera vez que de verdad tenía MIEDO al Señor del Pandemonio.
- Saliste por ahí tú sola y yo no estuve contigo... lo siento.
- ¡T-Tonto! ¡No pasa nada! Pero... ¿por qué te fuiste? Te fuiste sin avisar y quise ir a buscarte.
- Lo sé... y lo siento mucho. Solo...
- ¿...?
- Fui a ver a la Bruja del Sol.
- !!! ¿QUÉ? ¿TÚ SOLO? ¿SIN AVISAR?
- N-No quería... no quería que pasase lo que pasó... aunque ocurriese. Pero... no quería que esa bruja te metiese en uno de sus pactos. Ya viste lo que le pidió a Hiroito.
- Pero...
- Gracias - me salió sin más, - pero... ¿cómo fue? ¿Qué te pidió a cambio? ... ¿Volveremos a casa?
Agachó la cabeza.
- Lo siento, Akame-chan. No pensé en que, si la Bruja del Sol tuviese suficiente poder como para viajar entre dimensiones, hubiera sido lo primero que hubiera hecho con Hiroito; pero simplemente le proporcionó vida aquí... Aún así, la bruja me dijo que podía ayudarme a encontrar magia suficiente para volver a casa... a cambio de algo.
- ¿Ayudarte a encontrar magia? ¿Por qué no le dijo eso a Hiroito-kun? ¿Y qué trato es...?
- No sé porqué a Hiroito le trató de otra forma. En cuanto al trato... - Nura me miró, clavó otra vez sus ojos en los míos - ... no importa, porque no lo haré. Dante-kun vendrá a por nosotros. Solo tenemos que buscar a los nakamas que se perdieron.
- Tienes razón pero... ¿aunque sea por curiosidad no me dirás...?
- Es personal. Entiéndelo.
- V-Vale...
- Pero... oye, Akame-chan, ¿recuerdas lo que te dije en el Infierno? ¿Lo de que no te fueras de mi lado?
- o//_//o !!!!!
- Recuérdalo... por favor. No quiero que pase lo de hoy.
- Entonces no te vayas tú solo por ahí, para que yo no tenga que ir a buscarte.
Nura asintió. No me salió nada más que decir. Entonces Nura me rodeó con sus brazos y me abrazó fuerte. Me sorprendí y me puse algo nerviosa... pero se me pasó el miedo y le devolví el abrazo, sintiéndome mucho mejor, con la sensación de estar protegida.
- Uooooooooo~ - sonó desde lejos.
Criis nos miraba emocionada. Junto a ella estaban Vero sosteniendo a la perrita y al ser rosa, Alberto y Hiroito. Este último arqueó una ceja y dijo:
- Vaya... oye, te dije que así no puedes salir por Madrid, Señor del Pandemonio.
Pegué un saltito y me alejé de Nura. Este dijo:
- Cállate, Kireute.
Hiroito Kireute sacó las llaves y entramos en el edificio. Una vez llegamos al apartamento, Vero dejó a la perrita en el suelo y al ser rosa en el sofá tumbada.
- ¿Estarán bien? - preguntó Criis.
- Rawr~ -//////- - La perrita se subió a un sillón y se acurrucó en él.
- Las vigilaré toda la noche - dijo Hiroito. Nos miró a Nura y a mí - Podéis dormir, si es que podéis. Tenéis suerte de que tenga otras dos habitaciones con camas, pero si no os gustan, podéis dormir en la matrimonial.
- !!! O//____//O
- ¡¡NO!! - dijimos al unísono.
- Jiji - rió Criis - ¡bueno! ¡Pues nosotros nos vamos! - dijo Criis - Mamá y Papá se preguntarán porqué estoy dejando de jugar al LoL.
- ¿Juegas al League of Legends? - preguntó Alberto.
- Seeh -D-
- Soy más de Wolrd of Warcraft~
- Meeeh ¬3¬
- Bueno, ¡nos vemos mañana! - anunció Vero.
Nos despedimos y Criis, Vero y Alberto se fueron.
- No tengo pijama para ti, Akame - dijo Hiroito.
- Tengo uno a mano en mi chihaya.
- ¿Ah sí? - preguntó Nura.
- El que me regaló Rei en el Purgatorio - aclaré.
- Oh~
- Bueno, de todas formas, Akame, antes de que te cambies, miraré tu herida.
Hiroito se fue al baño y volvió con un botiquín en sus manos. Me mandó que me tumbara en lo que quedaba de sofá libre y le hice caso mientras abría el botiquín. Me levantó la camisa hasta por encima de mi tripa.
- Uff... - Hiroito miraba la herida preocupado.
- ¿Qué pasa? - pregunté.
- Lo de hoy no ha sido muy bueno... no sé cómo no estás retorciéndote de dolor.
- Ella no es enteramente humana, Hiroito - recordó Nura. - Los elfos son resistentes, el Fénix es poderoso... y ella en sí es fuerte.
Hiroito le miró frunciendo el ceño.
- ¿A dónde fueron tus honoríficos, Nurarihyon-sama~?
- Ya vale, ¿no? e_e - intervine.
Se hizo el silencio y Hiroito procedió a limpiarme la herida y a cambiarme de venda.
Luego nos tomamos un yogur griego de Danone y, tras eso, Nura y yo nos fuimos a nuestras habitaciones mientras Hiroito pasaba la noche fumando en el salón.
Rebusqué en mi chihaya y, al encontrar el camisón rojo y negro del Purgatorio, me solté el pelo, me quité la ropa y me lo puse. Después, mientras miraba cómo me quedaba, pensé... ¿Dónde podrían estar Rei y Blue? Debían estar por allí perdidos al igual que cuando Nura y yo llegamos. Solo esperaba que, como mínimo, estuviesen juntos. Ellos siempre estaban destinados a encontrarse por muchas veces que se perdiesen... Se tenían el uno al otro a pesar de sus diferencias... a pesar de que ella fuese la princesa de un mundo de gatos y de hielo y, él, el demonio sombra más increíble del Infierno.
... ¿Y qué nos deparaba a Nura y a mí? ...
- ¡Pero bueno! - dije en alto - ¿Por qué pienso en estas cosas?
Me toqué el pecho, justo en la parte donde latía mi corazón ¿Qué trataba de decirme?
- Iré al baño - decidí.
"Sí. Desde luego que tu corazón dice eso, Scarlet" me dije.
De camino al baño tenía que pasar enfrente de la habitación provisional de Nura. La puerta estaba entreabierta y no pude evitar mirar adentro de reojo.
Nura estaba en la cama tumbado boca arriba y con el pecho al descubierto. Tenía una raja de la cual salía sangre. Oía a Nura gruñir y quejarse del dolor, asique abrí la puerta diciendo:
- ¡Nura-kun!
Nura me miró.
- ¡Akame-chan! ¿Qué haces aquí? ¡Deberías estar durmiendo!
- ¡No pienso dormir hasta que Hiroito te mire eso!
Justo cuando iba a avisarle, Nura advirtió:
- Ni se te ocurra.
- ¡Pero...! ... ... Duuuùh~
Entré, cerré la puerta, caminé hasta ponerme de rodillas a un lado de la cabecera y toqué su pecho cerca de la herida.
- ¿Te la hizo Tsubaki?
- Sí... argh... Esa lanza del demonio tenía espinas.
Me miré el brazo izquierdo donde me rocé con una.
- Tú... ¿estás bien? - preguntó Nura al fijarse en mi rozadura.
- Estoy bien, sí - acaricié su pecho, donde no había herida, por mucha vergüenza que me diese, - ¿tú?
La Luna Menguante iluminaba muy poco la habitación, pero lo suficiente como para ver el rostro de Nura.
- Escuece un poco .///. - reconoció.
- Ungh... oye... sabes que en los estudios de sacerdotisa hay que cogerse una especialidad ¿no? Bueno, yo cogí cazadora de demonios, aunque había una de atención y curación...
- ¿Eso significa que me cazarás? ¬///¬''
- ¡I-Idiota! D//x
- xDx
- Iba a decir, que aunque Akane-chan no esté aquí para curarte, porque ella se especializó en eso, tal vez yo pueda aliviarte el dolor...
- Oh... ..//U//. podrás hacerlo -//U//- ¡eres de mi Clan!
- ¿Y eso que tiene que ver? x3x
- Todos los miembros de mi Clan saben cuidarme bien... aunque tú de forma especial... porque eres especial...- ¿E-Especial? O//_//O
- Sí... .///.
- o////o
- -//3//-
- !! >///< ¡Bueno! Allá voy -//3//-
Abrí mis manos y las situé al lado de la herida de Nura. Me concentré y de mis manos salió luz del Yang. Me daba miedo que aquel método se pusiese en nuestra contra y exterminase al youkai, pero Nura es un demonio fuerte. En poco más de un minuto, Nura sonrió.
- Mmmm... me encuentro mucho mejor... gracias~
La luz cesó y puse una mano en su pecho y la otra en su pelo. Le miraba fijamente.
- No me sale muy bien... pero mañana puedo volverlo a intentar.
- Es suficiente. Ya no me duele nada.
Clavamos nuestras miradas otra vez ¿Por qué nos estábamos comportando así?
Nura cerró los ojos fuertemente y se quejó de un pequeño pinchazo en el pecho.
- ¡Nura-kun! ¿Estás...?
- Sí, sí -U- - relajó los ojos y puso la cabeza mirando al techo mientras sonreía, - estoy bien~
Seguí mirándole sin decir nada. Pensé en preguntarle sobre la Bruja del Sol.
- Oye... una cosa... - intentaba decir. Le miré y seguía con los ojos cerrados - ¿Nura-kun?
No se movió. Respiraba plácidamente. Estaba dormido.
- Vaya - murmuré.
Mis ojos comenzaban a pesarme y poco a poco posé mi cabeza en la cama de Nura. Me quedé dormida.
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