martes, 23 de septiembre de 2014

Rescate. El Cazademonios, La Sombra, La Princesa de Hielo, El Señor del Pandemonio y La Sacerdotisa de Fuego

Salí y me encontré con Dante que me estaba esperando.
- Vamos - dije.
- Espera Akame-chan... - dijo este sacando una pequeña pistola de su capa. - Necesito que lleves esto. Te pueden atacar porque si sigues el aura del cerbero te reconocerán...
- No sé manejar este trasto. Gomene~ Pienso seguir con mi propia técnica aún sin arco.
- Es por tu bien, sacerdotisa.
Seguía ofreciéndome aquella pistola y para él seguía siendo una sacerdotisa. Eso en cierto modo me tranquilizó... hasta que una bala iba hacia nuestra posición. No sé cómo la detecté. Pero cuando iba a impactar contra la cabeza de Dante le aparté de un empujón. Pudimos esquivarla.
- ¡Nos han descubierto! - gritó.
Se me había olvidado el pequeño detalle de que había más gente en la piscina, la mayoría asustada y yéndose del lugar lo antes posible... Sin embargo una figura del otro extremo de la estancia estaba firme con un arma de fuego larga y grande
- Tiene un fusil de asalto... ¡es un francotirador! - informó Dante.
- Mierda - maldije.
- Tenemos una oportunidad de deshacernos de él. Tarda mucho en repostar y es débil en ataques cuerpo a cuerpo.
- Entonces iré a por él - saqué a Gesshoku y corrí hacia él - Ve saliendo y asegúrate de que no hay nadie.
Dante gritó un "¡Cuidado!" y el francotirador sacó una pistola pequeña. Estaba apuntando hacia mí... Disparó y en menos de un segundo giré mi katana y bloqueé el ataque. Había usado unos reflejos que en mi vida tuve hasta que me fusioné con el Fénix. El hombre encapuchado seguía disparando y yo seguía bloqueando las balas con mi katana hasta que por fin llegué a su posición y le di un corte en la tripa. Se cayó al suelo y le puse el pie derecho encima de su tripa herida.
- ¿Por qué haces todo esto?
Empezó a reírse burlonamente y le di un golpe con la empuñadura de mi katana. Se quedó inconsciente. No servía de nada preguntar si perdía el rastro del aura del cerbero de Cerberus. Grité "Fuego y Sangre" y vinieron mis dragones. Me subí al dragón negro del Yin y salimos afuera a través del agujero que había en la cúpula.
Sobrevolé con ellos los cielos del Purgatorio mientras miraba hacia abajo para ver dónde podría estar Dante. No le vi. Sin embargo me fijé en que había una nube carmesí levitando encima de los suelos de las calles a toda velocidad dirección a un pequeño callejón con vallas. Justo en ese sitio es a dónde se dirigía el aura morada. Mandé a mis dragones que aterrizasen en aquel lugar. Pisé el suelo y me fijé en el atardecer que había al fondo de los alambres de las vallas. Se abrió la puerta de una estancia vieja y tres hombres comenzaron a dispararme. Mis reflejos funcionaron otra vez y esquivé los disparos con Gesshoku, sin embargo, en esa ocasión eran demasiadas balas en tan poco tiempo. Mis dragones se lanzaron contra ellos pero, al dispararlos volvieron a mi colgante rápidamente. Sólo podía defenderme, no podía lanzar un rayo Yin porque si bajaba la defensa acabarían conmigo de un balazo. De pronto una bala salió disparada justo detrás de mí y acabó con la vida del chico de la derecha, mientras que a su vez los otros dos cayeron boca abajo gritando de dolor. Alguien les había pegado un tajo por la espalda. Nura estaba detrás de ellos con la hoja de Nenekirimaru manchada de sangre...
- ¿Estás bien, Akame-chan? - preguntó.
- ¡Eso, eso! ¡Eran tres tiradores expertos! - dijo Dante detrás de mí con una pistola en la mano.
- Estoy bien. Gracias, chicos...
- Rei-kun y yo encontramos a Cerberus y a Blue-chan ahí adentro - explicó Nura -  Rei-kun dijo que ibas a necesitar ayuda y él se quedó luchando.
- Pero, ¿quién es esta gente?
- No lo sé pero creo que Rei-kun sabe algo del tema...
- Sí, bueno - intervino Dante - Son cosas del Infierno...
- ¿Tú las sabes? - pregunté intrigada.
- He oído hablar de que la gente del Infierno que viene a parar aquí está persiguiendo la sangre del Gran Fénix para volver a ser demonios normales y poder viajar de dimensión en dimensión... su finalidad no es nada buena, desde luego. Usarían ese poder para actos criminales o a saber qué peores cosas.
- ¿Por eso nos atacaron...? - dije.
- Eso parece. Por lo que si están luchando contra Rei-kun, querrán acabar con él lo antes posible. Debemos darnos prisa - comentó Nura.
Dante y yo asentimos y los tres corrimos al edificio. Solté maldiciones en mi mente pues estaba realmente enfadada con los demonios. Los odiaba... eran criaturas malvadas y egoístas que se dedican a dar desgracias a los demás seres. Se iba a enterar Cerberus de lo que era una sacerdotisa enfadada...
Bajamos unas escaleras y abrimos otra puerta. Pasamos a dentro de una sala enorme con la arquitectura polvorienta y desgastada. En el centro estaba Cerberus convertido en hombre lobo. Estaba agarrando a Blue y, elevando su espada, dijo:
- ¡Atrás o la corto el cuello!
- Maldito... - dijo jadeando Rei..
Blue estaba llorando... sentía el miedo en sus ojos. Estaba intentando congelar a Cerberus pero el hielo se derretía con el pelo de la bestia... al parecer su temperatura corporal estaba a un par de grados de más.
Cerbeurs nos vio y esbozó una malvada sonrisa:
- Jejeje... por fin... el poder del Fénix es mío.
Alcé a Guesshoku.
- El poder del pájaro de fuego sólo es para aquel que vence el Fénix de la Tierra. Yo he sido quien ha ganado, por lo tanto este poder me pertenece sólo a mí.
- JAJAJA Pero si me lo das no tiene porqué ser tuyo. Verás... no creo que haga falta ni luchar.
Cerberus apretó fuerte a Blue y esta gritó de dolor. Si seguía haciendo eso, Blue podría acabar espachurrada... Rei miró con cólera la escena y sus ojos se iluminaron con un color rojo sangre. Estaba realmente furioso ya que sentí un poder tenebroso... creo que el más oscuro que había visto en mi vida. Un aura oscura rodeaba el cuerpo de Rei mientras que con una voz vacía, tétrica y más grave de lo normal, dijo:
- No perdonaré el que hayas hecho llorar a mi gatita... NUNCA.
Era tanta cantidad de humo negativo que sólo veía su silueta y dos luces rojas que eran sus ojos. Empezaron a sobresalir las siluetas de unas alas de bicho así como patas de mamífero... no sabía exactamente de cuál.
La energía negativa era cada vez más feroz., sobretodo cuando esa silueta oscura se lanzó contra Cerberus. Este estaba a punto de cortar la cabeza de Blue pero Nura gritó "MIEDO" y se quedó paralizado. Rei llegó y Cerberus gruñó como un perro rabioso. Blue fue lanzada por los aires. Corrí hacia ella y esta dijo:
- Tenemos que atacar en grupo... es la única manera de detenerle.
- Rei-kun es increíble -admití mientras la ayudaba a ponerse en pie.
- Nura-kun también - añadió. Apretó sus puños y comenzó a invocar pequeñas ventiscas heladas - El Cazador de Demonios, La Sombra, La Princesa del Hielo, El Señor del Pandemonio y La Sacerdotisa de Fuego... La combinación perfecta para luchar contra el mal.
No entendí muy bien qué significaba eso pero saqué a Guesshoku confiando en nuestro equipo. Nos juntamos Dante, Nura, Blue y yo mientras Rei estaba luchando contra Cerberus.
- Debemos ayudar a nuestro amigo y debemos coordinarnos lo mejor que podamos - dije - Blue-chan, serás el apoyo de Rei-kun congelando al enemigo usando todo tu poder, tal vez sea difícil con ese pelaje, pero Nura-kun invocará el Miedo para que este baje la defensa. Nura-kun, así como invocas el Miedo para debilitar la defensa de Cerberus, tú y yo le atacaremos con nuestras katanas. Dante-kun...
- Cuando sea el momento sacaré a Rebellion y lo llevaré a las profundidades del Tártaro.
Todos asentimos y pusimos el plan en marcha. Blue invocó  una ventisca de hielo que aparentemente no hacía nada a Cerberus pero Rei se movió con más agilidad por lo que le soltó más puñetazos que antes. Nura invocó el miedo y el demonio perro se quedó con una expresión de horror.
- ¡Ahora, Nura-kun! - grité.
Corrimos hacia Cerberus, él con Nenekirimaru y yo con Gesshoku. Usé el Yin Yang para que la hoja de mi katana tuviese más poder, saltamos y caímos en el demonio clavando nuestras katanas en su peludo cuerpo. Aulló dolorido... recuerdo que incluso el suelo retumbó un poco durante unos segundos. Volvió a su apariencia humana con su gorro, camiseta de tirantes y vaqueros desgastados. Dante vino y desenvainó a Rebellion.
- Es hora de que me lo lleve de una vez al lugar que le corresponde. Su Purgatorio ya ha acabado... es la hora del Juicio Final de este demonio malhechor.
Dante pegó un tajo a Cerberus en el pecho y la espada se impregnó de su sangre. El techo del edificio fue absorbido por un portal carmesí que se había situado justo encima de nosotros en el cielo.
Dante y Cerberus levitaron.
- Me voy un rato al Infierno. Luego vengo.






martes, 16 de septiembre de 2014

Ataque en la piscina

La voz de Rei me despertó:
- ¡AKAME-CHAN! 8D ... Oooh o.o
Abrí los ojos, me giré y vi que Rei estaba entrando por la ventana con una expresión de sorpresa. Blue estaba en una esquina sonriendo de forma traviesa. Me di cuenta de que estaba apoyada en algo... o en alguien. Me giré aún mediodormida y vi que estaba apoyada en Nura... y él en mí. Al momento él abrió los ojos y me miró.
- ¿Akame...? ¡¿EH?!
Blue se acercó:
- Se gussssssssssssstan e3ê
Me sobresalté y lancé una luz sagrada hacia Nura... no, no lo era, no salió de color blanco, era fuego. Él salió disparado hacia la pared de la derecha. Voló a tanta potencia que hasta dejó un agujero en donde chocó.
- Grrrrr - gruño él.
- Jajaja qué graciosus n3n
Nura corrió hacia mí y enfadado dijo:
- ¿Pero por qué siempre tienes que hacer eso? D8<
Me levanté:
- Eres tú el que siempre hace cosas raras D8<
- Cebolla maldita D8<
- Nurarihyon sin cabeza D8<
Un fuego negro apareció en medio de nosotros y nos lanzó a Nura otra vez hacia el agujero y yo a la otra pared. El fuego negro se transformó en Rei.
- Mucho mejor asín -D-
- Ayy... qué daño - dije con algo de dolor de cabeza.
- ¿Habéis dormido así sin más? .3. -  preguntó Blue - ¿Sin pijama ni nada?
- Bueno como entenderéis no hemos venido con maletas ni nada por el estilo - respondió Nura poniéndose en pie.
- ¿Y si vamus de cumpras? n3n ¡Podemos ir al balneario!
- No estamos para pasárnoslo bien -_- estamos aquí porque necesito controlar mis nuevos poderes - sentencié.
- ¡Vamos, primi, que será divertido!
- La verdad es que no sería nada malo tener un día de descanso para ver cómo es este mundo - dijo Nura.
- Gr... Vale... Está bien.
Desayunamos unos bollitos circulares llamados "donuts" que nos dejó Hilbert en la puerta esa misma mañana y salimos camino al Centro. En una calle cercana nos encontramos con Hilbert que nos sonrió con su sonrisa pícara de siempre. Nos deseó un buen día y prometió dejarnos más donuts en la puerta de casa. Nos despedimos y seguimos caminando. Me fijé en que Blue no tenía muy buena cara. Nura la preguntó:
- ¿Estás bien?
- ¿Eh? Shí~
Según me contaba Rei, el Purgatorio habría sido el Paraíso si no fuera por la contaminación, las almas corruptas y el miedo sembrado por las armas de fuego. Era una paradoja tener la capacidad de pasarlo bien en balnearios, casinos, restaurantes, gimnasios, parques... cuando en realidad teníamos que luchar todos contra todos. Ya en el Centro, visitamos una tienda de trajes de baño. No me imaginé que esas cosas de colores que sólo tapaban lo imprescindible se usaban en piscinas con hombres delante. Para mi suerte, Rei y Nura se fueron al "Love's Hotel" para ver si se podían traer invitados a la piscina, por lo que no nos vieron probar...
- ¡Bañadores! ¡Bikinis! ¡Trikinis! ¡Puedes elegir lo que más te guste! n_n
Me horroricé. No quería ponerme ni un bañador ni un bikini ni un trikini. Miré a un lado y vi un traje que tapaba todo el cuerpo. No era exactamente lo que yo quería pues se ajustaba a la figura corporal, pero era lo mejor que vi. Me dirigí a esa zona y cogí uno de color negro.
- Este -3- le dije a Blue.
- ¿Un traje de neupreno? ¡Esos no se pueden llevar! Sólo sirven para surfear en la playa.
Solté una maldición y lo dejé en su sitio. Blue lo cogió:
- Pero si te gusta te lo compro para un día que vayamos a la playa n3n
Miré a Blue y vi cómo sus ojos brillaban de emoción. Realmente en ellos pude ver que quería ser una gran amiga para mí.
- Muchísimas gracias, Blue-chan - dije - El problema es que no de dónde sacar dinero.
- Ah, por eso no te preocupes n3n Luego podemos ir al Templo del Infierno a ver cuánto te dan.
- ¿Templo del Iniferno?
- Shí n3n a parte de ser el punto de referencia para la gente que vivía en el Infierno y hoy está aquí, es un banco el cual te da monedas: monedas que sirven sólo en el Purgatorio y son el valor de tu alma. Cuantas más te den, más vale tu alma n3n
- Eso suena siniestro...
- ¡Bueno! ¡Vamos a probarnos cosas chulas de verdad!
Me cogió del brazo y me arrastró a la zona de probadores. Nos probamos unos 8 trajes de baño y ninguno me convencía hasta que al final cedí e a un trikini negro y ella a un bikini azul cielo con minifalda del mismo color. Cuando salimos de la tienda aún no me creía que iba a ponerme eso, pero una parte de mí se moría de ganas por bañarme en una piscina.
Vimos a Nura y a Rei volver. Rei sostenía una caja envuelta con papel rojo y un lazo blanco. Me lo dio:
- Esto es un regalo para ti. Úsalo bien 8D
- Mmmm etto... gracias.
Fuimos al "Love's Hotel" y pasamos a la zona de ocio. Antes de entrar a la piscina debíamos cambiarnos en los vestuarios por lo que Blue y yo nos pusimos nuestros trajes de baño, me recogí el pelo con una coleta alta... decidí abrir el regalo más tarde y pasamos a la sala principal. Era increíble... esas cosas no se veían en nuestra dimensión. Un enorme y profundo lago artificial con toboganes y pequeños círculos con agua burbujeante al rededor estaban enfrente nuestro.
- ¡Hola, chicas! n_n - nos saludó Rei con un bañador de color rojo. A su lado le acompañaban Nura con un bañador negro y Dante con uno blanco.
- ¡Ehhhh! nDn ¡está muy buena el agua! - añadió Dante. Viéndole no me parecía el temible cazademonios invencible de siempre.
Nura no dijo nada. Estuvo todo el rato mirando al suelo.
- ¿Qué pasa, Nura-kun?
- Goumene... No estoy acostumbrado.
De repente me dio otra vez un ataque de vergüenza terrible. Fue entonces cuando Rei nos empujó hacia el agua.
- ¡Vamos! ¡A nadar!
Nura y yo caímos a la piscina. Detrás iban Rei, Blue y Dante. Cuando me hundía, noté que mi cuerpo no se sentía fresco... Una sensación extraña. Subí a la superficie y todos estaban salpicando como locos. Dante, que estaba al lado de Blue, dijo:
- El agua e-e-esta h-helada...
- ¡Qué va! Está calentita - dijo Nura que estaba a mi lado.
Era extraño, yo no notaba ninguna sensación... sólo ardor dentro de mí.
- Eso es porque Blue-chan es una nekita de hielo y Akame-chan una sacerdotisa-fénix.
- Sí... Debe ser eso... - dije algo seria. Al final era cierto que yo estaba cambiando.
Después de un rato de salpicaduras y de nadar, Nura y yo nos sentimos más cómodos. Se notaba que a él le encantaba estar en el agua. Sentada junto a Blue tomándonos una CocaCola Cherry (que ciertamente sabía mejor que le jugo de cerezas de la Tierra), caí en que éramos un grupo algo especialito: una neko de hielo, un demonio sombra, un nurarihyon, una sacerdotisa de fuego y... ¿un cazademonios? Pero el hecho de ser un cazademonios no es referido a una raza más sino a una profesión. Era extraño, sentía que Dante podría ser algo diferente a lo que conocía, una especie de youkai tal vez.
- ¿Qué es Dante? - pregunté a Blue.
- ¿Uuu?
- Quiero decir... ¿qué raza es?
Blue estuvo un rato callada observando su lata vacía.
- En el Infierno hay muchos seres de la oscuridad, no sólo demonios. De hecho a Rei-kun se le considera demonio sombra pero en realidad... él en sí es pura sombra. En cuanto a Dante-kun... es algo muy complicado y confidencial. No lo puedo decir, gomene... tendrás que descubrirlo por tu cuenta.
Dante era alguien misterioso... Sospechaba que él ocultaba algo oscuro y terrible dentro de sí mismo.
Pasaron dos minutos y alguien rompió la cúpula que había encima de todo el recinto. Una figura descendió al tobogán de agua. Era un chico de pelo blanco-moreno de ojos naranjas con un colgante de plata de una calavera.
- ¡Otra vez ese maldito! - maldijo Dante.
- ¡¿Pero no lo habíais matado?! - dijo Blue poniéndose en pie.
Yo hice lo mismo que ella sin apartar la vista de aquel chico.
- ¿Cerberus...?
- JAJAJA EL MISMO À_Á
Estaba muy cambiado como todos. Llevaba un gorro de lana gris, una camiseta gris sin mangas y pantalones negros anchos y desgastados aparte de una muñequera negra en cada brazo.
- Me vengaré de vosotros dos, Dante y Rei... Por consiguiente... me llevaré a la chica del Fénix.
Mis ojos de fuego le miraban con odio ¿Qué quería de mí?
- Esto es una amenaza... y te vamos a espachurrar aquí y ahora - dijo Rei invocando un fuego de color negro.
Cerberus se echó a reír y se movió de forma tan rápida como sabía. Apenas caí en la cuenta de que en menos de medio segundo estaba detrás mío. Me intentó coger pero yo increíblemente me moví rápido también. Le disparé un Rayo Yin y cayó al suelo.
- No... Mierda ¡NO!
Cerberus se levantó y cogió rápidamente a Blue. Esta forcejeó incluso le intentó helar pero Cerberus sacó una pequeña pistola de su bolsillo y apuntó a su cabeza.
- ¡Nyuuu!
- ¡Que nadie se acerque a mí o disparo!
- ¿Desde cuando ese tipo usa pistola? - preguntó Dante.
- JAJAJA Estamos en el Purgatorio. Recuérdalo.
Este invocó al perro de tres cabezas que se lanzó contra nosotros. Nura invocó el miedo.
- No os llevaréis a Blue e_é
El cerbero retrocedió un rato pero rápidamente este se lanzó contra él. Nura consiguió esquivarlo. Rei se lanzó contra el cerbero disparando su hielo. Yo lancé fuego sagrado... tenía que acostumbrarme a esa nueva táctica.
- ¡No uses eso! ¡Derrites el hielo y así no lo podemos vencer!
- Necesitamos nuestras armas... - dije.
Me giré y vi cómo Cerberus se llevaba a Blue. Quería sacar una flecha del carcaj y disparar con el arco... pero no lo tenía... Ni mis rayos ni mi fuego funcionaban a tanta larga distancia.
Me enfadé y le dije:
- Dante-kun, Nura-kun, id a por nuestras armas y ropas de cambio. Rei-kun, tú y yo venceremos a este chucho.
Dante y Nura asintieron y corrieron hacia los vestuarios. Rei se acercó a mí.
- ¿Ataque doble?
- Sí - afirmé mirándole seriamente - Tu fuego oscuro y mi rayo Yin.
Juntamos nuestras manos y generamos energía de color negro. Era consciente de que estaba usando demasiada fuerza del Yin en una sola vez... que eso ponía en riesgo el equilibrio de mi colgante, pero resistí. El cerbero estaba a punto de lanzarse contra nosotros cuando un destello negro de fuego y rayos incidió en el cuerpo del animal. Así estaba quemándose y electrocutándose hasta que por fin nuestro ataque paró y el perro cayó al suelo... desapareciendo lentamente.
- El aura morada de la invocación está regresando al colgante de su dueño. Si nos damos prisa, podemos alcanzar a Cerberus y así rescatar a Blue-chan con facilidad - dije.
Nura y Dante vinieron ya vestidos con nuestras cosas.
- Chicos, tenéis que seguir el aura morada - expliqué.
Rei quitó su sudadera de las manos de Dante y se la puso.
- Yo no pienso esperar. Voy a rescatar a mi gatita AHORA.
- Voy contigo, Rei-kun. Ese no se escapa de mi Nenekirimaru - dijo Nura. Al parecer estaba muy motivado.
Ambos echaron a correr. Iba a decir que esperasen pero desde luego no iba a salir a luchar en trikini. Dante me miró y dijo:
- Te espero. Debo supervisar que no te corrompes.
Me quedé mirándole pensativa:
- Di lo que quieras PERO NO MIRES PORQUE ME VOY A CAMBIAR.
Corrí detrás de una pared y me puse el traje de sacerdotisa versión corta, guantes, botas y bufanda. Toqué la empuñadura de Gesshoku y me pregunté a mí misma distintas cuestiones: ¿Qué quería Cerberus de nosotros? ¿Cómo me conocía? ¿Por qué mi alma estaba tendiendo a la oscuridad?









domingo, 14 de septiembre de 2014

Una canción de amor de su trágico destino - parte 1

Esta es una historia paralela a la de Akame: la historia de Kikyo en el anime "Inuyasha" Este es un capítulo paralelo a todo lo que está pasando pero desde el enfoque de Kikyo. NO ES OBLIGATORIO VERLO. Y os digo que si veis esta parte os ruego que no paséis a la parte 2 porque lo subiré cuando sea el momento. Un saludo, lectores n_n 


viernes, 12 de septiembre de 2014

En busca de un hogar

Nada más ver la fachada del edificio donde vivían nuestros nakamas, Nura y yo decidimos no ser sus vecinos. Era un edificio alto de color rosa con un cartel que ponía "Love's Hotel" con letras occidentales. Agradecí mi ignorancia con el inglés para no averiguar qué significaba.
- ¿Qué os parece? nya n3n
- ¿Vosotros dos vivís aquí? o_o'' - preguntó Nura sin dejar de mirar hacia arriba. Estaba asombrado por la altitud de todos edificios por los que pasamos.
- Solo cuando pasamos algunos días aquí juntos con nuestro amigo Dante nDn - respondió Rei.
- Sería genial que podamos ser vecinas, Akame-chan jijiji n3n ¡podríamos ir a la piscina juntas!
- A-Allí dentro hay piscina...
- Sí -D- - respondió Rei - Y lo mejor de todo es que son mixtos :P
Me quedé boquiabierta horrorizada. No soportaría que ningún hombre me viese bañándome ¿es que esa dimensión estaba tan loca?
- Iríamos a comprar un traje de baño juntas n3n 
Oh, usaban trajes para bañarse. Perfecto.
- ¡También podríamos tomar algo juntos, Nura-kun! - propuso Rei.
- Bueno... yo... Me gustaría encontrar algo de mi estilo. Algo menos... diferente a mi dimensión.
- Sí, yo también - añadí.
Blue y Rei nos miraron como si hubiésemos dicho algo que no entendiesen. Se quedaron pensativos hasta que nos dieron la espalda y en voz baja Rei dijo:
- Quieren estar solos...
- Se gusssssstan o3ó...
- BAAAAAAAAAAAKAS, No penséis cosas raras ÒoÓ - grité.
- VAMOS A LA HABITACIÓN, BLUE-CHAN Dx ¡Akame-chan es mala y nos va a comer!
- ¿QUÉ YO QUÉ?
- Shíííí, nyuuu~ ¡corramus!
Huyeron como cobardes y yo les seguí enfurecida gritando cosas como "¡OYEEE, VOSOTROS!", "¡ENFRENTAROS A VUESTRO DESTINO!" u "¡OS SACARÉ LOS OJOS!" Sinceramente no sabía exactamente porqué decía esas barbaridades ¿Sería mi nueva sangre de Fénix? ¿Y si no volvía a ser una sacerdotisa normal... nunca más? Nura se acercó a mí riéndose:
- Jejeje eso ha estado genial.
Escondí mi boca debajo de mi bufanda como siempre.
- No sé a qué sitio podríamos ir el cual estemos cómodos.
Nura me miró un rato en silencio y dijo:
- Tenías unos dragones que volaban. Puedes llamarlos.
- No sé si es bueno llamarlos para estas cosas...
- Son tus dragones n_n estarán encantados de ayudarte.
¿Nura me estaba sonriendo dulcemente? ¿Desde cuando pasaba eso? Dejé de pensármelo y choqué mis dos palmas en mi pecho. El colgante se iluminó y alcé mis manos coloreados con los colores blanco y negro.
- ¡FUEGO Y SANGRE!
Las dos serpientes peludas con cuerno de unicornio salieron de mis dos manos. Me miraron con sus ojos del color del oro. Parecían contentos. Hicieron un par de ruiditos como "rrrrr, rrr" y los acaricié. Eran preciosos...
- ¿Surcaremos los cielos del Purgatorio con mis dragones en busca de un hogar adecuado?
- Sí, supongo que sí. - El dragón negro ofreció asiento a Nura y esté accedió encantado. - Vamos, pues.
Me subí al blanco y los dos dragones serpentearon tan bruscamente que casi nos caíamos. Era increíble. Veíamos la ciudad en miniatura desde el cielo contaminado de aquella dimensión. Las vistas eran estupendas. Me sentía libre, como cuando luchaba contra el Fénix montada en uno de mis dragones con el arco en ristre.
- ¡Akame-chan, mira eso de ahí abajo!
Hice caso a Nura y vi que los edificios de las calles empezaban a ser más bajos incluso un poco parecidos a las casas de nuestra dimensión.
- ¡Bajemos a ver! - dije.
Los dragones descendieron y nos dejaron en el suelo de una calle de casas iguales de estilo japonés moderno. Al parecer era un complejo de alquiler de chalets según vi en los carteles de todas las casas que había alrededor nuestro. Nura se acercó a la que teníamos en frente.
- ¿Qué tal esta misma?
- No podemos entrar sin permiso e_e ¡Tenemos que avisar a alguien!
- ¡Bah! Eso qué más da.
Nura corrió hacia la entrada e intentó abrir la puerta. No pudo.
- Malditos... ¡LA ECHARÉ ABAJO!
- ¡Nura-kun, a lo mejor hay gente adentro!
Le agarré el brazo para pararlo. Discutimos un rato hasta que una voz grave y ronca nos habló detrás nuestra:
- Oh ¿venís a comprar la casa?
Giramos nuestras cabeza a un señor de unos 50 años y gordinflón. Su vestimenta no era japonesa claramente: la parte de arriba era de estampado de vaca y llevaba unos pantalones ajustados y desgastados que parecían pesados combinados con unas botas marrones con flecos. Su sombrero era grande y alado con una forma extraña que hacía de su rostro aún más misterioso de lo que me parecía.
- Gomenassai, Señor. No tenemos dinero para comprar nada - dije,
- ¿No seréis nuevos por aquí?
- Sí, bueno... Pasaremos aquí una temporada. Una misión complicada.
- Ya veo. He oído hablar de dos viajeros de La Tierra.
- Somos nosotros.
Se quedó un rato en silencio y sonrió:
- ¡Bienvenidos al Purgatorio, chicos! Mi nombre es Hilbert Strauss y soy el jefe de la agencia inmobiliaria de la zona.
- Etto... Dozo Yoroziku~ - dijimos Nura y yo.
- No importa que no tengáis dinero. Soy un tipo honrado y en estos tiempos difíciles lo mejor es echaros un cable, al fin y al cabo es sólo una temporada ¿no? A cambio... - su cara se ensombreció cosa que me hizo sospechar de él - necesito que me digáis cuáles son vuestras armas.
Nura y yo de forma innata tocamos la empuñadura de nuestras katanas. Nos quedamos algo pensativos.
- Vaya, vaya... Dos espadachines vivos de la Tierra... lo vais a tener chungo. En cuanto sepan que vosotros no sois simples almas irán a por vosotros con armas de fuego... Yo que vosotros tendría cuidado. La lucha cuerpo a cuerpo es difícil en este mundo. Así nos va... Bien , pues. Podéis quedaros con la casa una temporada. n_n
Hilbert sacó un hilo de montones de llaves. Soltó la que ponía el número 14 y me la dio.
- Curiosos ojos los tuyos, señorita.
Escondí mi cabeza debajo de la bufanda.
- A-Arigato, Strauss-san.
- Nos volveremos a encontrar, chavales.
Nos despidió alzando el brazo y caminó subiendo la calle. Miré a Nura en busca de algún comentario.
- Deberíamos no ir revelando nuestra identidad tan a la ligera. No me fío ni un pelo...
- Opino lo mismo - dije mirando la llave - Abramos la puerta de la casa entonces.
Metí la llave y la puerta se abrió. Entramos y vimos que era un lugar no tan grande como un Templo, pero sí era un lugar espaciado y cómodo. Me gustaba, la verdad.
Investigando la casa sin ningún signo de amenaza, decidimos irnos a dormir puesto que no habíamos dormido desde hacía bastante tiempo y nuestro cansancio ya se notaba bastante. Nura decidió irse a dormir abajo al salón y yo en la habitación de arriba. No teníamos otra ropa por la que tuvimos que dormir así, en mi caso con esa bufanda enorme en mi cuello la cual empezaba a tener cariño.
A pesar del cansancio, me di cuenta de que no era capaz de dormir. Era una paradoja, sí, pero estar en una dimensión diferente a la tuya la cual te podían matar fácilmente... parecía una comedía de teatro para el emperador de China. Por no hablar de mis extraños ojos. Estuve una hora observando mi reflejo en el filo de mi katana subida al marco de la ventana ¿Quién era yo ahora? ¿Por qué me pasaba todo eso a mí? Al cabo de un rato, alguien abrió mi puerta, era Nura.
- Al parecer tú tampoco puedes dormir.
Me bajé del marco de la ventana y me senté en el suelo apoyando mi espalda a la pared. Seguía con Eclipse Lunar en la mano.
- Estoy agotada pero... no puedo pegar ojo sin saber quién soy.
Vino y se sentó al lado mío.
- Eres Akame Scarlet Targaryen. Eso es lo que no debes olvidar. Lo demás importa menos.
Me comenzaron a pesar los párpados e incliné mi cabeza hacia el hombro de Nura.
- No pienso olvidar eso...
- Aunque pareces un demonio con esos ojos x_x
- Ay, calla...
Me dormí.



miércoles, 10 de septiembre de 2014

Los verdaderos hombres comen helado de fresa

Subimos la calle hasta el Game Café que nos dijo Dante. El paisaje era más horrible cada vez que nos adentrábamos más en la ciudad. Estaba prácticamente desierto, solo vimos a una joven de pelo blanco y largo con un artefacto de metal extraño.
- Una metralleta - dijo Dante observando cómo mi cara indecisa miraba a aquella chica.
Echaba de menos mi arco, pero al menos tenía a Gesshoku. Me acuerdo de que yo no dejaba de tocar la empuñadura con los dedos. Miraba a los edificios y eran más altos de lo que pensaba. Había luces de colores en algunos con carteles que anunciaban cosas en letras japonesas y en el alfabeto occidental. Era increíble y espeluznante a la vez. La mayoría de la gente que estaba allí iba tapada y armada.
- ¡Osiiiitoo! Queiro ir allí ~ - dijo Blue señalando un local decorado con letras de neón.
- Oh, vamos, tío. Me apetece jugar a... - comentó Dante.
- ¡Vamos a ese! - respondió Rei dándole la razón a Blue.
Rei y Blue se dirigieron al local que estaba a la izquierda de la Calle del Águila, la calle que se situaba justo a la izquierda también del Game Café. Dante, Nura y yo los seguimos. Arriba de la puerta de entrada había un cartel circular que rezaba: Tommy Mel's. Entramos en el local lleno de colores y dibujos extraños.
Una chica que llevaba un vestido rosa extraño (enseñando pierna, cómo no) se nos acercó preguntando:
- ¿Para cinco? :)
- Sí - respondió Dante.
- Por aquí por favor n.n
La seguimos y nos ofreció una mesa con sillones de color azul verdoso. Nos sentamos. En frente tenía a Blue, al lado de ella estaba Rei y, al lado de él, Dante. A mi derecha estaba Nura con la misma cara perdida que tenía yo.
- Vamos, chicos. Pedid algo que invito yo n_n - dijo Rei - Me muero por comerme unos nachos con queso.
- Hamburguesa de atún n//////n nyuu~
- Yo helado de fresa - añadió Dante.
Rei y Blue se quedaron callados mirando a Dante ¿tan extraño era eso?
- ¿Qué? Los verdaderos hombres comen helado de fresa.
- Pues... yo no sé qué pedir - dijo Nura.
Blue miró a Nura con sus ojos escáner y dijo:
- Creo que te gustará la mazorca de maíz :3
- Um... lo intentaré.
- Yo...  no sé... - intervine.
- Pídete el batido de chocolate n.n - dijo Dante - ¡te sentará genial para la batalla y el estrés! Delicia de los dioses en este mundo y en los otros.
Blue me miró:
- ¡Shiii! El batido es lo que mejor te vendrá ahora que estás en el Purgatorio n3n
- De acuerdo. Batido de chocolate, pues.
Se lo dijimos a la chica y esta anotó todo para que la cocina nos preparase todos nuestros pedidos.
Nos quedamos un rato en silencio. Nura rompió el hielo:
- ¿En serio este sitio es el Purgatorio?
Dante asintió:
- El mismo. El Purgatorio tiene como objetivo traer las almas de los muertos a la pelea y sufrimiento hasta el día del juicio final. Almas cuyo destino no es aún sabido incluso después de su muerte... El Purgatorio tiene como paisaje el final del mundo de la dimensión de la Tierra, de donde procedéis tú y Akame-chan. Cuando la Tierra en vuestra dimensión esté en estas condiciones... será el apocalipsis, el fin de la dimensión.
- ¿Estamos en el paisaje del apocalipsis de nuestro planeta? ¿Por qué La Tierra y no otra dimensión? - pregunté.
- La Tierra es la dimensión más joven e importante de todas las ya creadas. El Purgatorio toma esa imagen de forma natural. La Tierra al ser la dimensión más joven, tiene como consecuencia poseer muchas razas (la humana, la de los dragones ya extinguida, los elfos, los demonios...). No es un problema porque todas las dimensiones empiezan por eso y al final acaba predominando una única raza como los nekos en Caetoneko o los demonios en el Infierno, pero el nivel de magia en la Tierra es escasísimo comparado con el de las otras dimensiones. Sin embargo... ese Fénix que nació allí no era normal. Era un nivel de magia grotesco, comparable con el mismo Infierno. Entonces teníamos que matarlo... pero ahora si queremos matarlo, tendríamos que matarte a ti, Akame-chan. Es por eso que queremos ver tu evolución aquí. Si consigues dominar esa magia, podrás vivir tranquila en tu mundo.
Escondí la parte baja de mi cabeza en mi bufanda. Lo que me esperaba en ese sitio no me lo podía imaginar ni yo...
- ¿Y yo qué? D8< - preguntó Nura.
- A ti te mataré en otro momento -D- ya te lo dije~
- Maniático con matarme ¡no podrás conmigo!
- ¿Que no...? ¬.¬
- Vienen nuestras cooosas nyuuu n3n!!
En cuanto todos volvimos la mirada hacia nuestra camarera, la pelea se calmó. Nos sirvió a todos comidas extrañas. Dante estaba feliz con su helado... pero no le pegaba comer esa cosa tan mona que tenía delante suya. Ahora entendí porqué Rei y Blue se le quedaron mirando.
- Los verdaderos hombres comen helado de fresa -D- - sentenció otra vez. Cogió un cubierto que en mi vida había utilizado (una cuchara que usaban los occidentales de metal pequeñísima) y empezó a zampar.
Rei y Blue hicieron lo mismo. Nura cogió una de las tres mazorcas de maíz que había en el plato y mordió. La saboreó, puso cara de sorpresa y siguió comiendo con gran motivación. Al parecer le gustó... yo ahí tenía un vaso alto lleno de líquido marrón con dos tubitos que parecían bambús en miniatura.
- Absorbe de la pajita - me dijo Blue.
Saqué mi cabeza de la bufanda y me acerqué al batido. Todos me estaban mirando. Cuando absorbí, un sabor nuevo y dulce entró en mi boca. Era realmente maravilloso. Sentía que estaba en la gloria.
- ¡Le ha gustaduuuu! *3*
Levanté la cabeza y añadí:
- Definitivamente es lo mejor que he probado en mi vida *_*
Todos terminamos nuestros manjares realmente satisfechos. Rei pagó y salimos del bar-restaurante luminoso. Dante se volvió hacia nosotros diciendo:
- Chicos, me tengo que ir porque tengo que hacer un control de la ciudad. He estado mucho tiempo fuera y hay demasiado demonio suelto. Nos vemos entonces n_n ¡Rei-kun, Blue-chan! Enseñadles un poco este mundo y que elijan apartamento ¡Nos volveremos a encontrar, Akame-chan y Nura!
- ¿A mí no me tratas con honoríficos...? - murmuró Nura a regañadientes.
Dante cruzó a la otra acera y se adentró en una calle un poco más estrecha. Blue y Rei nos sonrieron.
- ¡Vamos a buscar un hogar provisional para vosotros! n3n ¡Os enseñaremos nuestro apartamento para ver si os apetece ser nuestros vecinos!
No tuvimos otra opción que ceder. Al parecer íbamos a estar un buen tiempo allí metidos en esa dimensión a la que nos había guiado aquella mariposa azul.



lunes, 8 de septiembre de 2014

El Purgatorio

Cuando abrí los ojos noté que me ardía todo el cuerpo. Vi un cielo tan gris que parecía demasiado sucio como para ser natural. Después noté que yo estaba tumbada sobre una superficie dura y también sucia. Apareció una cabeza en mi campo de visión. Era una persona que estaba a mi lado de pie. Era aquel chico de pelo plateado y ojos azul cielo. Vestía con un extraño abrigo rojo carmesí, chaleco y pantalón del mismo color y, guantes, botas y camiseta de color negros.
- Por fin despertaste.
Su expresión daba realmente miedo. Me podía imaginar quién era. 
- Soy Dante Spada Storm Red, el cazademonios.
Casi preferí volverme a dormir pero no pude. Decidí levantarme pero me pesaba tanto el cuerpo que Dante tuvo que ayudarme.
- Tú eres Akame Scarlet Targaryen ¿verdad?
- S-Sí...
Me notaba extraña, mi cuerpo era diferente.. me percaté de una cosa: Llevaba la ropa más rara de Japón. No sé como pude cambiarme, (preferí no pensarlo demasiado antes de llamar a Dante "pervertido" por error), pero llevaba una especie de traje de sacerdotisa de manga larga pero con minifalda escarlata y botas negras. En mi cuello seguía estando mi colgante pero también una larga bufanda negra decorada con fuego rojo en los dos extremos de esta. Miré mis manos y estos estaban protegidos por unos guantes de cuero negro que llegaban hasta la mitad de cada uno de mis dedos. A mi izquierda tenía colgada a Gesshoku envainada con su funda negra con el Dragón Rojo.
- ¿Mi arco...? - pregunté.
- JAJAJA Niña... ¿Crees que un arco de la Edad de Piedra te será útil en este mundo?
- ¡¡Oye!!
- La katana del Eclipse de Luna te será útil para defenderte de las balas si eres rápida.... y serás buena en los ataque de cuerpo a cuerpo.
- ¿Qué? ¿Qué dices de balas? ¿Qué dices de cuerpo a cuerpo? ¡¿Qué dices de este mundo?!
Miré al frente y vi un paisaje completamente diferente. El suelo estaba asfaltado con hormigón y se extendía hasta el horizonte repleto de extraños edificios algunos de cristal y otros de hormigón también tales como los que había a los lados de aquella...
- Carretera. Esta es la Avenida del Abismo, la calle principal de este mundo. Allí al fondo está la cafetería más buena del Purgatorio... qué buenos helados tienen... ¡por no hablar de las pizzas!
No entendía nada de lo que decía pero me alarmé cuando dijo...
- Purgatorio - repetí - ¿Es este el Purgatorio?
- Sí. El lugar donde no residen ni vivos ni muertos, sólo almas en pena cuyo destino es la pelea y el sufrimiento hasta la hora de su juicio final.
Era el lugar más triste, oscuro y gris que había conocido en mi vida y quería irme de ahí lo antes posible ¿A caso allí existían los bellos cerezos? ¿El sol nunca se iba a poder ver? ¿Siempre ese mundo iba a a estar así de encapotado y tenebroso?
- ¿Qué hago aquí...?
- Deberías estarme agradecida. Podrías haber muerto en aquella explosión... Estás aquí porque tu alma ha cambiado. Has absorbido un fénix entero.
- ¿Cómo? ¿QUE YO QUÉ?
- Debo juzgarte. Debo saber si ahora eres un demonio o no. Si tu alma es la de una sacerdotisa podrás volver a tu mundo a través de la mariposa azul.
- ¿H-He muerto? - se me ocurrió decir.
- ¡No! Tú y yo somos los únicos seres que estamos aquí en cuerpo y alma. Excepto otro par de personitas más...
- Ya veo. Pero yo... ¿desde cuándo soy un demonio?
- Hace un par de minutos. Y no eres un demonio por ahora, eres la Phoenix Slayer.
- ¡Entonces no tienes que juzgarme!
- Cuando las almas cambian, tienden a volverse corruptas. Estoy aquí para evaluar eso. Estás aquí para vivir una vida de lucha hasta tu día.
- ¡Yo no puedo quedarme aquí! ¡Mi gente me necesita!
- Sabrán esperar, ya lo verás. Mientras tanto... dile a tu amigo que salga de detrás de esa farola.
- ¿Eh? ¿Mi amigo?
Dante señaló a una especie de poste de metal (lo había llamado farola ¿no?) y de ahí salió un chico que me resultaba demasiado familiar.
- El que está ahí vestido de sudadera azul y vaqueros lo encontré muy cerca del lago de lava del monte y me lo llevé también.
- ¿N-NURA?
- Akame-chan...
"¿Chan?" pensé, pero en seguida recordé que empezamos a tratarnos así. Sonreí ligeramente. Me alegraba verle pero estaba demasiado diferente. Sus ojos y color de pelo eran los mimos, pero... tenía una cabeza normal. Su pelo caía sobre su espalda (lo tenía un poco más corto que yo, menos mal). Por no hablar de aquella extraña ropa.
- Estás muy diferente - le comenté.
- Habla por ti - dijo mientras caminaba hacia nosotros sin dejar de mirarme a los ojos.
Me percaté de que estaba enseñando pierna. No sabía cómo eran las otras dimensiones pero según comprobé por el vestido corto de Blue, era normal enseñarlas... sin embargo en nuestro mundo no. Me dio demasiada vergüenza que Nura me viera así pero él siguió mirándome a los ojos como si se hubieran equivocado de Akame y hubiesen traído a una desconocida.
- Te arden los ojos.
- ¿NANI?
- Saca tu katana, Scarlet-chan - dijo Dante.
Le hice caso y desenvainé. Me miré en la hoja de Gesshoku y vi que efectivamente mis ojos eran del color del fuego, por no decir que ciertamente eran verdaderas llamas.
- ¿Q-Qué es esto?
- Te has fusionado con el Fénix - repitió Dante - ahora tienes sus poderes. Tu alma se ha perturbado y no debe volverse corrupta.
Escondí mi boca debajo de mi bufanda. Tenía el presentimiento de que lo iba a tener que hacer muchas veces a partir de ahora.
- En cuanto a ti... señor...
- Nura, soy de la familia Nurarihyon.
- ¿¡¿UN DEMONIO?!?
Dante agarró a Nurade la sudadera violentamente.
- ¡OYE, QUE YO NO SOY UN DEMONIO CUALQUIERA! ¡SOY EL REY DE LOS YOUKAIS!
- ¡DEMONIOOO!
- ¡SUÉLTALE AHORA! - grité.
Nura y Dante me miraron sorprendidos por mi grito y este último me hizo caso. Suspiré y de repente Dante se me acercó tocándome el hombro.
- ¡Hey, me has caído bien! ¿Qué tal si dejamos al señor que perdió su cabeza por ahí y vamos a algún Game Café? n_n
Me aparté.
- No gracias e_é
Allí estaba. Vestida rara con los ojos en llamas sin mi arco separando a un cazademonios y a un youkai. Me llevé la mano a la cabeza.
- ¡HEY, DANTE! ¿QUÉ PASA?
De la izquierda al lado de un cartel que ponía "Bus" salieron Rei (con una ropa parecida a la de Nura pero en negro con un colgante extraño de color rojo) y Blue (con una falda roja y corta enseñando piernas y la parte de arriba morada con un lazo rojo).
- ALA! ¡PERO SI ES MI PRIMI! ¡Y NURA! ¿Qué hacéis aquí? :D
- PERO DÓNDE OS HABÍAIS METIDO X________X - pregunté.
- Llegamos a Aomori dos días después de la batalla contra Cerberus pero apareció la mariposa azul y la seguimos.
- ¡Al final todo salió bien entonces wiiiiii que bien nyaaa~ n3n!
- Akame-chan tuvo que enfrentarse al Fénix ella sola e.é - comentó Nura.
- ¡Ya te veo, primi! n_n ¡has cambiado muuuuucho...! ¿Te costó mucho?
- Sí xD - afirmé.
- Bua, llego a estar yo allí y le derruía de un soplido ùDú
- Are, Are~ tengo hambre nyuuu ~
- Hey, chicos 8D - dijo Dante - ¿Qué tal si vamos a tomar algo al Game café que hay nuevo al final de esta calle? Tú tranquilo, señor Nura, te mataré en otro momento -D-
- x_x''?



domingo, 7 de septiembre de 2014

Akame VS El Gran Fénix Legendario


- Soy el Gran Fénix Legendario. Soy el Dragon Slayer. Te he estado esperando, sucesora del domador del Dragón Rojo.
El reflejo de mis ojos era todo llamas. Todo estaba ardiendo a mi alrededor. Estaba plantando cara al pájaro de fuego que había matado a todos los dragones del planeta... efectivamente era el Dragon Slayer.
Sin saber cuál era exactamente mi destino, si era arder entre las llamas o no, no me lo pensé ni dos veces. Me dispuse a luchar. Cogí mi arco que todo el rato había estado a mi espalda.... en todo mi viaje, saqué una flecha de mi carcaj y la coloqué en el arco. Apunté al pecho del animal, me concentré en un ataque combinado de Rayos Yin y poder sacerdotal y disparé. La flecha voló hacia el sitio indicado pero, antes de que pudiera llegar, la flecha se quemó. Algunos pocos rayos Yin chocaron al pecho pero no le hicieron ni cosquillas.
- Mmmm curiosa magia. Una sacerdotisa del Yin Yang ¡Espléndido! Me divertiré mucho contigo...
Invadida por la rabia saqué dos flechas y las puse en el arco, las dos a la vez.
- ¡FLECHA  DEL YIN YANG!
Una brilló de color negro y la otra de blanco y las disparé hacia el mismo lugar. Esta vez, el Fénix aleteó las alas haciendo que el aire se moviese a otro lado para desorientar mis flechas, sin embargo estas eran inmunes al viento y a cualquier otro elemento terrestre, por lo que se clavaron en el pecho del Fénix. Hizo una especie de gruñido pero nada más.
- El equilibrio no puede conmigo - dijo - Unas flechas hechas con mis plumas no son rival para mí.
Las flechas seguían clavadas pero era como si no le hiciesen efecto. Realmente aquello sí que era un auténtico monstruo. Lancé más flechas de distintos ataques combinados: Yin, Yang, sacerdotal, todo conjunto... ninguna funcionaba.
- ¿Eso es todo lo que tienes? Me decepcionas... Está bien, prueba esto.
Abrió la boca y acumuló una gran cantidad de fuego. Cuando fue lo suficientemente grande como para abrasar todo lo que estaba encima de la piedra alargada
y gigante (es decir, yo), la lanzó mediante un soplido con aún más llamas.
Era una barbaridad. Todo aquel fuego estaba viniendo hacia mí y no podía escapar. Hice lo que pude y creé una burbuja de escudo Yang. Cuando el fuego vino, este quemó mi escudo y me tiró hacia atrás rodando por el suelo además de que estuve a punto de caerme. Mi ropa estaba echando humo, y mi piel y mi pelo olían a quemado.
El Gran Fénix se estaba riendo de mí con la risa más inhumana que había visto en mi vida. Entonces llegué a la conclusión de que definitivamente necesitaba ayuda ¿Pero quién podía ayudarme? Estaba sola en esta misión enfrentándome a mi destino... sola. Mis compañeros estaban ya lejos luchando por sobrevivir, la gente con la que había tratado toda mi vida estaba confiando en mí pero no podían hacer mucho más... Sin embargo llegué a la conclusión de que en realidad sí había alguien apoyándome: mi colgante, mi fuente de poder. Resolví mi propia magia perdida, aquella que nadie me había enseñado, aquella que salía de mi propio corazón... Pegué mis palmas entre sí al pecho y mi colgante brilló con los colores blanco y negro. Después alcé mis brazos, y mirando al Fénix a los ojos grité:
- ¡¡¡FUEGO Y SANGRE!!!
El poder de mi colgante se dispersó por todo mi cuerpo hasta que todo este subió por mis brazos. Después de eso, dos extraños dragones salieron de mis dos manos: uno de color negro por la izquierda y otro blanco por la derecha. eran dos dragones sin extremidades. Eran casi como serpientes peludas con un cuerno en la frente como unos unicornios.
- Esos ojos... ese amarillo... ese poder... ese lema... Kaito Targaryen, domador del Dragón Amarillo, el Padre Dragón de los Dragones... no puede ser.
El Fénix lanzó otra bola de fuego y yo instintivamente lancé una flecha del Yin en contra de esta. Se quemó como todas las anteriores pero el dragón negro me ofreció sentarme en su lomo. Lo hice y alcé mi arco con otra flecha a punto de ser disparada. El Fénix lanzó más fuego de forma más rápida y mi dragón negro hizo un movimiento brusco para esquivarlo. En el intento, mi arco se partió.
- ¡Mierda! - maldije.
El otro dragón, el blanco, estaba lanzándose sobre el Fénix a modo de distracción... para protegerme. No le importaba quemarse ni morir abrasado por aquel pájaro gigante... él seguía. En ese momento, comprendí que nunca estuve sola, que el colgante que mi madre me concedió estaba siempre apoyándome.
"La fuente de mi poder es así gracias a mi madre" pensé. Miré mi katana Gesshoku, Eclipse lunar,  aún esperando a ser desenvainada. "Y esta katana me defiende gracias a mi padre" La katana tenía un aura de color escarlata, escarlata... como mi alma. La desenvainé. Nunca en mi vida me había sentido más viva. No era la niña asustadiza vestida de cebolla, no era una sacerdotisa cualquiera, simplemente era yo... Akame Scarlet Targaryen.
Salté y me lancé sobre el gran pájaro de fuego legendario. A mí tampoco me importaba quemarme. El fuego al fin y al cabo era mi enemigo desde pequeña cuando el ejército imperial chino destruyó mi casa y a mi familia. Esa era la oportunidad de oro para vencer mis miedos. Corté varias llamas, me caí encima de mi dragón blanco, me impulsé y clavé a Gesshoku en el corazón del Fénix. Mucha lava salió, supuse que era su sangre. Con la gravedad estaba bajando haciendo una gran herida a mi enemigo. El dragón me cogió y volvimos hacia arriba. Estaba en frente del monstruo y me miraba con odio mientras lanzaba gritos anormales.
- Me has enfadado, niña - dijo pero con una voz más débil que antes - Ahora probarás de qué está hecha mi sangre.
El Fénix hizo disparar lava por todos los lados. Yo me defendí con Gesshoku pero algunas cayeron a mis brazos y pies y me quemaron. Me empezaba a doler todo el cuerpo y me notaba cansada. Al parecer mis dragones sentían lo mismo que yo, ya no serpenteaban como antes. Ahora parecían... menos vivos.
Estaba mirando al dragón al que estaba subida mientras volábamos encima de la cabeza del Fénix, en ese momento el negro, y estaba distraída. El Fénix aprovechó a darnos con su ala derecha de fuego. Salimos disparados, el dragón negro se estaba desvaneciendo así como el blanco a lo lejos.
"Al parecer no pueden estar uno sin el otro" pensé mientras caía como otro trozo de lava cualquiera. Para mi sorpresa me caí encima de la fogosa espalda del Fénix. En ese momento, estaba curvada, por lo que no me iba a caer.
- JAJAJA Serás descendiente de dos domadores de dragones PERO NO PODRÁS CONMIGO, el descendiente de Kaito no lo pudo conseguir al final ¡Y TÚ TAMPOCO! MUAHAHAH
Allí estaba. No sólo estaba abrasándome por el calor sino quemándome. Todo lo que veía alrededor era fuego. Mis ropas estaban andrajosas, nunca las había visto tan rotas. Tenía a Gesshoku en la mano pero no podía moverme. Estaba sin fuerzas "¿Es este el final?" me pregunté.
"No" me dije. Todos habían confiado en mí, luchado por mí... en realidad todos me habían protegido siempre... ¿Yo a ellos que les podía dar para compensar? ¿rendirme? ¿morir? No... No podía dejarles así. No podía irme sin proteger a mis amigos... Amigos... ¿qué era eso para mí? No. Ellos no eran amigos. Eran mis NAKAMAS.
Comencé a hacer algo extraño, el fuego estaba introduciéndose dentro de mí pero el ardor era agradable... era familiar... esa sensación familiar de por las noches era... fuego. Me estaba fusionando con el fuego. El Fénix estaba gritando de puro dolor, a la vez, se estaba haciendo más pequeño ¿a dónde se estaba yendo el fuego de Fénix? Se estaba... metiendo dentro de mis entrañas. Lo estaba absorbiendo.
- Por fin llegaste y me despertaste de esta pesadilla, Akame Scarlet Targaryen. Mi fuego es tuyo y ahora somo uno.
Hubo una explosión alrededor de mí. Me sentía diferente. Me ardía todo el cuerpo pero a la vez me gustaba... me sentía cómoda.
- Este es mi final. Ahora renaceré otra vez - murmuré como si una voz me lo hubiera estado diciendo.
La roca alargada se partió en trocitos quedando muchos de estos dispersados por la lava como una sopa de aleta de tiburón. Yo estaba en uno de esos escombros, tirada aún empuñando mi katana.
Fue entonces cuando vi una mariposa azul volando cerca mío. Apareció una nube carmesí en lo más alto de la estancia. Un hombre vestido con un abrigo rojo se me acercó. Apenas podía ver mucho más, sólo recuerdo que tenía el pelo plateado y con ojos fríos me dijo:
- Tienes que venirte conmigo, muchacha.
Me cogió en brazos y seguimos la mariposa. Después de eso... me encontré en un sitio completamente diferente.


sábado, 6 de septiembre de 2014

Hacia la guarida del Fénix

Después de ese entrenamiento tan bueno nos fuimos a nuestras habitaciones a meditar para tener un mayor control de nuestros poderes en la batalla a parte de descansar completamente. Cuando el barco llegó a puerto, Nura se había quedado dormido y tuve que ir a despertarle. Casi muero en el intento.
Ya con nuestros pies pisando la isla de Hokkaido, nos dirigimos a una pequeña tienda de extraños artefactos turísticos. Preguntamos acerca del Fénix y el señor dependiente puso una cara en blanco (no sé aún si era por la pregunta, por ver a un nurarihyon al lado mío o por las dos cosas). Nos dijo que la guarida del Fénix estaba en una cueva gigante casi a la cima del monte Asahi. Así pues, tras habernos orientado, pusimos rumbo hacia el monte. El viaje no fue ningún esfuerzo para mí, pues estaba subida a la espalda de Nura para que corriese más rápido pero, aún así, parecía cansado... Estaba preocupada.
Pasaron las horas y por fin teníamos el monte Asahi justo delante de nosotros abriéndose paso entre la arboleda de alrededor y levantándose hacia arriba desafiando al cielo.
A simple vista no me pareció ningún monte mucho más imponente que el Fuji que protegía mi Templo, pero sentía un gran poder oculto en esa montaña, una fuerza que no era ni demoníaca ni sagrada... era un ardor que no sé aún explicar con certeza. Caminamos un buen rato subiendo la colina con precaución. La vegetación no era muy abundante pero vimos que en algunas partes el césped estaba más verde que a comienzos de la primavera, por no hablar de las extrañas flores que allí nacían: la mayoría eran pequeñas de un naranja fuerte pero otras eran grandes lirios blancos y amarillos.
Era por fin el crepúsculo cuando Nura me había dejado cerca de la cueva pero decidió descansar.
- ¿Va todo bien?
- Sí, sí. Hoy no es mi día.
- ¿Lo dejamos para mañana?
- No. Me pongo bien en seguida.
Entendía que quisiera acabar con el Fénix lo antes posible, pero no estaba bien. Supuse que no durmió bien. No sabía qué hacer pero quería ayudarle.
- Deja de mirarme con esa cara de pena. Te he dicho que no te preocupes por mí.
- Chs.
Ahí estaba. La cueva más grande que había visto en mi vida.
- Va a hacer calorcito - comentó Nura.
Pensé en Blue. Tal vez ella podría habernos ayudado con ese pequeño detalle, pero dijo que el fuego de fénix derretía su hielo... tal vez hubiera sido la que peor lo habría pasado.
- Vamos, cabezón - dije mirando a la cueva haciendo como si intentase descifrar un enigma.
Entramos. Efectivamente hacía calor pero no era para tanto. En mi opinión, había calores más horribles en pleno agosto. Miré a Nura de reojo y vi que estaba sudando como si le estuvieran cocinando a la brasa ¿Qué se suponía que le pasaba? Me harté y paré en seco.
- ¿Se puede saber qué te ocurre?
- Te he dicho...
- Mientes. No te encuentras bien.
- ...
Nos sentamos en una roca que había en el túnel y me explicó:
- Soy un youkai. Cuanto más me acerco al Fénix más débil me encuentro. No soy rival para ese monstruo...
- ¿Entonces por qué quisiste venir?
- Los demonios necesitamos deshacernos de él. Pensé que yo podría pero... soy uno más del rebaño.
- No digas esas cosas... Tampoco hace tanto calor.
- Eso es... - dijo comenzando a a jadear - porque eres una de los descendientes de los domadores de dragones. Ellos tienen mayor resistencia a estas temperaturas.
Nos quedamos un rato en silencio y concluí:
- Decidido. Me enfrentaré yo sola al Fénix.
- ¿ESTÁS LOCA? ¡NO PUEDES IR TÚ SOLA!
- Claro que puedo. Es mi destino ¿no?
- Pero no así... No.
Nura se levantó y añadió:
- Iré contigo hasta el final. Yo fui el que te metió en esta misión y soy yo el que debe seguir.
Tuve que quedarme callada por obligación porque sabía que discutir no iba a a ningún lado. Claramente estaba aterrada, pero me dolía verle así ¿Y cómo es que me preocupaba tanto por un demonio?
- Bien, pues... vamos allá - dijo Nura comenzando a caminar.
Anduvimos unos cinco o diez minutos por todo el túnel hasta que por fin llegamos a una sala aún más grande que el Castillo de cualquier noble de clase alta de China y Japón juntos. Sospeché que con algún tipo de magia, esa estancia se veía más grande por dentro que por fuera o más pequeña por fuera que por dentro.
El fondo de la estancia estaba cubierto de lava como cual foso medieval europeo que protegía una roca alargada justo en el centro.
- Esto es una locura - comenté. - Yo aquí no veo ningún Fénix.
- No estés tan segura - dijo Nura - ... ¡AHHH!
Nura cayó al suelo después de recibir un resplandor de luces alrededor de su cuerpo. Fui a ayudarle y vi que su cuerpo estaba siendo purificado... si seguía allí por más tiempo, desaparecería.
- ¿Magia sagrada...? Qué...
Miré a la gran roca alargada y la lava comenzó a moverse más de la cuenta.
- Akame-sama... ve hacia allí. Si no será peor, créeme.
- Nura-kun...
- ¿Kun?... - sonrió - ¡Corre a la roca!
Le dejé ahí descansando y corrí hasta el límite. Tan inteligente fui que salté. Funcionó. Volé un par de segundos, fue en ese momento cuando mi katana estaba echando un aura de color rojo y aterricé en la cima de la gran roca.
- "Scarlet. Como el color de tu alma" - murmuré.
"Te he estado esperando" dijo una voz en mi cabeza.
De repente, lo vi. Un enorme e imponente pájaro de fuego ascendió desde la lava extendiendo sus alas mientras chillaba con una voz fogosa e inhumana.
Así pues estábamos él y yo frente a frente. Preparados para la batalla. Yo... me estaba enfrentando al Gran Fénix MataDragones.



viernes, 5 de septiembre de 2014

El Templo de la Lágrima de Cerezo ¿Quién es Dante?

En un par de días llegamos a Aomori, el distrito más al norte de la isla de Honshu. Al día siguiente íbamos a coger un barco que navegase por el Estrecho de Tsugaru para llegar a la isla de Hokkaido. La noche anterior Nura, Blue y yo nos hospedamos en un Templo cerca de la costa cuyo Maestro era amigo del mío, por lo que me conocía. Si no hubiera sido por eso, Nura habría salido de allí abrasado por varios sellos sagrados y Blue hubiera sido objeto de investigación de los monjes; cosa que no era nada práctico para nuestro viaje cuyo objetivo era matar un Fénix descontrolado.
A pesar de todos los deslices que pudo haber con Nura y los ayudantes del Maestro del Templo de la Lágrima de Cerezo, pasamos una noche agradable. Nos sirvieron bien la cena y los tres estuvimos hablando en una pequeña habitación bebiendo una especie de jugo de cerezas... estaba delicioso.
- Pienso que está mejor la Coca Cola Cherry del Purgatorio nyuuu - comentó Blue, cosa que no entendí una sola palabra.
Bebimos tranquilamente. Noté a Nura muy incómodo. No bebió ni comió nada. Tal vez pensaba que le iban a envenenar los malvados monjes. Se percató de que le estaba mirando y este soltó:
- Llegaremos a Hokkaido mañana a la tarde-noche. Si dormimos en el barco podremos tener todas nuestras energías para la noche. Al luchar a esas horas el Fénix es cuando menos poderes tiene porque está rodeado de la oscuridad nocturna. 
- Eso contando en que lleguemos a la montaña donde está el Fénix antes del amanecer.
- Os llevo yo y esperamos una hora hasta que recobre mis fuerzas. No hay problema.
- Yo... u3u
Blue había acabado su vaso y lo dejó en la bandeja que había frente a ella. Parecía deprimida.
- No puedo irme sin Rei-kun... necesito estar cun él.
- ¡Por favor, si le vas a ver! - dijo Nura.
- Ya... pero no puedo luchar sin él. Me siento débil si él nu está, nyuu~ Además... el hielo se derrite con el fuego de Fénix. No pintaría nada allí... Nu hemos vuelto a saber nada de Rei desde esa lucha y temo pur él. Necesitu ir a burcarle... u3u
Estuvimos un buen rato en silencio. Blue tenía razón, no sabíamos nada de Rei desde hace unos días, cuando apareció esa nube de color carmesí en el cielo descendiendo sobre la batalla contra Cerberus. Estaba preocupada por él, lo habíamos dejado allí en esa situación y no tuvimos más remedio que huir. Tuvimos que irnos no sólo por Cerberus, si no por aquella tercera fuerza demoníaca que descendió a la Tierra. Recordé su nombre.
- ¿Quién es Dante? - pregunté.
Nura cerró los ojos para evitar ponerse pálido como cuando tuvimos que huir.
- He oído hablar de él entre los yokais... Dicen que es una leyenda pero al ver eso estaba convencido...
- Es amigu de Rei-kun - explicó Blue - Nació en el Infierno como él y Cerberus, pero su sangre no es del todo demoníaca, por lo que se fue a vivir al Purgatorio.
- Purgatorio - repetí.
- Shíí~ Allí es donde van las almas cuyo destino es la lucha. El Purgatorio es... la prueba definitiva el cual tu destino puede cambiar o no ¡¡y tiene comida muy deliciooosha!! n3n
- Are Are... ¿Y el destino de ese tal Dante es la lucha?
- Nu exactamente. Él es el encargadu de sentenciar a los demonios de todas las dimensiones. Depende de sus comportamientos y su sangre, se enfrentará al demonio o no. Eso sí, el combate siempre es hasta la muerte de uno de los dus. Pur eso Dante es tan poderoso... ¡Nunca ha perdidu! ¡NUNCA!
- Y dices que Rei-sama es amigo suyo, un demonio sombra...
- Si, bueno... son de toda la vida. Además ambos poseen las dos armas de fuego más poderosas del Infierno, del Purgatorio, de Caetoneko, de La Tierra, y de todas las demás dimensiones existentes: Rei posee la pistola negra, la Dark Rose; y Dante, la roja, la Bloody Rose. Estas sólo funcionan conjuntamente y en un ataque combinado entre ellas... Extremadamente mortal. 
- Y si cualquier otro demonio que no sea Rei-sama se topa con Dante-sama ¿lo mataría? - aventuré a decir.
- Lo más probable - respondió Blue. - Por eso tuvimos que irnos de allí. Si Dante-kun veía a Nura-kun podría haber ido a por él y tú, Akame-chan, habrías estado al borde de la muerte al ver tal carnicería entre demonios.
-K-Kun... - murmuró Nura.
Al parecer Blue sabía sobre mi poder de sensación. Tal vez si veía toda esa escena me habría vuelto loca. Definitivamente, aquella gata de hielo me entendía perfectamente. No sabía lo que era un arma de fuego pero lo dejé pasar.
- Entonces... ¿qué tienes pensado hacer, Blue-chan? - dije. Decidí tratarla de -chan a partir de ese momento.
- Quiero ir a buscar a Rei-kun...
- De acuerdo pues - dijo Nura poniéndose en pie. - Al fin y al cabo el viaje oficial era entre Akame-sama y yo. Por lo tanto, me retiraré a mi habitación y mañana por la mañana nos pondremos en marcha.
Me levanté yo también.
- Será un día complicado. Vamos, Blue-chan.
- ¡HAI! n3n
Nos retiramos cada uno a nuestros dormitorios. Me puse mi yukata rosa para dormir y Blue el suyo de color azul y se fue a la cama; yo en cambio, decidí salir al jardín a tomar el aire. Era extraño pero, después de pasear un rato, vi un cerezo en flor. No tenía sentido. Los cerezos en flor sólo aparecen a principios de la primavera y nosotros estábamos a mediados se septiembre. De pronto me fijé en que Nura estaba subido a una rama de ese árbol. Me estaba sonriendo.
- ¿Qué haces tú ahí? - le pregunté.
- Lo mismo que tú. No dormir.
- Tsk...
Aparté la mirada enfurruñada.
- ¿No te subes aquí conmigo?
- Gomene, mi pasión no es subirme a los árboles con demonios -.-
De repente se bajó corriendo y me cogió.
- ¡¡EH!!
Me subió a la rama donde estaba y me dejó al lado del tronco. Él se sentó al lado mío. Creí que me iba a caer pero luego contemplé que desde ahí había buenas vistas.
- ¿Te gusta ver el paisaje, eh? ¬U¬
- ¡AJ! ¡Qué remedio! ù_ú
Estuvimos un rato en silencio observando el horizonte.
- Sabes del poder de invocación de Cerberus ¿no? - comentó Nura.
- Sí, lo recuerdo. Sacaba a un cerbero de su colgante.
- Sí... Ese poder... también lo tienes tú.
- ¿Yo? Pero si nunca he...
- Porque ningún sacerdote de esos controla esa magia xD Nadie te enseña eso, sólo tu inconsciente.
- ¿Cómo sabes que yo puedo sacar a un animal feo e infernal de mi colgante?
- Todos los que lleváis vuestra fuente de poder en un colgante lo tenéis. Son como los guardianes del amuleto... Su misión es protegeros. Y no tiene porqué ser un animal feo e infernal, más que nada porque no te pega... aquello que salga de tu colgante es fruto de tu propia alma... ¿Puedo ver tu amuleto?
Me sobresalté. No sabía nada acerca de esa magia hasta hace unos días y menos de que yo pudiese controlarla. Además, nadie me había pedido que le enseñase mi colgante.
- No me lo quiero quitar.
Le miré de frente y Nura se conformó con mirarlo cuidadosamente. Estuvo un buen rato pensativo clavando su mirada en el mismo sitio. Me empezaba a sentir incómoda. No quitaba el ojo de encima ¿Y si...?
- ¿YA VALE NO? - grité dándole la espalda.
- ¡OYE QUE NO SÉ QUÉ PUEDE SER, LOCA!
- YA, CLARO... ¡BÁJAME DE AQUÍ AHORA MISMO!
Me hizo caso por fin y cuando estaba dispuesta a volver a mi habitación preguntó:
- ¿Porqué tenemos que tratarnos de -sama?
- ¿Mm?
- A una gata de hielo la tratas de -chan... ¿por qué nosotros tenemos que tener esas formalidades?
- Yo no soy amiga cercana de un demonio - dije con cara ensombrecida.
- ...
- Aunque bueno, - añadí levantando la cabeza lentamente para verle - me estás empezando a caer hasta bien y todo...
- !!! ¿En serio? :D
Solté una maldición y con mi mejor sonrisa logré decir:
- Onegaisimasu~ Lo hablamos mañana ¿vale? nDn
- ¡Sí! Etto... ¡Oyasumi~!
- Oyasuminasai -3-)/
A la mañana siguiente, como me imaginaba, Blue ya no estaba en el Templo de la Lágrima de Cerezo. Al menos esta vez me dejó una nota diciendo "Suerte con PájaroDeFuego-san :3 Firmado: Blue Sky of Ice."
Me puse mi kimono y desayuné a solas con Nura. Después de un buen rato, le dimos las gracias al Maestro Haruka y nos dirigimos hacia el puerto.
Para mi sorpresa, en un puente al lado de un río, vi a Kikyo, Kaede, Tsubaki y un señor lo más parecido un Maestro pero era... extraño. Tsubaki estaba andando detrás del hombre y en cuanto me miró me sonrió pero no me saludó. Se fue. Había algo en ese ambiente que no me convencía.
- Akame-chan - me llamó Kikyo.
- ¡Kikyo-chan! ¡Kaede-chan! ¡Ohayo!
Kikyo miró con una mirada asesina a Nura.
- ¿Ya te has hecho más amiguitos demonios?
Ignoré la pregunta y recordé:
- Me voy de misión. Te mandé un...
- Lo sé. Pero no puedo ir a tu Templo en un mes aproximadamente. Iré lo más rápido que pueda. Gomen nassai.
- No pasa nada.
- ¿Por qué no le pides el favor a Akane-chan? Sois buenas amigas...
- Etto...
Me había olvidado completamente de Hiroito y Akane. A saber qué estarían haciendo en esos instantes. Prefería no imaginármelo.
- Ella... Ella no podía estar allí mucho tiempo. Ya sabes... Mucho trabajo en el Templo del Gato Negro y tal...
- Entiendo. Bueno. Iré lo más rápidamente que pueda, no te preocupes. Lo importante es que te salga bien esa misión tuya... Solo espero eso. Y cuidado de quién te fías.
- Arigato por los consejos, Kikyo-chan.
Kikyo comenzó a andar en dirección contraria al puerto.
- ¡Hasta pronto, Akame-sama! - dijo Kaede. Después corrió junto a su hermana y anduvieron juntas.
Nura y yo llegamos al puerto y nos subimos a Kasai Shinju (Perla de Fuego), el barco cuyo destino era la isla de Hokkaido.
Estuvimos contemplando el horizonte.
- Qué recuerdos me da a mí esto, cebolla...
Asentí con una sonrisa nostálgica. Nunca pensé que sentiría esa emoción sobre aquel recuerdo en el Barco... el momento en el que Nura y yo nos conocimos.
- Vamos a potenciar nuestras habilidades y luego descansar - dijo Nura con una sonrisa sacando a Nenekirimaru - ¿Te parece?
- Perfecto - respondí con otra sonrisa sacando a Gesshoku.
En ese momento nos entrenamos toda la mañana. Sable contra sable. Demonio contra sacerdotisa. Desde Honshu hasta Hokkaido. El destino... cuyo final era un pájaro de fuego.





miércoles, 3 de septiembre de 2014

Rei VS Cerberus


Era la primera vez que veía a dos demonios luchar entre sí. Viendo aquella escena se me paraba el corazón durante un segundo en intervalos de un minuto. Era... asombroso.
El perro infernal se lanzó sobre Rei dispuesto a arrancarle la cabeza de un mordisco, pero este se movió tan rápido que en tan sólo una fracción de segundo estaba detrás suyo congelando su cola con su hielo.
- Tu novio es un tipo muy extraño - le comenté a Blue - puede crear hielo y llamas oscuras.
- Rei Shadow of Silver. Demonio sombra. Control de los elementos. Tiene muchos ataques pero sus favoritos son esos dos - dijo Blue mientras escaneaba los poderes de Rei mediante sus ojos azules.
- Es realmente fuerte... - añadí.
Blue volvió a tener los ojos morados y puso una cara ensombrecida.
- No estoy segura si Rei-kun ganará esta batalla...
Me entristecía ver a aquella pobre chica preocupada de esa manera. Tal vez era algo triste saber los poderes de cada individuo ya que tal vez podría volverse loca... al igual que me pasaba a mí con mi magia de sensación.
Rei dio un puñetazo al lomo del cerbero y este se tambaleó pero el propio Cerberus se abalanzó sobre él desde atrás. Rei se dio cuenta y se dio la vuelta. Los puños de ambos demonios chocaron y de esto salieron rayos oscuros. Estaban dando todo de sí mismos. Esa sensación de choque y esos rayos... me recordaron a los que yo controlaba... el rayo Yin ¿Aquella era la procedencia de mi magia? ¿A caso yo era una sacerdotisa pura que poseía poderes demoníacos en su colgante? Miré mi amuleto, el Yin Yang estaba soltando chispas negras. Mi deducción era cierta, ¿a caso iba a ser yo la sacerdotisa de la Profecía de las Tres Grandes que caería en el lado oscuro?
Levanté la vista y vi como Rei y Cerberus luchaban entre sí con una velocidad inimaginable. Casi no les podía ver. El cerbero estaba intentando ir a por Rei pero fracasaba, el cerbero no era tan rápido. No era ningún rival para mi amigo, mi primi...
Decidí seguir mi impulso. Aún sentada con Nura alcé mi arco y saqué una flecha de mi carcaj. Apunté y me concreté.
- ¿Se puede saber que pretendes, loca? - preguntó Nura.
Blue me miró, esta vez con sus ojos azules de modo escáner:
- Combinación de magia. Destreza con el arco y... oh.
- ¡AHORA, AKAME-CHAN! - me gritó Rei. Este dio un puñetazo al suelo y provocó un terremoto para hacer caer a Cerberus.
No sabía cómo aquel chico sabía de mis intenciones pero esa era mi oportunidad. Rayos del Yin poseían mi flecha sagrada. Disparé y la flecha se clavó en el cerbero. El perro gruñó. Sentía el dolor que le he había provocado la flecha. Era horrible, un sufrimiento devastador.
- ¡MI CERBERO! ¡MALDITOS! - gritaba Cerberus.
- No contaba con esa información - dijo Blue - esto ha sido una perturbación en el universo... ¡AH! ¡REI!
Rei la ignoró. Con llamas en las dos manos golpeó al cerbero gritando:
- ¡TERREMOTO DE LLAMAS OSCURAS!
Era otra combinación de los elementos agua y tierra.
- Increíble - dije inconscientemente.
El cerbero gemía de increíble dolor. Este se tiró al suelo inconsciente. Comenzó a desaparecer entre un humo morado que desprendía y se volvía hacia el colgante de la calavera de Cerberus.
- Lo pagaréis...
- ¡REEEEI-KUN! - gritaba Blue histérica.
Rei se dio cuenta de algo. Miró a Blue con los ojos como platos ¿Qué estaba pasando? De pronto lo noté. Algo oscuro estaba aterrizando en la Tierra. Algo oscuro pero a la vez... ¿nuestra salvación? Una tormenta estaba apareciendo justo encima de nosotros... una tormenta de color carmesí. Justo en ese mismo momento, Cerberus estaba sacando su espada.
- Probaréis de mi Inferno.
Era un gran filo de acero oscuro decorado con esqueletos. Justo cuando lo hizo se convirtió en un hombre perro ¿Es que ese chico era tan terrorífico? Su pelo era negro y, sus ojos, amarillos llenos de odio.  Al parecer, si Cerberus sacaba a Inferno, él desataba su sangre demoníaca de cerbero. Una barbaridad de poder.
Pero me fijé en una cosa más allá: la magia de la tormenta y la de Cerberus eran diferentes. Había alguien más aparte de nosotros que quería meterse en el juego.
Había tres sensaciones extrañas de una gran fuerza demoníaca. Rei, Cerberus... me estaba volviendo loca por la tercera ¿quién era? Blue me miró como si me hubiese leído el pensamiento. Sus ojos azul cielo me miraban asustada:
- Dante Spada Storm Red, el cazademonios.
Rei seguía pálido pero habló:
- Es un colega ¡pero ahora no os puede ver! Es demasiado peligroso... ¡¡iros!! Ya os alcanzaré. Dante y yo daremos su merecido a Cerberus.
- De sobra... Espero - dijo Blue mientras sus ojos cambiaban de color otra vez.
Nura me cogió a mí y a Blue. Me fijé en su rostro y estaba realmente pálido también. Nunca había visto esa expresión en él. Corrió como nunca. Miré hacia atrás y comprobé que el nubarrón carmesí había descendido. Escuchaba ruidos... ruidos que en esta dimensión nunca debieron sonar.