viernes, 12 de septiembre de 2014

En busca de un hogar

Nada más ver la fachada del edificio donde vivían nuestros nakamas, Nura y yo decidimos no ser sus vecinos. Era un edificio alto de color rosa con un cartel que ponía "Love's Hotel" con letras occidentales. Agradecí mi ignorancia con el inglés para no averiguar qué significaba.
- ¿Qué os parece? nya n3n
- ¿Vosotros dos vivís aquí? o_o'' - preguntó Nura sin dejar de mirar hacia arriba. Estaba asombrado por la altitud de todos edificios por los que pasamos.
- Solo cuando pasamos algunos días aquí juntos con nuestro amigo Dante nDn - respondió Rei.
- Sería genial que podamos ser vecinas, Akame-chan jijiji n3n ¡podríamos ir a la piscina juntas!
- A-Allí dentro hay piscina...
- Sí -D- - respondió Rei - Y lo mejor de todo es que son mixtos :P
Me quedé boquiabierta horrorizada. No soportaría que ningún hombre me viese bañándome ¿es que esa dimensión estaba tan loca?
- Iríamos a comprar un traje de baño juntas n3n 
Oh, usaban trajes para bañarse. Perfecto.
- ¡También podríamos tomar algo juntos, Nura-kun! - propuso Rei.
- Bueno... yo... Me gustaría encontrar algo de mi estilo. Algo menos... diferente a mi dimensión.
- Sí, yo también - añadí.
Blue y Rei nos miraron como si hubiésemos dicho algo que no entendiesen. Se quedaron pensativos hasta que nos dieron la espalda y en voz baja Rei dijo:
- Quieren estar solos...
- Se gusssssstan o3ó...
- BAAAAAAAAAAAKAS, No penséis cosas raras ÒoÓ - grité.
- VAMOS A LA HABITACIÓN, BLUE-CHAN Dx ¡Akame-chan es mala y nos va a comer!
- ¿QUÉ YO QUÉ?
- Shíííí, nyuuu~ ¡corramus!
Huyeron como cobardes y yo les seguí enfurecida gritando cosas como "¡OYEEE, VOSOTROS!", "¡ENFRENTAROS A VUESTRO DESTINO!" u "¡OS SACARÉ LOS OJOS!" Sinceramente no sabía exactamente porqué decía esas barbaridades ¿Sería mi nueva sangre de Fénix? ¿Y si no volvía a ser una sacerdotisa normal... nunca más? Nura se acercó a mí riéndose:
- Jejeje eso ha estado genial.
Escondí mi boca debajo de mi bufanda como siempre.
- No sé a qué sitio podríamos ir el cual estemos cómodos.
Nura me miró un rato en silencio y dijo:
- Tenías unos dragones que volaban. Puedes llamarlos.
- No sé si es bueno llamarlos para estas cosas...
- Son tus dragones n_n estarán encantados de ayudarte.
¿Nura me estaba sonriendo dulcemente? ¿Desde cuando pasaba eso? Dejé de pensármelo y choqué mis dos palmas en mi pecho. El colgante se iluminó y alcé mis manos coloreados con los colores blanco y negro.
- ¡FUEGO Y SANGRE!
Las dos serpientes peludas con cuerno de unicornio salieron de mis dos manos. Me miraron con sus ojos del color del oro. Parecían contentos. Hicieron un par de ruiditos como "rrrrr, rrr" y los acaricié. Eran preciosos...
- ¿Surcaremos los cielos del Purgatorio con mis dragones en busca de un hogar adecuado?
- Sí, supongo que sí. - El dragón negro ofreció asiento a Nura y esté accedió encantado. - Vamos, pues.
Me subí al blanco y los dos dragones serpentearon tan bruscamente que casi nos caíamos. Era increíble. Veíamos la ciudad en miniatura desde el cielo contaminado de aquella dimensión. Las vistas eran estupendas. Me sentía libre, como cuando luchaba contra el Fénix montada en uno de mis dragones con el arco en ristre.
- ¡Akame-chan, mira eso de ahí abajo!
Hice caso a Nura y vi que los edificios de las calles empezaban a ser más bajos incluso un poco parecidos a las casas de nuestra dimensión.
- ¡Bajemos a ver! - dije.
Los dragones descendieron y nos dejaron en el suelo de una calle de casas iguales de estilo japonés moderno. Al parecer era un complejo de alquiler de chalets según vi en los carteles de todas las casas que había alrededor nuestro. Nura se acercó a la que teníamos en frente.
- ¿Qué tal esta misma?
- No podemos entrar sin permiso e_e ¡Tenemos que avisar a alguien!
- ¡Bah! Eso qué más da.
Nura corrió hacia la entrada e intentó abrir la puerta. No pudo.
- Malditos... ¡LA ECHARÉ ABAJO!
- ¡Nura-kun, a lo mejor hay gente adentro!
Le agarré el brazo para pararlo. Discutimos un rato hasta que una voz grave y ronca nos habló detrás nuestra:
- Oh ¿venís a comprar la casa?
Giramos nuestras cabeza a un señor de unos 50 años y gordinflón. Su vestimenta no era japonesa claramente: la parte de arriba era de estampado de vaca y llevaba unos pantalones ajustados y desgastados que parecían pesados combinados con unas botas marrones con flecos. Su sombrero era grande y alado con una forma extraña que hacía de su rostro aún más misterioso de lo que me parecía.
- Gomenassai, Señor. No tenemos dinero para comprar nada - dije,
- ¿No seréis nuevos por aquí?
- Sí, bueno... Pasaremos aquí una temporada. Una misión complicada.
- Ya veo. He oído hablar de dos viajeros de La Tierra.
- Somos nosotros.
Se quedó un rato en silencio y sonrió:
- ¡Bienvenidos al Purgatorio, chicos! Mi nombre es Hilbert Strauss y soy el jefe de la agencia inmobiliaria de la zona.
- Etto... Dozo Yoroziku~ - dijimos Nura y yo.
- No importa que no tengáis dinero. Soy un tipo honrado y en estos tiempos difíciles lo mejor es echaros un cable, al fin y al cabo es sólo una temporada ¿no? A cambio... - su cara se ensombreció cosa que me hizo sospechar de él - necesito que me digáis cuáles son vuestras armas.
Nura y yo de forma innata tocamos la empuñadura de nuestras katanas. Nos quedamos algo pensativos.
- Vaya, vaya... Dos espadachines vivos de la Tierra... lo vais a tener chungo. En cuanto sepan que vosotros no sois simples almas irán a por vosotros con armas de fuego... Yo que vosotros tendría cuidado. La lucha cuerpo a cuerpo es difícil en este mundo. Así nos va... Bien , pues. Podéis quedaros con la casa una temporada. n_n
Hilbert sacó un hilo de montones de llaves. Soltó la que ponía el número 14 y me la dio.
- Curiosos ojos los tuyos, señorita.
Escondí mi cabeza debajo de la bufanda.
- A-Arigato, Strauss-san.
- Nos volveremos a encontrar, chavales.
Nos despidió alzando el brazo y caminó subiendo la calle. Miré a Nura en busca de algún comentario.
- Deberíamos no ir revelando nuestra identidad tan a la ligera. No me fío ni un pelo...
- Opino lo mismo - dije mirando la llave - Abramos la puerta de la casa entonces.
Metí la llave y la puerta se abrió. Entramos y vimos que era un lugar no tan grande como un Templo, pero sí era un lugar espaciado y cómodo. Me gustaba, la verdad.
Investigando la casa sin ningún signo de amenaza, decidimos irnos a dormir puesto que no habíamos dormido desde hacía bastante tiempo y nuestro cansancio ya se notaba bastante. Nura decidió irse a dormir abajo al salón y yo en la habitación de arriba. No teníamos otra ropa por la que tuvimos que dormir así, en mi caso con esa bufanda enorme en mi cuello la cual empezaba a tener cariño.
A pesar del cansancio, me di cuenta de que no era capaz de dormir. Era una paradoja, sí, pero estar en una dimensión diferente a la tuya la cual te podían matar fácilmente... parecía una comedía de teatro para el emperador de China. Por no hablar de mis extraños ojos. Estuve una hora observando mi reflejo en el filo de mi katana subida al marco de la ventana ¿Quién era yo ahora? ¿Por qué me pasaba todo eso a mí? Al cabo de un rato, alguien abrió mi puerta, era Nura.
- Al parecer tú tampoco puedes dormir.
Me bajé del marco de la ventana y me senté en el suelo apoyando mi espalda a la pared. Seguía con Eclipse Lunar en la mano.
- Estoy agotada pero... no puedo pegar ojo sin saber quién soy.
Vino y se sentó al lado mío.
- Eres Akame Scarlet Targaryen. Eso es lo que no debes olvidar. Lo demás importa menos.
Me comenzaron a pesar los párpados e incliné mi cabeza hacia el hombro de Nura.
- No pienso olvidar eso...
- Aunque pareces un demonio con esos ojos x_x
- Ay, calla...
Me dormí.



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