martes, 23 de septiembre de 2014

Rescate. El Cazademonios, La Sombra, La Princesa de Hielo, El Señor del Pandemonio y La Sacerdotisa de Fuego

Salí y me encontré con Dante que me estaba esperando.
- Vamos - dije.
- Espera Akame-chan... - dijo este sacando una pequeña pistola de su capa. - Necesito que lleves esto. Te pueden atacar porque si sigues el aura del cerbero te reconocerán...
- No sé manejar este trasto. Gomene~ Pienso seguir con mi propia técnica aún sin arco.
- Es por tu bien, sacerdotisa.
Seguía ofreciéndome aquella pistola y para él seguía siendo una sacerdotisa. Eso en cierto modo me tranquilizó... hasta que una bala iba hacia nuestra posición. No sé cómo la detecté. Pero cuando iba a impactar contra la cabeza de Dante le aparté de un empujón. Pudimos esquivarla.
- ¡Nos han descubierto! - gritó.
Se me había olvidado el pequeño detalle de que había más gente en la piscina, la mayoría asustada y yéndose del lugar lo antes posible... Sin embargo una figura del otro extremo de la estancia estaba firme con un arma de fuego larga y grande
- Tiene un fusil de asalto... ¡es un francotirador! - informó Dante.
- Mierda - maldije.
- Tenemos una oportunidad de deshacernos de él. Tarda mucho en repostar y es débil en ataques cuerpo a cuerpo.
- Entonces iré a por él - saqué a Gesshoku y corrí hacia él - Ve saliendo y asegúrate de que no hay nadie.
Dante gritó un "¡Cuidado!" y el francotirador sacó una pistola pequeña. Estaba apuntando hacia mí... Disparó y en menos de un segundo giré mi katana y bloqueé el ataque. Había usado unos reflejos que en mi vida tuve hasta que me fusioné con el Fénix. El hombre encapuchado seguía disparando y yo seguía bloqueando las balas con mi katana hasta que por fin llegué a su posición y le di un corte en la tripa. Se cayó al suelo y le puse el pie derecho encima de su tripa herida.
- ¿Por qué haces todo esto?
Empezó a reírse burlonamente y le di un golpe con la empuñadura de mi katana. Se quedó inconsciente. No servía de nada preguntar si perdía el rastro del aura del cerbero de Cerberus. Grité "Fuego y Sangre" y vinieron mis dragones. Me subí al dragón negro del Yin y salimos afuera a través del agujero que había en la cúpula.
Sobrevolé con ellos los cielos del Purgatorio mientras miraba hacia abajo para ver dónde podría estar Dante. No le vi. Sin embargo me fijé en que había una nube carmesí levitando encima de los suelos de las calles a toda velocidad dirección a un pequeño callejón con vallas. Justo en ese sitio es a dónde se dirigía el aura morada. Mandé a mis dragones que aterrizasen en aquel lugar. Pisé el suelo y me fijé en el atardecer que había al fondo de los alambres de las vallas. Se abrió la puerta de una estancia vieja y tres hombres comenzaron a dispararme. Mis reflejos funcionaron otra vez y esquivé los disparos con Gesshoku, sin embargo, en esa ocasión eran demasiadas balas en tan poco tiempo. Mis dragones se lanzaron contra ellos pero, al dispararlos volvieron a mi colgante rápidamente. Sólo podía defenderme, no podía lanzar un rayo Yin porque si bajaba la defensa acabarían conmigo de un balazo. De pronto una bala salió disparada justo detrás de mí y acabó con la vida del chico de la derecha, mientras que a su vez los otros dos cayeron boca abajo gritando de dolor. Alguien les había pegado un tajo por la espalda. Nura estaba detrás de ellos con la hoja de Nenekirimaru manchada de sangre...
- ¿Estás bien, Akame-chan? - preguntó.
- ¡Eso, eso! ¡Eran tres tiradores expertos! - dijo Dante detrás de mí con una pistola en la mano.
- Estoy bien. Gracias, chicos...
- Rei-kun y yo encontramos a Cerberus y a Blue-chan ahí adentro - explicó Nura -  Rei-kun dijo que ibas a necesitar ayuda y él se quedó luchando.
- Pero, ¿quién es esta gente?
- No lo sé pero creo que Rei-kun sabe algo del tema...
- Sí, bueno - intervino Dante - Son cosas del Infierno...
- ¿Tú las sabes? - pregunté intrigada.
- He oído hablar de que la gente del Infierno que viene a parar aquí está persiguiendo la sangre del Gran Fénix para volver a ser demonios normales y poder viajar de dimensión en dimensión... su finalidad no es nada buena, desde luego. Usarían ese poder para actos criminales o a saber qué peores cosas.
- ¿Por eso nos atacaron...? - dije.
- Eso parece. Por lo que si están luchando contra Rei-kun, querrán acabar con él lo antes posible. Debemos darnos prisa - comentó Nura.
Dante y yo asentimos y los tres corrimos al edificio. Solté maldiciones en mi mente pues estaba realmente enfadada con los demonios. Los odiaba... eran criaturas malvadas y egoístas que se dedican a dar desgracias a los demás seres. Se iba a enterar Cerberus de lo que era una sacerdotisa enfadada...
Bajamos unas escaleras y abrimos otra puerta. Pasamos a dentro de una sala enorme con la arquitectura polvorienta y desgastada. En el centro estaba Cerberus convertido en hombre lobo. Estaba agarrando a Blue y, elevando su espada, dijo:
- ¡Atrás o la corto el cuello!
- Maldito... - dijo jadeando Rei..
Blue estaba llorando... sentía el miedo en sus ojos. Estaba intentando congelar a Cerberus pero el hielo se derretía con el pelo de la bestia... al parecer su temperatura corporal estaba a un par de grados de más.
Cerbeurs nos vio y esbozó una malvada sonrisa:
- Jejeje... por fin... el poder del Fénix es mío.
Alcé a Guesshoku.
- El poder del pájaro de fuego sólo es para aquel que vence el Fénix de la Tierra. Yo he sido quien ha ganado, por lo tanto este poder me pertenece sólo a mí.
- JAJAJA Pero si me lo das no tiene porqué ser tuyo. Verás... no creo que haga falta ni luchar.
Cerberus apretó fuerte a Blue y esta gritó de dolor. Si seguía haciendo eso, Blue podría acabar espachurrada... Rei miró con cólera la escena y sus ojos se iluminaron con un color rojo sangre. Estaba realmente furioso ya que sentí un poder tenebroso... creo que el más oscuro que había visto en mi vida. Un aura oscura rodeaba el cuerpo de Rei mientras que con una voz vacía, tétrica y más grave de lo normal, dijo:
- No perdonaré el que hayas hecho llorar a mi gatita... NUNCA.
Era tanta cantidad de humo negativo que sólo veía su silueta y dos luces rojas que eran sus ojos. Empezaron a sobresalir las siluetas de unas alas de bicho así como patas de mamífero... no sabía exactamente de cuál.
La energía negativa era cada vez más feroz., sobretodo cuando esa silueta oscura se lanzó contra Cerberus. Este estaba a punto de cortar la cabeza de Blue pero Nura gritó "MIEDO" y se quedó paralizado. Rei llegó y Cerberus gruñó como un perro rabioso. Blue fue lanzada por los aires. Corrí hacia ella y esta dijo:
- Tenemos que atacar en grupo... es la única manera de detenerle.
- Rei-kun es increíble -admití mientras la ayudaba a ponerse en pie.
- Nura-kun también - añadió. Apretó sus puños y comenzó a invocar pequeñas ventiscas heladas - El Cazador de Demonios, La Sombra, La Princesa del Hielo, El Señor del Pandemonio y La Sacerdotisa de Fuego... La combinación perfecta para luchar contra el mal.
No entendí muy bien qué significaba eso pero saqué a Guesshoku confiando en nuestro equipo. Nos juntamos Dante, Nura, Blue y yo mientras Rei estaba luchando contra Cerberus.
- Debemos ayudar a nuestro amigo y debemos coordinarnos lo mejor que podamos - dije - Blue-chan, serás el apoyo de Rei-kun congelando al enemigo usando todo tu poder, tal vez sea difícil con ese pelaje, pero Nura-kun invocará el Miedo para que este baje la defensa. Nura-kun, así como invocas el Miedo para debilitar la defensa de Cerberus, tú y yo le atacaremos con nuestras katanas. Dante-kun...
- Cuando sea el momento sacaré a Rebellion y lo llevaré a las profundidades del Tártaro.
Todos asentimos y pusimos el plan en marcha. Blue invocó  una ventisca de hielo que aparentemente no hacía nada a Cerberus pero Rei se movió con más agilidad por lo que le soltó más puñetazos que antes. Nura invocó el miedo y el demonio perro se quedó con una expresión de horror.
- ¡Ahora, Nura-kun! - grité.
Corrimos hacia Cerberus, él con Nenekirimaru y yo con Gesshoku. Usé el Yin Yang para que la hoja de mi katana tuviese más poder, saltamos y caímos en el demonio clavando nuestras katanas en su peludo cuerpo. Aulló dolorido... recuerdo que incluso el suelo retumbó un poco durante unos segundos. Volvió a su apariencia humana con su gorro, camiseta de tirantes y vaqueros desgastados. Dante vino y desenvainó a Rebellion.
- Es hora de que me lo lleve de una vez al lugar que le corresponde. Su Purgatorio ya ha acabado... es la hora del Juicio Final de este demonio malhechor.
Dante pegó un tajo a Cerberus en el pecho y la espada se impregnó de su sangre. El techo del edificio fue absorbido por un portal carmesí que se había situado justo encima de nosotros en el cielo.
Dante y Cerberus levitaron.
- Me voy un rato al Infierno. Luego vengo.






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